Hace ahora un par de semanas public¨¢bamos nuestro an¨¢lisis de la primera incursi¨®n dentro del g¨¦nero de la estrategia en tiempo real por parte de la franquicia de Star Wars, que sorprendi¨® a propios y a extra?os con un m¨¢s que decente Imperio en Guerra. En aquel texto coment¨¢bamos la dificultad que encuentran los juegos basados en nombres conocidos para calar entre el p¨²blico m¨¢s exigente ya que basarse en un t¨ªtulo de renombre no garantiza necesariamente la calidad.
El Se?or de los Anillos es una de las pocas licencias que puede permitirse el lujo de haber deslumbrado tanto en su apartado literario con la sobresaliente obra de Tolkien y posteriormente formar una de las trilog¨ªas, cinematogr¨¢ficamente hablando, m¨¢s famosas de los ¨²ltimos tiempos, junto con un fen¨®meno de masas tal que no se viv¨ªa en muchos a?os, de la mano de Peter Jackson. No parece exagerado aventurar que dentro de bastantes a?os todav¨ªa estar¨¢ en la memoria de muchos la primera vez que vivieron, o revivieron, el dilema de Gollum o la ca¨ªda de Gandalf por citar algunos momentos.
El Se?or de los Anillos: Batalla por la Tierra Media II es la segunda parte del juego de estrategia r¨¢pida en tiempo real del mismo nombre que analizamos har¨¢ poco m¨¢s de un a?o aqu¨ª en MeriStation, lanzado y publicado tambi¨¦n por Electronic Arts. La compa?¨ªa canadiense se ha hecho con los derechos no solamente de la pel¨ªcula sino tambi¨¦n de los libros, proporcionando una mayor y m¨¢s enriquecedora experiencia de juego agrandando el mundo de la Tierra Media, a?adiendo m¨¢s razas y unidades y ofreciendo nuevas posibilidades tanto para un solo jugador como en multiplayer.
Estamos delante de uno de aquellos juegos de estrategia de peso ligero, que no necesitan gran complicaci¨®n para manejarse y que al mismo tiempo tampoco ofrecen una profundidad demasiado elevada. Si uno es fan ac¨¦rrimo de Age of Empires o Civilization probablemente encontrar¨¢ BplTM tremendamente simple e incluso aburrido, mientras que es muy posible que si alguien disfrut¨® hace dos semanas con El Imperio en Guerra este ser¨¢ el cl¨¢sico t¨ªtulo que tambi¨¦n le va a encantar.
En su primera parte pudimos recorrer gran parte de las aventuras que ya hab¨ªamos podido ver durante la Guerra del Anillo. Las campa?as de La Batalla por la Tierra Media 2 nos ponen a los mandos de situaciones que nunca se llegaron a ver en las pel¨ªculas, que sucedieron mientras la compa?¨ªa del anillo viajaba hacia territorio de Sauron para acabar con su mal; es decir, no es una parte tan popular como podr¨ªa serlo la anterior pero la complementa bastante bien.
Antes de empezar cabe a?adir que si uno se limita a la experiencia de un solo jugador, esta entrega de El Se?or de los Anillos le entretendr¨¢ durante probablemente alrededor de 25 horas, dependiendo de la experiencia y la dificultad. Estamos hablando de un juego bastante completo y redondo, espectacular a nivel gr¨¢fico y sonoro, que se toma algunas libertades argumentativas pero que en general divertir¨¢ al espectador no demasiado exigente.
Gr¨¢ficos y sonido
Hablar del apartado de gr¨¢ficos y de sonido de BplTM 2 es hacerlo del probablemente mejor de los argumentos que posee el juego de Electronic Arts. Estamos ante un t¨ªtulo que se exhibe en cuanto a capacidad de mostrar unidades y mapas en detalle pero que tambi¨¦n es muy exigente en cuesti¨®n del equipo que necesita para moverlo. Un pentium IV a 1,6 Ghz de requisitos m¨ªnimos nos parece un sacrificio demasiado grande para disfrutar hoy por hoy de un juego.
El juego se esfuerza por intentar reproducir el ambiente ¨¦pico de las batallas que vivimos en las pel¨ªculas y en los libros, aunque lo cierto es que lo consigue solamente a medias. Para ello pone en pantalla a lo que pueden ser cientos de luchadores simult¨¢neamente entre arqueros, infanter¨ªa, piqueros, caballer¨ªa, unidades especiales, ents, trolls, goblins, trasgos, gigantes de las monta?as, sierpes, etc. Y a¨²n as¨ª, uno no tiene la sensaci¨®n de vivir el Abismo de Helm en ning¨²n momento, por mucho que eso no significa que la experiencia sea negativa.
