?guilas de papel

De todos es sabido que la situaci¨®n actual de lanzamientos en Gameboy Advance no corre por sus mejores momentos debido a la presencia de Nintendo DS y PSP. No obstante, numerosos son los t¨ªtulos que todav¨ªa no han llegado al viejo continente por lo que diversas distribuidoras prueban fortuna con algunos juegos de bastante renombre, aprovechando la adversa coyuntura.

Entre dichas compa?¨ªas, Atari anunci¨® hace bastantes meses su intenci¨®n de traer algunos juegos como Atomic Betty, Sigma Star Saga, Rebelstar: Tactical Command o el presente Ace Combat Advance, la adaptaci¨®n de la famosa saga de Namco en las plataformas de Sony desarrollado por los estudios Human Soft. El t¨ªtulo, que sali¨® en Norteam¨¦rica en febrero de 2005, llega a Europa sin variar un ¨¢pice. ?Har¨¢ honor a la licencia?

Sencillo y demasiado b¨¢sico

Muy al estilo de las entregas anteriores de la saga el argumento de Ace Combat Advance se sit¨²a en el a?o 2032, cuando las corporaciones multinacionales se han convertido en superpotencias econ¨®micas y la globalizaci¨®n ha difuminado las fronteras entre los pa¨ªses. Protegiendo su dominio, e impidiendo al mismo tiempo el mercado entre las dem¨¢s, la empresa General Resource Ltd utiliza su Air Strike Force para destruir cualquier objetivo que le pueda amenazar.

Ante tal situaci¨®n la United Air Defense crea un nuevo escuadr¨®n y durante las doce misiones del modo Historia (la ¨²nica modalidad presente), con una peque?a introducci¨®n para contextuar el escenario, vamos desbaratando los planes de la malvada ASF. Para ello contamos con dos niveles de dificultad: Novato y As, diez cazas (s¨®lo uno disponible al principio), cada uno con caracter¨ªsticas propias, y seis tipos de misil que podemos asignar antes de las diferentes fases.

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Debido a las limitaciones impuestas por el sistema la cinematogr¨¢fica perspectiva tridimensional de los anteriores cap¨ªtulos se ha visto adaptada a una cl¨¢sica vista cenital, parecida a la presente en Time Pilot o Xevious, que permite ajustar parcialmente la altitud para esquivar disparos o atacar determinadas posiciones enemigas.

Con ello, el avi¨®n permanece casi est¨¢tico en pantalla, rotando el terreno bajo sus pies al cambiar de direcci¨®n y mostrando un mejorable aspecto del movimiento del caza, aunque poco m¨¢s se puede pedir al conocido Modo 7. Asimismo, los terrenos son?muy amplios aunque sus diferentes zonas se repiten con demasiada frecuencia.

Por otro lado, las doce misiones disponibles cuentan con una escasa duraci¨®n, entre cinco a diez minutos cada una, aunque normalmente su resoluci¨®n conlleva varios intentos hasta aprender la rutina a seguir. Principalmente esto es debido a la alta dificultad del juego por la precisa punter¨ªa de los enemigos y su alta inteligencia artificial, todos con un tama?o muy peque?o para atinar correctamente con nuestro caza.

Esto, combinado con la escasa resistencia de nuestro avi¨®n, hace que las misiones sean muy complicadas muy a pesar de contar en todo momento con un radar que muestra la localizaci¨®n de todos los rivales. Al menos, la variedad de situaciones (teniendo que destruir unas instalaciones portuarias, repostar en pleno vuelo, defender una base, destruir una l¨ªnea de abastecimiento enemiga o simplemente eliminar a todos los rivales, por poner unos ejemplos) consiguen paliar la exigente jugabilidad.

Aspectos t¨¦cnicos algo desfasados

Gracias a la utilizaci¨®n del conocido Model-7, Human Soft ha conseguido una representaci¨®n bastante digna de la saga pero sacrificando demasiado aspectos que la identifican. Para empezar, los diferentes aviones, que pueden variar la altura y con ello su tama?o, son muy sencillos y faltos de detalle, as¨ª como los diferentes rivales terrestres (camiones, jeeps o silos) o marinos (submarino, cazabombardero o fragatas), que en su mayor¨ªa siguen el mismo y sencillo patr¨®n de dise?o.

En otro ¨¢mbito, los escenarios a pesar de su amplitud muestran demasiados par¨¢metros visuales propios. As¨ª, por ejemplo, en la selva se repiten con demasiada frecuencia las extensiones verdes, en el desierto las dunas, en el ¨¢rtico las zonas heladas y en la jungla las arb¨®reas (s¨®lo hay cuatro tipos de escenario), mientras que las explosiones y disparos son poco reales. Incluso las secuencias narrativas son excesivamente simples y no consiguen aumentar la ambientaci¨®n general.

En el aspecto sonoro, Ace Combat Advance adolece de la misma carencia que en el resto de apartados: con simples melod¨ªas y sencillos sonidos para las escasas armas a nuestra disposici¨®n, as¨ª como con efectos muy b¨¢sicos para las numerosas explosiones, ametralladoras y reactores que consiguen amenizar los numerosos combates, sin destacar demasiado.

Jugabilidad complicada de dominar

Como se ha mencionado anteriormente Ace Combat Advance cuenta con ciertas novedades en el g¨¦nero de la acci¨®n cenital arcade como es la posibilidad de aumentar o disminuir la altura con las teclas de arriba/abajo mientras que la orientaci¨®n se controla con las teclas de direcci¨®n restantes, la velocidad con los botones superiores y el arsenal disponible con los principales: A para el arma principal (una r¨¢faga de balas) y B para la secundaria (un misil o varias balas en distintas direcciones, dependiendo de la elecci¨®n previa).

Al respecto, el desarrollo de las misiones siempre sigue la misma t¨®nica: avanzar por un escenario hasta encontrar a un enemigo y esquivar sus balas (ardua tarea por su excelente punter¨ªa) hasta conseguir vencerlo, al mismo tiempo que intentamos derribar a otros tantos rivales, bombardear puestos terrestres, completar los objetivos primarios y secundarios y obtener una buena actuaci¨®n para conseguir nuevos cazas, pese a que no var¨ªa el control entre ellos.