El estudio Deep Red Games nos trae un nuevo videojuego, encuadrado en el mundo de los simuladores conocidos popularmente como Tycoon. Se trata de construir Nueva York distrito por distrito, centr¨¢ndonos en la gesti¨®n empresarial. Un negocio que sale bastante rentable y al que puede apuntarse cualquier jugador. S¨ª, s¨ª, hasta t¨² que nunca has jugado a un simulador de esta ¨ªndole.
Nueva York, una jungla por construir. Este podr¨ªa ser perfectamente el eslogan que publicitase el reto que nos proponen desde Deep Red Games. En cualquiera de los dos modos de juego disponibles, nuestra misi¨®n ser¨¢ encarnar a un magnate de las finanzas que se encargue de edificar viviendas, comercios y servicios logrando el suficiente beneficio para encaramarse a lo m¨¢s alto del Top 10 de ricos de Nueva York.
Como es l¨®gico, ser¨¢ conveniente tener la suficiente vista empresarial para colocar cada uno de los edificios en su lugar conveniente, de modo que arrojen dividendos para seguir invirtiendo y expandir nuestro propio imperio. Lo que m¨¢s nos llamar¨¢ la atenci¨®n a priori, ser¨¢ el estupendo detalle con el que se ha representado todos y cada uno de los doce distritos que componen Manhattan. El motor gr¨¢fico es el m¨¢s potente que recuerdo en un juego de tales caracter¨ªsticas. As¨ª da gusto construir.
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En el modo de juego principal, llamado 'Construye Nueva York' (muy original), partiremos del distrito de Greenwich Village, el m¨¢s modesto de los que nos encontraremos en Tycoon City New York (TCNY a partir de ahora). En este distrito abundan los universitarios, as¨ª que edificaremos con miras al p¨²blico joven.
Conforme vayamos construyendo pisos de estudiantes, cafeter¨ªas, videoclubs y discotecas, iremos ganando d¨®lares y se nos plantear¨¢n los primeros objetivos. Tales metas nos permitir¨¢n mejorar y ?tunear' cada vez m¨¢s nuestros negocios, lo cual incrementar¨¢ la clientela y por consiguiente su beneficio.
Desde construir una cadena de cafeter¨ªas que agoten las reservas de caf¨¦ del pa¨ªs, hasta mejorar el parque local contratando a malabaristas y violinistas a la vez que lo embellecemos. A medida que vayamos cumpliendo estos objetivos se desbloquear¨¢n, uno por uno, los distritos restantes. La dificultad de las metas ir¨¢ progresando, as¨ª como la resistencia que opondr¨¢n los empresarios que tendremos por competidores. ?O no es as¨ª?
Nueva York es muy grande. Y tiene cabida para muchos magnates de la construcci¨®n, los cuales ir¨¢n edificando a la vez que nosotros, haci¨¦ndonos la competencia. Pero en la pr¨¢ctica apenas nos incomodar¨¢n? y si poseen un negocio que reporte mucho dinero, lo compramos y punto. No suelen influir todo lo que se espera, no entran en negociaciones ni son lo bastante listos como para quitarnos clientela de nuestros comercios estrella.
As¨ª pues, nuestra mayor preocupaci¨®n ser¨¢ tener contentos a la m¨¢xima cantidad posible de ciudadanos. Cada persona es importante, y lleva a cuestas un buen n¨²mero de estad¨ªsticas, como los lugares que visita, su opini¨®n y su mayor necesidad. Resulta divertido seguir a una persona para ver qu¨¦ le gusta hacer.
En la pr¨¢ctica, la mec¨¢nica del juego resulta demasiado directa, derivando en una excesiva simplicidad para tratarse de un simulador. Construimos y tuneamos, dejamos pasar el tiempo mientras admiramos un bonito atardecer y recogemos el beneficio. Y seguimos construyendo. Todo es bonito: no tenemos que pagar impuestos ni se pueden variar los precios de nuestras tiendas; ni siquiera podemos construir nuevas carreteras o modificar el terreno edificable, cuadriculando mucho el desarrollo de la partida.
Sin embargo, la verdad que resulta bastante divertido levantar Nueva York. A medida que desbloqueamos barrios y vemos sus nuevos edificios, da gusto construir y personalizar cines, teatros, lofts y edificios emblem¨¢ticos de la isla de Manhattan. La ciudad parece viva porque los ciudadanos se dejan ver en masa, piensan, opinan y consumen. Y est¨¢ al alcance del jugador m¨¢s casual. Mala noticia para algunos, buena para otros.
g r ¨¢ f i c o s?? y?? s o n i d o
El engine gr¨¢fico de TCNY es de lo mejor que hayamos podido ver en el g¨¦nero del Tycoon. La c¨¢mara nos permite movernos a nuestras anchas por toda la isla de Manhattan, posibilitando tanto preciosas panor¨¢micas como zooms al m¨¢ximo detalle.
Las texturas que recubren todos y cada uno de los edificios que construiremos rayan a buen nivel; el motor gestiona efectos de iluminaci¨®n din¨¢mica -muy b¨¢sica, eso s¨ª-, pero sobre todo destaca la gran cantidad de elementos que veremos en pantalla, ya que a la gran cantidad de estructuras que pueblan cada barrio tenemos que unir la circulaci¨®n constante de veh¨ªculos y peatones.