Pero el detalle de las unidades, especialmente cuando acercamos la c¨¢mara con la rueda del rat¨®n, es francamente espectacular. Y poder ver como despliegan sus poderes las unidades como Gandalf (en la Guerra del Anillo) con el ataque de rel¨¢mpagos o Arwen con sus inundaciones no tiene desperdicio. Impresionante tambi¨¦n el ataque de los Haradrim montados en los mumakil, esa especie de elefantes inmensos que aparecen en la tercera entrega de las pel¨ªculas. Excelente colorido y magn¨ªficas animaciones.
El dise?o de los escenarios est¨¢ tambi¨¦n muy bien conseguido, desde las casas colgantes de Caras Galadhron (custodiadas por Haldir de Lorien, el h¨¦roe olvidado primero en caer en la campa?a del mal, protegiendo con sus galadhrim a Galadriel y Celeborn), hasta la mism¨ªsima Dol Guldur, la fortaleza en la que los elfos combatieron a Sauron en los libros originales de Tolkien (y no en el Abismo de Helm). Bosques, praderas (la Comarca), terreno monta?oso, nieve, piedra? todo est¨¢ perfectamente representado en pantalla y es una delicia observarlo con detalle.
Manejaremos a todos los h¨¦roes de la primera parte, fuera de las campa?as principales, y a muchos otros que puede que la mayor¨ªa no conozcan: desde Gloin (el padre de Gimli), Glorfindel (el que salva a Frodo de los Naz Gul), Thranduil o? Boca de Sauron, por citar algunos. Caracteres especiales como el Balrog, cuya impresionante aparici¨®n dejar¨¢ con la boca abierta a m¨¢s de uno, las sierpes o el mism¨ªsimo Tom Bombadil nos deleitan con gran cantidad de efectos como fuego, distorsiones s¨®nicas, latigazos, part¨ªculas a tutiplen, etc.
Los edificios en el juego se construyen de forma bastante sosa, es cierto, pero se destruyen mucho mejor. Pierden partes de la piedra que forma las estructuras, se incendian y degradan las zonas alcanzadas y en general dan una buena sensaci¨®n de autenticidad. Habilidades como las inundaciones, las lluvias de flechas o el terremoto ponen a prueba la capacidad de recursos de nuestro ordenador, sufriendo alguna que otra ralentizaci¨®n dependiendo del nivel de detalle en pantalla.
Hay poco que decir de los efectos de sonido excepto mencionar la alt¨ªsima calidad de lo que sale por nuestros altavoces, con posibilidad de disponer de ello en EAX. No solamente la m¨²sica, sacada de la pel¨ªcula, sino que las voces de los elfos al moverse o la de los trolls de ataque al avanzar. Adem¨¢s, gran traducci¨®n y doblaje de todos los textos al castellano, algo a lo que lamentablemente nos estamos acostumbrando que no ocurra.
Jugabilidad
El Se?or de los Anillos: Batalla por la Tierra Media 2 se juega como la mayor¨ªa de t¨ªtulos de estrategia en tiempo real que hay hoy en d¨ªa en el mercado. Eso implica necesariamente que se dispone de una cantidad m¨¢s o menos limitada de recursos, la posibilidad de construir estructuras en el mapa que nos aportan una serie de bonificaciones y fabricar unidades de distinto tipo con las que aniquilar completamente la facci¨®n enemiga.
Tenemos tres posibilidades distintas de juego: una es jugar una escaramuza r¨¢pida contra el ordenador o contra uno o varios amigos a trav¨¦s del online. La segunda es participar en las campa?as para un solo jugador que incorpora: la campa?a del bien y la campa?a del mal. La ¨²ltima es someternos a un juego mucho m¨¢s estrat¨¦gico al estilo Risk basado en turnos (pero no como el que vimos en la anterior entrega) ambientado en la Tierra Media en el que conquistaremos territorios y en el que nuestro cometido ser¨¢ eliminar al enemigo en la llamada Guerra del Anillo.
A excepci¨®n de esta ¨²ltima, que la mencionaremos en un apartado aparte, apareceremos en el mapa con la obligaci¨®n de crear una base y distribuir nuestras unidades. Para ello deberemos construir fortalezas para protegernos, edificios de reclutamiento de recursos (granjas, cuevas, minas?) o para entrenar unidades (fisuras de trolls, praderas, etc.). Ninguna es dependiente de la otra, con lo que podemos empezar el juego directamente sin construir ninguna 'base' y pasando a la fabricaci¨®n de unidades.
