Los videojuegos y las pel¨ªculas parecen ir cada vez m¨¢s unidas de la mano, como bien demuestra el hecho de que a cada nueva cinta comercial que se estrena en el cine le acompa?e un elenco de versiones para cada una de las consolas que hay en el mercado en la actualidad. Si a esto le unimos que pocas cintas destinadas a los m¨¢s peque?os de la casa gozan ya de su correspondiente cartucho para GBA, podemos sacar una conclusi¨®n bastante elocuente; y es que la port¨¢til de la Gran N es posiblemente la consola que m¨¢s adaptaciones ha sufrido a lo largo de su carrera.
Over the Edge, o Vecinos Invasores en su siempre interesante traducci¨®n al castellano, es otra de esas adaptaciones m¨¢s bien pobres y simples cuyo objetivo es aprovechar el tir¨®n de la pel¨ªcula a cualquier precio. Vicarious Visions ya nos ofreci¨® algunos ejemplos poco afortunados como Van Helsing que, adem¨¢s de ser un estrepitoso fracaso en ventas sufri¨® las peores cr¨ªticas de la prensa especializada. Y no era para menos. Incluso as¨ª, en este caso se ha empleado el mismo esquema exprimiendo el lado c¨®mico de los protagonistas de la pel¨ªcula. El resultado, como ver¨¦is a continuaci¨®n, no ha sido tan deficiente como en su ocasi¨®n lo fueron otros t¨ªtulos.
?A por lo humanos!
RJ es un animalito muy travieso a la par de inteligente. Su objetivo en la vida es bien simple: comer y descansar, hacer el vago el mayor tiempo posible sin tener que hacer ning¨²n esfuerzo para ser feliz. Cuando la ¨¦poca de invernaci¨®n ha llegado casi a su fin ve m¨¢s cerca que nunca la oportunidad de robar del animal m¨¢s feroz de la zona, Vincent, suficiente comida para no tener que volver a molestar en conseguirla con su propio esfuerzo.
Pero como siempre, algo sale mal. Vincent despierta justo cuando RJ est¨¢ a punto de conseguir completar el hurto, y con mucha sutileza - agarr¨¢ndolo bien fuerte por el cuello para que no se escape - le pide que le devuelva toda la comida. RJ se encuentra dentro de un aprieto, y piensa en un plan perfecto para obtener toda la comida posible antes de que el plazo de tiempo se cumpla. ?C¨®mo? Robando comida de los humanos, aunque para ello ha de superar un gran obst¨¢culo...
Es aqu¨ª cuando sus amigos Verne la tortuga y Hammy la ardilla se ponen en marcha para echarle un cable. A la par que esto sucede, el juego nos presenta la forma de ir consiguiendo los alimentos, esto es; haciendo uso de las habilidades de cada uno de los tres dentro de las distintas fases con submisiones que el cartucho nos ira ofreciendo.
En total nos encontraremos con siete misiones, aunque es a partir de la tercera cuando saltan a la luz las distintas misiones en las que tendremos que ir recolectando pizzas, caramelos, pasteles y dem¨¢s hasta conseguir la cantidad indicada y as¨ª poder pasar a la siguiente fase. Teniendo en cuenta que para superar cada misi¨®n tardaremos cuatro o cinco minutos incluso en el nivel de dificultad m¨¢s elevado, terminar el juego no supone ning¨²n reto.
Rodar, empujar, matar...
Como dec¨ªamos anteriormente, cada uno de los animales que manejamos posee distintas habilidades, que pese a realizarlas de distinta forma obtienen siempre el mismo resultado, es decir, mientras la tortuga es algo se esconde bajo su caparaz¨®n y pasa innadvertida entre los humanos que nos encontremos, RJ ha de coger un peri¨®dico y disimular su lectura. Dos formas distintas de realizar la misma acci¨®n. Adem¨¢s de escondernos tambi¨¦n necesitaremos atacar, bien rodando o con un palo de golf, e incluso andar sigilosamente para no ser descubierto por los habitantes de las casas.
Cada misi¨®n se divide en distintos pasos, entre los que siempre encontraremos presentes superar un jard¨ªn, entrar en una zona repleta de los animales dom¨¦sticos por excelencia - perros y gatos - a los que tendremos que tumbar para obtener un collar electrico que nos permita entrar por la puerta trasera de las casas. El tercer paso es tambi¨¦n el m¨¢s l¨®gico; obtener los alimentos. Para ello tendremos que distraer a los humanos activando l¨¢mparas y televisiones entre otros objetos, de tal forma que ir¨¢n a apagarlos y, en ese momento, podremos conseguir nuestro preciado tesoro.
