Electronic Arts sigue con su pol¨ªtica, ofreciendo juegos alternativos, captando la atenci¨®n de los jugadores m¨¢s j¨®venes, ofreciendo t¨ªtulos acorde con una generaci¨®n m¨¢s moderna. Junto a la saga Need for Speed, con sus distintas variantes, especialmente la Underground ambientada en el mundo del tunning, la saga FIFA tambi¨¦n se vuelve callejera con FIFA Street, que regresa con su segunda entrega.
A diferencia de la saga principal de FIFA, donde prima el realismo, la practicidad y la t¨¦cnica, en su eterna pugna contra los PES de Konami, en FIFA Street nos encontramos con f¨²tbol callejero, lleno de trucos a los rivales, donde prima la espectacularidad y la destreza y donde no existen las faltas ni normas, adem¨¢s de grandes variaciones respecto al f¨²tbol que todos conocemos.
Un juego de f¨²tbol... ?o no? FIFA Street 2 no es un juego de f¨²tbol convencional, y eso queda demostrado por su peculiar sistema de juego. Aqu¨ª no hay grandes campos, pases medidos, pases de la muerte, t¨¢cticas, posiciones... esto es f¨²tbol callejero, y as¨ª est¨¢ perfectamente representado, como si de un patio de colegio cualquiera se tratase, en partidos cuatro contra cuatro en escenarios totalmente cerrados.
Esto supone que, para empezar, el bal¨®n no puede salir del campo, por lo que no existen los saques de banda, puerta o esquina. Tampoco hay faltas, por lo que, aunque hagamos volar por los aires a nuestro rival, nadie nos dir¨¢ nada y podremos ser todo lo violentos que gustemos. Es la ley de la calle, esas pachangas de un s¨¢bado por la tarde entre colegas.
Como tal, gran parte de la gracia del juego radica en realizar trucos, dejar sentado al rival, dar toques al bal¨®n, hacer pases y paredes espectaculares, e ir sumando puntos por ello. Por ejemplo, hacerle un 'ca?o' a nuestro rival y dejarle sentado nos puede valer 500 puntos, que se multiplican si se lo hacemos a todos los jugadores del equipo rival, mientras un gol vale s¨®lo 100 puntos.
Por eso, los partidos tendr¨¢n distintas reglas, seg¨²n lo que se acordar¨ªa entre rivales antes del partido. Esto quiere decir que tanto podemos necesitar marcar dos o tres goles para ganar el partido, sin l¨ªmite de tiempo, como conseguir un n¨²mero determinado de puntos haciendo trucos antes que nuestros rivales, o incluso el m¨¢s normal partido en el que ganar¨¢ el que m¨¢s goles marque en un tiempo determinado.
Sin embargo, no todo ser¨¢ tan sencillo como marcar goles, ya que cuando alcanzamos un n¨²mero determinado de puntos podremos, pasando por encima del ¨¢rea iluminada del campo, realizar un especial 'gamebreaker'. Durante su duraci¨®n, seg¨²n los trucos que realicemos y los regates y tiros utilizados, se ir¨¢ modificando el marcador, y si logramos anotar un gol antes de su fin, el marcador se ver¨¢ finalmente modificado.
Es decir, supongamos que vamos perdiendo dos a uno. Pues si en este momento dejamos sentado a alguno de nuestros rivales y regateamos a otro, el marcador 'temporal' se pondr¨ªa dos para nosotros y menos uno para ellos. Si marcamos el tanto, este resultado parcial se suma al total, con lo que nos pondremos por delante por tres a uno, con lo que es importante saber atacar, pero tambi¨¦n defender e intentar evitar dejar mucho tiempo el esf¨¦rico en poder de nuestro rival.
Crea tu propia leyenda Dentro del habitual ca¨®tico sistema de men¨²s de los t¨ªtulos de Electronic Arts, podremos encontrarnos con un modo de juego en el que deberemos forjarnos nuestra propia leyenda callejera. Crearemos nuestro perfil e iremos avanzando desde lo m¨¢s bajo, avanzando por diversos partidos y participando en campeonatos a los que iremos siendo invitados seg¨²n progresemos.
Con los puntos ganados tras cada partido, iremos mejorando a nuestro jugador, aument¨¢ndole habilidades tales como velocidad, fuerza, trucos, defensa o tiro. Seg¨²n va mejorando, ir¨¢ subiendo su nivel, como si se tratase de un RPG, y cuantos m¨¢s partidos, m¨¢s puntos y m¨¢s mejora. Empezaremos nuestra andanza por las calles como invitado, pero seg¨²n avancemos tendremos nuestro propio equipo.