M¨¢s vale construir una fortaleza, sin embargo, ya que es la ¨²nica fortificaci¨®n capaz de reclutar constructores. ?sta puede actualizarse con bastantes mejoras, al igual que las otras. Las estructuras ganan niveles bien aportando nosotros dinero o bien con el paso del tiempo, pasando a producir m¨¢s y mejor. Destaca que la implantaci¨®n de edificios de recolecci¨®n, como los ¨¢rboles Mallorn o una mina, ganan efectividad dependiendo del lugar donde se ubican y siempre con una separaci¨®n entre ambos, intentando as¨ª que el jugador disperse sus bases.
Pueden producirse un n¨²mero bastante limitado de tipos de unidades, pero la cantidad viene determinada por los puntos de mando que se dispongan en ese momento. Cuando se entrena un batall¨®n, ¨¦ste funciona como un solo miembro (aunque est¨¦ formado por una veintena de arqueros), lo que resta flexibilidad de manejo pero a?ade cantidad. Se pueden formar grupos como de costumbre y pulsando los dos botones del rat¨®n se organizan autom¨¢ticamente las tropas de forma estrat¨¦gica (caballer¨ªa o infanter¨ªa delante, arqueros detr¨¢s, armas de asedio al final).
Tanto los batallones como los h¨¦roes, siempre alguno disponible durante todas las misiones del juego, ganan nivel con el transcurso de las batallas. A mayor nivel, mayor el da?o y la salud y en el caso de los personajes con nombre tambi¨¦n se consiguen nuevas habilidades. Elrond convoca torbellinos, Arwen inundaciones, Boca de Sauron inflige da?os terribles a sus v¨ªctimas. Algunos batallones supervivientes conservan su nivel de una misi¨®n a otra, con lo que vale la pena salvaguardarlos.
Al margen de todo esto, a medida que cumplimos objetivos principales y secundarios, ganamos una cantidad de puntos que pueden usarse para obtener habilidades especiales a utilizar en mitad de la batalla. Los integrantes del bien pueden apostar por crear un bosque elfo de la nada o invocar hombres del valle o Dunedain, hasta provocar terribles terremotos e inundaciones, pasando por la aparici¨®n estelar del m¨ªtico Tom Bombadil, que destroza al enemigo mientras canta alegremente.
Las fuerzas de Sauron no se quedan atr¨¢s con las lluvias de flechas, las sierpes, un kraken o incluso al mism¨ªsimo Balrog. Todas esas habilidades tienen contadores que se regeneran con el tiempo, pero las ¨²ltimas est¨¢n absolutamente desproporcionadas: el asalto final a Dol Guldur es posible realizarlo solamente con la suficiente paciencia y usando las habilidades de 20 puntos, esperando a su recarga y dos torbellinos de Elrond acaban con el Balrog, la criatura m¨¢s fuerte que ha pisado la Tierra Media.
El balance de los h¨¦roes, especialmente en las campa?as, est¨¢ muy descompensado. Perdimos a nuestro primer hombre importante (Gloin, nivel 9) durante el tercer asalto de Ebethor, pero en la primera fase por parte del mal Haldir nos oblig¨® a revivir en 4 ocasiones a los Naz Gul y Galadriel extermin¨® a Boca de Sauron. Es cierto que las unidades oscuras son m¨¢s baratas pero los h¨¦roes merecen un poco m¨¢s de trabajo al respecto.
El juego premia poco el hecho de abrirse paso en busca de recursos, ya que en esta ocasi¨®n tenemos libertad de construir donde queramos. Eso hace que generalmente la mejor acci¨®n sea crear una fortificaci¨®n rodeada de una muralla defensiva de tres l¨ªneas y usar las catapultas para abatir al enemigo, en la famosa t¨¦cnica Terran del Starcraft conocida como 'atortugarse'. La formaci¨®n en la que est¨¦n las unidades es poco importante, ya que con un poco de balance y un m¨ªnimo micromanejo arrollaremos al enemigo.
Jugar contra un adversario humano es distinto de hacerlo contra la m¨¢quina, est¨¢ claro, aunque hay que admitir que la inteligencia artificial de ¨¦sta ha mejorado bastante respecto a la primera entrega. En las partidas multijugador de escaramuza se pueden escoger distintos mapas en los que varia la extensi¨®n, pero es frecuente que los jugadores opten por crear todas las unidades posibles antes que fortificarse, debido a la fragilidad de estructuras con el torre¨®n y el mucho mayor alcance de las unidades de asedio.
