Drag¨®n guerrero

Viejo conocido

El Drakengard lanzado hace 2 a?os cosech¨® cr¨ªticas bastante uniformes en cuanto a su calidad y realizaci¨®n. El primer juego de Square-Enix en el terreno de la acci¨®n multitudinaria result¨® una interesante mezcla de conceptos aparentemente tan lejanos como la serie Dynasty Warriors y el legendario Panzer Dragoon. Si a la mezcla le a?adimos un toque RPG marca de la casa nos queda un interesante combinado, que supuso el primer paso de la compa?¨ªa en un terreno hasta entonces desconocido para ellos.

Bajo todo esto se oculta un producto bien hecho, aunque sin grandes alardes ni de originalidad ni de poder¨ªo tecnol¨®gico. Por supuesto, todo esto se suple con una historia amplia y entretenida en la que la personalidad y motivaciones del protagonista cobran especial relevancia. Como dato curioso, durante el desarrollo de la aventura encontraremos muchos de los estereotipos de personajes utilizados por la compa?¨ªa en sus productos.

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Caballeros del sello

En ausencia de los custodios, comienzan a ocurrir extra?os sucesos en los diferentes distritos lo que har¨¢ que debamos internarnos en ellos. Una vez all¨ª seremos testigos de c¨®mo gira la trama seg¨²n los acontecimientos que se van desarrollando y que sit¨²an a Nowe en un inc¨®modo lugar. En todo momento contaremos con el drag¨®n Legna, que nos servir¨¢ tanto para usos militares como para ofrecernos consejos en los momentos de indecisi¨®n.

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Como hemos apuntado, Drakengard 2 no se basa en un espectacular apartado t¨¦cnico. Lo cierto es que el nivel visual es simplemente aceptable, lejos de los t¨ªtulos punteros en la consola. El conjunto final es satisfactorio aunque pecando de simplista en la mayor¨ªa de sus puntos. Desde luego no es un t¨ªtulo cuyo apartado gr¨¢fico resulte impactante desde el principio, aunque tiene detalles destacables como veremos a continuaci¨®n.

Uno de los puntos m¨¢s contradictorios es el del modelado de los personajes. Por un lado, los protagonistas gozan de un aire muy estilizado, con modelos de alta poligonizaci¨®n y texturas simplemente aceptables. Por otro lado, los enemigos muestran una repetici¨®n m¨¢s que alarmante de modelos, as¨ª como tambi¨¦n se repetir¨¢n los de los aliados con los que nos encontraremos durante nuestras aventuras. Es por ello que una vez en el campo de batalla asistiremos a toda una guerra de clones entre los que se encontrar¨¢ nuestro personaje. Desde luego se echa en falta una mayor variedad de enemigos y sobre todo una mayor alternancia en los mismos, de forma que no nos encontremos con m¨¢s de cien monstruos iguales unos al lado de otros.

Los escenarios son tambi¨¦n un apartado contradictorio, sobre todo los que nos permiten intercambiar entre recorrerlos a pie o montar en Legna. En estos casos, la amplitud es m¨¢s que suficiente ya que incluso con el drag¨®n nos costar¨¢ cierto tiempo movernos por ellos. La simplicidad ser¨¢ la t¨®nica de este tipo de mapeados, donde no veremos apenas elementos m¨®viles de ning¨²n tipo y las posibilidades de interacci¨®n ser¨¢n muy reducidas. La distancia de dibujado es alarmantemente corta, muchas veces minimizada a¨²n m¨¢s bajo el argumento de encontrarnos rodeados de niebla. Esto mejora un poco en las fases a¨¦reas, lo que resulta totalmente necesario para movernos c¨®modamente por el entorno.

Sin duda el punto m¨¢s destacable es el de los efectos visuales, espectacularmente representados. Tanto los juegos de luces producidos por nuestros ataques como los efectos de los poderes m¨¢gicos gozan de un nivel muy alto. Destaca el efecto de desenfoque producido por ciertas magias as¨ª como cuando solicitamos montar en Legna. La representaci¨®n del fuego de nuestro drag¨®n tambi¨¦n es muy realista, aunque ciertos efectos de part¨ªculas, como los chorros de lava, presentan un acabado menos remarcable.

Sonido y Efectos FX

El sonoro es uno de los aspectos m¨¢s cuidados del t¨ªtulo, a pesar de que la variedad en cuanto a temas musicales es escasa. Las existentes son melod¨ªas de corte muy ¨¦pico, similares a las utilizadas habitualmente por la compa?¨ªa para sus RPG. En todo momento tendremos la m¨²sica como acompa?amiento a un volumen bajo, en detrimento de los efectos sonoros. Las canciones ir¨¢n cambiando seg¨²n nos movamos de fase y si estamos combatiendo en una zona exterior o interior. En determinados momentos se har¨¢n repetitivas, aunque la longitud de las pistas permite minimizar estas ocasiones.

Drakengard 2 no es ni m¨¢s ni menos que una fusi¨®n de ideas que mantiene la gran mayor¨ªa de elementos de su predecesor.  Si bien hay algunas ideas m¨¢s que interesantes como las fases en drag¨®n, nada es muy original, lo que a la postre le pasa factura. A esto hay que sumar la monoton¨ªa que supone machacar una y otra vez a los mismos enemigos en escenarios que distan mucho de ser interesantes de explorar.

En cualquiera de los casos iremos ganando experiencia que mejorar¨¢ nuestras capacidades ofensivas y defensivas. Lo m¨¢s remarcable es que cada personaje ganar¨¢ su propia experiencia as¨ª como nuestra bestia ganar¨¢ la suya. Tendremos que elegir que personaje queremos llevar activo en cada momento de forma que ser¨¢ el ¨²nico que gane puntos derivados de la masacre de enemigos. Al final esto resultar¨¢ en la especializaci¨®n con un determinado protagonista en detrimento de los dem¨¢s.

Siguiendo con el mapa del mundo, tambi¨¦n tendremos acceso a zonas de libre exploraci¨®n, donde podremos entrar una y otra vez para cumplir los objetivos que se nos asignen. Esto es una buena forma de recolectar puntos de experiencia y dinero aunque siempre a costa de nuestro tiempo y paciencia. El dinero invertido nos permitir¨¢ comprar nuevas armas en las zonas del mapa designadas como tienda.