Marble Blast Ultra
- Plataforma3607
- G¨¦neroPuzle
- DesarrolladorGarage Games
- Lanzamiento02/12/2005
- TextoIngl¨¦s
- VocesIngl¨¦s
Rodando voy...
El esp¨ªritu del cl¨¢sico Marble Madness se mantiene a¨²n en nuestros d¨ªas con esta secuela de Marble Blast que incluye 60 nuevos niveles, modo multijugador y algunas novedades que podremos vivir a trav¨¦s del servicio Xbox Live Arcade.
Aquellos que recuerden el cl¨¢sico de Atari mirar¨¢n a este t¨ªtulo con otros ojos. Marble Madness fue la revoluci¨®n de la ¨¦poca con unos gr¨¢ficos pseudo 3D y una tem¨¢tica que sin duda llamaba al uso de la materia gris combinado con nuestra habilidad al mando. Su esp¨ªritu y su personalidad les han conseguido mantenerse a lo largo del tiempo con versiones mejoradas en 3D como son Marble Blast y su reedici¨®n Marble Blast Gold, que hicieron revivir el esp¨ªritu de aquellos a?os.
Ahora, se ha querido reciclar esta idea a trav¨¦s del sistema Xbox Live, dando a los usuarios la posibilidad de poder experimentar la sensaci¨®n de controlar a esta pelota que tantos quebraderos de cabeza ha causado a lo largo de los a?os con esta nueva versi¨®n titulada Marble Blast Ultra. 60 nuevos niveles que nos introducir¨¢n por rampas fren¨¦ticas, estrechos caminos y situaciones de las que s¨®lo tu ingenio te podr¨¢ salvar.
Quiz¨¢s el ¨²nico aspecto que se ha tratado con mimo sea el de la jugabilidad. Para empezar, los gr¨¢ficos nos muestran unas texturas simples que muestran alg¨²n brillo o calidad gracias al hardware de la Xbox 360. Los fondos, lejos de mostrarse realistas -que al fin y al cabo es un cielo que veremos a lo largo del juego, donde se desarrollan todos los niveles propiamente dichos-, son simples texturas que se ponen de fondo con diferentes haces de luz haciendo bonito.
La pelota en s¨ª es otro cantar. Las diferentes formas que podr¨¢ adoptar -hasta 35 diferentes- muestran su grado de detalle, aunque tampoco es para tirar cohetes, ya que al fin y al cabo es simplemente una bola.
La c¨¢mara se ha querido dejar al control del jugador para poder tener una vista apropiada en cada momento a gusto de cada uno, pero bien es cierto que si en movimiento tenemos que realizar alg¨²n giro de c¨¢mara r¨¢pido para poder ver lo que se nos viene encima -que seguro que lo haremos-, nos causar¨¢ alg¨²n que otro problema.
En cuanto a la f¨ªsica, nuestra pelota ser¨¢ sensible a todo lo que le rodea y actuar¨¢ como lo que es, de manera impredecible. Ser¨¢ dif¨ªcil saber hacia d¨®nde botar¨¢ y muchas veces tendremos que encomendarnos a la diosa Suerte para poder salir de m¨¢s de un aprieto.
Musicalmente el juego no tiene nada que decir, ya que una ¨²nica melod¨ªa nos acompa?ar¨¢ durante toda nuestra andadura, de manera que a los tres minutos de comenzar la partida ya habremos puesto alg¨²n tema que tengamos en el disco duro o en el ordenador. Los efectos de sonido, aunque variados, simplemente cumplen con su cometido.
El objetivo del juego ser¨¢ completar los distintos niveles que nos ofrecen, divididos en tres dificultades -principiante, intermedio y experto-. El primero se limitar¨¢ a servirnos de tutorial para hacernos con el sistema, mientras que los otros dos complicar¨¢n los conceptos abordados en los primeros niveles.
En cada uno de ellos tendremos que realizar una tarea determinada, aunque b¨¢sicamente se podr¨¢n dividir en dos: llegar al transportador que har¨¢ las veces de meta o conseguir un n¨²nero determinado de cristales para despu¨¦s poder desbloquear el susodicho transportador. Esto se nos indicar¨¢ a trav¨¦s de flechas que nos ayudar¨¢n a localizar nuestro objetivo.
Lo que en principio parece una tarea muy simple se complicar¨¢ de manera exponencial conforme vayamos completando el juego, de manera que no s¨®lo tendremos que ingeniarnoslas para llegar a ciertos lugares, si no que deberemos de hacerlo con la precisi¨®n de un reloj suizo para no caer en un fallo que nos precipite al vac¨ªo.
Para solucionar problemas de ese tipo podremos obtener objetos especiales que nos servir¨¢n de ayuda, realizando saltos enormes, pudiendo engancharnos a una h¨¦lice, o convertirnos en una bola gigante, entre otras. Los niveles se desarrollan de manera libre, de modo que tendremos que ingeniarnoslas para cumplir nuestros objetivos en el tiempo par -algo as¨ª como un tiempo a batir a modo de reto-, pudiendo hacerlo de bastantes maneras diferentes.
El modo multijugador aunque simple, resulta divertido y curioso de jugar. ?ste consiste en conseguir cristales antes que nuestros contrincantes, derivando la mayor¨ªa de las veces en un choque entre bolas de lo m¨¢s interesante. Eso s¨ª quiz¨¢s nos parezca mon¨®tono al poco tiempo debido a la simpleza de su mecanismo.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.