Age of Empires II: The Age of Kings
- PlataformaDS7.5
- G¨¦neroEstrategia
- DesarrolladorBackbone Entertainment
- Lanzamiento10/11/2006
- EditorMajesco Entertainment
A la conquista de la doble pantalla
BlackBone adapta con gran maestr¨ªa la gran saga de Ensemble Studios para Nintendo DS, traslad¨¢ndola al g¨¦nero t¨¢ctico por turnos, con nuevos contenidos, un perfecto uso de la doble pantalla y conservando toda la jugabilidad de anta?o. Ahora la guerra se disputa a golpe de l¨¢piz t¨¢ctil. Conquistadores t¨¢cticos.
Ha pasado casi un lustro desde que Bruce Shelley y su equipo desarrollaran Age of Empires, primer t¨ªtulo de Ensemble Studios que consigui¨® un gran ¨¦xito medi¨¢tico recogiendo diversas ideas de Civilization u otras sagas de entonces con un gran rigor hist¨®rico, un excelente sistema de juego y numerosas posibilidades para el juego en multijugador. Una saga que se ha consolidado como uno de los principales baluartes del PC gracias, principalmente, a su segunda parte que a¨²n sigue sorprendiendo a d¨ªa de hoy a pesar del reciente lanzamiento de Age of Empires III y el anuncio de nuevas entregas.
La adictiva jugabilidad de los diversos t¨ªtulos de Ensemble Studios (entre los que se cuentan adem¨¢s las sagas Star Wars: Galactic Battlegrounds y Age of Mithology) ha sido adaptada en numerosos t¨ªtulos e incluso su principal saga ha sido versionada en varias ocasiones para otros sistemas.
As¨ª nos encontramos con una primera incursi¨®n en PlayStation 2 con la adaptaci¨®n de AoE II, desarrollada por Konami, otra para m¨®viles de ¨²ltima generaci¨®n y una ¨²ltima en desarrollo para la port¨¢til Gizmondo. Hoy por fin, tras un gran retraso, sale a la venta en el mercado europeo la versi¨®n m¨¢s esperada -y pol¨¦mica- de AoE II: Age of Empires: The Ages of Kings para Nintendo DS, permitiendo a los jugadores llevar su querida saga a cualquier parte y adaptando la misma a la estrategia t¨¢ctica por turnos.
Introducci¨®n
En el momento en el que se anunci¨® esta versi¨®n para la port¨¢til de dos pantallas de Nintendo, el pasado 19 de marzo de 2005, mucha gente se preguntaba como iban a adaptar un sistema de juego que tanto uso hacia del rat¨®n y el teclado. Lleg¨® el E3 del mismo a?o con las primeras im¨¢genes del juego y se pudo apreciar el primer cambio significativo que estaba llevando a cabo Blackbone Vancouver y Digital Eclipse, adaptando la estrategia en tiempo real a la acci¨®n t¨¢ctica por turnos pero manteniendo todas las bases que le hicieron un producto de masas. El resultado final es mucho mejor de lo que algunos se esperaban pero tambi¨¦n cuenta con sus limitaciones, fallos y recortes respecto al original, si bien afortunadamente son m¨¢s las buenas se?as de identidad que las malas.
Age of Empire: The Age of Kings (Nintendo DS) |
Para empezar, el desarrollo de las diferentes batallas es ahora por turnos cl¨¢sicos parecidos a los de la saga Advance Wars. Disponemos de tres tipos de unidades: las de ataque, los aldeanos y los h¨¦roes de cada civilizaci¨®n. Con los primeros podremos movernos y atacar a un enemigo de una casilla adyacente o lejana en el caso de que tengamos un arma de larga distancia. Los aldeanos son la base fundamental del desarrollo de la civilizaci¨®n ya que ellos son los ¨²nicos que pueden construir nuevos edificios, granjas y minas con un nuevo sistema restrictivo estructurado en formato '¨¢rbol'. Los h¨¦roes, por ¨²ltimo, adem¨¢s de atacar pueden realizar algunas habilidades que nos ayudan a inclinar ligeramente la balanza a nuestro favor.
