La presencia de Eidos en el E3 ha sido bastante discreta, ocupando un stand fuera de la marabunta de p¨²blico al que se acced¨ªa previa cita con alguno de sus relaciones p¨²blicas. Pero no por ello la calidad de lo all¨ª mostrado era inferior, y uno de los t¨ªtulos que nos ha sorprendido gratamente es Just Cause, en desarrollo para Xbox 360.
Hablamos de un juego de desarrollo de misiones libres, es decir, nos movemos a nuestro antojo por todo el mapeado a lo GTA y vamos encandenando ciertas misiones por todo el escenario. A las m¨¢s de veinte misiones principales que ocupan unas 15-20 horas de juego, encontramos hasta 330 paralelas que en palabras del propio creador nos pueden llevar meses, por una sencilla raz¨®n.
Es aqu¨ª donde Just Cause para a ser un buen juego como tantos vistos en el E3 a cobrar particular interes. Hasta ahora llev¨¢bamos diez minutos de presentaci¨®n y todo hab¨ªa transcurrido en una isla, pero al acceder al mapa comprobamos que dicha isla no era m¨¢s que la punta del iceberg de todo un conjunto que supera los 250.000 acres, o lo que es lo mismo, mil millones de metros cuadrados -100.000 hect¨¢reas-.
?Como moverse por tan vasta extensi¨®n? Gracias a los 89 veh¨ªculos dispobles por tierra, mar y aire. Jeeps, helic¨®pteros, avionetas, lanchas... y siempre acompa?ados de un paraca¨ªdas retr¨¢ctil para multitud de ocasiones. Podemos lanzarnos desde la avioneta hasta el lugar determinado, correr hacia un barranco y saltar al vac¨ªo e incluso engancharnos a coches o furgonetas tanto para que tiren de nosotros como para asaltarlas sobre la marcha y hacernos con el control del veh¨ªculo. Falta poder acceder al control de juego para saber en primera persona la fiabilidad de m¨¢quinas tan distintas como una lancha motora o un helic¨®ptero.
Del apartado gr¨¢fico destacamos el tratamiento de la luz -al menos en la versi¨®n que hemos visto, la de Xbox 360-. Al tratarse de una zona llena de islas de tama?o variable, en todo momento estamos rodeados de agua y los rayos solares se reflejan muy fidedignamente sobre el agua, con el a?adido importante del paso del tiempo en el juego.
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Si permanecemos quietos mirando hacia el cielo podemos apreciar como lentamente el sol cambia su posici¨®n, la sobra de todos los elementos var¨ªas, la luminosidad se reduce cuando m¨¢s cerca est¨¦ el sol de la l¨ªnea del horizonte hasta dar paso a una oscuridad sobre todo el escenario rota por la luz de la luna.
Este factor debemos tenerlo en cuenta a la hora de decidir las misiones. De cara a retos de exploraci¨®n pura, cuanto m¨¢s iluminada est¨¦ la zona mejor, pero si tenemos que hacer alg¨²n tipo de infiltraci¨®n, cuanto menor sea la luz mayor m¨¢s f¨¢cilmente pasaremos desapercibidos. Por supuesto, disponemos de un amplio arsenal de arma del que hacer uso en batallas muy numerosas en las que en determinados momentos es mejor escapar que enfrentarnos a tantos enemigos a la vez en solitario.
Se agradece que para tener siempre localizado el punto al que ir visualicemos a lo lejos unas flechas rojas que marcan el punto donde debemos llegar. L¨®gicamente, las misiones se desencadenan de forma l¨®gica, no nos obligar¨¢n a ir de un punto a otro de la isla de forma radical porque tardar¨ªamos una eternidad.
Just Cause llegar¨¢ a las tiendas estas navidades para PC, PlayStation 2, Xbox y 360 distribuido en Espa?a por Proein. Una pena no poder acceder a ¨¦l de forma jugable, porque tras terminar la presentaci¨®n era lo que nos ped¨ªa el cuerpo: movernos por un escenario tan sobrecogedoramente inmenso, casi inaccesible, y que parece garantizar horas y horas de diversi¨®n.
No dudamos que el equipo de Eidos terminar¨¢ de pulir algunos detalles en la jugabilidad para uno de los t¨ªtulos que se perfila como una apuesta segura de la compa?¨ªa de cara a la campa?a navide?a.