Twisted Metal: Head-On, Impresiones

Hemos estado repartiendo le?a unas cuantas horas para poder ofreceros estas impresiones y hay que admitir que es de los mejores juegos multijugador que se pueden probar actualmente en una consola port¨¢til. Head-on recoge el testigo de Twisted Metal 2, con el mismo elenco de personajes y una s¨®lida campa?a para un solo jugador en caso de que no queramos llevar nuestras peripecias a trav¨¦s del wifi adhoc o incluso por internet.

Pocos hay que no conocen la orientaci¨®n del juego, aunque en realidad es muy sencillo de entender: un n¨²mero determinado de jugadores, que pueden ir de 2 a 8, se introducen con sus respectivos veh¨ªculos de destrucci¨®n (coches, motos, furgonetas, excavadoras, etc.) en una arena de batalla con multitud de armas repartidas por todo el escenario y con el ¨²nico objetivo de destruir a todos sus rivales.

Cada luchador tiene determinadas caracter¨ªsticas en cuanto a velocidad, resistencia, maniobrabilidad y potencia de disparo. Es posible escoger, por tanto, aquel personaje que no solo nos guste por su historia personal sino tambi¨¦n por las habilidades que posea; hay estilos para todo el mundo, desde el cl¨¢sico veh¨ªculo pesado poco maniobrable pero muy resistente hasta la moto escurridiza que soporta mucha menor cantidad de da?o.

Cada personaje tiene su propio modo historia que podemos completar sin mucha dificultad; sin embargo eso desbloquear¨¢ una serie de ¨ªtems del multiplayer que despu¨¦s podremos aprovechar 'offline'. Dado que hay 14 personajes disponibles, completarlo todo nos puede llevar un buen rato, aunque desde luego el enfoque de Head-on (como el de toda la saga en general) no es ni de lejos la experiencia de un solo jugador.

Una vez m¨¢s la gracia estar¨¢ en combatir contra nuestros colegas a trav¨¦s de wifi local o incluso por internet, siendo esta ¨²ltima opci¨®n un poco m¨¢s dificultosa de disfrutar debido a alg¨²n problema de lag, aunque suponemos que esto no se debe a un problema propio del juego sino de nuestra conexi¨®n. Existen 8 distintos modos de multiplayer, todos ellos configurables a nuestro antojo, con lo que pr¨¢cticamente todo el mundo tendr¨¢ un estilo de juego con el que identificarse.

B¨¢sicamente el juego flojea en dos aspectos, bajo nuestro punto de vista. Por un lado es la carga gr¨¢fica de Head-on, muy inferior a lo esperado. A nivel de explosiones, part¨ªculas y framerate es cierto que el comportamiento es muy notable. Constantemente hay numerosos veh¨ªculos en el escenario movidos por el motor del juego que est¨¢n chocando, disparando, usando el turbo, destruyendo cosas? y casi siempre la tasa de cuadros se ha mantenido s¨®lida como una roca.

Hay que tener en cuenta que hay niveles bastante generosos en cuanto a extensi¨®n y la cantidad de objetos destruibles tambi¨¦n es considerable. Aunque disponemos de un radar para localizar a nuestros contrincantes, ser¨ªa perfectamente posible dar vueltas por el mapa sin encontrarnos con un enemigo (lo que no suele pasar). Adem¨¢s existen teletransportadores que nos llevar¨¢n a lugares alternativos dentro del propio escenario en los que coger armas y municiones, ampliando si cabe nuestro radio de acci¨®n.

Lamentablemente todo lo que tiene a nivel de fluidez de juego le falta en cuanto a cantidad de pol¨ªgonos y calidad de las texturas. Es una pena porque si bien hay juegos que lucen muy bien en est¨¢tico y luego en movimiento no dan la talla, en Twisted Metal Head-on es precisamente al contrario. Tambi¨¦n es cierto que estamos ante un t¨ªtulo que sali¨® hace m¨¢s de nueve meses en el mercado americano, con lo que es de los llamados de 'primera generaci¨®n'.