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En cuanto a los modos de juego en esta versi¨®n port¨¢til existen dos principales: Individual y Multijugador, dividido el primero en Campa?a (con m¨¢s de treinta horas de juego) y Mapa Libre; y el segundo en Wireless (hasta cuatro jugadores con s¨®lo un cartucho) y Hot Seat (en la misma port¨¢til). En el men¨² principal del juego tambi¨¦n podemos cambiar nuestro perfil, editar nuestro nombre y escudo, comprar nuevas unidades y mapas, leer una completa enciclopedia o ver los cr¨¦ditos del juego.
Durante nuestro turno podemos tambi¨¦n observar los objetivos del mapa, la situaci¨®n actual de nuestro imperio y las puntuaciones de cada bando en un completo gr¨¢fico en el que se refleja la fuerza de ataque, la econom¨ªa, los recursos y el porcentaje de mapa descubierto por cada uno. Al igualque acceder a la completa enciclopedia que nos revela absolutamente todo lo concerniente a las diferentes unidades, civilizaciones, h¨¦roes, construcciones, tecnolog¨ªas, edades e historia global en la que se ambienta el juego.
Encontramos en total cinco civilizaciones: brit¨¢nicos, franceses, sarracenos, mongoles y japoneses (en la versi¨®n de PC hab¨ªa un total de trece), cada una con su campa?a protagonizada por su h¨¦roe: Ricardo Coraz¨®n de Le¨®n, Juana de Arco, Saladino, Genghis Khan y Minamoto Yoshitsune; y constando ¨¦stas de cinco o seis fases de dificultad creciente siendo la francesa un completo tutorial de las diferentes opciones del juego. Antes de cada misi¨®n podemos leer un completo texto con los detalles relacionados con dicha batalla, aprendiendo as¨ª un poco de historia (si bien ciertos datos no concuerdan totalmente).
Hasta aqu¨ª nos encontrar¨ªamos con una t¨ªpica adaptaci¨®n de las diferentes opciones del juego original pero Blackbone ha implantado diferentes cambios jugables que consiguen aumentar la diversi¨®n y jugabilidad en formato port¨¢til. Uno de los primeros es que los h¨¦roes tienen cuatro habilidades ¨²nicas que pueden utilizar en vez de atacar en su turno para aumentar la salud, ataque, defensa o visi¨®n de las unidades colindantes o de todo su ej¨¦rcito o bien disminuir la de los enemigos adyacentes. Utilizarlas sabiamente puede facilitarnos la victoria.
Aunque estos h¨¦roes no ser¨ªan nada sin un ej¨¦rcito que les acompa?e a la batalla. En esta ocasi¨®n disponemos de un total de 65 unidades para cada bando con sus determinadas habilidades contra otras unidades o edificios, pudiendo potenciarlas a base de investigar y evolucionar de edad (con cuatro disponibles: Edad Antigua, Feudal, de los Castillos e Imperial). Para ello contamos con un total de cincuenta ramas tecnol¨®gicas que se pueden adquirir por una cuantiosa cantidad de oro y comida a medida que pasamos de edad y construimos determinados edificios.
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Construyendo un nuevo imperio
Para levantar los diferentes edificios tan s¨®lo contamos con los aldeanos, que se pueden adquirir en los Centros de Ciudad (donde tambi¨¦n subimos de edad y cambiamos recursos), estando estos centros limitados a una determinada cantidad seg¨²n la edad en la que estemos (disponibilidad que tambi¨¦n afecta a los castillos). Son la pieza fundamental de los dem¨¢s edificios ya que s¨®lo adyacentemente a estos se pueden construir nuevos, reduciendo por tanto a s¨®lo cuatro por centro de ciudad, situaci¨®n que afecta mucho a idear una estrategia a partir del segundo centro construido.
