?Qu¨¦ ordena, comandante?

Y aqu¨ª estamos ya frente a Panzers II, una segunda parte que queda a mitad de camino entre la expansi¨®n y la secuela. Es por ello que todos aquellos que disfrutaron de aquel primer juego no es necesario que lean este an¨¢lisis para gastarse los 20€ que cuesta ¨¦ste. Para aquellos que no lo jugaron, no nos va a resultar demasiado complicado explicar lo que se les ofrece.

Seguimos con la fiebre tem¨¢tica de la 2? Guerra Mundial y su invasi¨®n de juegos tanto de acci¨®n como de estrategia. T¨ªtulos como estos dos Panzers, la serie de Montecristo con sus Afrika Korps Vs Desert Rats, D-Day ,1944: Bulgaria y el reciente Mockba to Berlin. La serie Blitzkrieg, con su primera parte, sus dos ampliaciones Burning Horizon y Rolling Thunder y el ¨²ltimo Blitzkrieg 2. O podemos seguir con juegos como los de la serie de DTF Games Great Battles of the WWII o juegos un poco m¨¢s 'sesudos' como los Sudden Strike 1 y 2? Y todo sin apartarnos de la misma tem¨¢tica y modo de juego y en poco m¨¢s o menos un a?o.

?Abrumados? ?saturados?... Por nuestra parte no es as¨ª. Partimos de que cuantos m¨¢s t¨ªtulos haya mejor. Sobre todo cuando con lo que hoy cuestan un par de juegos de X360 podemos comprarnos todos los citados en el p¨¢rrafo anterior. Luego es trabajo de revistas como ¨¦sta el orientar en la elecci¨®n de cada uno y aqu¨ª es donde Panzers II destaca.

El juego

Entrando en detalles, Panzers II es un juego de estrategia en tiempo real, aunque bastante inclinado hacia el 'arcade', sin generaci¨®n de recursos y con unidades limitadas. La acci¨®n se desarrolla a lo largo de 20 misiones en tres campa?as: Germano-Italiana, Anglo-Americana y Yugoslava y sigue un 'modo historia' en el que iremos afrontando distintas acciones que realmente ocurrieron pero adaptadas a la jugabilidad de un t¨ªtulo como ¨¦ste.

En cada misi¨®n entre nuestros hombres contaremos con uno o dos 'h¨¦roes' que, m¨¢s que un papel fundamental en las misiones, sirven para hilar un argumento que, salvo por apreciar la calidad de las animaciones y su ambientaci¨®n a modo de pel¨ªcula antigua, puede ser del todo prescindible.

La forma de confeccionar nuestro ej¨¦rcito depender¨¢ de cada misi¨®n. En algunas, las m¨¢s, podremos elegir entre m¨¢s de 120 unidades b¨¦licas diferentes, mientras que en otras partimos con un pelot¨®n de infanter¨ªa o con un simple soldado. Esta gesti¨®n de nuestro ej¨¦rcito es imprescindible para dotar al juego de un cierto inter¨¦s. Para poder adquirir m¨¢s y mejor armamento hemos de esforzarnos en completar las misiones de la forma m¨¢s acertada, cumpliendo misiones adicionales, descubriendo objetivos ocultos y cuidando muy mucho de no perder demasiados hombres. De este modo acumularemos puntos de prestigio, que no son otra cosa que la moneda mediante la que costear los refuerzos.

A la hora de elegir nuestro armamento dispondremos ¨²nicamente de aquellas unidades que estaban disponibles para nuestro ej¨¦rcito en el momento hist¨®rico en el que se encuentran. Podemos elegir entre unidades de infanter¨ªa, acorazadas, artiller¨ªa y veh¨ªculos de apoyo. Si bien las posibilidades que inicialmente se nos antojan son muchas, es perfectamente posible pasarse todo el juego con s¨®lo un buen pu?ado de carros de combate, un cami¨®n de reparaciones y otro de munici¨®n.

Como en la mayor¨ªa de los juegos, el grado de satisfacci¨®n que nos produce es proporcional a la 'seriedad' con la que los tomamos. Como hemos dicho, es perfectamente posible coger una columna de carros y avanzar hacia los objetivos. A medida que nos da?an cada carro, lo mandamos a retaguardia donde es reparado y vuelve a la acci¨®n y as¨ª hasta el final.

De las tres alternativas de dificultad, en la f¨¢cil y la normal es posible pasar la mayor parte de las misiones de este modo, pero eso nos impedir¨ªa disfrutar de ellas. Pensad lo distinto que suena el enviar una patrulla con francotiradores y unos m¨¦dicos que los 'mantengan'. Los francotiradores tienen el mayor alcance de visi¨®n y fuego y pueden eliminar desde la distancia a las dotaciones de artiller¨ªa o de ametralladoras desde la distancia para que luego las capturen nuestros soldados, adem¨¢s de situar en su justo lugar al resto de unidades enemigas.