Hay estructuras en el mapa que pueden capturarse y as¨ª conseguir beneficios, como las torres de fuego, al estilo de los puntos estrat¨¦gicos vistos en Dawn of War. Tambi¨¦n se ha incluido la posibilidad de la batalla acu¨¢tica ya que podremos fabricar barcos (transportes, naves de tormenta, barcos de guerra y barcos de asedio) y llevar la guerra en otra dimensi¨®n. Impresiona el poco uso que se ha realizado de esta funci¨®n en las campa?as, en las que s¨®lo aparece de forma testimonial.
La posibilidad m¨¢s interesante dentro de La Batalla por la Tierra Media 2 es tal vez la llamada 'Guerra del Anillo'. Como hemos anunciado antes, nuestro rol consiste en interpretar a una facci¨®n dentro del bien o del mal para eliminar al oponente del mapa. Dicho mapa consiste en una representaci¨®n de todos los territorios de la Tierra Media en una vista superior de tipo tablero de juego de mesa. De hecho se parece considerablemente a lo visto en Risk, por ejemplo.
En cada territorio generalmente podremos escoger solamente entre construir 2 de estas 4 estructuras fundamentales: una fortaleza, un cuartel donde fabricar tropas, una estructura de producci¨®n de recursos y una de mejora de unidades. Solamente los h¨¦roes pueden avanzar con un ej¨¦rcito a un territorio neutral o enemigo, mientras que las tropas regulares se dedican a defender y el peso de los h¨¦roes en este caso es terriblemente importante para el desarrollo de la batalla.
El juego se desarrolla por turnos en los que se pasa por tres fases: la fase de decisi¨®n, durante la que se construyen edificios y unidades y se env¨ªan de un lugar a otro; la fase de batalla, en la que se resuelven los posibles conflictos que pueda haber cuando dos ej¨¦rcitos se encuentran en combate y la fase de retirada, en la que los h¨¦roes derrotados pueden abandonar la zona de conflicto con el rabo entre las piernas. H¨¦roes que por cierto podremos crear nosotros mismos con un sencillo editor incluido en el juego, aunque est¨¢ muy lejos de los que incorporan otros t¨ªtulos de la misma EA.
Las fases de batalla pueden ser resueltas de forma autom¨¢tica, en la que el ordenador toma una decisi¨®n bas¨¢ndose en la cantidad de tropa, el nivel de las unidades y su tipo y los h¨¦roes y estructuras presentes en el terreno, o bien hacerlo de forma real tomando los mandos de cada unidad como si de una escaramuza se tratara. En este caso contaremos de inicio con las unidades del principio pero podremos construir m¨¢s.
Lamentablemente, en caso de ganar el combate estas unidades 'extra', as¨ª como las fortalezas que hayamos podido construir, no permanecer¨¢n en el mapa y habr¨¢ que construir nuevas tropas y nuevas estructuras de cero, algo que no nos satisface a nivel de realismo. Adem¨¢s, ¨¦stas pueden tardar varios turnos en 'fabricarse' con lo que podemos ser invadidos de nuevo y obligados a repetir el proceso. Es obvio que si queremos un componente estrat¨¦gico al 100% siempre deber¨ªamos optar por el resultado autom¨¢tico, pero si queremos controlar la tierra media es m¨¢s sencillo hacerlo 'a mano'.
Estrategia y trucos
En las campa?as regulares, atrincherarse puede ser la soluci¨®n en la mayor¨ªa de los casos. La IA ataca por oleadas y no tendremos problemas para resistir. Cumplir todos los objetivos adicionales es importante porque da bastantes puntos que utilizaremos para comprar habilidades. En la Guerra del Anillo, participa en todos los combates: es lento, pero es seguro. Si uno tiene la iniciativa en tropas, el rush est¨¢ recomendado. Si no se tiene, no hay que fabricar estructuras: solamente unidades. A destajo.
Comparado con?
La profundidad de juego de BplTM 2 es similar a la que vimos en El Imperio en Guerra. Es un t¨ªtulo de estrategia en tiempo real de los mal llamados 'softcore', de los de mucha espectacularidad pero con poca flexibilidad. Pocos tipos distintos de unidades y un sistema bastante simple de evoluci¨®n dan para poca miga si lo juega un verdadero experto del g¨¦nero. Es inferior a otros juegos del mismo estilo, en este aspecto y bajo nuestro humilde punto de vista, como por ejemplo al impresionante Warhammer 40k: Dawn of War.