Cada uno de estos edificios, a excepci¨®n de los castillos y las maravillas, ocupa una casilla por la que no podr¨¢n pasar (a menos que lo destruyan) las unidades rivales, pudiendo construir torres de asedio (que no atacar¨¢n) en las esquinas entre dos edificios colindantes a un centro de ciudad para as¨ª reducir el rango de ataque a los primeros.
En el caso de los edificios de recursos: minas y granjas, ocurre algo muy parecido. En el escenario, adem¨¢s de encontrarnos r¨ªos, ¨¢rboles, monta?as o pantanos que limiten nuestro movimiento, hay casillas de oro y trigo en el que podemos construir minas y molinos. En ambos casos conseguimos una cantidad de dinero y comida pero s¨®lo en el ¨²ltimo podemos construir granjas en las casillas colindantes para conseguir m¨¢s comida. Tambi¨¦n por el mapa hay algunas casillas con una peque?a cantidad de oro, comida, artefactos (que s¨®lo pueden coger los curas) e incluso unas extra?as ruinas que podr¨¢n darnos m¨¢s recursos o hacer desaparecer nuestra unidad.
Por otra parte, tanto en el caso de los centros de ciudad como las granjas, en el momento en que ¨¦stas son destruidas, sus edificios dependientes dejan de suministrar recursos o unidades y pasan a estar a disposici¨®n de cualquier bando que construya al lado de ellos un centro de ciudad o una granja, en cada caso, pasando autom¨¢ticamente los primeros a depender de dicha. As¨ª, por ejemplo, es primordial destruir primero las granjas enemigas y centrar los ataques en los centros de ciudad, para construir los propios en donde estaban y ahorrar trabajo a los pobres aldeanos.
Existen en total cuatro tipos de terrenos: normal (prado, des¨¦rtico o pantano), de monta?a (colinas o caminos monta?osos), camino rural y agua. Cada unidad puede moverse una determinada cantidad de casillas seg¨²n donde est¨¦, pudiendo as¨ª descubrir nuevas zonas tapadas por la denominada 'niebla de guerra' o descubriendo a nuevos enemigos. Los caminos aumentan la capacidad movible de las unidades por lo que es muy importante situar las ciudades cerca de estos.
Todos y cada uno de los miembros de nuestro ej¨¦rcito se pueden adquirir en los edificios para tal uso. As¨ª, por ejemplo, nos encontramos las barracas, con unidades de infanter¨ªa; los establos, con las de caballer¨ªa; las iglesias, con los monjes; los mercados en los que cambiar recursos o comprar mercenarios (unidades ya disponibles o especiales); los castillos, que nos proteger¨¢n y tendr¨¢n las mejores unidades; los talleres de ingenier¨ªa, con las imprescindibles catapultas y ballestas; y las arquer¨ªas, con hasta cinco tipos de arqueros. Los tres tipos restantes: herrer¨ªa, universidad y maravilla (estos dos ¨²ltimos no necesitan de centro de ciudad) sirven para desbloquear nuevas mejoras tecnol¨®gicas. Es decir, hasta quince tipos de edificios que podemos levantar sobre el terreno.
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Guerra a doble pantalla
El uso de la doble pantalla es constante durante todo el juego y sus desarrolladores lo han potenciado al m¨¢ximo con peque?as limitaciones. En la pantalla superior visualizamos algunas de las opciones del juego, tales como el tipo de terreno, edificio o unidad, mejoras tecnol¨®gicas adquiridas y las del men¨² principal. En dicha tambi¨¦n se observan las batallas del juego, determinadas por la vida, fuerza, defensa y tipo de cada unidad enfrentada. Dichos enfrentamientos son bastante multitudinarios y cuanta m¨¢s vida tenga cada unidad m¨¢s luchadores habr¨¢ de dicho tipo aunque realmente no influyan en el resultado final.
El desarrollo de estas batallas es bastante similar a la saga Advance Wars excepto que ahora tambi¨¦n influyen las habilidades de las unidades enfrentadas, que muchas veces depender¨¢n de la unidad contra la que se enfrentan y el n¨²mero de batallas acumuladas (ya que sube un poco la fuerza de ataque cuantas m¨¢s tengamos). Antes de las mismas, un consejero nos proporcionar¨¢ valiosa informaci¨®n al respecto presintiendo su resultado. Los diferentes tipos de terrenos pueden aumentar la capacidad defensiva de las unidades aunque existen determinadas excepciones, como los jinetes, que son mejores a campo abierto.