Aunque a primera vista parezca que este sistema es complejo, lo cierto es que en la pr¨¢ctica es realmente simple y no ofrece ninguna dificultad a la hora de superar los retos que nos proponen. Eliminar a los gatos y perros, conseguir caramelos y dem¨¢s nunca nos supondr¨¢ complicaci¨®n alguna. Quiz¨¢s despistar a los habitantes de las casas sea la tarea m¨¢s ardua, aunque al poder repetir cuantas veces queramos cada proceso nunca tendremos que preocuparnos por ser especialmente sigilosos.
Si a esto le incluimos que nuestros enemigos carecen por completo de inteligencia artificial (ni pasando a dos cent¨ªmetros de ellos se percatan de nuestra precencia) y que por lo general s¨®lo uno o dos alimentos est¨¢n custodiados por ellos, obtenemos un cartucho que, pese a ser divertido, carece de cualquier elemento que exija esfuerzo alguno a cualquier adulto.
Esto me suena
El aspecto t¨¦cnico del juego no da mucho de s¨ª. Por un lado tenemos las ya t¨ªpicas escenas est¨¢ticas sacadas de la pel¨ªcula, todo un cl¨¢sico dentro de las adaptaciones cinematogr¨¢ficas y que esta vez son a¨²n si cabe de peor calidad que de costumbre. Por otro unos personajes bien dise?ados, de un tama?o bastante considerable en consideraci¨®n al resto de figuras que veremos en pantalla, ¨¦stas, por cierto, de una calidad bastante reducida. Eso s¨ª, el juego es muy colorista, no en vano procede de una pel¨ªcula bastante divertida y destinada a los 'peques'. Por desgracia los escenarios son todos muy parecidos entre s¨ª; existe muy poca variedad entre ellos.
C
omo de costumbre las melod¨ªas y dem¨¢s nos llaman m¨¢s a bajar el volumen de la consola que a escucharlas, y salvo alg¨²n que otro grito poco frecuente en las 'escenas de v¨ªdeo', los t¨ªpicos gemidos de nuestros protagonistas al ser heridos son los ¨²nicos detalles que quedan en pi¨¦. En resumidas cuentas, m¨¢s de lo mismo por parte de Vicarious Visions.
Poco m¨¢s
Adem¨¢s de las fases standard y de las sosas im¨¢genes que nos ofrecen, podremos obtener nuevas habilidades y alg¨²n que otro objeto especial si conseguimos recolectar los suficientes caramelos que iremos encontrando a lo largo de las misiones. No sirven para mucho, pues podremos completar el juego sin comprar ni uno solo de de ellos, aunque al menos alargan m¨ªnimamente la vida del cartucho, especialmente gracias a una fase extra que por desgracia no da para mucho.
Lo cierto es que Vecinos Invasores da para poco m¨¢s. Es un juego divertido, muy, muy simple y que claramente va destinado a los m¨¢s peque?os de la casa. Sin embargo, es inexplicable que incluso el modo Dif¨ªcil no otorgue m¨¢s de dos o tres horas al juego a lo sumo, convirti¨¦ndolo en un cartucho inservible para cualquier experto en este g¨¦nero.
El resto de sus apartados no ofrecen nada especial, salvo quiz¨¢s la destacada presencia de un colorido muy llamativo en todas y cada una de las mon¨®tonas fases que componen la aventura. Junto a esto la historia toma mayor protagonismo, tambi¨¦n bastante simple, aunque al menos divertida y entretenida mientras dura, la ¨²nica raz¨®n que hace que el juego no decaiga. Curiosamente, y pese a contar con muchas menos opciones y a ser mil veces m¨¢s sencillo, este Over The Edge est¨¢ a la par de Ice Age 2, un juego mucho m¨¢s complicado en lo que a sistema se refiere, pero quiz¨¢s menos llamativo que este en lo que respecta al apartado gr¨¢fico. En cualquier caso, ambos son buenas opciones para regalar a los peque?os jugadores que se est¨¢n iniciando en este mundo.
Gr¨¢ficos coloristas Divertido dentro de lo que cabe