Actualmente el g¨¦nero del rol masivo por Internet (com¨²nmente conocido como MMORPG) est¨¢ viviendo uno de sus mejores momentos, sobre todo en Jap¨®n y Corea donde no hay quincena en la que no exista un nuevo t¨ªtulo que permita a sus usuarios enfrentarse entre ellos en la red de las redes (tanto en PC, plataforma en la que comenz¨® esta nueva propuesta hace once a?os con Ultima Online, como en otras plataformas).
Tanto las compa?¨ªas desarrolladoras como las distribuidoras ya han visto esta nueva apuesta como un nuevo fil¨®n a explotar: por un lado se aseguran las ventas de este tipo de t¨ªtulos, casi imposibles de piratear por tener que disponer de un identificador ¨²nico que cada unidad posee. Por otro, si el servidor es propiedad de una de las compa?¨ªas implicadas (como el caso de Square Enix con PlayOnline o Sony con las de Star Wars Galaxies o Everquest), los ingresos por cuota mensual hacen que, a la larga, este tipo de juego resulte m¨¢s rentable que cualquier otro, y a¨²n m¨¢s si continuamente se van desarrollando expansiones o incorporando novedades para incentivar a los usuarios.
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Pero existe un peque?o problema a la hora de afrontar un nuevo t¨ªtulo online ya que es bastante dif¨ªcil innovar en un g¨¦nero tan centrado como es el MMORPG y muchas veces los posibles intentos quedan finalmente en juegos inferiores a lo que se promet¨ªan. Para solventar dichos errores las compa?¨ªas recurren a los 'betatester' en las diferentes fases del juego.
En el caso en el que nos centramos, Fantasy Earth: The Ring of Dominion , tuvo un total de siete meses de pruebas para pulir todos y cada uno de los aspectos del juego hasta su reciente lanzamiento en el mercado japon¨¦s el pasado 26 de febrero. Dados los buenos resultados obtenidos con Final Fantasy XI (como curiosidad, su segunda expansi¨®n: Chains of Promathia fue presentada junto a este juego en septiembre del 2004), no hemos podido resistirnos a hacernos con uno de ellos y a experimentar durante decenas de horas que se siente en un nuevo mundo de magia y fantas¨ªa. ?Habr¨¢ Square Enix acertado de nuevo en la diana?
Un mundo en medio de una guerra
Unos segundos despu¨¦s de desenvolver el paquete con el juego lo primero que un servidor mira en el largo y detallado manual en japon¨¦s -con algunas p¨¢ginas en ingl¨¦s- es el listado de requisitos b¨¢sicos para el juego, dada la experiencia con otros juegos online como World of Warcraft o Final Fantasy XI, de cuyo estudio tambi¨¦n es el presente juego. Sorprendentemente los?requisitos de Fantasy Earth ?no superan a?los anteriores?ya que s¨®lo pide Pentium 4 a 1,3 GHz, 512 MB de memoria principal (recomendado 2 Ghz y 1 GB en cada caso), 3 GBs de espacio duro en disco, DirectX 8,1 o superior, tarjeta de v¨ªdeo de 64 MB VRAM y conexi¨®n a internet de 300 Kbs como m¨ªnimo.
Tras ver que el sistema cumple todos los requisitos procedemos a instalarlo, con unas bellas pantallas en las que observamos unos sencillos artes conceptuales de los monarcas de los cinco reinos principales del juego. Pero antes de comenzar el mismo observamos una espectacular secuencia cinem¨¢tica al nivel que nos tiene acostumbrados Square Enix, con varios monstruos, gigantes, caballeros, personajes y castillos, que a medida que progresemos en el juego iremos descubriendo la funci¨®n de cada uno.
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La historia principal del juego, contada al m¨¢s puro estilo ¨¦pico con caracteres que se van imprimiendo en la pantalla a la par que aparecen im¨¢genes y dibujos conceptuales, es bastante simple al principio pero conociendo a sus creadores es obvio que su complejidad ser¨¢ creciente. El gui¨®n comienza narr¨¢ndonos la actual situaci¨®n de un mundo formado por seis bastos continentes divididos por grandes mares.