En la pantalla t¨¢ctil, adem¨¢s de elegir las diferentes opciones del juego, podremos ver el mapa del juego, en una clara (aunque a veces liosa) perspectiva isom¨¦trica. En la parte superior observamos la cantidad de recursos mientras que en la inferior hay cinco peque?as zonas t¨¢ctiles (ciertamente peque?as, siendo fundamental el l¨¢piz t¨¢ctil para usarlas) con las que podemos desplegar las opciones principales, salvar o quitar el juego, cambiar de unidad, ver el tipo de terreno o visualizar el mapa completo de la contienda.
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Aunque el juego se puede desarrollar perfectamente con el famoso Stylus es bastante m¨¢s sencillo y efectivo limitar ¨¦ste para determinadas acciones y utilizar los otros botones de la port¨¢til, cada uno con su propia funci¨®n. Ahora bien, para moverse por las diferentes zonas de los mapas s¨®lo podemos ir yendo de casilla a casilla o cambiando de unidad, en el caso de que est¨¦ disponible su turno (cuando efectuamos el ataque se quedan gris¨¢ceas y totalmente inm¨®viles) por lo que hubiera estado bastante bien una funci¨®n para ir de un ¨¢rea a otra, sobre todo en determinadas fases de las batallas.
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Por lo dem¨¢s el juego se desarrolla con una facilidad pasmosa, con unas batallas muy adictivas (si bien bastante largas y repetitivas) que encantar¨¢n a los asiduos del g¨¦nero. Tras explicar los conceptos b¨¢sicos de esta versi¨®n es el turno de las diferentes cuestiones t¨¦cnicas, con las que sus desarrolladores han conseguido situarse a un alto nivel a¨²n limitando bastante las originales.
Gr¨¢ficos
En un simple vistazo a las im¨¢genes que acompa?an este an¨¢lisis se ve claramente que el gran detallismo y variedad gr¨¢fica que se daba en Age of Empires II no se observa en esta versi¨®n, no porque la port¨¢til no sea capaz de dar mejores gr¨¢ficos sino que el cambio jugable ha dado lugar a una reducci¨®n masiva de la complejidad gr¨¢fica. A¨²n as¨ª, la perspectiva de la pantalla inferior no podr¨ªa estar mejor situada, observando claramente cada unidad y diferenci¨¢ndola de las enemigas tanto por el aspecto como por el color.
Las animaciones, tanto antes como durante las batallas, est¨¢n bastante trabajadas, con movimientos b¨¢sicos en el caso de ir de una casilla a otra y una gran variedad para las contiendas (ambos ligeramente lentos en ciertas ocasiones). Cada unidad cuenta con un movimiento en cada caso: as¨ª los arqueros disparar¨¢n todo el rato hasta terminar el combate y los jinetes matar¨¢n a las unidades que se encuentren por el camino, por poner unos ejemplos, si bien en la gran mayor¨ªa son bastante b¨¢sicas y se repiten hasta la saciedad. Afortunadamente podemos desactivar los combates y animaciones de movimientos.
Los diferentes edificios est¨¢n muy bien representados y cuando una unidad del mismo bando est¨¦ en ellos recuperar¨¢ autom¨¢ticamente un poco de salud. Cuentan, al igual que las unidades, con una barra de vida y a medida que esta disminuye por ataques enemigos se pueden observar peque?as llamas dentro del mismo. Para construirlo basta con dos turnos: uno en el que se realiza la base y otro en el que se concluye, por lo que hasta que el aldeano no lo termine no podr¨¢ realizar sus funciones. Las visualizaciones de estos y los diferentes miembros de cada ej¨¦rcito se representan en sencillos gr¨¢ficos tridimensionales en la pantalla superior, con b¨¢sicas animaciones en el caso de los ¨²ltimos.
