El d¨ªa D desde Relic

Vas a volver a luchar contra la Wehrmacht. Vas a volver a comandar a tus soldados para derrotar al F¨¹hrer. Sin embargo, esta vez lo har¨¢s desde el punto de vista de Relic, una visi¨®n tan espectacular como adictiva. Indudablemente, una clase de historia que te costar¨¢ olvidar.

Con t¨ªtulos tan memorables como Homeworld 1 y 2 y Warhammer 40.000: Dawn of War a sus espaldas, las expectativas para el siguiente t¨ªtulo de Relic eran altas. Por suerte, no nos han fallado y han utilizado la experiencia que les avala para volver a deleitarnos con estrategia en tiempo real de primera. Y como la realidad supera muchas veces a la ficci¨®n, estos chicos decidieron cambiar los l¨¢seres por los rifles M3 'Grease Gun'.

Gui¨®n

Aprovechando que las fuerzas del Eje est¨¢n ocupadas en el frente oriental contra los sovi¨¦ticos, los aliados deciden llevar a cabo la que quiz¨¢ sea la ofensiva militar m¨¢s importante en la historia del mundo moderno. As¨ª, esta se materializa el 6 de junio de 1944 en las playas de Omaha y Juno al norte de Francia, en el conocido Desembarco de Normand¨ªa. Tomaremos el mando desde el mismo momento que nuestros efectivos pisen la tierra invadida, con el objetivo de echar a los nazis y retornar el dominio del pa¨ªs a los aliados.

Jugabilidad

Una operaci¨®n tan ambiciosa como esta no tolerar¨¢ errores, por lo que ser¨¢ mejor que pasemos por el tutorial para entrar en calor. Como os comentamos en el art¨ªculo de impresiones, el entrenamiento consta de cuatro apartados; entrenamiento b¨¢sico, combate de infanter¨ªa, base de operaciones, y veh¨ªculos. El juego nos permite evitar este tutorial, pero ser¨ªa como firmar nuestra muerte. Antes de entrar en combate deberemos aprender a afrontarlo, conociendo nuestras unidades, las del enemigo, y lo que son capaces de hacer en el entorno.

Un entorno completamente devastado por la invasi¨®n alemana que habr¨¢ que ganar poco a poco, y usando el coco, pues los inicios ser¨¢n dificultosos. Tendremos pocas unidades y el enemigo ser¨¢ una plaga constante por todo el mapa, con la mayor¨ªa de puntos estrat¨¦gicos a su disposici¨®n. En nuestro poder, estos nos brindar¨¢n efectivos, munici¨®n y combustible, recursos necesarios para crear unidades, adquirir armas mejoradas para las unidades y el uso de habilidades especiales, y desplegar veh¨ªculos pesados, construir estructuras y adquirir mejoras globales, respectivamente.

Cada recurso aumenta en proporci¨®n a la cantidad de puntos estrat¨¦gicos de ese recurso que tenemos bajo control. Por ello, nos costar¨¢ sangre y sudor hacernos con las primeras unidades al comenzar muchas de las fases, y es que tendremos muy poca materia prima. Esto transforma a cada uno de nuestros hombres en absolutamente imprescindibles. Como no queremos perderlos a la m¨ªnima de cambio, utilizaremos la cobertura que nos brinda el escenario. Muros, rocas, chatarra, casas, o sacos de arena, servir¨¢n de parapeto en diferentes niveles de intensidad: rojo (al descubierto), amarillo (parcialmente cubierto) y verde (totalmente cubierto). Veremos estos colores al posicionar el cursor sobre el destino al que queremos llevar nuestra infanter¨ªa. Tambi¨¦n podemos colocarlos en el interior de cualquier edificio no derruido, y controlar la zona circundante con mayor efectividad disparando desde las ventanas.

El juego es muy gratificante porque nos permite superar los desaf¨ªos de cada una de las fases de diferentes formas. Por ejemplo, vemos un pelot¨®n enemigo de ametralladora pesada en una trinchera. Para encargarnos de ellos podemos colocar un francotirador en una zona de buena cobertura, activar su habilidad de camuflaje y disparar a los tres componentes del pelot¨®n sin que apenas les de tiempo de respirar. Tambi¨¦n podr¨ªamos ir a lo bestia con un tanque Sherman M4 y lanzar un ca?onazo que los levantar¨¢ por los aires. O colocar una escuadra de morteros posicionada fuera del rango de visi¨®n enemigo y lanzar unos cuantos obuses. Adem¨¢s, al ser aniquilados, la mayor¨ªa de escuadrones dejan sus armas en el campo de batalla, pudiendo nosotros recogerlas y equiparlas. 

Obviamente, el Eje har¨¢ lo propio con nosotros, pues estar¨¢ equipado del mismo arsenal. Algunas unidades se diferenciar¨¢n exteriormente, pero la funci¨®n ser¨¢ la misma. Nos atacar¨¢n con sus famosos Panzer, granaderos, francotiradores, comandos, ca?ones antitanque, etc. Y el t¨ªtulo de Relic sigue siendo satisfactorio porque no infravalora nuestro intelecto, ofreci¨¦ndonos una jugabilidad que no se basa en la simple superioridad num¨¦rica, pues si as¨ª fuese estar¨ªamos acabados desde el primer minuto de juego. En cambio, la sabia utilizaci¨®n de nuestros hombres y sus habilidades, las habilidades de comandante de compa?¨ªa, y el conocimiento del escenario nos llevar¨¢n a la victoria. Como resultado, completar una misi¨®n nos pondr¨¢ tan contentos como aprobar un examen de matem¨¢ticas.

