Baten Kaitos II, Impresiones

Uno de los RPGs m¨¢s queridos por los usuarios de GameCube regresa, en forma de precuela, para despejar todas las inc¨®gnitas que dejara en el aire la gran aventura de Kalas. Con un sistema de juega simplificado y unos gr¨¢ficos e historia a la altura de nuestras expectativas, en esta ocasi¨®n ser¨¢ un joven traicionado por el imperio el que desplegar¨¢ sus alas en un juego que se convertir¨¢, a todas luces, en un referente del g¨¦nero. Esto es Baten Kaitos 2, rol de altos vuelos.

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Dentro de poco Baten Kaitos cumplir¨¢ un a?o entre nosotros. Lleg¨® sin hacer ruido, asom¨¢ndose t¨ªmidamente al cat¨¢logo de la GameCube, donde compart¨ªa cartel con pocos RPGs japoneses, aunque todos ellos de gran calidad. La curiosidad que despert¨® el reci¨¦n llegado hizo posible que arrasase en ventas, logro del que no se pod¨ªa jactar ni siquiera el fruto de las segundas nupcias de Square con Nintendo, un Cristal Chronicles que acab¨® decepcionando.

Los que adquirimos Baten Kaitos nos encontramos con un RPG largo, colorista y detallado como muchos otros, pero a diferencia de la gran mayor¨ªa asentado sobre un sistema de juego rompedor y una trama argumental cargada de sorpresas. Aderezado con un dise?o de personajes y decorados magn¨ªfico y una banda sonora inigualable, se hizo merecedor de los elogios que le llovieron de parte de todos los que tuvieron la suerte de descubrirlo.

Y casi con la misma timidez con la que la maravilla de Monolith se asomaba a nuestro pa¨ªs, su sucesor se desarrollaba en Jap¨®n lenta pero firmemente, rodeado de un secretismo que pas¨® a la historia con su presentaci¨®n oficial, llevada a cabo en la pasada edici¨®n de la feria de videojuegos tokiota. Cuando todav¨ªa est¨¢bamos saboreando la inolvidable experiencia que nos hab¨ªa brindado el original, llega una segunda parte que ha hecho que los sue?os de muchos de nosotros se cumpliesen en un corto espacio de tiempo.

Baten Kaitos 2, hajimari no tsubasa to kamigami no shishi (las alas del despertar y el heredero de los dioses) ampl¨ªa el universo de los continentes flotantes llev¨¢ndonos a la ra¨ªz del problema que Kalas y el resto de protagonistas del primer cap¨ªtulo arrancaron de cuajo 20 a?os despu¨¦s. Es hora de que nos metamos de lleno en los acontecimientos que dieron forma a la historia del chico del ala mec¨¢nica a trav¨¦s de los ojos de un joven militar al servicio del imperio, Sagi, mientras descubrimos las diferencias que hab¨ªa en el uso de las magnus (las cartas que encierran la esencia de cualquier elemento) en aquellos tiempos.

El argumento de esta nueva aventura se sustenta en la venganza personal del protagonista, que ve como el Imperio se va fortaleciendo a base del sacrificio de las vidas de los habitantes de las islas del cielo, los cuales son llevados a Mintaka para que contribuyan con la expansi¨®n militarista de la capital. Una expansi¨®n que tiene en la maquinaria su principal fuente de progreso. El emperador ha dado luz verde a la producci¨®n en masa de robots, quienes acompa?an a todo soldado en calidad de apoyo para la batalla.

Pero Sagi cuenta con un aliado especial que sustituye, en su caso, a la chatarra imperial. Se llama Giro y tambi¨¦n es un robot, aunque muy diferente del resto, ya que posee el don del habla y adem¨¢s hace alarde de un vasto repertorio de atributos humanos, de entre los que llama la atenci¨®n su excesiva mala leche. A pesar de su car¨¢cter, su fidelidad a Sagi, desde que este le encontrara enterrado a?os atr¨¢s, convierte a ambos en u?a y?metal. El viaje particular de Giro acabar¨¢ cuando descubra el motivo por el que fue creado y abandonado.