Antes de cada misi¨®n de las diferentes campa?as del juego y durante la visualizaci¨®n de la enciclopedia y los men¨²s principales del juego podemos ver unos bonitos artes conceptuales de los h¨¦roes o de una batalla de cada civilizaci¨®n. Los dibujos de las diferentes mejoras tecnol¨®gicas son muy parecidos a los originales aunque no var¨ªan de una civilizaci¨®n a otra.
Sonido
Cada una de las facciones posee una melod¨ªa correspondiente extra¨ªda directamente de la versi¨®n de PC. Los sonidos, aunque ligeramente limitados, suenan casi igual que en el original (incluido las caracter¨ªsticas voces digitales de las diferentes unidades) y las batallas est¨¢n bastante bien representadas, con buenos efectos de las espadas, flechas o ataques. Ahora bien, todo esto puede llegar a ser bastante repetitivo debido a la larga duraci¨®n de las batallas pero es un defecto que ya se lastraba en el original.
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Jugabilidad
Como ya hemos mencionado anteriormente, el principal cambio jugable de Age of Empires: The Ages of Kings respecto al original es que ahora es por turnos t¨¢cticos. Realizar las diferentes acciones es realmente sencillo ya que al seleccionar cada una nos sale las posibles, pudiendo deshacerlas en el caso de que no est¨¦ la situaci¨®n a nuestro favor.
Los diferentes botones de la port¨¢til sirven para opciones b¨¢sicas que tambi¨¦n se pueden elegir con el l¨¢piz t¨¢ctil. As¨ª, el bot¨®n Select sirve para ver las opciones de juego, Start para salvar o quitar el juego, "B" para cancelar una acci¨®n o ver las posibles casillas de movilidad y ataque de una unidad, "A" para confirmar una acci¨®n, "X" para sacar el men¨² general de opciones (en el que comprar nuevas mejoras, pasar de d¨ªa, ver los objetivos?), "Y" para observar el mapa general del escenario, "L" para ver el terreno en el que est¨¢ una unidad y "R" para ir de una unidad activa a otra, fundamental en las batallas.
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El mapa general del juego es bastante explicativo y nos servir¨¢ en los momentos en los que haya que pensar sabiamente una estrategia para vencer a un enemigo. En ¨¦l podemos ver las construcciones y unidades de cada bando, los recursos descubiertos y el tipo de terreno de cada casilla. Cuando hay pocas unidades por cada secci¨®n del tablero el juego se desarrolla con bastante facilidad pero el problema llega cuando se agrupan muchas de ellas (en una de las t¨ªpicas batallas por destruir una ciudad, entrar en una secci¨®n de un enemigo o sencillamente encontrarte con un rival) ya que ver claramente la casilla en la que debemos situarnos para atacar al enemigo no es cosa sencilla y menos observar el tipo de rival. No es un problema demasiado grave pero conlleva ligeros problemas de visualizaci¨®n al jugar.
Las diferentes unidades con las que contamos tienen m¨¢s o menos posibilidades de eliminar a determinados enemigos, as¨ª, por ejemplo, los piqueros son muy buenos contra los jinetes si bien estos son muy eficaces contra la gran mayor¨ªa de unidades, los arqueros son ideales a larga distancia pero muy d¨¦biles a cuerpo a cuerpo, al igual que las ballestas, ca?ones u otros artefactos de artiller¨ªa, y de este modo con cada tipo. Cada civilizaci¨®n posee una unidad militar id¨®nea para las batallas cuyo coste es muy alto y requiere de muchas mejoras: los sarracenos cuentan con sus elefantes de guerra, los ingleses con sus caballeros templarios, etc.
En otro ¨¢mbito de aspecto el sistema de mejoras tecnol¨®gicas es muy sencillo: con una determinada cantidad de oro y comida podemos adquirir una de ellas por cada turno, aumentando la cantidad de disponibles seg¨²n la edad y si hemos construido determinado edificio. Uno de los requisitos para subir de edad es tener un n¨²mero de estas mejoras y por insignificante que sea pueden influir bastante en las batallas, pensando por lo tanto si necesitamos antes investigar las armas de asedio que la resistencia de las torres, adem¨¢s de que muchas unidades s¨®lo est¨¢n disponibles al investigar determinadas mejoras.
