Es una l¨¢stima en lo que han acabado convirti¨¦ndose los Beat'Em Ups al estilo Final Fight, Double Dragon o Cadillacs and Dinosaurs. Mientras que unos han ca¨ªdo en el olvido (Streets of Rage), los que vuelven entre nosotros lo hacen de forma estrepitosamente rid¨ªcula . Al menos nos queda el consuelo de encontrar nuevas licencias que m¨¢s o menos se han ganado una reputaci¨®n, como podr¨ªa ser el The Warriors de Rockstar, o como promete este God Hand. Desarrollado por Clover Studio, un?grupo interno de Capcom encargado de la saga Viewtiful Joe, Under the Skin o el precioso Okami, en God Hand asumimos el control de Gene, un chaval del que desconocemos todo tipo de datos. Dan igual, en este juego no importan. Estamos ante un Beat'Em Up como los de anta?o: Coge el luchador y ponte a pegar palizas. Sin m¨¢s.
As¨ª empieza nuestra aventura. Gene y una bella joven llamada Olivia llegan a una ciudad desierta, con una ambientaci¨®n al estilo las pel¨ªculas del oeste. Total, que ven a dos matones y ¨¦l empieza a repartir candela. Nuestra primera impresi¨®n es decepcionante. Pese a que el sistema de control es aceptable y ofrece una gran cantidad de posibilidades, como comentaremos m¨¢s adelante, la c¨¢mara es muy deficiente. El stick derecho s¨®lo nos sirve para evadir golpes, por lo que la c¨¢mara siempre se sit¨²a en tercera persona detr¨¢s de Gene. No podemos modificarla m¨¢s que en giros de 90? y eso entorpece mucho los combates.
Las batallas son bastante simples: Tenemos un bot¨®n de pu?etazo, otro de patada, y pulsando ambos reiteradamente elaboramos combos: sin m¨¢s. Iremos adquiriendo nuevas habilidades a medida avancemos en la aventura, por ejemplo volteretas con golpe en la ca¨ªda, patadas m¨¢s efectivas... Todo esto se asimila f¨¢cilmente, m¨¢s a¨²n si sabemos japon¨¦s y por tanto configuramos la lista de combos desde el men¨² opciones. Pese a que no es el caso, si podemos?comentar que disponemos de hasta cuatro golpes para cada bot¨®n (cuadrado y equis), completamente modificables.
Los dem¨¢s botones se usan en momentos especiales. Por ejemplo, el c¨ªrculo nos permite elaborar determinados golpes finales a los enemigos al m¨¢s puro estilo Quick Time Event, como en God of War, Kingdom Hearts 2 o el tambi¨¦n de Capcom Resident Evil 4. Por ejemplo, si le pegamos una paliza a un enemigo y cae al suelo, podemos pulsar c¨ªrculo para seguir golpe¨¢ndole con patadas, pu?etazos, etc¨¦tera. Podremos tambi¨¦n recoger objetos del mapeado, desde armas como barras de metal, vigas de madera o cajas, pasando por barriles que explosionar¨¢n al caer al suelo. Los escenarios son de hecho interactivos: podemos romper escaleras, mesas, sillas, estatuas, cristales... Y por supuesto, si lanzamos a un enemigo contra una mesa, esta romper¨¢ y los trozos se desparramar¨¢n por el suelo. La f¨ªsica es pues un factor importante en este juego, y pese a que cumple, nos da la impresi¨®n de que podr¨ªa ser mucho mejor. Por ejemplo, nuestro personaje correr¨¢ tan r¨¢pido si no lleva nada encima como si est¨¢ cargando con un barril. Algunos enemigos atravesar¨¢n paredes con su cuerpo una vez muertos, etc¨¦tera. Lo cierto es que, en general, t¨¦cnicamente no es un juego excesivamente cuidado.