De la mano de los protagonistas recorreremos escenarios viejos y otros nunca vistos hasta ahora. Por un lado, patearemos de nuevo las calles de la capital imperial, la ciudad de las nubes (palacio del rey Ladekahn inclusive), la selva Holo-holo y muchos otros lugares que ya nos suenan, y observaremos como las cosas no son tan diferentes de como nos hab¨ªamos imaginado en un principio. El ojo observador advertir¨¢ los cambios sutiles que se han producido en algunas localizaciones que ya visitamos en la primera entrega, pero a grandes rasgos, todo sigue en su sitio.

Por otra parte los nuevos decorados, como la villa eterna, el pueblo natal de Sagi, siguen el mismo estilo on¨ªrico que el resto, haciendo gala de una combinaci¨®n de colores y luces que nos transportan verdaderamente hacia tierras m¨¢s altas, a esos parajes lejanos que s¨®lo por medio de una imaginaci¨®n desbordante podemos llegar. T¨¦cnicamente, los escenarios siguen las pautas preestablecidas, es decir, estamos ante fondos prerenderizados que alardean de una gran sensaci¨®n de profundidad, poblados de personajes mejor modelados y con movimientos m¨¢s suaves que sus herederos.

Durante nuestro recorrido por este fant¨¢stico mundo, nos encontraremos con viejos conocidos que invadir¨¢n de nostalgia al jugador. Para que os hag¨¢is una idea, en Mintaka ya nos hemos cruzado con Geldoblame, Giacomo y con los hermanos mayores de Lyude, cuando estos todav¨ªa eran unos mocosos que estaban estudiando la constituci¨®n del imperio. M¨¢s adelante veremos tambi¨¦n a Gibari y a Sabrina, as¨ª como la versi¨®n pueril de Malpercio. Esta es la reaparici¨®n menos deseada, pero mal que nos pese, la m¨¢s justificada de todas.

Precisamente ser¨¢ en Mintaka donde nuestro grupo se complete gracias a la intervenci¨®n de Milly en un combate muy peliagudo. Esta chica, que como el protagonista cuenta con las alas del coraz¨®n, surge de la nada y nos salva el pellejo. Desde entonces decidir¨¢ acompa?arnos, haciendo caso omiso de las objeciones de Giro. Con el tr¨ªo completado, dejamos aqu¨ª el desarrollo de los acontecimientos y nos sumergimos en lo verdaderamente revolucionario de la segunda entrega, la reforma del sistema de juego.

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El cambio m¨¢s chocante al que se enfrenta el jugador desde un primer momento es la disposici¨®n de un ¨²nico mazo para que emplee el grupo, a diferencia de los individuales (uno por personaje) que cre¨¢bamos en el anterior episodio. Siguen habiendo cartas especiales que s¨®lo puede utilizar un aliado concreto, pero se mezclan con las propias del resto del grupo, unidas a las de defensa, cura y dem¨¢s que compondr¨¢n este mazo. Adem¨¢s, durante la batalla, se ha eliminado el turno de defensa, por lo que los mazos que equilibraban ataque y defensa han pasado, desde ahora, a mejor vida.

Por otra parte, los magnus de equipaci¨®n y los que se pod¨ªa utilizar fuera de combate para mejorar atributos y recuperar salud tambi¨¦n han desaparecido. Ahora, despu¨¦s de cada combate se recuperar¨¢n puntos vitales de manera autom¨¢tica, sin excepci¨®n. Por supuesto, dependeremos ¨²nicamente de la lucha para subir de nivel, aunque como en el juego anterior, esta mejora no se har¨¢ efectiva al terminar las batallas. ?Adivin¨¢is a d¨®nde hay que ir para llevar a cabo esta subida de clase?

Pues s¨ª, los puntos t¨¦cnicos recibidos en batalla volver¨¢n a canjearse por ampliaciones de mazo y dem¨¢s en la iglesia del cielo, aunque esta vez ser¨¢ un cl¨¦rigo el que nos haga efectivo el trueque. Y como no tenemos cartas de equipo, tendremos que echar mano de algo que cumpla con sus funciones. Nos estamos refiriendo al Aura, que son las distintas habilidades que encierran unos amuletos y que s¨®lo podr¨¢n extraerse en la iglesia. L¨¢stima que una vez que se hayan liberado las distintas esencias que nos dotan de un mayor potencial b¨¦lico  (como m¨¢s rapidez o resistencia a los elementos) haya que pasar por caja para equip¨¢rnoslas.

