Samurai Champloo, Impresiones

Grasshopper y Bandai aunan sus fuerzas en la adaptaci¨®n de una de las producciones anime m¨¢s singulares de los ¨²ltimos a?os. Con la antag¨®nica fusi¨®n de est¨¦ticas samurai y hip-hop como atractivo tel¨®n de fondo, Samurai Champloo: Sidetracked llegar¨¢ a PS2 con una doble intenci¨®n: por un lado, agradar los fans de la serie con un excelente despliegue argumental y por el otro, evolucionar el g¨¦nero con un at¨ªpico sistema de batalla. ?Original propuesta o en¨¦sima alternativa cl¨®nica condenada al ostracismo?

Sin duda alguna, Samurai Champloo se trata de una de las producciones m¨¢s peculiares y exc¨¦ntricas dentro del convulso mundo de la animaci¨®n nipona (como muchos habr¨¢n podido observar tras su reciente emisi¨®n en nuestro pa¨ªs). Dirigido por el reputado Shinichiro Watanabe -director de Cowboy Bebop y Macross Pluss, entre otras- el producto que nos abarca se conforma de veintis¨¦is episodios (o 'sesiones") con narraciones autoconcluyentes que entra?an tras de s¨ª la verdadera -aunque tenue- l¨ªnea argumental de sus tres protagonistas (Jin, Mugen y Fluu), pero ante todo, destaca por la at¨ªpica fusi¨®n de elementos en su est¨¦tica.

Samurai Champloo: Sidetracked (PlayStation 2)

Samurai Champloo: Sidetracked (PlayStation 2)

Y es que el anime que nos abarca resulta cuanto menos singular en t¨¦rminos visuales. Samurai Champloo toma como tel¨®n de fondo el Jap¨®n feudal bajo el dominio de los Edo, (en plena decadencia del clan de los samurais), para combinarlo con una anacr¨®nica atm¨®sfera (especialmente patente en el dise?o de los personajes) claramente inspirada en la cultura hip hop, un estilo arraigado en la sociedad actual (y g¨¦nero musical de todos los temas que conforman su excelente BSO). Aunque aparentemente incompatibles por su disparidad, ambos elementos conviven con grandes resultados a lo largo de la serie, hecho que ha desembocado en el desarrollo de su propio videojuego.

Samurai Champloo: Sidetracked (PlayStation 2)

En su persistente labor de adaptar a nuestro medio las m¨¢s exitosas licencias anime exportadas desde la tierra del Sol Naciente, Bandai hizo p¨²blica meses atr¨¢s su intenci¨®n de trasladar Samurai Champloo a PlayStation 2, tomando como premisa la atractiva fusi¨®n de samurais y hip-hop, interesante concepto (no cabe duda de ello) para un videojuego. La desarrolladora nipona Grasshoper -en cuyo curr¨ªculum figura el reciente killer7- ha sido la elegida para llevar a cabo el t¨ªtulo en cuesti¨®n, ya disponible en Jap¨®n y Norteam¨¦rica. En Meristation hemos podido probarlo, y te acercamos nuestras impresiones de primera mano.

Samurai Champloo: Sidetracked nos situa en el norte de Jap¨®n, inmersos en la isla de Hokkaido, situada en el coraz¨®n de la monta?osa regi¨®n de Ezo. En plena b¨²squeda del Samurai que huele a Girasoles, Jin, Mugen y la joven Fluu -nuestros tres protagonistas- se confunden de embarcaci¨®n, sufriendo una serie de inoportunos y molestos improperios que derivan en diversos contratiempos, como la disoluci¨®n moment¨¢nea del grupo y el posterior secuestro de Fluu. As¨ª pues, ya sea de la mano de Jin o de Mugen (e incluso de un tercer personaje desbloqueable), nuestro objetivo girar¨¢ en torno al rescate de nuestra compa?era.

Samurai Champloo: Sidetracked (PlayStation 2)

Samurai Champloo: Sidetracked (PlayStation 2)

En el ¨¢mbito argumental, nos encontramos ante un episodio perdido dentro del desarrollo de la serie. A¨²n as¨ª, el contenido de su gui¨®n ser¨¢ totalmente inconexo con respecto al resto de cap¨ªtulos (es decir, ser¨¢ autoconcluyente), convirtiendo a este Sidetracked en un tributo para los fans del anime en el que se inspira, pues supone un vig¨¦simo s¨¦ptimo cap¨ªtulo dentro de la serie, una 'sesi¨®n' in¨¦dita para una producci¨®n ya finalizada. Lo cierto es que esta aportaci¨®n narrativa no contribuye demasiado a la hora de completar la trama central de Samurai Champloo (la b¨²squeda del Samurai de los Girasoles, llevada a cabo por Jin, Mugen, y Fluu), pero ser¨¢ igualmente valorada por sus m¨¢s ac¨¦rrimos seguidores, pues no deja de ser una gran oportunidad para poder disfrutar de una historia nueva -aunque irrelevante- dentro de otra ya concluida, algo que ning¨²n otro producto de merchandising (expresi¨®n aplicable al t¨ªtulo que nos abarca desde el punto de vista comercial) es capaz de lograr.