Hace muchos a?os todas estas tierras estaban siendo gobernadas por el imperio de Tolkmaiya y cada regi¨®n administrada por diferentes reyes. Pero esa ¨¦poca de plenitud y lujo decay¨® progresivamente hasta que cada uno de los reinos se independiz¨® y empezaron a disputarse el control de las diferentes regiones as¨ª como la central, las actuales tierras de Esucetia, en las que se sit¨²a nuestro principal enemigo, el actual Emperador de Essetia.
Cada uno de los cinco reinos circunvalantes al central tiene diferentes ¨¢reas y fisonom¨ªa respecto a los otros, siendo gobernados por un determinado monarca que vive en la ciudad: el ¨¢rea m¨¢s importante de todo el continente. En estas villas ser¨¢ donde comenzaremos nuestra aventura y donde podremos fundar clanes para colonizar y conquistar las diferentes regiones de cada continente, divididos estos en un total de quince, si bien seg¨²n el servidor al que nos conectemos (estructurados seg¨²n el nivel de los participantes), podr¨¢ llegar a tener un m¨¢ximo de treinta regiones por continente.
Empezando nuestra aventura
Nada m¨¢s comenzar el juego tendremos que escoger uno de los cinco reinos para comenzar, cada uno con un m¨¢ximo de 100 usuarios, divididos en diferentes facciones (como m¨ªnimo dos de hasta 50 jugadores) y clanes, siendo ocho el n¨²mero m¨¢ximo de miembros de estos ¨²ltimos. Cada facci¨®n tendr¨¢ un color con el que se representar¨¢ en el mapa global y simbolizar¨¢ las diferentes regiones que posee y las disputas con otros reinos, siendo ¨¦stas el hilo principal de todo el juego, si bien tambi¨¦n podremos cumplir muchas misiones secundarias, cazar monstruos para conseguir dinero y experiencia y comerciar con otros reinos.
En el momento preciso que escojamos uno de los cinco reinos se nos presentar¨¢ el argumento af¨ªn al mismo. En nuestra primera aventura elegimos el reino de Netsawal, en el continente de Pictorion, el m¨¢s recomendado para aquellos que desconozcan el desarrollo del juego puesto que ser¨¢ el m¨¢s sencillo para comenzar.
Este reino no tiene monarca aparente e incluso la ciudad est¨¢ gobernada por diferentes nobles que discuten continuamente por el regreso del rey y sus propios intereses. Seg¨²n la leyenda el monarca Hyunkel tuvo que exiliarse hace muchos a?os por las continuas disputas entre las tribus b¨¢rbaras que poblaban su reino y los propios humanos. Nuestro objetivo principal ser¨¢ que recupere el trono pero no ser¨¢ una misi¨®n sencilla ya que ninguno de sus s¨²bditos le reconoce debido a una maldici¨®n que le hizo un aspecto de le¨®n humanoide. S¨®lo su querida mujer le identifica y con ella es con quien empezar¨¢ la revoluci¨®n para recuperar lo que es suyo.
Los otros cuatro reinos tambi¨¦n tendr¨¢n sus propias particularidades si bien por el momento no hemos podido descubrirlas del todo. Una de las v¨ªas para hacerlo es empezar una aventura en cada reino. Para ello hay que crearse un nuevo personaje por un coste de 105 yenes al mes (cerca de un euro al cambio), siendo el coste mensual de 1344 yenes (poco menos de diez euros) con derecho a un personaje gratuito. Un coste mensual ligeramente alto pero hay que tener en cuenta que el juego tiene precio abierto, es decir, son las propias tiendas o minoristas quienes fijan libremente su val¨ªa.
Entrando en detalles de cada uno de los otros reinos nos encontramos con el Imperio Elsord, lim¨ªtrofe por la derecha a Netsawal y gobernado por el mago Naius Weiser que hace lustros que lo abandon¨® a su propia suerte debido a unas m¨¢s que sospechosas investigaciones del poder de los cristales, recientemente aparecidos por sorpresa en el mundo y que ser¨¢n uno de los objetos m¨¢s importantes del juego.
Al sur de esta regi¨®n se encuentra el reino de Casedoria, gobernado por la bella elfa Typhalis que continuamente sufre los ataques de otros reinos por conseguir las abundantes fuentes de cristales de su reino. Uno de sus pocos aliados ser¨¢ el reino de Holdein, muy fuerte militarmente hablando y en cuyo trono tambi¨¦n reposar¨¢ una bella f¨¦mina, en este caso la general Wadriti Berkestein Holdein cuyos propios capitanes est¨¢n haciendo complots contra ella y pidiendo tributos ilegales a sus s¨²bditos.
