Adicci¨®n en estado puro...

SNK Playmore y la coreana MEGA dan vida a la saga de recreativa que se ha convertido en un basti¨®n de los shoot'em up en 2D. M¨¢s de 10 a?os han pasado desde que Marco y compa?¨ªa dispararon la primera bala, pero a¨²n tienen mucha guerra que dar.

Observa Metal Slug 4 en movimiento en este v¨ªdeo.

Es casi inveros¨ªmil no haber o¨ªdo ni visto nada jam¨¢s de esta saga atemporal, cuya herencia es innegable; en casi todo sal¨®n recreativo hace acto de presencia cualquiera de sus entregas anteriores. As¨ª pues, su legado vuelve una vez m¨¢s a las consolas en su quinta entrega, conservando el mismo esp¨ªritu de arcade que la caracteriza desde sus comienzos.

El archiconocido comandante tuerto de las fuerzas abanderadas con una X vuelve a la carga, pero ¨¦sta vez, como hab¨ªa ocurrido en la entrega anterior, se trata de una tapadera. En Metal Slug 3 descubrimos casi en uno de los ¨²ltimos stages que el famoso caudillo es en realidad un extraterrestre infiltrado y que el original hab¨ªa sido abducido. En ¨¦ste episodio, un robot creado por un malvado cient¨ªfico suplanta la identidad del comandante.

Dos de los personajes anteriormente elegibles pasan a ser secundarios: Eri y Darma ser¨¢n los que nos lleven a cada una de las misiones y los que nos recojan despu¨¦s de acabarlas con ¨¦xito. El relevo se plantea como una excusa para incluir a los dos nuevos soldados, pero hubiese sido m¨¢s acertado poner a los seis disponibles a la vez, en aras de diferenciarlo un poco del resto de la saga.

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En t¨¦rminos de jugabilidad optar por uno u otro no supone una diferencia, sino m¨¢s bien una elecci¨®n est¨¦tica. Ni siquiera a la hora de acabar el juego es diferente, ya que el final es com¨²n para todos.

En cuanto a los enemigos nos enfrentamos a los viejos conocidos. Los soldados rasos en uniforme verde hacen su aparici¨®n inevitable, junto con momias, yetis y zombis aparecidos en anteriores entregas; sin embargo se les unen ¨¦sta vez piratas y corsarios armados con sables, as¨ª como una especie de tropas de ¨¦lite enfundadas en azul marino y una serie de ingenios mec¨¢nicos.

Hay que hacer especial menci¨®n al soldado a pecho descubierto armado con una ametralladora pesada, que hace aparici¨®n otra vez en esta entrega, a modo de terminador, ya que finalmente resulta ser un robot. Para enfrentarnos a tal gama oponentes tendremos a nuestra disposici¨®n un variado arsenal en el que se incluye como novedad, entre otras, las dos semiautom¨¢ticas a la vez.

Por otra parte, como es com¨²n en todos los Metal Slug, asistimos a un nuevo repertorio de veh¨ªculos junto con el archiconocido acorazado que da nombre al juego. ?sta vez se ha optado por el reciclaje y tendremos a nuestra disposici¨®n un par de veh¨ªculos similares a aquellos a los que nos enfrent¨¢bamos.

Otros por su parte denotan m¨¢s originalidad, como por ejemplo una especie de gr¨²a que podemos usar en dos diferentes alturas o un robot muy parecido a los engendros explosivos del Metal Slug 2, que podremos usar como montura.

El enemigo por su parte hace gala de nuevas y mort¨ªferas creaciones. Desde el cl¨¢sico helic¨®ptero que deja caer sobre nosotros una lluvia de bombas pasando una torre de batalla compuesta por m¨®dulos independientes; un robot gigante que nos ataca con misiles y con armas qu¨ªmicas, un submarino; y diversos engendros mec¨¢nicos que nos har¨¢n la vida imposible.

A pesar de que la idea es simple, en la pr¨¢ctica dista de serlo. ?sta ha sido una de sus caracter¨ªsticas m¨¢s notorias a lo largo de toda la saga, su elevada dificultad. Nuestro personaje morir¨¢ montones de veces de forma casi inevitable. El aliciente de la versi¨®n para consolas es que a diferencia de la recreativa poseemos cr¨¦ditos ilimitados para acabar el juego.

Esto ¨²ltimo podr¨ªa suponer un cierto desencanto para algunos jugadores m¨¢s curtidos, pero lo cierto es que es pr¨¢cticamente imposible acabar el juego sin continuar ni una sola vez. Hay que comentar que en la pantalla de puntuaci¨®n final se muestra el n¨²mero de veces que hemos continuado, lo que ofrece una idea de que no es precisamente un juego f¨¢cil.

Presenta un grado de diversi¨®n m¨¢s que aceptable para jugadores novatos, especialmente si tenemos en cuenta que su curva de apredizaje nos permite adquirir un dominio notable en relativamente poco tiempo. El hecho de entrenar en s¨ª supone un valor de desaf¨ªo a?adido.

Aunque el juego pueda acabarse en aproximadamente unos 45 minutos, el grado de adicci¨®n del t¨ªtulo es asombroso y su jugabilidad es excepcional. Al contrario que otros t¨ªtulos similares, que pierden inter¨¦s del usuario al jugarlos de nuevo, es aqu¨ª donde gana m¨¢s puntos.

En Metal Slug 4 disponemos de un mont¨®n de secretos y caminos alternativos que le dan mucha m¨¢s vida al juego. Lo malo es que a diferencia de entregas anteriores no se han incluido minijuegos ni misiones alternativas, lo que dejar¨¢ un mal sabor de boca en algunos fans ¨¢vidos de m¨¢s novedades.

Es cierto que se han incluido armas, personajes, enemigos y veh¨ªculos nuevos, adem¨¢s de los escenarios, pero poco ha sido hecho a partir de cero. Casi todas las novedades han sido hechas con molde, reformando gr¨¢ficos ya existentes en entregas anteriores.

Poco a poco se va notando las limitaciones de la f¨®rmula gr¨¢fica, que sigue manteniendo el sabor caracter¨ªstico a arte de las 2D, pero cuyo paso a consola deja un aspecto excesivamente pixelazo que no hace honor al soporte en PS2 o XBox. Es una f¨®rmula simple y efectiva, cumple con su cometido con creces, pero no deja de ser m¨¢s de lo mismo, defecto que comparten hasta ahora la mayor¨ªa de las continuaciones de las sagas de SNK.

El archivo de sonidos no ha sufrido apenas variaciones, las voces de los personajes y los efectos han permanecido inalterables al igual que en el resto de la saga, para alegr¨ªa de los fan¨¢ticos de la saga.

El t¨ªtulo en su comercializaci¨®n en Espa?a presenta la recurrente pesadilla de los pack divididos. Al igual que en las ¨²ltimas entregas del king of fighters (2002 y 2003), Metal Slug 4 se presentaba originalmente junto con el Metal Slug 5. Por desgracia,  si queremos disfrutar de esta joya para nost¨¢lgicos y ne¨®fitos deberemos adquirirla por separado, lo que desagradar¨¢ a la mayor¨ªa de los fans de la saga.