Samurai Champloo: Sidetracked (PlayStation 2)

Sin embargo, su contenido en s¨ª mismo no es el elemento m¨¢s destacable del argumento de Samurai Champloo: Sidetracked, sino su puesta en escena y estructura. Antes de comenzar a jugar tendremos que elegir entre Jin o Mugen, un hecho que ha permitido a los guionistas acentuar las personalidades y estilos opuestos de cada personaje (el semblante fr¨ªo y calculador del primero, contrastando con el car¨¢cter belicoso del segundo), y, sobre todo, crear dos historias distintas aunque estrechamente relacionadas entre s¨ª, lo que supone sin duda uno de los aspectos m¨¢s destacables del producto de marras.

Y es que ambas historias se complementan continuamente, y son entrelazadas con gran destreza narrativa a lo largo del juego gracias a un intencionado desorden cronol¨®gico. Por ejemplo, jugando con Mugen al comienzo del juego, sorprendentemente encontramos a Jin en las entra?as de un edificio inexplicablemente envuelto en llamas. Por el contrario, si jugamos con Jin en ese mismo nivel encontraremos al citado edificio intacto a nuestra llegada, y su incendio ser¨¢ el resultado de la multitudinaria batalla en la que nos vemos envueltos. Lo que encontramos en la primera es la consecuencia de lo vivido en la segunda, algo que sucede durante todo el argumento del juego. Adem¨¢s, aunque ambas fragmentos transcurren en la misma localizaci¨®n y concluyen de forma id¨¦ntica (el encuentro de Jin y Mugen), su orden cronol¨®gico provoca que jugando al primero surjan inc¨®gnitas que s¨®lo pueden ser resueltas haciendo lo propio con el segundo: de esta forma, la experiencia de juego var¨ªa de un personaje a otro.

Samurai Champloo: Sidetracked (PlayStation 2)

Samurai Champloo: Sidetracked (PlayStation 2)

Conceptualmente hablando, Samurai Champloo: Sidetracked responde a los patrones marcados por los t¨ªtulos de acci¨®n en tercera persona al uso. Sin embargo, aunque su planteamiento bebe de series tan reputadas como Devil May Cry o Ninja Gaiden, lo cierto es que nos encontramos ante un producto cuya mec¨¢nica palidece al ser equiparada con la de los referentes del g¨¦nero. Y es que el desarrollo del t¨ªtulo que nos abarca incurre en una linealidad que limita nuestro cometido a avanzar eliminando cuantos enemigos se interpongan en nuestro camino. Salvo honrosas excepciones (como una fase 2D exclusiva en la parte de Mugen o los escasos enfrentamientos finales), el objetivo del juego radicar¨¢ en progresar eliminando enemigos, y recogiendo las ganancias que ¨¦stos nos reportan para as¨ª poder pagar el peaje entre zonas (custodiado por un misterioso hombre del que s¨®lo veremos los ojos, ya que el resto de su efigie permanece oculta tras un port¨®n de madera).

A pesar de la escasa profundidad de su desarrollo, catalogar al t¨ªtulo que nos abarca como un clon m¨¢s dentro de su manido g¨¦nero ser¨ªa inicuo. Y es que este Sidetracked cuenta con un matiz distintivo que lo diferencia sustancialmente de otros t¨ªtulos similares aparecidos hasta la fecha: su original sistema de batalla. Todos los estilos y combos realizables est¨¢n divididos en diversos vinilos. La variedad de platos ser¨¢ muy amplia y los hay de toda ¨ªndole: algunos albergan extensas combinaciones de movimientos r¨¢pidos (propicios para combates multitudinarios),y otros cuentan con golpes m¨¢s rudos y lentos, pero de mayor poder destructivo. Sin embargo, a pesar de la abundante oferta de vinilos disponibles, solo disponemos de dos ranuras -representadas con platos- para transportarlos, lo que nos obliga a elegir las dos variantes m¨¢s propicias para cada situaci¨®n, las cuales tendremos que alternar en virtud de nuestras circunstancias.

