En el par

Un a?o m¨¢s, y as¨ª ha sido durante la presente edici¨®n y las cinco anteriores, hemos estado al pie del ca?¨®n para traeros nuestras impresiones sobre la entrega anual del simulador deportivo de golf de la compa?¨ªa canadiense Electronic Arts en nuestra plataforma favorita, el PC. Y a?o tras a?o, como tambi¨¦n suele ser habitual en las franquicias deportivas, hemos podido comprobar como la falta de imaginaci¨®n e innovaci¨®n se adue?a de hasta los mejores t¨ªtulos convirti¨¦ndolos en meras actualizaciones del a?o anterior? a precio de nuevo.

Este es precisamente el caso de Tiger Woods PGA Tour 2007, un t¨ªtulo que no es que se parezca remotamente a Tiger Woods PGA Tour 2006, sino que hay tantas y tantas partes que est¨¢n miserablemente fusiladas de la edici¨®n anterior. Un ejemplo: en el modo 'campa?a', que empezamos con un jugador desde cero y al igual que el a?o pasado, nuestra andadura empieza cuando un amigo nos invita a jugar contra ¨¦l. Pues bien, hasta se ha mantenido el mismo nombre para este amigo. Esto no es continuidad, esto es copia descarada.

Lo mismo sucede con muchas de las opciones y sistemas que ya exist¨ªan en la entrega de 2006, que al mismo tiempo ya exist¨ªan en la de 2005, que al mismo tiempo ya exist¨ªan en la de 2004, etc. Se han incluido algunos campos nuevos, en detrimento de otros que s¨ª que hab¨ªa, y se ha actualizado la 'plantilla' de jugadores profesionales que, dado las particularidades que presenta el golf, solo presenta 4 incorporaciones nuevas. Pero el coraz¨®n del juego, para bien y para mal, es exactamente el mismo.

Eso no significa necesariamente que el juego sea malo, ni mucho menos. Lo que s¨ª nos gustar¨ªa dejar patente son los tremendos problemas gr¨¢ficos que nos hemos encontrado en los dos equipos de pruebas (de los cuales os adjuntamos alguna captura) y que no hemos podido solucionar desde el soporte de Electronic Arts. Fallos que hac¨ªan algunos hoyos absolutamente impracticables y que merman considerablemente la experiencia de juego (de nada sirve hacer 7 hoyos perfectos si, por causa ajena, nos vemos obligados a acabar un par 3 con 9 golpes).

Sorprende adem¨¢s que la versi¨®n de PC ha sido la m¨¢s perjudicada en cuanto a contenidos con respecto a las versiones de consola, si bien es cierto que ¨¦stas tienen un enfoque mucho m¨¢s arcade mientras que la de PC es bastante m¨¢s simulaci¨®n, lo cual a t¨ªtulo personal de este redactor es un punto positivo pero que no tiene por qu¨¦ serlo para otra gente. Sencillamente Tiger Woods ofrece un nivel de realismo y profundidad superior a la mayor¨ªa de simuladores de otros deportes presentes en el mercado.

La versi¨®n de PC, adem¨¢s, ha visto no incluida la opci¨®n de editor de mapas ni tampoco la posibilidad de configurar un campo seg¨²n nuestro gusto. Cierto es que las posibilidades no obstante no son pocas y, de nuevo como es tradici¨®n en la saga, proporciona muchas horas de diversi¨®n compar¨¢ndolo objetivamente con su coste. Pero eso no quita que no exista objetivamente ninguna raz¨®n, una vez visto su contenido, para la edici¨®n de 2007. Ve¨¢moslo con m¨¢s detalle.

Y por ello b¨¢sicamente podemos repetir lo mismo que dijimos hace unos meses acerca del apartado t¨¦cnico del juego. Empezando por los campos, en especial los nuevos, se ha conservado el mismo nivel de calidad y detalle de a?os anteriores. Eso significa que las zonas de fariway, hierba alta y baja, localizaci¨®n de los b¨²nkers, agua, etc. est¨¢ perfectamente situado donde deber¨ªa estar y eso se agradece. Se agradece porque muchas veces nos vemos cometiendo los mismos errores que los mismos profesionales que salen por la tele cometen, y eso es buena se?al.

A nivel poligonal no ha sufrido pr¨¢cticamente variaci¨®n alguna. Los personajes siguen igual de bien detallados y todos los integrantes de las posiciones m¨¢s altas del circuito (Woods, Montgomery, Syngh, Appleby, Leonard, etc.) est¨¢n m¨¢s que correctamente representados en el juego. Todav¨ªa se aprecia el defecto 'hist¨®rico' de la saga en el que los personajes muchas veces parecen poco integrados en el campo (o 'superpuestos'), pero es un fallo que hemos aprendido a perdonar. El resto de detalles y efectos, en la l¨ªnea del juego.

La f¨ªsica de la bola y tal como la afecta las circunstancias atmosf¨¦ricas est¨¢ muy bien implementada. El vuelo y bote de la bola var¨ªan en funci¨®n del tipo de hierba que pisan, la potencia y direcci¨®n del viento (que va en rachas en ocasiones), la humedad, la lluvia? especialmente en la ca¨ªda de los greens es donde se nota el espl¨¦ndido detalle con el que se ha tratado cada uno de los hoyos. La sensaci¨®n de 'd¨¦j¨¤ vu' al realizar un slice o un hook, para todos aquellos que juegan de verdad, es la cl¨¢sica demostraci¨®n de que el juego transmite bien las sensaciones del deporte al jugador.

