Cazas y bombarderos sobre el canal

La campa?a por la defensa de Europa comienza su andadura una vez m¨¢s, donde esta vez ser¨¢ la aviaci¨®n aliada la ¨²nica protagonista en el logro de ¨¦sta. Pilotando gran n¨²mero de las naves de aquella ¨¦poca reviviremos las haza?as militares que se lograron a uno y otro lado del canal de la mancha.

Battle of Europe es un t¨ªtulo con una tem¨¢tica y un g¨¦nero muy explotados donde cualquier separaci¨®n de lo mon¨®tono decidir¨¢ su ¨¦xito, tendremos que buscar por tanto lo que han escondido los desarrolladores para nosotros. A priori notamos el sabor de un arcade enmascarado por la simulaci¨®n de vuelo, en unos escenarios ampliamente conocidos por todos. Un mestizaje que tiene su ¨¦xito porque no exige al jugador de una necesaria especializaci¨®n y aporta la plena acci¨®n que s¨®lo un eje anal¨®gico puede aportar.
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El desarrollo de la acci¨®n

El 16 de Julio de 1940 Hitler anunci¨® sus planes para invadir Inglaterra, y aqu¨ª comienza nuestra andadura, en un rec¨®ndito aer¨®dromo militar temiendo por el desenlace del conflicto y mentaliz¨¢ndose en las inminentes batallas donde participaremos de forma determinante.

Los tanteos de la aviaci¨®n alemana conocida como Luftwaffe pronto ser¨¢n sucedidos por verdaderas incursiones, que obligar¨¢n a consolidar una f¨¦rrea oposici¨®n para proteger los enclaves de defensa, como las estaciones de radar en Dover o las bases militares de Dunkirk, unas misiones para acomodarse con la manejabilidad de los Spitfire o los Thyphoon, los cazas m¨¢s comunes del bando brit¨¢nico.

Tras el duro correctivo recibido en Londres, las instalaciones portuarias y el aeropuerto militar deben ser protegidos de los incesantes ataques de los bombarderos, ser¨¢ la ¨²ltima de nuestras misiones de defensa y torna a la RAF al plano ofensivo donde comenzar¨¢ la demostraci¨®n de nuestra verdadera pericia y paciencia.

A partir de aqu¨ª seremos artilleros en los bombarderos estadounidenses B-17, atacaremos la base alemana Wilhelmshaven mientras torpedeamos los acorazados fondeados. Robaremos el Me-262 'Schwalbe' del coraz¨®n alem¨¢n y lo usaremos para barrer los ¨²ltimos bombardeos desesperados del enemigo, aprovechando el armamento disponible de este rapid¨ªsimo reactor.

Abatiremos centenares de misiles V1 en los cielos de la capital del Reino Unido y visitaremos los fiordos de Noruega para evitar el lanzamiento de los temibles V2. Detendremos el pillaje alem¨¢n en Par¨ªs bloqueando la salida de los trenes cargados de obras de arte y podremos visitar el sur de Espa?a para destruir el tren Sevilla-C¨¢diz en el transporte del ca?¨®n 'Dora' que pod¨ªa disparar una vez montado a 48 Km. de distancia.


Llegaban los ¨²ltimos meses del conflicto y con las tropas alemanas mermadas llegaron los ataques al acorazado 'Tirpitz' en Alten y por ¨²ltimo la localizaci¨®n de los bunkers repartidos por Berl¨ªn, adem¨¢s de proteger algunos bombarderos con el objetivo trazado en la capital para asestar el golpe definitivo sobre el r¨¦gimen del F¨¹rer.

Jugabilidad

Una de las peores taras a la hora de jugar es que s¨®lo disponemos de un modo de juego, la ejecuci¨®n de la campa?a, y a medida que logremos superar las misiones de? ¨¦sta, se podr¨¢n ir realizando de forma independiente. Pese al incremento de inter¨¦s que la opci¨®n multijugador aporta a un t¨ªtulo, no pareci¨® ser suficientemente viable para incluirlo.

La primera vez que nos coloquemos a los mandos de un aeroplano de doble h¨¦lice comenzar¨¢ nuestra instrucci¨®n, breve pero justa ya que la ausencia de controles a tener en cuenta es la principal baza del juego, la simplicidad se agradece y se convierte en una gran comodidad. Una vez que conozcamos lo b¨¢sico del manejo del control del avi¨®n y de las c¨¢maras estamos listos para la acci¨®n.

Como ya anunci¨¢bamos nuestro cerebro percibir¨¢ los mandos de un avi¨®n y creer¨¢ estar en una simulaci¨®n, pero la simplicidad de los controles y la fren¨¦tica acci¨®n que pronto nos rodear¨¢ nos despertar¨¢ del letargo, y activaremos en nuestro interior el modo arcade. De nosotros depender¨¢ disfrutar de lo poco realista pero intenso que puede ser este g¨¦nero.
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Quiz¨¢s nos cueste al principio despegar y aterrizar si no estamos acostumbrados a este tipo de movimientos, incluso ser¨¢ desesperante entrar en combate y toparse con lo que supone estar sujeto a la gravedad, o quiz¨¢s acertar con la posici¨®n correcta para efectuar un buen giro en persecuci¨®n, sobre todo si no disponemos de mandos anal¨®gicos, pero no ser¨¢ necesaria mucha pr¨¢ctica para dominar lo b¨¢sico.