Samurai Champloo: Sidetracked (PlayStation 2)

Pero a¨²n hay m¨¢s. Antes combinar los diferentes estilos de lucha -personificados con vinilos- cual 'DJ', tendremos que aprender su mec¨¢nica interna. Y es que cada vinilo es un estilo diferente, y por ende, una grabaci¨®n diferente. Con esto queremos decir que al seleccionar un vinilo, comienza a sonar una canci¨®n consecuente con el estilo al que representa, y aparecer¨¢ en la parte superior de la pantalla su partitura, cuyo ritmo tendremos que seguir para salir indemnes de los combates. Por supuesto, los botones de nuestro pad sustituyen a las notas musicales en estas partituras, que aparecer¨¢n representadas como un esquema. La estructura de todas las partituras es id¨¦ntica: encontraremos una v¨ªa principal, que se complementa con las v¨ªas secundarias . Al recorrer esta v¨ªa principal un cursor nos indicar¨¢ nuestra posici¨®n dentro de la partitura, y en momentos determinados podremos elegir entre acceder a una v¨ªa secundaria (pulsando el bot¨®n especificado) o seguir en la principal y tomar otra v¨ªa venidera. Esto le reportar¨¢ al t¨ªtulo que nos abarca cierta dosis de estrategia, ya que cada jugador debe sopesar su contexto y utilizar las partituras como proceda.

Samurai Champloo: Sidetracked (PlayStation 2)

Mezclar los movimientos de los vinilos que llevemos encima tambi¨¦n ser¨¢ ardua tarea. En este proceso son igualmente vitales tanto la barra de tensi¨®n de nuestro personaje (situada en la parte inferior izquierda de la pantalla) como la velocidad de nuestros movimientos. El uso de las partituras debe ser r¨¢pido y conciso, ya que la m¨¢s m¨ªnima pausa entre 'acordes' frenar¨¢ el progreso del cursor, oblig¨¢ndonos a comenzar desde cero la partitura. Sin embargo, cuando el contador de tensi¨®n alcance un punto determinado, el cursor se detendr¨¢ en el acto, y convertir¨¢ la nota sobre la que se encuentre en Golpe Especial. En ese momento, el cursor detendr¨¢ su actividad y podremos acceder a la partitura del segundo plato, dando lugar a una devastadora mezcla de estilos. Asimismo, si en ese ef¨ªmero espacio de tiempo logramos regresar al plato inicial y volvemos a situarnos sobre la nota se?alada como Golpe Especial el proceso se reiniciar¨¢, y comenzar¨¢ un destructivo bucle en el que podremos llevar a cabo infinidad de combinaciones.

En la parte superior de la captura se aprecia la estructura de una partitura, con sus tres v¨ªas secundarias

Samurai Champloo: Sidetracked (PlayStation 2)

Tambi¨¦n cabe destacar la inclusi¨®n de los estados Tate y Trance como original m¨¦todo para conseguir ¨ªtems, en alternativa al t¨ªpico dinero, igualmente presente en Samurai Champloo: Sidetracked. Si logramos que la barra de tensi¨®n de nuestro personaje alcance su l¨ªmite, aparecer¨¢ una estrella sobre la cabeza de uno de los enemigos a nuestro alrededor. Al derrotarle, entraremos en el citado modo Tate, convirti¨¦ndonos en una silueta invulnerable con el objetivo de derrotar -mediante la t¨¦cnica del martilleo de botones, al estilo Track & Field- a una centena de enemigos en un tiempo l¨ªmite. Si logramos superar esta vistosa prueba, se activar¨¢ el modo Trance, en el que tendremos que eliminar uno a uno a todos los contrarios noqueados en el anterior estado. Resolver con ¨¦xito ambas situaciones supone la consecuci¨®n de un nuevo item: un power-up, una espada o, en el mejor de los casos, un nuevo vinilo (objetos que, como ya hemos dicho, tambi¨¦n podr¨¢n ser adquiridos a cambio de monedas de oro en la tienda de Hokkaido).

Samurai Champloo: Sidetracked (PlayStation 2)

Samurai Champloo: Sidetracked (PlayStation 2)

En Samurai Champloo encontramos un apartado t¨¦cnico ciertamente irregular. Por un lado, su acertada direcci¨®n art¨ªstica agradar¨¢ a los m¨¢s incondicionales del producto en que se inspira, pues capta con total fidelidad la esencia de la producci¨®n televisiva. No en vano, la principal se?a de identidad de la serie tendr¨¢ un estricto reflejo sobre los escenarios, en los que queda patente la fusi¨®n entre la est¨¦tica nipona del siglo XVII (concretamente, la est¨¦tica 'Suda', previamente utilizada por los chicos de Grasshopper en killer 7) y hip hop, que conviven con resultados sorprendentes. Esta m¨¢xima de originalidad tambi¨¦n se cumplir¨¢ a rajatabla con el dise?o de personajes protagonistas, que alternan en sus atuendos katanas con piercings y vestimentas orientales con 'looks' occidentales. Por otro lado, igualmente ensalzable es la fluidez con la que trascurren los combates, que permite protagonizar multitudinarias batallas entre casi una decena de personajes intercambiando golpes de forma simult¨¢nea en pantalla, sin que la tasa de im¨¢genes por segundo se resienta un ¨¢pice.