El quinto reino, en donde se encuentra el imperio Gebrand, est¨¢ regido por el malvado y d¨¦spota Raiel Ku'belda, el cual exige m¨¢s dinero a sus ciudadanos del que pueden dar, negando todo tipo de reclamaciones o sugerencias. En ¨¦ste ¨²ltimo podremos seguir las ¨®rdenes de su monarca, teniendo acceso a determinadas misiones y mejoras, o comenzar un levantamiento contra ¨¦l, si bien no ser¨¢ nada f¨¢cil.
Dando forma a un nuevo h¨¦roe.
Como buen MMORPG, tras elegir un destino el juego nos invita a crearnos un personaje a nuestra medida en un completo editor con numerosas opciones. Principalmente podremos escoger entre siete clases diferentes, cada una enfocada a un estilo jugable con tres estilos finales seg¨²n nuestras armas iniciales que delimitar¨¢n en cierta medida nuestras primeras habilidades.
Hay un total de tres elecciones centradas en el uso de la magia: Cl¨¦rigo, que puede utilizar magia blanca y algunos hechizos de la negra; Invocador, que puede usar ambos tipos de magia pero con menos capacidad as¨ª como llamar a algunas de las mejores criaturas; y Guerrero Oscuro (Shadow Walker) que manejar¨¢ como nadie la magia negra, con la que chamuscar, congelar o electrocutar a todo ser, adem¨¢s de poder manejar a una de las mejores bestias.
Los cuatro tipos restantes en cuanto a la elecci¨®n de clase son: Guerrero, muy aptos para?los reci¨¦n llegados al juego?ya que tienen un buen equilibrio entre fuerza y defensa pero a la larga son los menos ¨²tiles; Salvaje, ¨®ptimo para ataques cuerpo a cuerpo y con unos golpes espectaculares; Espadach¨ªn, que ataca con armas blancas y es de los mejores en el campo de batalla; y por ¨²ltimo, Cazador, el mejor para abatir monstruos y conseguir experiencia, dinero y cristales r¨¢pidamente, puesto que su agilidad ser¨¢ sorprendente.
Adem¨¢s habr¨¢ determinados cristales que evolucionar¨¢n temporalmente las clases (por ejemplo, de Guerrero a Caballero Drag¨®n) dependiendo del nivel, estado del personaje y n¨²mero de cristales en dicho momento, dando lugar a un m¨¢ximo de cien posibles nuevas habilidades que s¨®lo podremos ejecutar en un m¨¢ximo de cinco minutos (recomendado hacerlo exclusivamente durantes las peleas).
Para personificar nuestro personaje contamos con un total de siete tipos de cara, siete estilos de pelo, cuatro tipos de cuerpo, cuatro tipos de ojos y otros cuatro de color de piel, adem¨¢s de la obviedad del sexo. No es mucha variedad pero tambi¨¦n dispondremos de un gran cat¨¢logo de vestidos casi ilimitado que depender¨¢ del reino que hayamos elegido. Adem¨¢s Square Enix ha confirmado que mensualmente actualizar¨¢ dicho editor, ampli¨¢ndolo a los gustos que los usuarios soliciten.
Un desarrollo muy original
Creado por fin nuestro personaje llegamos a la ciudad principal del reino de Netsawal poblada por cientos de personajes y que tiene unas dimensiones bastante considerables y en cuyas calles?se encuentran?todo tipo de tiendas, bares, forjas y casas. Lo t¨ªpico de un MMORPG. Tras dar una peque?a vuelta por la ciudad observando la gran belleza de la misma el tutorial del juego nos explica que debemos formar parte de un clan para comenzar la aventura.
Dichos grupos de guerreros (como otros juegos del g¨¦nero) se pueden fundar en los bares o lugares para tal prop¨®sito. Entramos a uno de ellos y nos encontramos con un clan de siete miembros formado por dos magos negros, dos espadachines, una cazadora, una invocadora y un guerrero. Nosotros, al ser de la clase cl¨¦rigo, somos el personaje que le faltaba para estar perfectamente equilibrados. As¨ª pues, tras crearnos un avatar que nos identifique y un nombre: Hordaine, nos abrimos paso a las peligrosas tierras del juego.