Cada misi¨®n tiene su peculiaridad de la que depender¨¢ nuestro logro, a veces ser¨¢ el orden de destrucci¨®n de la artiller¨ªa y otras veces conocer la altitud m¨¢xima donde ya no pueden abatirnos o perseguirnos los interceptores, pero en todas tendremos el fantasma de no poder guardar entre misiones. Algo que nos irritar¨¢ en misiones que se cumplen por peque?os episodios y si caemos habr¨¢ que repetirlos todos.

La velocidad del juego hay que destacar que es encomiable, y pese a notar algunos fallos en ciertos escenarios donde se ralentiza quiz¨¢s por la inteligencia simulada, en la mayor¨ªa de las misiones y rodeados por cientos de naves el movimiento ser¨¢ fluido y continuo, lo que de cara al an¨¢lisis gr¨¢fico explica el por qu¨¦ de ciertas carencias.


La principal caracter¨ªstica que nos alejar¨¢ de la simulaci¨®n, por lo ins¨®lito, ser¨¢ el poder recoger ¨ªtems y objetos que mejorar¨¢n nuestro tipo de armamento, nos regenerar¨¢n la 'salud' o nos proporcionar¨¢n alg¨²n tipo de beneficio cuando seamos h¨¢biles para recogerlos. Un artificio que si bien aporta algunos alicientes al juego est¨¢ de m¨¢s para el correcto progreso del mismo, ya que raro es el momento que no tenemos en nuestro radar una base de apoyo que nos puede reparar y recargar la munici¨®n si lo necesit¨¢semos, con solo aterrizar en ella.

Pese a que existen misiones de bonificaci¨®n bastante distintas a las normales y a las diferencias entre las caracter¨ªsticas de los aviones, el juego puede tornarse algo repetitivo ya que el fundamento ser¨¢ derribar, interceptar y en ocasiones huir. Para aquellos amantes de la acci¨®n puede que Battle of Europe les sepa a poco y para los m¨¢s cercanos a la simulaci¨®n les supondr¨¢ bastante irreal, por lo que ser¨¢ una cuesti¨®n muy personal disfrutar plenamente del juego.

Gr¨¢ficos y Sonido

El aspecto gr¨¢fico ha necesitado de una planificaci¨®n que lo equilibre, el hecho de jugarse sobre amplios escenarios donde la acci¨®n se desarrolla a distintas altitudes da pie a cuidar dos vertientes distintas. As¨ª se ha optado por disimular los efectos de cuadriculado en posiciones elevadas mientras que en zonas cercanas a edificios, construcciones y vegetaci¨®n los dise?os no se han detallado mucho y es donde se muestran las mayores carencias gr¨¢ficas, pero no era uno de los principales detalles que se pretend¨ªan tratar.

Por otro lado los cuidados cielos, los reflejos del agua en r¨ªos ¨® mares y las altas monta?as que definen nuestros l¨ªmites donde deber¨ªamos concentrar la acci¨®n, convierten el aspecto gr¨¢fico en una cualidad aceptable del juego que no nos distraer¨¢ demasiado, salvo en contadas situaciones.

La cantidad de aeroplanos que se pueden usar en las misiones tambi¨¦n es un aspecto destacable ya que cada uno de ellos ha sido, con tremenda fidelidad, modelado a partir de la nave real, consiguiendo un gran dise?o final y transmitiendo al jugador la oportunidad de reconocer visualmente a los enemigos.??
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Las explosiones ya sean cazas enemigos, barcos a punto de hundirse ¨® instalaciones que hemos bombardeado no son de las m¨¢s realistas que hayamos visto, pero mantienen la t¨®nica del juego, es decir, tampoco llegar¨¢n a molestarnos si asumimos las capacidades gr¨¢ficas que trata de mantener el juego.

Como siempre mencionar que este compendio de aspectos gr¨¢ficos y la elecci¨®n a la hora de perfeccionar o sacrificar aspectos muestran un claro favorecido, el perfil necesario de requisitos m¨ªnimos. Algunos detalles podr¨ªan haber sido mejorados pero seguramente no era rentable desde ese punto de vista.


Como ya se anunci¨® anteriormente, cuando el fuego de artiller¨ªa cada vez apunta mejor sobre nosotros, estamos rodeados por innumerables cazas y los incesantes disparos nos acosan desde todas las trayectorias posibles, el juego mantiene la suavidad y la velocidad del principio, notando entonces por que hab¨ªa que sacrificar opciones para permitir ese dinamismo.

Respecto al sonido hay que destacar las primeras impresiones que nos causan los ruidosos motores de los enormes bombarderos estadounidenses, los atronadores rugidos que los cazas producen cuando sus alas rozan nuestra cabina a punto de estrellarse, o los silbidos de las primeras bombas que soltemos sobre Alemania con el tremendo impacto que producen al contacto con el suelo. El realismo est¨¢ muy conseguido y generar¨¢ aut¨¦nticas sensaciones en nosotros.

Sin embargo la m¨²sica ambiente necesitar¨¢ de nuestra paciencia, en un intento de asemejarse a las radios de la ¨¦poca. ?sta sufre mil y unas distorsiones para que simule estar reproducida por un fon¨®grafo o ser un disco cargado de est¨¢tica, as¨ª de forma repetitiva e insistente ser¨¢ algo molesta hasta que nos acostumbremos a su presencia y dejemos de percibirla.