Al encontrarnos en estas circunstancias, a primera vista es normal advertir que el juego ha pasado por un claro proceso de simplificaci¨®n, a tono con la ¨¦poca. De alg¨²n modo, bajo este sistema yace el mensaje subliminal de que las magnus, junto con los avances tecnol¨®gicos del imperio, se har¨¢n m¨¢s complejos 20 a?os m¨¢s tarde.

Pero esta simplificaci¨®n no es tan evidente como parece: el hecho de tener un ¨²nico mazo com¨²n al grupo no es incompatible con la creaci¨®n de mazos alternativos, variantes de nuestro mazo que queramos preparar para un personaje en concreto (si tenemos las agallas de lanzarle a solas a la batalla) o para amoldarnos a un combate contra un jefe duro de roer. Crear un buen mazo, pues, se convierte en una tarea ardua y laboriosa que exige un conocimiento profundo de los efectos de todas las cartas y de los combos que podamos ejecutar con ellas.

Cartas que dan juego

Las batallas introducen algunas variantes para que ganen en espect¨¢culo, y de entre ellas la que m¨¢s llama la atenci¨®n indiscutiblemente es el relay combo, un engarzamiento de ataques entre varios personajes que se produce cuando hemos conseguido sumar cartas de menor a mayor. La inclusi¨®n de este modo sustituye a las combinaciones que un ¨²nico personaje hac¨ªa por medio de parejas, escaleras y otras combinaciones estilo p¨®ker. M¨¢s de uno las echar¨¢ de menos, pero al menos podemos decir que la inclusi¨®n de este tipo de ataques las compensa.

El procedimiento en batalla se ajusta a un esquema bastante simple: comenzar con una carta base (esta vez se empieza a contar desde 0) a la que hay que ir sum¨¢ndole cartas de ataque, para concluir con las especiales. Para lanzar un ataque de los potentes tenemos que subir niveles en combate, por medio de unas cartas espec¨ªficas. Si alcanzamos el m¨¢ximo nivel, el 5, podremos arrasar al rival utilizando todo lo que tengamos al alcance, por medio de una nueva opci¨®n conocida como burst.

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Para concluir con el cap¨ªtulo dedicado a las magnus, bastar¨¢ con resaltar que las Quest Magnus (o dicho de otro modo, las cartas vac¨ªas que emple¨¢bamos en el primer Baten Kaitos para atrapar alguna esencia concreta) no s¨®lo no se han eliminado del sistema de juego sino que adem¨¢s adquirir¨¢n un mayor peso en la aventura. Tanto es as¨ª que las habituales submisiones en las que ten¨ªamos que llevarle a alguien la esencia que necesitaba se han ampliado y muchas veces resultar¨¢ obligatorio pasar por ellas para avanzar en la historia.

Pero no s¨®lo aqu¨ª se aprecia la influencia que otros t¨ªtulos hayan podido tener en Baten Kaitos 2, ya que el resto de novedades que incluye esta entrega hablan por s¨ª mismas. Ahora en las tiendas podremos mejorar la calidad del armamento si contamos con las cartas necesarias para que la reforma tenga efecto. Tambi¨¦n disponemos de un bestiario y de una arena de batalla parecida a la que pisamos en Final Fantasy VII. Adem¨¢s, si el n¨²mero de submisiones os parece insuficiente, contamos tambi¨¦n con el minimundo de Sedona, un lugar que vamos reconstruyendo a partir de distintos fragmentos encerrados en unas cartas especiales desperdigadas por el mundo. La b¨²squeda de las ruinas de Sedona sustituye la trabajosa labor que en su d¨ªa signific¨® restaurar la b¨®veda celestial de la iglesia que vaga por el firmamento.