Una vez hecho esto, podemos situar en alcance nuestra artiller¨ªa e incluso pedir un bombardeo sobre la posici¨®n enemiga, para despu¨¦s avanzar con nuestros carros y eliminar lo que queda. Si alguno de los acorazados enemigos 'nos interesa' por tener mayores prestaciones que los nuestros, es posible atacarle con lanzallamas o c¨®cteles molotov de modo que hagamos salir a su tripulaci¨®n y capturar as¨ª el veh¨ªculo intacto. El resultado es el mismo: misi¨®n cumplida, pero lo hemos hecho de una forma limpia y eficaz? como hay que hacerlo.

Personalmente puedo asegurar que tras pasar entero el juego en la dificultad 'normal', se cuentan con los dedos de la mano los soldados que he perdido. De este modo el juego adquiere un grado de adicci¨®n muy alto y su duraci¨®n se multiplica al obligarte a 'recargar' y probar alternativas estrat¨¦gicas.

Un detalle de la serie Panzers es que la destrucci¨®n de uno de nuestros carros no supone la perdida de su tripulaci¨®n. Saldr¨¢n del carro destruido heridos pero vivos. Esto es de vital importancia, adem¨¢s de para evitar la p¨¦rdida de puntos de prestigio, para mantener un ejercito con 'experiencia'. Esta experiencia la va ganando cada soldado y dotaci¨®n de carro a medida que progresa en la acci¨®n. Una mayor experiencia supone mayor capacidad de ataque y de resistencia y viene muy bien en las misiones m¨¢s complicadas. Un 'truco' que puede pasar por alto a los jugadores es el de no desechar una unidad para adquirir otra m¨¢s potente, sino cambiar una por otra de modo que la tripulaci¨®n sea la misma y mantenga la experiencia.

Este cambio de armamento es continuo dado que a medida que avanzamos en la historia aparecer¨¢n como disponibles las consiguientes evoluciones en las armas. En todo caso, y aunque cada jugador tenga sus preferencias, la infanter¨ªa ser¨¢ muy poco utilizada. Salvo el comentado ejemplo de los francotiradores y los m¨¦dicos, el resto de unidades se muestran demasiado fr¨¢giles para su utilizaci¨®n pr¨¢ctica en el combate. En las ocasiones en las que partimos con unidades de infanter¨ªa que no hemos solicitado, nos limitaremos a ocultarlas en una esquina segura del mapa. No son necesarios y su muerte resulta muy cara. De hecho si no se hubieran planteado algunas misiones para que se jueguen exclusivamente con infanter¨ªa, su paso por el juego ser¨ªa inapreciable? y es una pena.

En esta discriminaci¨®n de la infanter¨ªa tiene mucho que ver la IA de los enemigos. Si en pleno combate detectan a nuestra infanter¨ªa, avanzar¨¢n o girar¨¢n de modo que quede al alcance de sus ametralladoras. Un par de r¨¢fagas y listo. Otro punto destacable de la IA enemiga es su determinaci¨®n por centrar su fuego sobre una misma unidad, tal y como hacemos todos los jugadores 'de verdad'. Generalmente atacan a la primera unidad en entrar en su rango de tiro, pero cuando intentamos retirarla para su reparaci¨®n mantendr¨¢n el fuego sobre ella aunque haya sido adelantada por otros objetivos. Esta estrategia da pie a la situaci¨®n m¨¢s frustrante de todo el juego.

Cuando vemos que una de nuestras unidades corre el peligro de ser destruida intentaremos llevarla a retaguardia y repararla. Si nos limitamos a seleccionar a esa unidad y un destino detr¨¢s el resto de carros, podemos darla por perdida. No existe 'marcha atr¨¢s' y el carro empezar¨¢ a tropezarse con sus compa?eros y finalmente avanzar¨¢ hacia el enemigo para hacer un rodeo que siempre resulta fatal. Para evitarlo nos veremos obligados a dirigir individualmente a esa unidad mediante tramos cortos para que no se 'atasque' con nada ni nadie. Se echa en falta la posibilidad de hacer formaciones, aunque se puede suplir con paciencia y la posibilidad de orientar cada unidad hacia el punto que elijamos.

En este punto es fundamental la denominada 'Pausa Tactica'. Con ella detenemos la acci¨®n y podemos movernos por el mapa dando ¨®rdenes individualmente a cada unidad, calculando las distancias, eligiendo los blancos? Sin la pausa el juego ser¨ªa un simple arcade con pretensiones.

No hay mucho m¨¢s que comentar sobre la IA. Las unidades enemigas mantienen sus posiciones o recorridos y s¨®lo se apartan de ellos unos metros en persecuci¨®n de las nuestras, para luego volver a su punto de partida, comportamiento que resulta ideal para preparar emboscadas. La infanter¨ªa enemiga huye de nuestros carros pero carga contra nuestros soldados, se oculta en edificios y b¨²nkeres y utiliza aquellas armas que encuentre disponibles en el mapa.