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Durante las batallas, fuera de las misiones principales, se podr¨¢n dar lugar una serie de eventos aleatorios en caso de que est¨¦n activados. Estos van desde disminuir o aumentar los recursos o requisitos de las unidades, causar una plaga a todas las facciones, disminuir la capacidad motriz u otros ejemplos que hacen que no caigan dichos enfrentamientos en la monoton¨ªa, si bien no son muy numerosos.
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Por otra parte, al concluir las misiones de las diferentes campa?as, obtenemos una cuantiosa cantidad de puntos de imperio que podemos gastar en comprar nuevos mapas y unidades que estar¨¢n disponibles en el men¨² principal. Hay un total de quince mapas ocultos disponibles cuya complejidad es creciente y ocho unidades secretas entre las que se encuentra el Caballero de la Mesa Redonda, los Lobos de Guerra y los Espolones, por citar algunos. Eso s¨ª, no hay unidades marinas ni un editor de escenarios. Quiz¨¢s para una segunda parte sus desarrolladores lo incluyan.
Entrando en detalles, en el comienzo de cada batalla del modo campa?a contamos con un limitado n¨²mero de unidades que tendremos que manejar h¨¢bilmente para vencer al rival, pensando una sabia estrategia y utilizando los diferentes recursos a nuestra disposici¨®n para cumplir los objetivos de la misi¨®n. Estos se limitan a terminar con el general enemigo, destruir unos edificios, pasar por determinados puntos, etc. Negativamente hay algunos que por extra?o que suene no se cumplen del todo habiendo realizado lo impuesto si bien son muy pocos los casos en los que ocurre.
En cambio, en las batallas libres o del modo multijugador, del que hablaremos en breve, no hay ning¨²n objetivo concreto (a no ser que lo impongamos, pudiendo ser ¨¦ste pasar 25, 35 o 45 d¨ªas o construir una maravilla) y empezamos la contienda con unidades muy b¨¢sicas (dependiendo de la edad) para as¨ª construir y explorar poco a poco, tal y como ocurre en el t¨ªtulo original.
En los enfrentamientos del mapa de imperio, disponible en el modo individual del juego, podemos configurar la facci¨®n rival, con tres tipos de escudos (Attilla, Ave y Turtle) y tres tipos de dificultad, eligiendo que civilizaci¨®n llevan y a que bando pertenecen. Antes de comenzar tambi¨¦n podemos elegir si disponer de sucesos aleatorios, h¨¦roes, unidades especiales de cada civilizaci¨®n, niebla de guerra u observar en negro el ¨¢rea del mapa inexplorada, adem¨¢s de la edad en las que comenzamos y el mapa de la batalla, con un total de veinte tipos seg¨²n el tama?o y caracter¨ªsticas de los mismos, ligeramente aleatorios seg¨²n el n¨²mero de ej¨¦rcitos.
Por ¨²ltimo, el modo multijugador es uno de los principales puntos flojos de esta versi¨®n ya que se ha llevado el sistema de juego literalmente a ¨¦ste, teniendo con ello que esperar a que nuestros rivales, ya sean jugadores o la propia IA (con las opciones descritas anteriormente) terminen su turno para efectuar el nuestro.
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El juego permite crear f¨¢cilmente sesiones por conexi¨®n Wireless con hasta un m¨¢ximo de cuatro jugadores con s¨®lo un cartucho e incluso permite poder jugar varios en la propia consola. Al principio los turnos se desarrollan con bastante facilidad y el juego es entretenido pero tan pronto como un jugador tiene quince o m¨¢s unidades cada turno puede durar cerca de una media de cinco o diez minutos en los que s¨®lo observamos la pantalla de espera de los contrincantes y sus movimientos (en caso de ver su terreno).
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.