El mundo de Baten Kaitos est¨¢ plagado de monstruos de toda clase, muchos de ellos rescatados de la anterior entrega, aunque hasta el momento nos hemos encontrado con bastantes modelos que no hab¨ªan aparecido hasta la fecha. Siguen la t¨®nica general, es decir, no transmiten demasiada agresividad y muchos de ellos son alteraciones notables de la fauna que campea por el g¨¦nero. Para entrar en batalla basta con tocar a los enemigos que recorren la pantalla, si te ves con suficientes agallas como para plantarles cara. No se dejar¨¢n doblegar f¨¢cilmente.

En esta ocasi¨®n, para sorpresa de los que jugamos a la primera parte, ahora contamos con un factor a?adido para evitar encuentros desquiciantes: el kokoro dash. Sagi batir¨¢ sus alas para dejar atr¨¢s a los enemigos que le persigan, pero ojo: tenemos una barra de resistencia que, en el caso de llenarse, dejar¨¢ a nuestro protagonista fatigado, sin posibilidad de moverse, convirti¨¦ndose en carnaza f¨¢cil para sus perseguidores.

Lo cierto es que las alas nos ser¨¢n de gran utilidad tanto para ganar tiempo atravesando decorados (ya que la barra se llena m¨¢s lentamente si no hay enemigos a la vista) como para alcanzar territorio superior, ya que aqu¨ª interviene el segundo movimiento in¨¦dito: el kokoro jump. Se acab¨® subir lentamente interminables escaleras o sortear profundos lagos, con los saltos de Sagi llegaremos m¨¢s r¨¢pido y de manera m¨¢s espectacular a nuestro destino. Pobre Kalas, que duro debi¨® haber sido dejarse sus extremidades desplaz¨¢ndose de un lado a otro sabiendo que exist¨ªan otras personas capaces de salvar las distancias con tan poco esfuerzo?

Pero si de algo tenemos que quejarnos de Kalas no es de su lentitud (al fin y al cabo ¨¦l no ten¨ªa la culpa) sino de su temeridad. Sagi cuenta con un tercer movimiento, el de infiltraci¨®n, que le permite andar con sigilo para no llamar su atenci¨®n de enemigos mentalmente ausentes o que est¨¦n durmiendo la siesta. Calculad la de combates que nos vamos a quitar de en medio entre el kokoro dash y esta ¨²ltima opci¨®n, pero tened en mente siempre lo m¨¢s importante: los jefes finales son muy duros y para plantarles cara tenemos que cargar a nuestras espaldas con el peso de la experiencia, as¨ª que ser¨¢ mejor, ya desde un principio, no dar por sentado que combatiendo lo justo podremos completar esta gran aventura.

El ¨²nico punto que hemos obviado comentar hasta ahora es el sonoro. La m¨²sica es muy buena, pero a los que han jugado al primer Baten Kaitos no les va a gustar demasiado. ?Por qu¨¦? Simplemente porque las composiciones anteriores rayaban a un nivel alt¨ªsimo, y la sombra que proyectan oscurecen los temas de esta nueva entrega. Las voces son una peque?a maravilla, como suele pasar siempre que se mima un doblaje. S¨®lo podemos cruzar los dedos y esperar que no cambien demasiado la de Giro, un hombre y una mujer hablando al un¨ªsono, cuadrando cada vocal. Excelente trabajo de los seiyuus (actores de doblaje) que han intervenido.

Cierto es que resulta imposible entregarse a esta nueva aventura sin buscarle paralelismos con todos los buenos momentos que vivimos  con su antecesor, pero Baten Kaitos 2 irradia por s¨ª mismo la suficiente magia como para plantear serias dudas a quien desee dictar la sentencia que proclame si esta entrega supera o no a la anterior. Lo cierto es que ambas son inigualables en muchos aspectos, de lo mejor que ha dado el rol para la Game Cube. Y sin una no podr¨ªa entenderse la otra, aunque esto no quita que se pueda jugar a la segunda parte sin haber disfrutado antes de la primera.

A los americanos se les hace la boca agua al ver como su lanzamiento est¨¢ programado para junio. Nosotros podemos continuar con nuestras fauces resecas: no hay fecha para nuestro continente, aunque dado el ¨¦xito de "Las alas eternas y el oc¨¦ano perdido", podemos asegurar que lo veremos por aqu¨ª. En todo caso, lo mejor ser¨¢ no esperar de pie, porque quien sabe, igual acabamos reum¨¢ticos perdidos...

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