Como casi todo lo dem¨¢s es pr¨¢cticamente igual, no podemos dejar de se?alar los problemas de colapso e incoherencias gr¨¢ficas que hemos sufrido durante las pruebas; agua que no aparece, campos impracticables con mezclas de colores y texturas, errores en el vaciado y borrado de pol¨ªgonos lo cual hac¨ªa que un jugador al realizar el swing quedara marcado en pantalla cada uno de los momentos de su golpe, imposibilidad de saber d¨®nde quedaba el hoyo? todo esto y m¨¢s nos hemos visto obligados a sufrir sin que nadie nos lo pudiera arreglar. Y eso que en la versi¨®n de 2006 nada de esto suced¨ªa.

Los comentarios siguen estando en ingl¨¦s, por parte de Gary McCord y David Feherty, dos habituales de la saga. Muchos de los comentarios son adem¨¢s reciclados del a?o anterior y es inexcusable como despu¨¦s de tantas ediciones, y mientras que con otras franquicias de la distribuidora esto no sucede, no se han incluido en castellano. Nada nuevo bajo el sol en cuanto a efectos de sonido, bastante correctos en la gran mayor¨ªa de los casos, destacando la ambientaci¨®n en los grandes torneos que s¨ª nos parece soberbia.

Desde la creaci¨®n de un personaje desde cero, con el cl¨¢sico pero completo sistema GameFace, construiremos nuestro golfista a partir de literalmente miles de posibilidades distintas configurando par¨¢metros tan sutiles como la anchura y forma de nuestro hueso maxilar o el tipo de tatuajes y zapatillas que vamos a llevar. Es posible incluso para horas tratando de ajustar al m¨¢ximo nuestros rasgos a los del personaje ficiticio, aunque simplemente pulsar 'random' hace las cosas m¨¢s f¨¢ciles.

Una vez dentro de la campa?a procederemos a ir avanzando desde el circuito amateur mientras vamos acumulando puntos de experiencia y dinero, que sirve b¨¢sicamente para mejorar las habilidades de nuestro golfista y comprar equipamiento. Al asignar puntos a 'shot mastery' accederemos adem¨¢s clases maestras que proporcionar¨¢n nuevos golpes que a?adir al arsenal de nuestro jugador. Tambi¨¦n deberemos establecer un lugar de campamento base desde el cual se establecen los costes de desplazamiento a los distintos torneos del mundo.

Es preferible conocer un poco con detalle el mundo del golf antes de entrar de lleno en el juego, ya que es un deporte no demasiado mayoritario y el vocabulario no es siempre conocido por todos. Saber cuando es mejor utilizar un punch o un flop, la diferencia entre un chip y un pitch, por qu¨¦ se utiliza un driver de 9 o de 12 grados, c¨®mo afecta el viento a los distintos palos, cuando es mejor ir a green o al par del campo? todo eso son conceptos que se aprenden bien de antemano o disputando bastantes partidas con el juego.

El sistema de control ayuda a que en cierta medida nos vayamos acostumbrando a que, en el golf por lo menos, no hay nada que sea 100% seguro. Nuestra opci¨®n m¨¢s recomendable es utilizar el TrueSwing, que permite imitar el movimiento del palo con el del rat¨®n, presentando tras cada golpe un breve an¨¢lisis sobre la velocidad, el tempo y la posici¨®n en la que hemos golpeado la bola. Y es la opci¨®n m¨¢s realista porque nos sorprenderemos en un torneo enviando m¨¢s bolas a la izquierda de lo habitual sin saber exactamente por qu¨¦, tal y como les sucede a los profesionales hoy d¨ªa.

Las posibilidades de juego, m¨¢s all¨¢ de la campa?a principal, son muchas; podremos disputar partidos individuales, por hoyos, con cuatro integrantes, mejor bola, puntuaci¨®n stableford, torneos, masters, competir con ambas tarjetas de los dos circuitos, skins? Eso garantiza bastantes horas de diversi¨®n, aunque no se han incluido ninguno de los minijuegos que habitualmente se suelen incluir en las versiones de consola, por ejemplo.

Probablemente uno de los argumentos de venta del producto es precisamente la comunidad que lo soporta, bastante fiel a la saga, y con la que podemos disputar online numerosas competiciones de todo tipo que adem¨¢s se ejecutan con mucha agilidad; tambi¨¦n es de destacar el alt¨ªsimo nivel que existe en la red, en parte porque la mayor¨ªa estamos ya familiarizados con el sistema, los campos y las particularidades de la saga Tiger Woods. Y porque, todo hay que decirlo, sigue siendo un juego muy competente en la mayor¨ªa de sus aspectos.

Como viene siendo habitual el juego nos empuja a intentar exprimir nuestras capacidades al m¨¢ximo, premi¨¢ndonos en forma de bolas para guardar en la vitrina. Mientras que algunas de ellas son f¨¢ciles (embocar un putt de 20 pies, primer par / birdie / eagle), otras en cambio ya requieren algo m¨¢s de nivel e incluso algo de fortuna, como conseguir embocar 4 eagles en un mismo recorrido o dos de ellos seguidos. Tambi¨¦n hay varios niveles de dificultad que podremos ajustar a nuestro antojo.

La experiencia global de juego, para todos aquellos que no hayan pasado nunca por un Tiger Woods, es considerablemente buena. De hecho, como venimos diciendo en muchas ocasiones, es probablemente una de las que m¨¢s se acerca a la simulaci¨®n real del deporte, en especial si podemos adquirir por separado el accesorio del mando con forma de palo de golf real y disponemos del espacio para hacer unos pocos swings. Para el jugador novel es una experiencia de golf realmente bastante completa.