Menci¨®n a parte merecen las animaciones de los personajes durante el combate, que nos sirven para distinguir el estilo de lucha break-dance de Mugen del de Jin, centrado en el uso de su espada. En este ¨¢mbito tambien debemos subrayar las animaciones correspondientes a los Golpes Especiales: la ejecuci¨®n de estos vendr¨¢ precedida de un vistoso 'bullet time' que congelar¨¢ a los enemigos de nuestro alrededor. Acto seguido, el protagonista entrar¨¢ en un espectacular estado de furia, acabando autom¨¢ticamente con sus enemigos. Muy vistoso.

Samurai Champloo: Sidetracked (PlayStation 2)

Sin embargo, todas estas bondades contrastan con los defectos -m¨¢s numerosos y notorios- que terminan por deslucir el aspecto visual del t¨ªtulo que nos abarca. Aunque la direcci¨®n art¨ªstica en los escenarios es correcta, no podemos afirmar lo mismo de la forma en que ¨¦stos han sido plasmados en el juego. Y es que la inclusi¨®n de la est¨¦tica 'Suda' no implica la sobriedad de la que pecan las diferentes localizaciones de Samurai Champloo: Sidetracked, que se muestran desertizadas y desangeladas en su mayor¨ªa. Sucede lo propio en el caso de los personajes: si bien excelentes en su base anime, se ha descuidado excesivamente su paso a las 3D , dando lugar a defectos como la presumiblemente nimia cantidad de pol¨ªgonos o el sangrante jagging (efecto conocido como dientes de sierra) , un pobre acabado t¨¦cnico que termina por empa?ar el buen gusto de sus dise?os. Por su parte, la inmensa mayor¨ªa de nuestros enemigos mostrar¨¢n un aspecto cl¨®nico, y a lo largo de los combates el infame clipping -escasamente disimulado- ser¨¢ tan habitual como el intercambio de golpes (el autor de estas l¨ªneas logr¨®, ante su sorpresa, realizar el tutorial golpeando a su enemigo a trav¨¦s de una pared).

Samurai Champloo: Sidetracked (PlayStation 2)

Aunque su inusual influjo sobre el sistema de batalla ya la convierte en un elemento importante del juego, lo cierto es que la BSO destila calidad suficiente como para considerarla uno de los elementos m¨¢s destacables del t¨ªtulo que nos abarca. No en vano, todos los temas que la conforman han sido ideados por la ¨ªnclita Yoko Kanno, c¨¦lebre compositora erigida en mito del mundillo por los seguidores anime, tras su inolvidable participaci¨®n en series como Cowboy Bebop, Ghost in the Shell o la propia Samurai Champloo. La presencia de la genial artista nipona tras la batuta supone una indefectible garant¨ªa de ¨¦xito, una m¨¢xima que tambi¨¦n se cumple en esta producci¨®n, donde encontraremos una variad¨ªsima selecci¨®n de temas rap/hip hop. Tambi¨¦n cabe destacar la aportaci¨®n de los m¨²sicos de Grasshopper en este ¨¢mbito, con la creaci¨®n de los efectos de sonido (que aunque escasos, cumplen su cometido) que completan el apartado sonoro del t¨ªtulo, as¨ª como por haber cumplido con solvencia el arduo cometido de sustituir a los m¨²sicos originales de la serie a la hora de interpretar los temas de de la BSO creados en exclusiva para el videojuego (el resto est¨¢n directamente extra¨ªdos de la producci¨®n televisiva).

Si efectuamos nuestro ataque al mismo tiempo que nuestro enemigo el suyo, la acci¨®n se congelar¨¢ dando paso a esta peque?a prueba de reflejos.

Samurai Champloo: Sidetracked (PlayStation 2)

Samurai Champloo: Sidetracked es un t¨ªtulo ciertamente irregular. La sensaci¨®n de frescura y originalidad que destila queda mitigada por los altibajos del conjunto: la fusi¨®n de est¨¦ticas, bien llevada en el ¨¢mbito art¨ªstico, queda empa?ada por su pobre acabado t¨¦cnico, mientras que su singular y original sistema de batalla est¨¢ edificado sobre un desarrollo exento de profundidad. A¨²n as¨ª, supone una excelente  alternativa tanto para los fans del producto en el que se inspira (gracias al elaborado argumento y su soberbia puesta en escena, algo habitual en las obras de Watanabe) como para los seguidores de esta clase de juegos, que sabr¨¢n valorar el atrevimiento creativo de Grasshoper al intentar aportar un soplo de aire fresco al g¨¦nero. Tan s¨®lo nos queda cruzar los dedos y aguardar, esperanzados, su aparici¨®n por nuestros comercios.

Samurai Champloo: Sidetracked (PlayStation 2)