Ya dentro del juego, el desarrollo del mismo toma ideas prestadas de conocidos MMORPG pero con algunas ideas totalmente originales, como puede ser la invocaci¨®n de monstruos y la construcci¨®n de edificios por medio de los cristales. Square Enix lo ha denominado como 'MMOARPGxS', es decir: Massively Multiplayer Online Action RPG x Strategy, a?adiendo los factores acci¨®n y estrategia a los del juego a trav¨¦s de Internet. Describamos todos los pasos para tal extravagante propuesta.
Nuestro principal objetivo durante el desarrollo de Fantasy Earth es conquistar el m¨¢ximo n¨²mero posible de territorios, dominados estos por clanes rivales (manejados por la CPU o por usuarios), a la par que adquirir experiencia y mejores armas, para as¨ª poder vencer a los jefes de nivel que se encuentran en los pasos a otros continentes y al central. En ¨¦ste ¨²ltimo nos aguarda nuestro principal enemigo en un territorio en el que no habr¨¢ ciudades para descansar y los monstruos y clanes ser¨¢n much¨ªsimo m¨¢s dif¨ªciles.
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Para conseguir dinero f¨¢cilmente con el que comprar nuevas armas y vestuario, basta con cumplir algunas misiones que nos mandar¨¢n los habitantes de la ciudad, la gran mayor¨ªa consistentes en cazar determinado animal o traer un poco de?alg¨²n tipo de cristal. Para la experiencia, como otros t¨ªtulos del g¨¦nero, s¨®lo habr¨¢ que matar enemigos y monstruos. En el momento que subamos nivel podremos administrar nuestras habilidades y adquirir nuevos ataques (que se ejecutan con las teclas 1 a 8 del teclado num¨¦rico) o mejoras.
Los cristales ser¨¢n el punto fundamental de nuestra aventura y podr¨¢n estar en un determinado lugar o ser movibles, siendo de ocho tipos diferentes, con hasta diez clases de colores que otorgar¨¢n diferentes propiedades. Los inm¨®viles ser¨¢n muy codiciados por los diferentes clanes, ya que cada poco tiempo se repondr¨¢n para extraer del mismo un poco de cristal. Mientras que los m¨¢s peque?os, aquellos que se puedan transportar, aparecer¨¢n de improviso por el escenario. Cada personaje podr¨¢ llevar un m¨¢ximo de veinte cristales, dependiendo del equipo que lleve, si bien existe la posibilidad de que dos usuarios con parecidas facultades puedan portar hasta un m¨¢ximo de cincuenta.
Cuando un jugador lleve un cristal tendr¨¢ un brillo caracter¨ªstico que atraer¨¢ a los monstruos hasta que ¨¦ste lo deje en el refugio de su clan, primer objetivo a?situar tras adquirir un poco de experiencia, puesto que ah¨ª ser¨¢ donde erijamos los primeros edificios. La situaci¨®n de estos es fundamental ya que los terrenos de cada secci¨®n de los diferentes reinos son realmente grandes y en cada uno de ellos pueden coexistir a la vez los cien usuarios m¨¢ximos por pa¨ªs, peleando continuamente por la posesi¨®n de dicha tierra.
Las regiones son muy variadas: tan pronto nos encontramos una formada por cientos de islas que otra con volcanes activos, bosques abruptos, monstruos dif¨ªciles de vencer, monta?as inexpugnables o trampas por el suelo. Todas tendr¨¢n puntos fundamentales como por ejemplo, un paso a las otras regiones colindantes, monstruos a los que cazar y los imprescindibles cristales. Para comenzar las guerras entre facciones necesitaremos edificios e invocaciones, puntos a tratar a continuaci¨®n.
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Construyendo la fortaleza
Para dar forma a uno de los cinco tipos de construcciones hay que reunir un m¨ªnimo de ocho cristales en torno a nuestro primer refugio. Dependiendo del tipo de estos dar¨¢ lugar a un m¨¢ximo de 300 posibles, con diferentes aspectos y propiedades. El primer edificio que deberemos erigir ser¨¢ el Obelisco, ya que ¨¦ste designar¨¢ el terreno en el que podremos levantar nuevas estructuras. Dependiendo del terreno que elijamos los edificios tendr¨¢n m¨¢s o menos defensa o ser¨¢n m¨¢s proclives a recibir ataques enemigos.