Gr¨¢ficos y sonido

La serie Panzers se caracteriza por un gran nivel de detalle. Los mapas quiz¨¢ no est¨¢n tan detallados como los de otros juegos como Blitzkrieg II, pero su escalado (el zoom de la c¨¢mara) es excelente y est¨¢ lleno de peque?os detalles de calidad. Son detalles que quiz¨¢ pasan desapercibidos, pero dan un aire m¨¢s 'redondo' al juego. Hablamos del fogonazo del disparo reflejado en los carros, la sombra de cada uno de los objetos, la iluminaci¨®n 3D sobre todas las unidades, el movimiento de cada carro al ser alcanzado por un disparo, las huellas en el escenario, la destrucci¨®n de la mayor¨ªa de los elementos del campo de batalla?

Los escenarios representan las elevaciones del terreno y, si bien no son determinantes, ayudan a una mejor utilizaci¨®n de nuestros recursos. Las unidades situadas sobre promontorios tienen un mayor alcance de visi¨®n y de fuego y, por el contrario, tambi¨¦n pueden ocultarse detr¨¢s de los mismos. Es una l¨¢stima que esta circunstancia no se aproveche m¨¢s, tal y como lo hacen t¨ªtulos como el cl¨¢sico Ground Control. Otro detalle que se echa en falta es la f¨ªsica sobre el terreno. Todas las unidades se mueven a la misma velocidad ya suban o bajen, est¨¦n deterioradas o no.

Todo el conjunto alcanza una calidad notable para un juego de este tipo, resultando todo lo impresionante que se puede ser sin apartarse demasiado del realismo al que se debe.

En cuanto al sonido, la m¨²sica cumple su cometido. Nos encontraremos con las cl¨¢sicas composiciones de tono dram¨¢tico, tan apropiadas en este entorno b¨¦lico, pero no nos llamar¨¢n demasiado la atenci¨®n. Si lo puede hacer el resto del apartado sonoro. Los efectos s¨ª que son para destacar, resultando excelentes los de los disparos e impactos o los de las cadenas de los acorazados al moverse. El juego cuenta con soporte EAX4 y tiene en el sonido una baza muy importante a la hora de ganar inmersi¨®n.

Pero si algo hay destacable en el apartado sonoro son las voces. En la versi¨®n inglesa ya destacan por su calidad (proceden de actores de doblaje) y por su 'originalidad'. En cada campa?a oiremos a nuestros hombres con el acento propio de su nacionalidad o incluso nos hablar¨¢n en su idioma. La versi¨®n en espa?ol es a¨²n m¨¢s destacable. Escucharemos a nuestros soldados en un espa?ol con acento italiano, alem¨¢n, yugoslavo? Se trata de un doblaje excelente que ya quisieran para s¨ª juegos de presupuesto mucho mayor.

En este apartado del sonido, como en el resto de la localizaci¨®n del juego, se puede apreciar el excelente trabajo que ha hecho FX Interactive. Desde el ya comentado doblaje, a los men¨²s o el complet¨ªsimo manual que acompa?a al juego, su trabajo ha sido excepcional. Las comparaciones resultar¨¢n odiosas, pero ya nos gustar¨ªa ver juegos que se lanzan para el Top10 y cuya adaptaci¨®n no se acerca siquiera al de este producto. Hablamos de un manual de 40 p¨¢ginas a todo color, m¨¢s un libro de misiones donde se detalla a modo de diario cada objetivo, la situaci¨®n hist¨®rica y las armas disponibles y una ¨²ltima gu¨ªa de unidades donde se describe pormenorizadamente cada una de las 120 disponibles. Adem¨¢s hemos de agradecer a FX la eliminaci¨®n en la versi¨®n espa?ola del sistema de protecci¨®n Starforce, que resulta una aut¨¦ntica tortura en la instalaci¨®n del resto de versiones. Adem¨¢s, desde el primer momento en Espa?a se lanza la versi¨®n 1.06, con el primer parche, que soluciona alg¨²n problema de carga gr¨¢fica, ya instalado.

Multijugador

El modo multijugador, ya sea en red local o sobre IP, permite tres modos de juego y hasta siete personas por servidor. Evidentemente el juego gana muchos enteros cuando nuestros rivales son seres humanos y ah¨ª s¨ª que empezamos a hablar de aut¨¦ntica estrategia. A esto sumamos la herramienta de creaci¨®n de escenarios que acompa?a gratuitamente al juego y tenemos suficiente material para mantener una buena comunidad de comandantes panzer. Otro detalle del juego es la posibilidad de enviar nuestras puntuaciones v¨ªa Internet y compararlas con las del resto de jugadores del mundo.