Rise of Nations: Rise of Legends, Impresiones

Rise of Nations result¨® ser todo un ¨¦xito hace unos a?os. Justo cuando los juegos de estrategia en tiempo real se consolidaban poco a poco sobre engines que generaran gr¨¢ficos en tres dimensiones, el estudio Big Huge Games, apadrinado por Microsoft, apostaba por la tecnolog¨ªa tradicional de las dos dimensiones. Casi sin hacer ruido, Rise of Nations puso en liza una mec¨¢nica de juego que segu¨ªa los pasos de los cl¨¢sicos del g¨¦nero.

Aparentemente similar a Age of Empires, el juego resultaba ser mucho m¨¢s complejo que el producto de Ensemble Studios, ya que ahondaba en el sistema de comercio, as¨ª como en el desarrollo de tecnolog¨ªas, personalizando a cada naci¨®n con gran acierto. Sin embargo, el uso del concepto de los territorios era lo que m¨¢s destacaba en Rise of Nations, concepto desenterrado desde las entra?as de Z, juego de los Bitmap Brothers.

A?os m¨¢s tarde, Big Huge Games vuelve a hacer uso de la metodolog¨ªa l¨²dica que le dio tantas alegr¨ªas, aunque ha buscado un marco distinto que sea el factor m¨¢s importante para hacer de Rise of Legends el nuevo pelotazo de la estrategia. Os cuento un poco m¨¢s.

Fantas¨ªa a raudales

La acci¨®n de Rise of Legends se desarrolla en un mundo imaginario llamado Aio. En ¨¦l conviven tres grandes fuerzas claramente diferenciadas. Tres civilizaciones dise?adas partiendo de un pu?ado de buenas ideas, con el gran objetivo de lograr la sensaci¨®n de que jugamos a algo nuevo. La beta a la que he tenido acceso me permit¨ªa jugar unas cuantas escaramuzas con dos de las tres civilizaciones que incluir¨¢ el juego final: los Vinci y los Alim. Ciertamente tengo que decir lo gratamente sorprendido que qued¨¦ en las primeras tomas de contacto. El dise?o art¨ªstico es digno de alabanza y se desmarca de la t¨ªpica y t¨®pica representaci¨®n de ¨¦pocas hist¨®ricas.

Vamos con las tres razas Imaginaci¨®n al poder para la naci¨®n Vinci, que se basa en la tecnolog¨ªa aplicada de los mejores dise?os de cierto genio llamado Leonardo da Vinci. Un ej¨¦rcito de hombres que utilizar¨¢n robots, mechas, artilugios voladores y todo un arsenal mec¨¢nico que os dejar¨¢ con la boca abierta.

Por otro lado, la raza de los Alim, raza guerrera proveniente del desierto. Con estructuras de un inconfundible estilo persa, los Alim basan sus poderes en la magia del fuego y del viento. Cuentan con la ayuda de los Djinns, demonios cuyo poder m¨¢gico se convertir¨¢ en la punta de lanza de su ataque. Los Alim tambi¨¦n cuentan en sus filas con criaturas del desierto tales como escorpiones gigantes.

La historia principal de Rise of Legends har¨¢ que la inevitable confrontaci¨®n entre Vinci y Alim derive en un matrimonio de conveniencia para poder borrar del mapa a la amenaza que supone la tercera raza en discordia, los Cuotl.

Por desgracia no os puedo contar demasiado de esta ¨²ltima raza, ya que ha sido la ¨²ltima en ser implementada y no estaba disponible en la beta que he podido probar. Sin embargo, os puedo adelantar que su concepto resulta muy interesante: se trata de un grupo de alien¨ªgenas cuya aeronave se estrell¨® en el planeta Aio, quedando aislados de su origen. Su mayor preocupaci¨®n ser¨¢ explotar los recursos del entorno para escapar de all¨ª.

La tecnolog¨ªa de los Cuotl es muy avanzada y se presentan como dioses superiores que reclutan adeptos para ponerlos a su servicio y arrasar con todo aquel que se le oponga. Las estructuras que levantar¨¢n se asemejan a las construcciones mayas, confiriendo un tono bastante ex¨®tico a una civilizaci¨®n cuyos poderes son superiores a los de las otras dos.

Llegados a este punto, el mayor quebradero de cabeza que se les presenta a los chicos de Big Huge Games consiste en el equilibrio entre las tres razas. El crecimiento de todas ellas se basa en la extracci¨®n y acumulaci¨®ndel recurso principal, el Timonium. Sin embargo, los Alim y los Vinci necesitan oro para adquirir estructuras y convocar h¨¦roes, mientras que los alien¨ªgenas se centran en acumular grandes cantidades de energ¨ªa, tarea que llevar¨¢ bastante tiempo pero que permitir¨¢ que los Cuotl en persona aparezcan como dioses e impongan su potencia.