Tras?¨¦ste toca reunir m¨¢s cristales para nuestro segundo edificio, en este caso una especie de torre rodeada por un fuerte con el peculiar nombre de 'Vokluftshoppe' con la que podremos invocar Gigantes, una de las mejores y fundamentales bestias de ataque. El tercer edificio ser¨¢ el Altar del Drag¨®n, para invocar?bestias aladas que s¨®lo pueden ser manejadas por los Invocadores.
Controlar a estas bestias es bastante sencillo, ya que les asignamos sencillas ¨®rdenes y tambi¨¦n podemos darlas en tiempo real con las diferentes teclas num¨¦ricas, siendo fundamental en las batallas multitudinarias que pueden reunir hasta un m¨¢ximo de treinta invocaciones por facci¨®n.. El cuarto edificio que erigimos, la Puerta de Hades, tambi¨¦n sirve para llamar a criaturas, aunque en este caso del m¨¢s all¨¢, ya que son Esp¨ªritus del inframundo que s¨®lo pueden ser controlados por los Guerreros Oscuros.
La funci¨®n de la ¨²ltima estructura, la Torre de Vigilancia, es m¨¢s bien defensiva ya que autom¨¢ticamente dispara flechas a los enemigos que se acerquen, adem¨¢s de que en ella podr¨¢n estar uno de nuestros guerreros (fundamentalmente un mago que maneje criaturas). En el momento preciso en que construimos los cinco tipos de edificios se erige autom¨¢ticamente el castillo (s¨®lo uno por clan) en el que podr¨¢n recuperar vitalidad los miembros del grupo y en el caso de ser destruido se dar¨¢ por perdida la batalla.
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Ya hemos nombrado a tres de los cinco tipos de invocaciones -Gigante, Drag¨®n y Esp¨ªritu- pero no as¨ª sus funciones. En el primer caso, los Gigantes tendr¨¢n un movimiento bastante lento pero una gran fuerza bruta y algunas habilidades afines al elemento tierra, como puede ser la habilidad de hacer peque?os terremotos. El Drag¨®n, como es obvio, se mover¨¢ por el aire y podr¨¢ atacar a corta y larga distancia con sus garras o con su llamarada, si bien ¨¦sta no ser¨¢ muy efectiva. En cambio los Esp¨ªritus podr¨¢n cegar a los enemigos y congelarles con su ataque helado.
Las dos criaturas restantes, Caballero y Quimera, s¨®lo podr¨¢n ser llamadas por los Espadachines o los Cazadores, respectivamente, al alcanzar el nivel veinte y encontrarse en un Castillo o un Altar del Drag¨®n en cada caso. El Caballero servir¨¢ fundamentalmente para la defensa, ya que tendr¨¢ un escudo sagrado que aumentar¨¢ dicha capacidad a los usuarios cercanos, aunque tambi¨¦n ser¨¢ muy h¨¢bil en el ataque. La Quimera, en cambio, ser¨¢ capaz de expulsar fuego, hielo y rayos y su poder de devastaci¨®n ser¨¢ fundamental en las contiendas.
?Es hora de la guerra!
En el momento preciso que creemos estar listos para la batalla tendremos que declararla a alguna de las facciones que est¨¦n en nuestra regi¨®n para, con ello, expulsarla de la misma o poder pasar a otra. ?sta comenzar¨¢ cuando cuatro o m¨¢s personas elijan dicha orden y dar¨¢ comienzo una fase previa a la batalla de un minuto de duraci¨®n en la que tendremos que pensar una estrategia o cancelar la guerra, si tres de nuestro grupo no est¨¢n de acuerdo. Cuando d¨¦ comienzo una contienda no podremos empezar otra hasta que la terminemos, por lo que ser¨¢ fundamental pensar adecuadamente a quien nos enfrentamos primero.
Las guerras son la parte m¨¢s divertida y ca¨®tica del juego, fundamentalmente porque enfrentan a muchos personajes y monstruos simult¨¢neamente, siendo preciso que llamemos a estos en dichos momentos, ya que seg¨²n nuestro nivel tendr¨¢n m¨¢s tiempo de permanencia en el escenario. Para acabar con los rivales podremos hacerlo individualmente, en grupo y/o a trav¨¦s de las bestias, pero para ello habr¨¢ que usar perfectamente nuestras habilidades.
