Que el ritmo no pare...

Lo pen¨²ltimo que le quedaba a Mario por hacer era saltar a la pista de baile, en un a?o en el que se ha experimentando en f¨²tbol o b¨¦isbol, por nombrar algunos. No encontr¨¢bamos un juego del g¨¦nero desde Nintendo 64 junto a una licencia de Disney, y en GameBoy los t¨ªtulos de baile eran francamente rid¨ªculos sin tener una alfombrilla sobre la que saltar. Para acabar con esta sequ¨ªa ha sido la propia Konami la que ha decidido trasladar la saga Dance Dance Revolution a GameCube, con la propia licencia de Mario. Su t¨ªtulo definitivo europe es Dancing Stage Mario Mix.

Descubre a Mario bailando en Dancing Stage Mario Mix en este v¨ªdeo.

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Como todo juego de Mario que se precie, sea de tenis o de rol, tiene una historia cuyo punto de partida es el mismo: alguien roba algo o rapta a alguien. En esta ocasi¨®n la misteriosa figura (misteriosa es un decir, aunque no desvelaremos tan tremendo secreto) tiene la desfachatez de robar las notas musicales del mundo de Mario, dej¨¢ndolos a todos sin ritmo, un verdadero problema. La consecuencia: Toad baila el reggaeton como si fuera Pasi¨®n de Gavilanes.

Esta adaptaci¨®n de DDR al universo champi?¨®n es muy particular, divertida y los personajes Made in Nintendo nunca antes se hab¨ªan movido con tanto desparpajo. Pero en esta transformaci¨®n se ha reducido tambi¨¦n incomprensiblemente el nivel de dificultad, y pasadas las primeras canciones suficientes para situar correctamente las flechas en la alfombrilla el resto ser¨¢ coser y cantar. Poco pueden hacer al respecto los niveles superiores de dificultad que s¨®lo generar¨¢ problemas a los m¨¢s patosos.

Sin embargo, y recurriendo a una frase muy t¨ªpica de los an¨¢lisis, 'los gr¨¢ficos cumplen con su funci¨®n'. Amenos, bien tratados, fluidos, pero poco m¨¢s. Es evidente que dentro de este g¨¦nero el apartado visual no es lo m¨¢s importante, pero s¨ª que acompa?a y hacen m¨¢s completas las partidas. S¨®lo por ver a Mario movi¨¦ndose 'a su manera' merece la pena este t¨ªtulo. Muchos niveles distintos sacados de todos los juegos de Mario, bien recreados.

Mientras que las melod¨ªas adaptadas de los cl¨¢sicos de t¨ªtulos Nintendo son espectaculares, muy r¨ªtmicas y con ese toque retro que ya pudimos disfrutar en Donkey Konga, las versiones de los temas populares (m¨²sica cl¨¢sica incluida) son algo m¨¢s disonantes, con un remix de inferior calidad a lo que estamos acostumbrados en otros Dance Dance Revolution.

Para los que desconozcan la mec¨¢nica de este tipo de juegos (?d¨®nde hab¨¦is estado escondidos hasta ahora?), cada nivel corresponde a una canci¨®n, y nuestro objetivo es bailar a ritmo y hacerlo lo mejor posible hasta un total de 25 melod¨ªas distintas. Flechas en las cuatro direcciones aparecer¨¢n por la parte inferior de la pantalla y debemos pisar el bot¨®n correspondiente en el momento exacto en el que dicha flecha coincide con su perfil dibujado en la parte superior.

Es preferible quedarnos cortos que pasarnos, pues si le damos m¨¢s tarde se contabilizar¨¢ directamente como 'Bad', pero si lo hacemos algo antes en lugar de un 'Great' recibiremos un 'Good'. Estas flechas vendr¨¢n acompa?adas de diversos objetos que realmente aumentan la jugabilidad del mismo. Conchas para eliminar algunas notas y hacer la partida m¨¢s f¨¢cil, fantasmas a pie de la pantalla que si nos equivocamos va creciendo y tapando las flechas? Muy original y algo a lo que no estamos acostumbrados en otras entregas de DDR.

Otro extra interesante y que proporciona diversi¨®n inmediata son los distintos minijuegos que cambian la mec¨¢nica de las canciones. Realmente son minijuegos como los que podemos encontrar en otros tantos t¨ªtulos, pero en lugar de jugar con el pulgar, lo haremos con las piernas. Una vez ejecutadas las primeras canciones correctamente, desbloquearemos otras tantas y los nuevos niveles de dificultad, pero a la larga lo que mantiene el atractivo de Dancing Stage Mario Mix ser¨¢ el modo a dos jugadores, brutal, divertid¨ªsimo, incluso podremos perder algunos kilitos, pero la broma nos saldr¨¢ por un pico, ya que en los 59.95 € que vale el juego se incluye una alfombrilla, pero la segunda hay que comprarla aparte.