En resumen, tendremos una maquinaria perfecta por un lado, magia y fuerza por otro, y una sofisticada tecnolog¨ªa extraterrestre que amenaza con dominar a las otras dos. Prometedor.

Aspecto externo

El motor gr¨¢fico que utilizar¨¢ Rise of Legends es much¨ªsimo m¨¢s potente que el del anterior juego de la compa?¨ªa. Esta vez, todo se mover¨¢ en tres dimensiones, como era de esperar. La calidad del concepto art¨ªstico del juego se apresta a que el engine gr¨¢fico pueda lucirse a la hora de implementarlo en pantalla.

Sin embargo, debo decir que en la beta que he probado, los gr¨¢ficos no son todo lo espectaculares que se podr¨ªa esperar, y el rendimiento es bastante malo. El segundo punto es perfectamente achacable al estado beta del juego y que seguramente mejorar¨¢n en la versi¨®n final. Respecto al detalle gr¨¢fico, espero que est¨¦ a la altura del resto del juego en la versi¨®n final.

Una base bien conocida

Aunque a¨²n faltan unas semanas para que el juego est¨¦ en la calle, os puedo anticipar que Rise of Legends hereda bastantes cosas de Rise of Nations, en lo que a jugabilidad se refiere. El sistema de desarrollo de tecnolog¨ªas es id¨¦ntico, con cuatro ramificaciones distintas. Tambi¨¦n volver¨¢ a repetirse la importancia de los territorios y su expansi¨®n, con la consiguiente bonificaci¨®n a las unidades que se encuentren jugando en casa.

En cuanto al tema de los recursos, se reducen a dos. El recurso principal se encontrar¨¢ en los yacimientos de Timonium, como ya hemos comentado. Recursos secundarios ser¨¢n el oro y la energ¨ªa, dependiendo de la civilizaci¨®n escogida.

El sistema de construcci¨®n de ciudades se implementar¨¢ de forma modular. As¨ª, podremos escoger entre ampliar con m¨®dulos militares, de comercio o de investigaci¨®n, dependiendo del campo en el que nos queramos centrar. Tales m¨®dulos crean un efecto visual bastante conseguido.

Rese?ar tambi¨¦n la inclusi¨®n de h¨¦roes como unidades m¨¢s destacadas de nuestro ej¨¦rcito, con habilidades caracter¨ªsticas, de forma similar a como ocurre en otros t¨ªtulos del g¨¦nero. Por otra parte, se premiar¨¢ a los jugadores que consigan la supremac¨ªa en distintos aspectos del juego, como a la hora de conquistar m¨¢s ciudades neutrales o disponer del mayor ej¨¦rcito del campo. Ello reportar¨¢ una serie de ventajas que pueden resultar decisivas para la suerte de la partida.

Naciones y leyendas

Se espera mucho de los creadores de Rise of Nations. Como es de costumbre, la comunidad de jugadores que arrastra el juego esperan ansiosos para pasarse a la nueva creaci¨®n de Big Huge Games. Para no defraudarlos, el estudio que apadrina Microsoft no escatimar¨¢ en el apartado multijugador del t¨ªtulo. Se est¨¢ trabajando especialmente en el sistema automatizado que buscar¨¢ jugadores de nivel parejo al nuestro, al m¨¢s puro estilo del Matchup de Warcraft III.

Conforme vayamos haciendo carrera en el modo online, iremos ganando puntos de experiencia otorgados en funci¨®n de nuestra habilidad al jugar. Adem¨¢s de servir para darnos un ranking mundial, tambi¨¦n nos otorgar¨¢n otras ventajas que premiar¨¢n a los jugadores m¨¢s h¨¢biles. Ya se sabe que el multijugador es esencial en un t¨ªtulo de estas caracter¨ªsticas. En un juego tan esperado como este Rise of Legends, parece que se cuidar¨¢ al m¨¢ximo.

El esfuerzo creativo que han realizado los dise?adores del juego parece estar a la altura de lo que se esperaba. Ahora s¨®lo queda refrendar el nivel del programa cuando nos llegue la versi¨®n final. Queda ver si el apartado gr¨¢fico lograr¨¢ estar a la altura, si la campa?a resulta interesante de verdad, si se logra finalmente la perfecta armon¨ªa entre las civilizaciones y si el multijugador logra funcionar. Mucha tela que cortar todav¨ªa. Nos vemos en el an¨¢lisis.