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Nuestro principal objetivo ser¨¢ el castillo enemigo y los diferentes personajes que est¨¦n manejando a los monstruos ya que al eliminarlos desaparecer¨¢n estos ¨²ltimos, si bien no hay que olvidarse de cualquier otra fuerza de ataque. La mec¨¢nica de las batallas es tan interesante y novedosa que es dif¨ªcil compararla con la de cualquier juego y es una de las principales apuestas de Fantasy Earth.
Al terminar la misma, momento en el que los enemigos vencidos podr¨¢n unirse a nuestro bando (no a nuestro clan en el caso de que sigamos siendo ocho) o volver a la ciudad, adquiriremos unos puntos de batalla porcentuales al tiempo y dificultad de ¨¦sta. Consiguiendo muchos de estos puntos podremos optar a misiones m¨¢s dif¨ªciles que nos reportar¨¢n mejores objetos, m¨¢s dinero o armas in¨¦ditas.
Como es obvio, comenzar una de estas batallas precisa mucho tiempo de entrenamiento, b¨²squeda de cristales y mejora de armas. Por ejemplo, para dar lugar a nuestra primera contienda tuvimos que jugar durante m¨¢s de diez horas pero a partir de ¨¦sta el juego se hizo m¨¢s ¨¢gil y divertido ya que nos expandimos por nuevas zonas, sin olvidar las anteriores, las cuales pod¨ªan ser vigiladas por miembros de nuestro bando o personajes contratados (estos con un aspecto fantasmag¨®rico).
Sencillo pero bello
Al principio de este impresiones jugables ya mencionamos que Fantasy Earth no requiere de las ¨²ltimas tecnolog¨ªas del mercado y las im¨¢genes que acompa?an al juego dan parte de raz¨®n?a esta afirmaci¨®n,?ya que los personajes, dise?ados con un estilo gr¨¢fico puramente japon¨¦s parecido al manga, han sido creados con diferentes t¨¦cnicas de Cell-Shading. As¨ª que estos no muestran multitud de pol¨ªgonos o incre¨ªbles texturas sino que todo es bastante simple pero a la vez muy colorido y cumple perfectamente su funci¨®n.
La diversidad de regiones es constante y est¨¢n formadas por bellos parajes con cientos de ¨¢rboles, hierbas, rocas, r¨ªos u otros accidentes geogr¨¢ficos que, en algunos casos, se mueven a nuestro paso. Los efectos gr¨¢ficos est¨¢n muy bien conseguidos, con una gran variedad de explosiones o magias e incluso cambio entre el d¨ªa y la noche. Mientras que las animaciones de los personajes son muy notables y variadas, no as¨ª las de las invocaciones o monstruos, si bien estos ¨²ltimos tienen una gran variedad.
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Para diferenciar cada bando en una batalla los colores de sus ropas adquieren temporalmente un color, siendo rojos los que hayan efectuado la declaraci¨®n de guerra y azules los defensores. Lo que realmente sorprende del juego son los enemigos finales o determinadas criaturas de los escenarios, realmente originales y con un gran elenco de golpes. Al ser en esencia un MMORPG ser¨¢ dif¨ªcil encontrar dos personajes iguales, dado que existir¨¢n miles de combinaciones de vestuario y personajes.
La m¨²sica ha corrido a cargo de Hitoshi Sakimoto, compositor de grandes t¨ªtulos como Final Fantasy Tactics, Vagrant Story, los recientes Gradius V y Stella Deus, la saga Ogre Battle y el prometedor Final Fantasy XII, siendo sus melod¨ªas ¨¦picas constantes durante el juego y din¨¢micas seg¨²n el momento o situaci¨®n. Los efectos sonoros cumplen perfectamente, con una gran variedad seg¨²n el tipo de arma o hechizo, mientras que las voces son bastante simples pero muy variadas.
?Lo veremos por aqu¨ª?
Fantasy Earth: The Ring of Dominion ha sido mucho m¨¢s de lo que esper¨¢bamos en un primer momento debido a sus grandes posibilidades de juego y originalidad en las batallas. Como todo buen MMORPG necesita de muchas horas de juego para sacarle toda su esencia, pero realmente es un t¨ªtulo que merece la pena probar si te atrae el g¨¦nero, la estrategia o las batallas multitudinarias. Por el momento no ha sido confirmado para el mercado norteamericano y menos a¨²n para el europeo, pero dado el buen ¨¦xito que est¨¢ consiguiendo en el pa¨ªs del sol naciente y el de Final Fantasy XI a nivel mundial, puede ser una posibilidad.