Ahora que nombr¨¢bamos las habilidades de comandante de compa?¨ªa, es momento de entrar en contacto con los puntos de experiencia, mezcla de componentes roleros que venimos viendo desde t¨ªtulos como Warcraft 3. Sin embargo, aqu¨ª se parecer¨¢ m¨¢s a otro grande como es Command and Conquer: Generals. Adem¨¢s de la veteran¨ªa que adquirir¨¢n todas las unidades, haci¨¦ndolas notablemente m¨¢s eficaces en combate, nosotros como comandante de la compa?¨ªa tambi¨¦n ganaremos experiencia, a medida que capturamos territorio, construimos estructuras y aniquilamos soldados enemigos. Al llenar una barrita verde en forma de c¨ªrculo que aparece en la interfaz, sabremos que hemos subido de nivel, pudiendo desbloquear nuevas habilidades. En determinadas misiones podremos incluso elegir en que tipo de compa?¨ªa nos vamos a especializar (infanter¨ªa, aerotransportada, blindada).

Cada una tiene sus ventajas y desventajas, dependiendo del entorno, de la posici¨®n del oponente, de las unidades que posee, etc. Meter la pata en este sentido puede hacer que tengamos que repetir la misi¨®n, pero siempre nos servir¨¢ como lecci¨®n para la pr¨®xima partida. Por su parte, estas habilidades de comandante nos sacar¨¢n de varios aprietos, o nos reportar¨¢n un apoyo significativo durante la batalla, previo gasto de un n¨²mero determinado de recursos (a excepci¨®n de algunas). Por ejemplo, la especializaci¨®n en infanter¨ªa nos permitir¨¢ llamar a los comandos, unidades de asalto pesado equipados con bazucas, fusiles M1 Garand y dinamitas, pudiendo actualizarlos con la mejora de subfusiles Thompson M1A1.

Al decir unos p¨¢rrafos m¨¢s arriba que hab¨ªa que usar el coco, no era porque nos viniera en gana. Aqu¨ª no vale eso de hacer unas cuantas unidades de cada tipo y mandarlas todas al ataque. Company of Heroes propone un trato especial para cada una de ellas. Ya que coment¨¢bamos al pelot¨®n de comandos (en el juego nunca controlaremos una unidad de infanter¨ªa individual, sino a pelotones de hasta seis componentes), estos soldados pueden destrozar tanto un Panzer como un pelot¨®n de fusileros o un edificio, pero tendremos que usarlos sabiamente. Si estamos ante un tanque, una posibilidad ser¨ªa rodearlo r¨¢pidamente (mediante el activado de la habilidad de aceleraci¨®n moment¨¢nea), arrojarle una dinamita y correr hacia un punto de cobertura desde el cual podamos dispararle con el bazuca en su parte trasera (la m¨¢s d¨¦bil). Si por desgracia perdemos componentes del pelot¨®n, hay un bot¨®n en la interfaz que nos permite pedir refuerzos y volver a los seis integrantes (tambi¨¦n aplicable para los fusileros).

Tampoco es que haya que devanarse los sesos siempre para superar un determinado nivel. Varias veces con tener a tres o cuatro M4 Sherman y pasearlos por el mapeado nos basta, pues estos mastodontes est¨¢n equipados para arrasar con todo. As¨ª de sencillo. Si, adem¨¢s, elegimos (o se elige por defecto) ser comandante de la compa?¨ªa blindada, mucho mejor. Y es que tendremos habilidades como reparaci¨®n autom¨¢tica de todos los veh¨ªculos, creaci¨®n de tanques mucho m¨¢s r¨¢pida, o la llamada del Sherman Calliope (un M4 equipado con una estructura que alberga 60 misiles de 4,5 pulgadas y que pueden ser disparados a un ¨²nico objetivo).

Con todo, tendremos que recordar que la parte trasera de los tanques es la m¨¢s d¨¦bil. Esto conlleva a que una lucha entre dos o m¨¢s de estos veh¨ªculos sea m¨¢s visceral y espectacular, pero oblig¨¢ndonos a estar pendientes de ellos. Lo adecuado ser¨¢ encabezar nuestro Sherman al punto d¨¦bil de los Panzer, manteniendo el bot¨®n derecho, dibujando una recta en la direcci¨®n deseada y soltando el bot¨®n.