Los modelados de los personajes son buenos, cuentan con una gran cantidad de pol¨ªgonos y lo cierto es que son bastante resultones. Pero el ir en la tradici¨®n de Final Fight trae consigo un problema, y s¨ª: son cl¨®nicos. Que est¨¦n muy bien representados no significa que nos apetezca encontrarnos con 30 gemelos lanz¨¢ndonos cuchillos. La sensaci¨®n de repetici¨®n sirve m¨¢s que nada para aburrirnos, especialmente cuando tenemos combates masivos con varios grupos de personajes. Las animaciones faciales son mucho mejores, sin duda lo mejor del juego sin sar tampoco nada fuera de lo normal. En la l¨ªnea de PS2 a estas alturas. Pero lo de los escenarios no tiene explicaci¨®n... Nos encontramos con entornos cl¨®nicos, las mismas texturas de las paredes repetidas a conciencia para formar casas que son exactamente iguales, los mismos decorados, e incluso es un t¨ªtulo imperfecto en este aspecto: si nos acercamos demasiado a una pared, veremos como se transparenta y dejar ver lo que tiene detr¨¢s. Y eso pasa siempre.
Pero bueno, quiz¨¢ en un arcade de esta ¨ªndole los gr¨¢ficos no sean tan importantes. Por suerte, pese a esto, estamos ante un t¨ªtulo que engancha y que?consigue atrapar al poco rato de empezar a jugar, como pasaba con los cl¨¢sicos de las recreativas. Tambi¨¦n se hereda la dificultad: GodHand no es un juego imposible, pero tampoco f¨¢cil. Las posibilidades de combear y modificar los combos ser¨ªan demasiado atractivas si todo se basase en eso. Por esto Clover ha introducido algunas cosillas m¨¢s para darle un poco de profundidad a un desarrollo evidentemente lineal. Por ejemplo, presionando el gatillo R1 entramos en una ruleta que nos permite hacer un ataque especial. Aparecer¨¢ la susodicha y debemos pulsar el bot¨®n c¨ªrculo en el momento apropiado: si acercamos, realizaremos un golpe muy poderoso, si fallamos... ?se nos caer¨¢n encima unas cacerolas!.
El nombre del juego no est¨¢ puesto aleatoriamente, sino que realmente nos encontramos con una GodHand: nosotros mismos. Gene tiene implantado en el brazo izquierdo una especie de arma met¨¢lica que desatar¨¢ un poder impresionante cuando una barra de energ¨ªa llegue al m¨¢ximo. Presionando R2 en ese momento, liberaremos energ¨ªa, nuestro brazo brillar¨¢ y comenzar¨¢ el festival de mamporros: incremento de velocidad, fuerza y defensa, todo en uno. Dura poco pero merece la pena. Lo de las cacerolas iba en serio. Y es que una de las m¨¢ximas de God Hand es tomarse a si mismo en broma, nunca en serio, dotando al t¨ªtulo de un aire c¨®mico y ir¨®nico que agrada en todo momento. Si el ejemplo anterior no os serv¨ªa, imaginad la cara que se nos ha quedado al observar que nuestro primer jefe de final de nivel era un grupo de afroamericanos gays con cuerpo de gimnasio y tanga marcando... lo marcable. Total, que adem¨¢s de poner posturitas y cogerse sus tesoros como lo populariz¨® Michael Jackson, se presentaron encima de un escenario, cantando y meneando el trasero. En otra escena, uno de los malos se quem¨® al acercarse un puro -al rev¨¦s- a la boca, exclamando un sonoro "?Co?o!", tal cual.
?No os recuerda a alguien? Pues no, no es ¨¦l.
No, el juego no est¨¢ en castellano. Pero s¨ª en ingl¨¦s. Y es que esta edici¨®n japonesa cuenta con subt¨ªtulos en el idioma originario y un doblaje al ingl¨¦s perfecto, acorde a la personalidad de los personajes y respetable en cuanto a coordinaci¨®n facial. La selecci¨®n de temas mel¨®dicos tampoco es mala, aunque en determinadas fases llega a ser cansino. Con todo esto dicho, no nos queda m¨¢s que esperar ansiosos a la versi¨®n americana de God Hand para ver como progresa y c¨®mo le trata la cr¨ªtica americana. A nosotros nos ha parecido un t¨ªtulo interesante, con una capacidad de enganche respetable pero algunos aspectos jugables bastante mejorables, como el sistema de c¨¢maras sin ir m¨¢s lejos, eso descontando el que gr¨¢ficamente posea unos escenarios que son muy deficientes.
God Hand (PlayStation 2)