Nightfall y su variado bestiario

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Friendware ha querido advertir, a los que recorrer¨¢n las tierras de Elona desde el 27 de octubre en PC, de los peligros que encontrar¨¢n en las rutas entre las ciudades y los puestos de avanzada. Bestias irracionales y malignas sociedades de razas enemigas compiten por el control del continente creado por NC Soft. As¨ª, en primer lugar tenemos a los hekets, unos anfibios que viven cerca de los r¨ªos y lagos, pero tambi¨¦n se les puede encontrar vagando en las distantes, desiertas y ¨¢ridas tierras de la naci¨®n. Sin importar en qu¨¦ territorio se asienten, los heket crecen a un ritmo alarmante. Desde el momento en que nacen, compiten entre ellos por comida, carg¨¢ndose a los hermanos m¨¢s peque?os y d¨¦biles. Una vez que se vuelven lo bastante fuertes para abandonar el nido, se agrupan y vagan lejos de casa, usando esos mismos crueles instintos para atacar a los incautos viajeros. Cualquier aventurero que se cruce en el camino de un grupo de hekets deber¨ªa prepararse para defender sus provisiones, y sobre todo su vida. Si no se les detienes, entonces hekets m¨¢s grandes y m¨¢s crueles reunir¨¢n el coraje necesario para aventurarse cerca de los puestos de avanzada y los poblados y atacar a los humanos. Los humanos opinan que deben mantener a raya a estas poblaciones, aunque s¨®lo sea para sobrevivir.

/es/node/ArrayPor su parte, los saurios se reproducen muy r¨¢pidamente, mientras que los voraces dragones comen de una forma incre¨ªble. En algunas zonas de Istan, los saurios y los dragones son tan numerosos que los j¨®venes soldados practican su habilidad con la espada y con el arco despach¨¢ndolos tan r¨¢pida (e indoloramente) como sea posible. En tiempos remotos, algunas tribus elonianas med¨ªan la val¨ªa de sus guerreros por el n¨²mero de enemigos que pudieran matar en un d¨ªa. Pero en la moderna Istan, los Lanceros del Sol han ideado formas de probar las artes marciales y la capacidad de liderazgo; la habilidad de un soldado para eliminar saurios y dragones a¨²n se considera una prueba fiable de si alguien merece ser ascendido.

Algunos dragones de dientes de hierro son lo bastante listos como para cazar cerca de los poblados humanos, buscando compa?eros heridos o reci¨¦n muertos. Un pu?ado de cazadores que suele acechar estos campos ha aprendido los h¨¢bitos de estos territoriales dientes de hierro y consiguieron adiestrarles. Por desgracia, estos cazadores no desvelar¨¢n c¨®mo consiguieron hacer esto, y mucho menos c¨®mo vender estas ex¨®ticas mascotas, por lo que los aventureros y los h¨¦roes tendr¨¢n que conformarse con animales de compa?¨ªa m¨¢s normales.

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Parecidas a los devoradores de Ascalon que se ocultan bajo las tierras de Tyria, las mandr¨¢goras acostumbran a salir a cazar en grupos, y siempre atacan por sorpresa. ?stas usan su energ¨ªa m¨¢gica para viajar y esconderse bajo tierra, saliendo a la superficie cuando sienten que hay v¨ªctimas cerca. Los devoradores de Tyria, sin embargo, se aprovechan tanto de la miseria como de la debilidad, usando su magia para desmoralizar y reducir la velocidad de sus enemigos. Las mandr¨¢goras no se andan con rodeos, son muy sencillas y arremeten con golpes salvajes mientras chupan la fuerza vital de sus v¨ªctimas.

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Los centauros de Elona son diferentes a las criaturas 'medio equinas, medio humanas' que se ven al norte de Ascalon. Se asemejan a las gacelas que corren por las llanuras elonianas, y son m¨¢s leoninas y carn¨ªvoras que los centauros de otros continentes, mostrando algunos de los comportamientos sociales de esos grandes felinos; de hecho, a una familia de centauros elonianos se la llama 'manada' o 'casta'.

Estos centauros son los suficientemente civilizados como para tener familias organizadas, historia oral y tratados con otras razas, pero a¨²n as¨ª mantienen sus instintos animales. Sin embargo, la b¨²squeda de territorio contin¨²a siendo un asunto serio, y les sigue preocupando. Ya que los kournianos han extendido sus poblados, han tenido que empujar sus castas hacia el oeste. Recientemente, la tensi¨®n entre los seres humanos y los centauros ha aumentado, surgiendo por ello las tristemente c¨¦lebres 'campa?as de pacificaci¨®n' kournianas. Muchos humanos en Istan y Vabbi no aprueban que haya esclavos centauros en Kourna, pero no tienen forma de evitarlo. Ahora los refugiados y los renegados invaden los asentamientos humanos?algunas veces para sobrevivir, y otras por venganza? avivando el odio entre ambas razas.

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Finalmente, las arp¨ªas asaltan a las criaturas m¨¢s d¨¦biles para robarles todo lo que puedan. No se sabe con seguridad si hacen esto por avaricia, necesidad o por regocijarse en el dolor ajeno. Unos pocos videntes vabbianos insisten en que las arp¨ªas son unos seres inteligentes y civilizados, pero los aventureros han visto demasiados ejemplos de lo contrario. Robar¨¢n comida despu¨¦s de que hayan organizado un fest¨ªn, tomar¨¢n brillantes baratijas sin ning¨²n valor y acosar¨¢n durante kil¨®metros a los peregrinos sin motivo aparente. A las arp¨ªas elonianas a veces se las llama 'skree', y ¨¦stas est¨¢n entre las m¨¢s despiadadas y crueles del mundo.

A pesar de sus m¨¢s bajos instintos, las arp¨ªas skree son lo bastante organizadas para crear una sociedad primitiva, sometida bajo la voluntad y caprichos de corruptos matriarcados. Una vez que una matriarca arp¨ªa pone sus garras sobre un pedazo de tierra, sus descendientes atacar¨¢n a cualquiera que pase por all¨ª. Por desgracia, no suelen acertar en su elecci¨®n de territorio. Los pr¨ªncipes vabbianos contratan guardianes por muchas razones, pero todos deben estar preparados para la pr¨®xima vez que un grupo de arp¨ªas explore las afueras de sus fincas.