Hay que destacar que para embellecer a¨²n m¨¢s el resultado visual, cada uno de los distritos posee su propio estilo arquitect¨®nico, diferenci¨¢ndose unos de otros. Y es que no es lo mismo un loft bohemio del barrio del Soho que un enorme rascacielos c¨¦ntrico en Times Square. Realmente digna de menci¨®n la variedad de edificios, comercios y monumentos.
Por ¨²ltimo, destacar que con tal cantidad de personas deambulando por el barrio, el motor est¨¢ bastante optimizado y como Shakira, exhibe una envidiable fluidez de movimientos.
En cuanto al audio, la banda sonora brilla por su ausencia, ya que s¨®lo escucharemos una melod¨ªa algo machacona en el men¨² principal. De todas formas, para sustituir a la m¨²sica de fondo, cada vez que nos acerquemos a un edificio u otro podremos escuchar sonidos caracter¨ªsticos, como un viol¨ªn franc¨¦s en un restaurante gabacho, o el claxon de los coches en un atasco.
g u i ¨® n
Partiendo de humildes or¨ªgenes, tu labor como rey de las finanzas ser¨¢ construir, mejorar y personalizar Nueva York hasta llegar a la cima. Contempla a miles de personas vivir sus vidas, escucha sus necesidades e intenta hacerlas felices. Desarrolla doce barrios distintos de Manhattan con estilos arquitect¨®nicos aut¨¦nticos, lugares emblem¨¢ticos y atracciones tur¨ªsticas de nivel mundial.
j u g a b i l i d a d Todo simulador que se precie debe tener una interfaz bonita, completa y efectiva. Este quid de la cuesti¨®n est¨¢ bien resuelto en TCNY. La interfaz se divide en cinco partes: estad¨ªsticas generales de Nueva York, detalle del edificio seleccionado, riquezas del jugador, filtros y noticias importantes.
Se maneja por iconos y es bastante intuitiva; adem¨¢s no desluce la impresi¨®n visual. Tambi¨¦n tiene puntos negros, por ejemplo, el apartado de filtros. Aplicando filtros podemos ver de un r¨¢pido vistazo qu¨¦ edificios poseemos, la cantidad de beneficio que aportan o aquellos a los que pueden aplicarse mejoras. Pero no podemos aplicar dos filtros a la vez, as¨ª que es imposible saber cu¨¢les de los edificios que poseemos necesitan mejoras.
Salvando alg¨²n detalle, TCNY se maneja bien y desde el principio. La macrogesti¨®n se impone por k.o. a la microgesti¨®n, as¨ª que no es necesaria una interfaz minimalista. Una vez metidos en faena, la impresi¨®n jugable va de m¨¢s a menos. A las primeras de cambio somos capaces de controlar todos los aspectos de juego, flipamos con el primer distrito que construimos y nos engancha el ir desbloqueando nuevos edificios.??
Con el tiempo, descubrimos que la cosa no ha cambiado apenas; cuesta m¨¢s tiempo ganar dinero, pero lo seguimos ganando sin apenas despeinarnos. Y lo peor es que no lo perdemos. No pagamos impuestos, no hay crimen ni extorsi¨®n, no existe la inflaci¨®n ni la fluctuaci¨®n de precios. L¨®gicamente la cosa pierde mucho inter¨¦s conforme pasa el tiempo. Sin embargo, la mec¨¢nica de desbloquear distritos y estructuras enganchar¨¢ a los que no busquen un simulador complejo.
e s t r a t e g i a?? y?? t r u c o s La manera m¨¢s r¨¢pida de avanzar y ganar dinero es resolver todos los objetivos que nos ir¨¢n apareciendo. Dar prioridad a la construcci¨®n de edificios que resuelvan estos retos.
Por regla general no nos faltar¨¢ el dinero, pero si necesitamos construir costosas estructuras, lo mejor ser¨¢ vender aquellos edificios que no generen beneficio. Para ello utiliza el filtro de beneficios y vende todo lo que est¨¦ en rojo.
e n l a c e s -?P¨¢gina web sobre el juego .
m a n u a l
El manual es bastante escueto y consta de 20 p¨¢ginas. En el folleto se explica brevemente los objetivos del juego y los controles del mismo. En la versi¨®n que poseo el manual iba incluido en formato PDF dentro del CD-Rom, pero desconozco si la versi¨®n final lo incluir¨¢ en formato impreso.
c o n c l u s i ¨® n Los extraordinarios de TCNY gr¨¢ficos plasman con bastante acierto la diversidad de los distintos barrios de Nueva York, dando una primera impresi¨®n sobresaliente, pero pierde bastante fuelle conforme nos adentramos en su mec¨¢nica, demasiado superficial para lo que esperamos de un simulador Tycoon.
Los jugadores m¨¢s experimentados notar¨¢n una simulaci¨®n demasiado light, aunque merece la pena probarlo. Sin embargo, es la ocasi¨®n perfecta para aquellos que nunca se hayan acercado al g¨¦nero.
l o? m e j o r -?Ning¨²n simulador ofrece una mejor representaci¨®n gr¨¢fica que TCNY. -?La simplicidad de su mec¨¢nica hace que sea posible dominarlo desde el principio. -?La cantidad de edificios, distritos y metas por desbloquear llega a enganchar. -?Bien optimizado.
l o? p e o r -?La simulaci¨®n econ¨®mica es demasiado superficial y poco realista. -?Los constructores adversarios no son demasiado listos. -?Se ha minimizado demasiado la microgesti¨®n.