Qu¨¦ feo m¨¢s mono (o viceversa)

Tras la trilog¨ªa de El Se?or de los Anillos, el proyecto de renovar un cl¨¢sico como King Kong por parte de Peter Jackson ha hecho que muchos estemos expectantes ante el estreno de la pel¨ªcula que se produce tal d¨ªa como hoy, 13 de Diciembre. En unas horas nos imaginamos dentro del cine, disfrutando de la pel¨ªcula, pero hace d¨ªas que el juego se encuentra a la venta, y podemos decir orgullosos que ni tan siquiera King Kong DS ha conseguido evadirnos de ver la pel¨ªcula.

Realmente es una experiencia dif¨ªcil de olvidar y de superar. Los primeros momentos del juego son bastante normales, incluso las im¨¢genes est¨¢ticas que nos introducen en la historia son agradables. Pero cuando entramos verdaderamente en el juego, no podemos evitar un '?pero qu¨¦ **** es esto?'. Por un momento miramos que el juego es el definitivo, no una beta en proceso de testeo. Apenas vemos un par de metros por delante nuestra, pues toda la pantalla la ocupa una niebla m¨¢s espesa que un petisuise de morcilla.

Muchas veces tememos las adaptaciones de los videojuegos a las consolas, pero en el caso de King Kong para consolas de sobremesa la adaptaci¨®n ha sido muy buena con un resultado excelente. No sabemos si en Ubisoft se olvidaron de que el juego sal¨ªa tambi¨¦n en Nintendo DS y lo hicieron a toda prisa, o si entr¨® por error en el proceso de producci¨®n, pero el producto final que ha quedado puede hasta alejar a los fans de King Kong del cine.

Los escenarios son l¨²gubres, carentes de cualquier foco de luz. Las texturas de las paredes son lo m¨ªnimo que se puede despachar en Nintendo DS. La niebla es incluso m¨¢s evidente que en Turok Evolution, justo delante de nuestros ojos, a apenas dos pasos. Aunque al ritmo que anda el personaje, estos dos pasos pueden hacerse siglos. Nuestro protagonista se ha olvidado el andador en casa y pr¨¢cticamente vagabundea por el escenario.

Pronto nos acompa?a la co-protagonista de la peli, Ann Darrows, esa rubia que nunca olvidaremos en las manos de King Kong. En DS no es Naomi Wats la que nos acompa?a, sino su zombi. Un zombi que sufre el mismo defecto que los escenarios, los pol¨ªgonos est¨¢n mal pegados, el pelo de Ann se despegar¨¢ y pegar¨¢ a la cabeza continuamente. El aspecto de haberse escapado de Resident Evil no es nada alentador, y verdaderamente da pena verlo.

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Hacemos la comprobaci¨®n con el siguiente enemigo, y vuelve a funcionar. Basta con tirar en un radio cercano al enemigo, que le acertaremos de lleno. Al no haber ning¨²n puntero en pantalla, tampoco estamos muy seguros de c¨®mo centrar la mirada en el enemigo. Cuando llegamos a la parte en que cogemos un arma por primera vez, el juego tira por la borda todo lo visto hasta la fecha. Realmente nunca pens¨¦ que ver¨ªa algo tan espectacular.

Al disparar el arma, una especie de pa?uelo a modo de disparo sale del arma, de forma est¨¢tica. Es decir, no es una animaci¨®n. Simplemente disparamos, sale esa cosa naranja en pantalla y desaparece. Sin m¨¢s. Por supuesto, no hay ning¨²n tipo de iluminaci¨®n. ?Acaso los pa?uelos brillan? Desde principio a fin del juego no existe ninguna fuente de luz en forma de antorcha o disparo, todo est¨¢ en esa perenne sombra inalterable.

Los enemigos son escas¨ªsimos, la mayor¨ªa del recorrido lo hacemos a solas, y la velocidad a la que somos atacados nos permite pasar de largo sin matar a casi nada. Las sorpresas visuales se suceden un nivel tras otro. Veremos a Ann escalar paredes lisas de 4 metros, atravesaremos paredes a nuestro antojo? Tampoco tenemos que esperar a que las puertas se abran del todo, En cuanto abrimos, ya podemos pasar, atravesando la puerta mientras esta se sigue abriendo. Espectacular.

Y se acab¨®. Aqu¨ª termina el juego. Coger un arma y disparar. Si al menos los enemigos fueran abundantes, pero hay niveles que podemos acabar sin un ¨²nico disparo. Estas criaturas no suponen ning¨²n reto. Basta con coger una lanza (desde el generador autom¨¢tico de lanzas) e intentar acertar a la v¨ªctima, sobre la que acertaremos seguro, os lo garantizo. Lo ¨²nico que nos puso en alg¨²n problema fue un cangrejo gigante que no sabemos por qu¨¦ no recib¨ªa da?o con la lanza y tuvimos que rejugar seis veces para saber qu¨¦ hab¨ªa que hacer con ¨¦l.

La metralleta era in¨²til contra ¨¦l, y la informaci¨®n suministrada sobre este 'enemigo final' es nula. A disparar y se acabo. Todav¨ªa no estoy muy seguro de c¨®mo acab¨¦ con ¨¦l, pero lo hice. El hilo argumental no existe, avanzamos y punto. Lo ¨²nico divertido del juego son los 'bugs', que har¨¢n de King Kong DS una aventura llena de sorpresas inesperadas, y que en un juego con algo m¨¢s de calidad ser¨ªa imposible.

No queremos generalizar la frase de que las conversiones cinematogr¨¢ficas no son buenas, porque el mismo King Kong en PC y consolas lo es. Pero parece que Nintendo DS est¨¢ condenada en dos aspectos: si es un juego multiplataforma y si es sobre una pel¨ªcula. King Kong peca en ambas cosas, y ¨¦ste es el resultado. Si ten¨¦is posibilidad de jugarlo, por ejemplo, si aparece bajo vuestra cama o en la mochila, hacedlo. As¨ª cualquier otro juego de Nintendo DS ser¨¢ mejor.

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