Se trata de un modo de juego bastante largo, que se presenta en forma de partidos pero que, al estar determinados por una determinada forma para conseguir la victoria, en realidad estamos ante peque?as pruebas de habilidad. Al acabar un torneo en su totalidad, iremos desbloqueando nuevos objetos con los que personalizar a nuestros personajes.
Jugadores reales En las calles puede jugar cualquiera, y d¨®nde estar¨ªa la gracia de gozar de una licencia FIFA si no se hubiese explotado como se merece. Por esto mismo, nos encontramos con la posibilidad de jugar con una serie de selecciones, con sus correspondientes jugadores reales que han cedido su imagen para hacer aparici¨®n n este t¨ªtulo.
De este modo, por ejemplo la selecci¨®n espa?ola, est¨¢ compuesta por Casillas, Puyol, Torres y Ra¨²l. En el resto de equipos encontramos estrellas tan famosas como Henry, Ronaldinho, Nedved, Ibrahimovic, Zidane o Etoo, y cada uno de ellos tiene un movimiento ¨²nico en el que, adem¨¢s, se deja entrever un cierto sentido del humor, como en el caso de Figo, con su especial 'Dos ciudades'.
Apartado t¨¦cnico Este apartado es complicado de analizar en este FIFA Street 2. Gr¨¢ficamente el juego ofrece un trabajo notable, aceptable, pero que tampoco destaca especialmente. Los jugadores reales, por ejemplo, se parecen por ratos a sus equivalentes, mientras parecen unos cualquiera en otras ocasiones. Sin embargo, las animaciones generales de todos los personajes est¨¢n m¨¢s logradas que en la primera entrega.
Los escenarios, que son bastante variados, lucen s¨®lidos, aunque poco que destacar en ellos, ya que son cerrados y tan s¨®lo lucen paredes y suelo. El aspecto general del juego es desenfadado, y esto se deja ver en numerosas ocasiones, como en los men¨²s, los sistemas de recuento de puntos tras los partidos o incluso en los piques entre jugadores tras los encuentros.
Destaca en este apartado los completos editores de personajes y escenarios, ya que en el modo de crear nuestra leyenda callejera tendremos que crear a nuestro jugador y el campo que ser¨¢ nuestra 'casa'. Siguiendo la estela de los Sims, este sistema de edici¨®n satisfar¨¢ a los jugadores que m¨¢s disfruten creando a sus conocidos o el campo del parque de al lado de su casa.
En el apartado sonoro, la banda sonora est¨¢ bastante bien, y roza tambi¨¦n a un nivel notable, mucho mejor que en la primera entrega. Destaca especialmente en los efectos sonoros, ya que en cada ciudad nos encontraremos con comentarios de ¨¢nimo en el idioma de la ciudad en que nos encontremos, todos muy del estilo callejero que no desentonan con el estilo del juego.
En cuanto a la jugabilidad, mucho hay que decir, y lo cierto es que en cuanto a trucos, el juego est¨¢ m¨¢s que bien surtido, pero que destaca el extra?o sistema en que se llevan a cabo. Si bien la idea consiste en pulsar un bot¨®n y hacer distintas combinaciones con un stick, a la hora de la verdad, pulsando un simple bot¨®n se realiza un 'truco aleatoriamente', de modo mucho m¨¢s sencillo, pero que inutiliza el otro sistema.
Adem¨¢s, a la hora de enfrentarnos a nuestros rivales, por ejemplo en un reto de ganar puntos, a veces podemos plantarles cara, pero la m¨¢quina en ocasiones no se queda corta demostr¨¢ndonos que nos puede dejar en evidencia en diez segundos con un buen combo de puntos. Esto a veces puede desesperar, aunque tambi¨¦n puede picar a seguir intent¨¢ndolo una y otra vez.
En general, el juego no es dif¨ªcil, y tampoco es especialmente variado, ya que gran parte de los partidos se resuelve haciendo siempre lo mismo. Pero, ?es esto verdadero f¨²tbol? Resulta extra?o quedarse media hora haciendo trucos y luego no tener casi opciones de variedad de tiros a puerta, y el sistema de 'gamebreaker' es sorprendente pero desesperante por su capacidad para restar goles o sumar varios de golpe.
Comparativa PS2/XBOX/GC Las tres versiones son pr¨¢cticamente id¨¦nticas, salvando alguna leve diferencia gr¨¢fica que no llega a ser realmente significativa. La gran diferencia radica en que tan s¨®lo la versi¨®n de la consola de Sony ha visto sus textos y voces adaptados a nuestro idioma, mientras en las otras dos deberemos conformarnos con el idioma de Shakespeare.