Asphalt: Urban GT 2, Impresiones

La secuela del espectacular arcade de conducci¨®n de Gameloft viene dispuesta a romper los esquemas que el resto de t¨ªtulos de carreras nos hab¨ªan dibujado en N-Gage. Asphalt 2 es velocidad y alocada conducci¨®n para tu m¨¢quina de bolsillo. ?Te atreves a montar?

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Mucho es lo que se ha debatido en los mentideros sobre la esperada secuela de Asphalt, el mejor arcade de conducci¨®n del cat¨¢logo de N-Gage, pero olvidad todo lo que hay¨¢is le¨ªdo con anterioridad porque hemos tenido acceso a una versi¨®n demo del juego que viene cargadito de extras que mejoran en todo a su antecesor. A pesar de que el modo Evoluci¨®n (otra forma de denominar a la modalidad Carrera de toda la vida) viene capado y s¨®lo nos permite afrontar una ciudad, varios de los modos arcade y persecuci¨®n han sucumbido a nuestro disfrute.

Pero lo primero que destaca es la sensaci¨®n de velocidad, incrementada hasta niveles alarmantes, es m¨¢s, se podr¨ªa decir que mareantes una vez que hemos aplicado un triple turbo. No veremos las curvas. El engine es adem¨¢s lo suficientemente solvente como para gestionar toda la metralla poligonal que aparece en pantalla sin sufrir ralentizaciones. Para ello se han sacrificado elementos como las texturas, bastante simples, o los modelados de veh¨ªculos, bastante toscos y con margen de mejora ante la versi¨®n final.

Para evolucionar nuestro carro hasta l¨ªmites insospechados podemos elegir variar el motor, a?adir turbos, cambiar el tipo de transmisi¨®n, las suspensiones, elegir neum¨¢ticos, modificar los frenos y el tubo de escape as¨ª como la estructura en s¨ª del veh¨ªculo, quitando peso o a?adiendo un kit deportivo. Desde el punto de vista externo, podemos a?adir neones, cambiar las llantas y otras opciones no disponibles en la demo. Una vez hayamos dado las correspondientes manitas de chapa y pintura al coche, podemos hacer una prueba con ¨¦l o visionar nuestro preciado objeto de deseo en el escaparate virtual.

Existen dos tipos de persecuciones: en las primeras interpretamos el papel de la polic¨ªa (en la demo hay seis veh¨ªculos policiales reales diferentes: un coche de patrulla neoyorquina, un hong kong patrol, el veh¨ªculo de los gendarmes parisino, una moto CHP Cruise, un jeep tejano y un interceptor italiano). En estas alocadas carreras debemos sacar de la pista, al m¨¢s puro estilo Burnout, a cu¨¢ntos coches de malhechores se nos indique en carrera.

En el segundo tipo interpretamos el papel de ni?o malo que debe resistir al acoso policial. Por ¨²ltimo, el modo eliminaci¨®n valora el n¨²mero de rivales que echamos de la pista. Ambos modos est¨¢n disponibles consiguiendo unas considerables sumas de dinero (40.000 y 80.000 $ respectivamente), por lo que habr¨¢ que jugar bastante para sacarle el m¨¢ximo partido a Asphalt 2.

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Se?alar que en las carreras conseguimos diversas bonificaciones pasando por encima de los s¨ªmbolos del d¨®lar que abundan en los trazados, pero al final de cada nivel se har¨¢ recuento de nuestras fechor¨ªas para aumentar sustancialmente los ingresos. Hay bonus por las bajas causadas, por los polic¨ªas a los que hemos logrados echar de carrera y  por las veces que hemos escapado de ellos, por los saltos realizados o por la velocidad m¨¢xima conseguida. Aunque claro, no todo es sumar y podemos ver como nuestros ahorrillo se esfuman si chocamos con frecuencia o nos pillan los polic¨ªas que acosan desde potentes helic¨®pteros.

En la demo, en el modo carrera estaba disponible un Mercedes SLR y en el taller pod¨ªamos trastear con un Nissan 350 Z. Pero una de las novedades que m¨¢s nos ha llamado la atenci¨®n es el uso de motocicletas de gran cilindrada. Su velocidad punta es una delicia para los sentidos, pero su conducci¨®n requiere bastante pr¨¢ctica. Por no hablar de lo dif¨ªcil que es echar de la carrera a los bandidos que van en un 4 x 4 con un equipo de dos ruedas. Al menos en esto la f¨ªsica es bastante realista.

Asphalt es un producto ya calentito y a punto de salir al mercado. En las pr¨®ximas semanas, en cuanto echemos mano a la versi¨®n final tendr¨¦is la valoraci¨®n completa.

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