Ya hace tiempo que el hip hop dej¨® de ser un mero complemento cuya ¨²nica funci¨®n era enriquecer las bandas sonoras de los juegos: t¨ªtulos como Getting Up o el presente B-Boy son un claro indicativo de que la cultura del hip hop ha cruzado fronteras , y que ya no s¨®lo seduce a los amantes del rap, el graffiti, los platos o el break (los cuatro pilares de dicha cultura), sino tambi¨¦n a los jugones .
FreeStyleGames, de la mano de Sony, nos trae un simulador de break-dance , cuya propuesta jugable estar¨¢ a medio camino entre los beat'em-up y los cada vez m¨¢s abundantes juegos musicales . Durante el pasado E3 tuvimos ya la oportunidad de echarnos nuestros primeros bailes con el juego, y es ahora, justo tras recibir la ¨²ltima beta del mismo, cuando nos encontramos en disposici¨®n de ofreceros nuestro primer contacto con B-Boy, a falta de unos meses para que salga a la venta la versi¨®n final.
Como dec¨ªamos, B-Boy ofrece una curiosa mezcla de g¨¦neros . Si bien, como en todo juego musical que se precie, hay que intentar seguir el ritmo que marca la m¨²sica, la forma de ejecutar los combos -que derivan a diversos movimientos y pasos, a cada cual m¨¢s acrob¨¢tico- y por lo tanto conseguir los puntos necesarios para batir a nuestros rivales sigue en buena medida las pautas de lo que nos encontrar¨ªamos en un juego de lucha cualquiera. Susodichos combos se ejecutan mediante una secuencia determinada de botones, en la que intervienen tanto los controles direccionales, como los 4 botones b¨¢sicos y los gatillos R y L.
As¨ª pues, y a diferencia del g¨¦nero musical, aqu¨ª no se nos exige seguir una secuencia determinada, sino que tenemos libertad absoluta para elegir qu¨¦ combo ejecutar en cada momento . Determinados movimientos requieren un equilibrio extremo por parte del b-boy, y es en ese momento cuando, mediante los sticks anal¨®gicos, se pone a prueba nuestra habilidad mediante un sencillo minijuego: aparece una barra en pantalla, que seg¨²n la inclinaci¨®n de nuestro personaje se decanta hacia un lado u otro, y que debemos intentar mantener en posici¨®n neutra el mayor tiempo posible.
Habr¨¢ que ver, sin embargo, qu¨¦ tal responden los controles en la versi¨®n final, ya que por ahora, hemos notado cierta imprecisi¨®n y un excesivo tiempo de espera a la respuesta de nuestras ¨®rdenes.
En esta primera beta del juego ten¨ªamos disponibles 2 modos de juego: el modo carrera (B-Boy Life) y el arcade . En el primero, se nos da la posibilidad de crear a nuestro propio B-Boy, gracias a un editor la mar de completo . Podemos personalizar varias caracter¨ªsticas del personaje, desde su sexo, hasta su aspecto f¨ªsico. La cara, el corte de pelo, su color, la altura... el abanico de posibilidades es amplio, as¨ª que con poco esfuerzo seremos capaces de crear a nuestro "yo" digital, a nuestra imagen y semejanza.
A partir de ah¨ª, el objetivo pasa a ser evolucionar como B-Boy , abri¨¦ndonos paso desde las inevitables "batallas" callejeras hasta lo m¨¢s alto, participando en importantes campeonatos. La beta que Sony nos ha enviado est¨¢ lejos de estar acabada, pero con unas pocas partidas ya hemos podido ver hacia donde apuntan las directrices de este modo de juego: a medida que vamos superando batallas aprendemos nuevos movimientos, que determinan nuestro estilo y engrandecen nuestra reputaci¨®n frente a los dem¨¢s b-boys. Seg¨²n sus propios desarrolladores, en la versi¨®n final habr¨¢ m¨¢s de 800 movimientos reales y 21 escenarios distintos en los que competir.
En el modo arcade, podemos participar sin andarnos con rodeos en una batalla. Existen tres variantes: uno contra uno, dos contra dos y el visionado de una batalla controlada por la CPU . Una vez seleccionado el tipo de batalla, debemos elegir a un b-boy de entre un amplio reparto, encabezado por grandes leyendas del break-dancing, como Crazy Legs, Kamel, Ivan 'The Urban Action Figure', Crumbs, Hong10, Lillou y Mouse . Un total de 40 b-boys reales aparecen en el juego , lo que har¨¢ las delicias de cualquier representante de esta cultura. Gracias a este modo, podremos echarnos unas r¨¢pidas partidas controlando de inicio a los aut¨¦nticos reyes de la pista.
T¨¦cnicamente, el juego no parece que vaya a ser ninguna maravilla. Si bien los movimientos de los b-boys son muy naturales , tanto las texturas como el modelado de los personajes, y sobretodo el detalle del p¨²blico, dejan mucho que desear. Eso s¨ª, ya decimos que las animaciones est¨¢n muy conseguidas, y eso es lo m¨¢s importante para un juego de semejante corte, de modo que las sensaciones al estar jugando son muy similares a las que podr¨ªamos experimentar en una batalla de b-boys real. En el apartado sonoro, se han prometido m¨¢s de 40 canciones de hip hop actual , un reparto bastante amplio en el que estar¨¢n presentes las remezclas y colaboraciones de otro de los invitados en B-Boy, Dj Hooch.
A¨²n faltan unos meses hasta que B-Boy llegue a nuestras tiendas y no cabe duda que se aprovechar¨¢ ese tiempo para solventar ciertas lagunas que hemos encontrado en el juego, tanto a nivel t¨¦cnico como jugable. A¨²n as¨ª, habr¨¢ que ver hasta qu¨¦ punto el juego de FreeStyleGames no acaba por convertirse en un t¨ªtulo orientado ¨²nicamente a los aficionados al break, pues poca motivaci¨®n encontrar¨¢ en el juego alguien que desconozca el mundillo . El juego aparecer¨¢ el pr¨®ximo mes de septiembre tanto en PS2 como en PSP, incorporando en esta ¨²ltima versi¨®n un modo multijugador inal¨¢mbrico . As¨ª que, b-boys, a sus puestos y... ?que empiece la batalla!