Monster House
La casa encantada
Tres amigos y una casa encantada son los protagonistas de la nueva pel¨ªcula de animaci¨®n Monster House. Acaba con libros, muebles y sillas con tu pistola de agua y sal huyendo de la mansi¨®n.?Truco o trato?
Hoy se estrena en nuestro pa¨ªs Monster House, una trepidante aventura de animaci¨®n producida por Robert Zemeckis y Steven Spielberg. El protagonismo de la misma recae sobre el tr¨ªo formado por tres preadolescentes vecinos de la zona: Dj, Chowder y Jenny. El primero de ellos descubre como la casa de su vecino, Nebbercracker, act¨²a de una forma inquietante, comi¨¦ndose todo juguete que pise la parcela. Junto con sus dos compa?eros de vecindario, tendr¨¢n que hacerse un hueco dentro de la casa e indagar en el extra?o suceso, pero pronto descubren que la casa est¨¢ viva y deber¨¢n salir antes de ser devorados.
El videojuego de Monster House ha sido desarrollado por? A2m y distribuido por THQ para PlayStation 2, Nintendo GameCube, Game Boy Advance y Nintendo DS. El presente texto se basa exclusivamente en la versi¨®n de DS, ya que su planteamiento se aleja de la del resto de versiones. Hoy tambi¨¦n os ofrecemos el an¨¢lisis de la versi¨®n de Game Boy Advance.
La diferencia esencial de esta versi¨®n frente al resto es la ausencia del factor aventura, centr¨¢ndose m¨¢s en un arcade puro y duro: disparar, disparar y disparar. A lo largo del juego recorreremos diferentes niveles, situados entre las doce diferentes plantas de la casa. La tem¨¢tica de cada nivel es la misma uno tras otro: acabar con la totalidad de los enemigos que ir¨¢n apareciendo y recoger alg¨²n juguete perdido si es que surge.
En determinadas fases nos encontraremos con personajes del celuloide que ayudar¨¢n a desarrollar la historia, pero que a la hora de la verdad son ¨²nicamente de adorno, como un mueble m¨¢s. ?Hubiera costado que estos personajes nos ayudasen en los niveles en los que aparecen?
En alguno de los niveles tendremos que v¨¦rnoslas frente a un enemigo final extra¨ªdo tambi¨¦n de la pel¨ªcula y al que tendremos que derrotar realizando diferentes t¨¢cticas. El problema es que el n¨²mero de jefes finales asciende a tres, siendo un n¨²mero bastante pobre, al menos un jefe por planta hubiera sido m¨¢s que correcto.
Libros, platos, ensaladeras, sillas o muebles son ejemplos de elementos vivos y amenazantes dentro de la peculiar casa. Dependiendo del nivel de juego (normal o dif¨ªcil) la cantidad de enemigos crece de manera considerable, siendo en ocasiones un reto el mayor nivel de dificultad. No obstante, los tres personajes cuentan con sus respectivas pistolas de agua para hacer frente a la ingente cantidad de enemigos.
Durante el juego controlaremos a uno de los tres personajes, aunque podremos intercambiarlos entre fase y fase. Cada uno de ellos tendr¨¢ cinco vidas que se ir¨¢n reduciendo si son alcanzados por el enemigo. Si fracasamos con un personaje, podremos seleccionar a otro, y si finalmente perdemos a los tres se produce el final del juego.
El control del personaje es muy intuitivo: con la cruceta desplazaremos al personaje mientras que con el stylus apuntaremos a d¨®nde queremos dirigir nuestros disparos. Hacer disparos en 360? es tan simple como girar el stylus alrededor del icono del personaje, as¨ª de f¨¢cil. El problema es que cuanto m¨¢s disparemos, menos presi¨®n tendr¨¢ nuestra pistola, para ello a la derecha de la pantalla habr¨¢ una peque?a bomba, que tendremos que impulsar (arriba y abajo con el stylus) para aumentar la presi¨®n.
Los niveles son de tama?o variable y a lo largo de los mismos nos encontraremos con diferentes powerups que ir¨¢n creciendo a lo largo de todo el juego: zapatillas para agilizar al personaje, m¨ªsiles, bombas, escudos o chorros de agua. Todo vale para acabar con las hordas de enemigos. No obstante estos extras no duran siempre y tras varios usos o un determinado tiempo desaparecer¨¢n.
En algunos niveles tambi¨¦n habr¨¢ trampas que tendremos que esquivar: fosas, falsos suelos, escapes de gas, fuego e incluso trozos de madera que nos atrapar¨¢n para no dejarnos escapar. El jugador tendr¨¢ que tener presente que no s¨®lo hay que acabar con los enemigos, sino que tambi¨¦n habr¨¢ que sortear los peque?os retos que se van colocando a nuestros pies
Los juguetes son un factor importante, y aunque no ofrecen ning¨²n extra si conseguimos el 100%, ser¨¢n necesarios para poder ascender de planta en planta. Los podremos recoger en algunos niveles y ser¨¢n marcados con una estrella amarilla en el radar que nos acompa?a en la pantalla t¨¢ctil de la consola. En este radar tambi¨¦n se nos localizar¨¢ a los enemigos con puntos rojos y a los powerups o vidas extra en verde.
El apartado tanto de audio como de gr¨¢fico es bastante aceptable, m¨¢s concretamente el ¨²ltimo. Como coment¨¢bamos al inicio, durante el juego la c¨¢mara se situar¨¢ encima de la cabeza del personaje. Las habitaciones junto con todos sus elementos, as¨ª como personajes o enemigos est¨¢n totalmente modelados en 3D, llenos de detalles y color, aunque a un nivel no tan alto como se deber¨ªa esperar de la consola.
Entre fase y fase, o en los momentos narrativos de la historia ser¨¢n los ¨²nicos momentos en los que podremos apreciar el modelado total de los personajes que guardar¨¢n un gran parecido con sus hom¨®nimos de la pel¨ªcula, no obstante son bastante mejorables. Lo peor que nos hemos encontrado son las acusadas ralentizaciones que surgir¨¢n en cuanto el n¨²mero de enemigos crezca considerablemente. El problema es que esto suele ocurrir en m¨¢s de la mitad de las fases, lo que implica ralentizaciones con mucha frecuencia.
A nivel de audio es bastante pobre, no hay variedad y eso a la larga resulta pesado y molesto a la hora de jugar, lo mismo que los efectos de audio que pasan totalmente desapercibidos. No hay voces de ning¨²n tipo durante el juego, pero los textos est¨¢n totalmente traducidos al castellano.
Correcto
No es lo ¨²ltimo ni lo m¨¢s original, tampoco cuenta con la mejor ejecuci¨®n, pero puede divertir si te gusta el g¨¦nero. Bien, pero mejorable. C¨®mpralo si te gusta el g¨¦nero y te gusta tenerlos todos.