Casi nos olvidamos de los ingenieros, muy poco eficaces en combate, pero responsables de erigir un buen cuartel general. Ellos pueden construir y reparar edificaciones, colocar minas, sacos de arenas para una ¨®ptima protecci¨®n, trampas antitanque para evitarles el paso, reparar veh¨ªculos, poner cargas de demolici¨®n a un edificio? Incluso se pueden actualizar mediante la adquisici¨®n de detectores de minas y lanzallamas. Pero lo importante es que la mayor¨ªa de misiones requerir¨¢n su trabajo para crear edificios; no os mov¨¢is, al¨¦rgicos a la gesti¨®n, es un peque?o paso intermedio para desplegar unidades. Tampoco hay extensos ¨¢rboles de investigaci¨®n, tan solo algunas opciones. Como hemos comentado, los recursos se toman de los puntos estrat¨¦gicos del mapa, una forma mucho m¨¢s din¨¢mica y excitante que la t¨ªpica recolecci¨®n de minerales (y otros) de algunos t¨ªtulos. Por su parte, la esv¨¢stica har¨¢ lo posible por conservar sus recursos y, en caso de perderlos, por volver a conquistarlos. Nunca podemos dormirnos en los laureles en este sentido porque contraatacar¨¢n.

Despu¨¦s de leer todo esto, uno puede pensar que el juego es desquiciante; nada m¨¢s lejos de la realidad. S¨ª que no nos deja, pr¨¢cticamente, respirar, pero la dificultad (en el modo normal) est¨¢ muy bien equilibrada y nos permite avanzar sin frustrarnos. En algunas ocasiones, desespera la superioridad num¨¦rica enemiga, pero es cuesti¨®n de analizar el escenario, lo que tenemos, e intentarlo hasta que salga. Por su parte, los objetivos ser¨¢n del tipo destruir una bater¨ªa de 88s, rodear al enemigo en un pueblo, o demoler una lanzadera de misiles. Tambi¨¦n habr¨¢ objetivos secundarios (que si cumplimos nos facilitar¨¢n el avance en esa misma misi¨®n) y otros objetivos, que nos premiar¨¢n con medallas. Al final, tendremos el cl¨¢sico pique con nosotros mismos para conseguirlas todas, aunque no sirvan para nada (pero nos quedamos m¨¢s contentos si las tenemos, ?a que s¨ª?).

A la interfaz no se le puede achacar nada porque es clara y eficaz. Tiene un mini mapa (que si le damos a un bot¨®n se pone a pantalla completa) con nuestras zonas (azules), las del enemigo (rojas), y los puntos estrat¨¦gicos (con un icono para cada tipo). Un panel con la cantidad de recursos, la velocidad a la que suben, y el l¨ªmite de poblaci¨®n. Una barra con los botones de habilidad de comandante, la barra de experiencia y nuestro nivel. Un panel que muestra la salud y el estado de los pelotones seleccionados o los que se est¨¢n creando. Un bot¨®n muy ¨²til para navegar entre todas las unidades que tenemos en el mapa. Finalmente, los t¨ªpicos mensajes de alerta y de misi¨®n. Sin p¨¦rdida.

Al acabar la campa?a principal, compuesta por 15 fases de entre 30 minutos y una hora y media de juego cada una, podemos pasar al modo Escaramuza. Este es el cl¨¢sico escenario multijugador para luchar contra el ordenador, en diferentes mapas y modos. Por ejemplo, en uno tendremos que mantener varios puntos de control hasta que el oponente pierda sus 500 puntos. Lo mismo para el apartado multijugador, muy desafiante y divertido.

Gr¨¢ficos y Sonido

Simplemente, la miss Universo de los juegos de estrategia en tiempo real. El despliegue t¨¦cnico es terriblemente grande, aunque tambi¨¦n son terribles los requisitos para mover esta bestia, pero vale la pena tener un PC a la altura. Sombras en tiempo real, normal mapping, HDR, explosiones que nos dejan con la boca abierta, un zoom de la c¨¢mara para verles hasta los pelos de la nariz a nuestros soldados sin p¨¦rdida alguna de detalle? Company of Heroes entra por los ojos desde el primer momento. Un detalle que consigue poner los pelos de punta ocurre cuando, al terminar la cinem¨¢tica de introducci¨®n, pasa esa misma escena final al motor del juego, siendo la diferencia de calidad casi nula. Alucinante.

La f¨ªsica tambi¨¦n se ha implementado eficazmente, mediante la utilizaci¨®n del motor Havok. ?Que ser¨ªan esas explosiones tan realistas sin esos cuerpos volando por los aires en diferentes direcciones, o esos edificios derrumb¨¢ndose que casi nos hacen tapar los ojos?. Tampoco tiene desperdicio el paso de un tanque por un muro, para ver como saltan los escombros con diferente fuerza dependiendo de la aceleraci¨®n del veh¨ªculo.

El sonido es igual de genial que el apartado gr¨¢fico. Todo lo que entra por nuestros o¨ªdos durante la partida es digno de elogio, y se puede diferenciar el disparo de cada arma, desde el rifle M1903 Springfield de los francotiradores, hasta la ametralladora pesada M1917, pasando por los obuses de los Panzer. Buen¨ªsimo el efecto de lejan¨ªa cuando movemos la c¨¢mara fuera de donde ocurre una batalla. Y que podemos decir de la banda sonora, si es que fue compuesta por Jeremy Soule (Morrowind, Oblivion, Dungeon Siege). Sin palabras.