El estilo es 100% TM, desde la caracterizaci¨®n de los personajes y los niveles (algunos repiten de otras entregas) hasta el sentido del humor de los finales. Toda la ambientaci¨®n de colorido y efectos de sonido cumplen bastante bien y aunque es f¨¢cil acostumbrarse a las explosiones, turbos, saltos y derrapes, la realidad es que uno no se cansa de los efectos, que ganan mucho cuando llevas los auriculares puestos.

Hay multitud de armas distintas disponibles para su uso: la cl¨¢sica ametralladora de munici¨®n ilimitada, misiles normales, teledirigidos, lluvia de proyectiles, bombas, napalm, bombonas de gas, discos-sierra giratorios? todo esto juntamente con nuestro propio ataque especial que puede ser desde un aplastacoches gigante a una calavera en llamas. Recargas de munici¨®n las hay a patadas repartidas por todo el mapa.

Juntamente con el objetivo principal, eso es, destruir todo lo que aparezca en pantalla y se mueva sobre 1 o m¨¢s ruedas, contaremos con minijuegos especiales que se acceden desde teleportadores situados en lugares escondidos: detr¨¢s de una pared destruible, en un agujero, accesible solo mediante un salto especial, etc. Completar esos minijuegos es cuesti¨®n de habilidad y rapidez ya que un contador de tiempo ser¨¢ nuestro enemigo a batir. De conseguirlo nos armaremos hasta los dientes y con suerte desbloquearemos alg¨²n extra.

Dispondremos de dos barras de energ¨ªa, la primera de las cuales muestra nuestra salud y la segunda la energ¨ªa. De la energ¨ªa dependen no solamente los impulsos sino tambi¨¦n las habilidades especiales como el escudo, que nos proporciona invulnerabilidad moment¨¢nea. Eso significa que es posible ver como m¨¢s de un coche castiga conjuntamente a otro siendo invulnerables, lo que implica cierta dosis de estrategia a la hora de escoger el enemigo a combatir.

A pesar de los distintos valores de maniobrabilidad que tienen los veh¨ªculos, la mayor¨ªa se manejan bastante bien. Incluso se podr¨ªa decir que los m¨¢s maniobrables son los m¨¢s complicados de manejar, por lo menos bajo nuestro punto de vista, ya que hacen los giros con nuestro anal¨®gico un tanto exagerados. Con un poco de pr¨¢ctica sin embargo es perfectamente factible hacernos con el control tanto del tractor como de la rueda loca, y en apenas media hora estaremos repartiendo como el que m¨¢s.

Cuando combatimos contra otros jugadores podremos ir actualizando nuestro coche conforme el resto vayan cayendo bajo nuestro fuego, de forma que a cada baja seremos m¨¢s poderosos siempre y cuando recojamos el power-up correspondiente. Lamentablemente si somos abatidos perderemos dichos poderes, aunque siempre hay enemigos por doquier a los que destruir.

Cualquiera de los 12 mapas que hay pueden jugarse en multiplayer, incluso en modo cooperativo. Hasta 6 jugadores pueden enfrentarse a base de lanzamientos de misiles y el resultado es simplemente fant¨¢stico: probablemente no hay otro juego ahora mismo que sea igual de fren¨¦tico y adictivo que Twisted Metal Head-on en nuestra PSP. Es posible crear una partida y unirse a ella desde cualquier punto de acceso wifi, inclusive nuestra propia casa.

Los tiempos de carga son moderados cuando carga por primera vez una fase, algo a lo que no nos acabamos de acostumbrar, pero son casi inexistentes una vez dentro de la arena. Todo ello favorece a una experiencia de juego muy din¨¢mica y, como dijimos, fren¨¦tica. No hay tiempo para pausas en Twisted Metal y este caso no es una excepci¨®n. Pr¨®ximamente, con unas cuantas horas m¨¢s de juego, publicaremos su an¨¢lisis.