Litros de adrenalina

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Tras muchos a?os probando software y viendo como el g¨¦nero de los "beat'em up" parec¨ªa condenado por las tres dimensiones, surge un producto basado en la saga Mortal Kombat que cambia radicalmente los prejuicios que nadie pudiera tener ante este tipo de juegos. Un v¨ªdeo de unos tres o cuatro minutos hace la introducci¨®n del juego. En ¨¦l podemos ver una supuesta final del torneo maldito en el que los "buenos" reparten estopa por doquier, mientras que los malos defienden a capa y espada a su jefe, el archiconocido Shang Tsung, capaz de adoptar la forma de cualquier contendiente y su estilo de lucha. Es ese v¨ªdeo se pueden observar muchos de los personajes que aparecieron en el Mortal Kombat 2, pues no en vano la historia es un entreacto de lo acontecido en el final del primer MK y el inicio del segundo MK.

Observa Mortal Kombat Shaolin Monks en movimiento en este v¨ªdeo.

De repente aparece Goro, ese gigante de cuatro brazos capaz de aplastar a cualquier luchador con sus garras, y la desigual lucha se interrumpe. Shang Tsung abre un portal en medio del escenario y todos los malos escapan con ¨¦l. ?Es hora de huir tambi¨¦n para los protagonistas! Pero Liu Kang y Kung Lao (has le¨ªdo bien) quedan atrapados y deben escapar por sus propios medios. La excusa perfecta para iniciar la acci¨®n del primer nivel jugable, que sirve m¨¢s bien para hacerse con los controles y una idea de lo que Shaolin Monks va a llegar a ofrecer.

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Mirando la vista atr¨¢s los juegos "beat'em up" siempre han sido de dominio 2D. El dibujo animado permiti¨® en el pasado viejas glorias como Final Fight, Streets of Rage o Double Dragon. Pero llegaron las 32 bits y con ellas los pol¨ªgonos, y mientras unas sagas perecieron (todo lo que no fuese en 3D no vend¨ªa) otras compa?¨ªas apostaron por intentarlo, el caso m¨¢s notable el de "Fighting Force", al que muchos esperamos con ganas y con el que hubo una decepci¨®n generalizada. El miedo entr¨® en el cuerpo de los programadores, Treasure lanz¨® su "Guardian Heroes" y desde entonces ning¨²n otro juego fue digno de menci¨®n hasta que SEGA lanz¨® una recreativa llamada "Die Hard Arcade", con la que se retomaron esperanzas.

El problema del paso a las 3D afecta mucho m¨¢s que otros g¨¦neros que triunfaron en los 90 como los plataformas o las aventuras gr¨¢ficas, y reside fundamentalmente en dos contratiempos: la posici¨®n de la c¨¢mara y la fluidez de los movimientos. La c¨¢mara siempre ha sido un quebradero de cabeza, y si no que se lo digan al Soul Fighter de Dreamcast, un juego gr¨¢ficamente muy apetecible en su ¨¦poca con una disposici¨®n de la misma demasiado cercana al personaje-jugador, arruinando el tiempo de respuesta. Por otro lado hasta hace bien poco la tecnolog¨ªa no permit¨ªa mover escenarios muy cargados con modelos detallados, era un agravio comparativo tener por un lado las fant¨¢sticas animaciones de los dibujos tradicionales y por el otro los bloques de hormig¨®n de los Castlevania 3D o el Die Hard de Saturn (por ejemplo).

Capcom reinvent¨® la rueda con el fabuloso Devil May Cry, pero el g¨¦nero al que pertenece no es exactamente el mismo. Por varios motivos, entre ellos la existencia de puzzles y una historia que nada tienen que ver con el desarrollo de los otros o el mismo Shaolin Monks, donde simplemente hay que "repartir le?a" hasta decir basta. Quiz¨¢ en los ¨²ltimos tiempos el m¨¢s representativo de cuanto se inspira este nuevo MK es el Zombie Revenge de Sega: hay superpoderes, items por el suelo, dos personajes, buenos gr¨¢ficos y jugabilidad exquisita, superior en caso de compartir dos pads.

Porque si algo sorprende en este MK es la frescura que aporta a un g¨¦nero caduco, porque realmente los que a?oramos juegos as¨ª hace a?os que asistimos a relativos fracasos y decepciones, y porque viene a demostrar que se puede innovar bas¨¢ndose en algo tan conocido como los fatalities o los golpes "aporreabotones".

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Durante el juego podremos reencontrarnos con viejos conocidos como Sonya, Rayden, Subzero, Reptile, Baraka... Algunos forman parte de nuestro equipo (al menos moralmente) y otros son enemigos de fin de fase o parte de la tropa que encontraremos por todas partes. El dise?o de todos ellos es bastante bueno, en especial los dos protagonistas (cuatro si desbloqueas a Subzero y Scorpion), y los "final bosses", pero quiz¨¢ algunos enemigos son demasiado poligonales.

Los combos y los fatalities resultan espectaculares. Puedes arrojar al enemigo por los aires y seguir "d¨¢ndole sopas con hondas", dejarle caer o propinarle un golpe contra el escenario que le haga explotar visceralmente. Sangre por todas partes y contacto muy bien logrado, tanto en los agarres como en los impactos de los golpes. Es algo que mejora en mucho a los anteriores "beat'em up", ya que el n¨²mero de transiciones entre movimientos y la coordinaci¨®n entre ellos es muy alta.

Muchos de los escenarios est¨¢n basados en los del Mortal Kombat 2. Desde la Guarida de Goro hasta el templo final de Shao Kang, pasando por bosques, pantanos y otros lugares remodelados para la ocasi¨®n en perfectas tres dimensiones. De aquella primera versi¨®n (resaltando la del 32X como la mejor en gr¨¢ficos) se han tomado las ideas para recrear toda clase de trampas alrededor de los escenarios; trampas que afectan tanto al protagonista como al tropel de enemigos dispuestos a acabar con Liu Kang o Kung Lao.

La interacci¨®n con esos escenarios tambi¨¦n es incluso ¨²til. Los saltos son habituales, pero adem¨¢s de para salvar agujeros tambi¨¦n sirven para echar en ellos oponentes. El fuego de las antorchas y las hogueras puede incendiar a todo el que se aproxima. Los pinchos est¨¢n a la orden del d¨ªa, y son muy ¨²tiles para empalar en ellos a los enemigos m¨¢s pesados. Y las piedras, las calaberas, los huesos y los trozos de enemigo restantes pueden ser reutilizados como objetos arrojadizos. Si has jugado a cualquiera de los Mortal Kombat podr¨¢s reconocer la est¨¦tica tan macabra que aportaron en su d¨ªa sus creadores: Ed Boon y John Tobias.

La calidad de las cinem¨¢ticas es discutible. La intro recuerda mucho a la de Tekken 5, por ejemplo, pero su acabado t¨¦cnico es inferior. Sin embargo est¨¢ muy bien dirigida y transmite esa sensaci¨®n de desear saber c¨®mo acaba la cosa y echar mano del control para empezar a jugar. Hay m¨¢s cinem¨¢ticas prerrenderizadas a medida que se avanza en el juego, mientras que otras cinem¨¢ticas se realizan con el propio motor en tiempo real. Resulta curioso que en estas siempre aparecen los dos personajes principales, independientemente de que estemos jugando en solitario o en compa?¨ªa.

Sonido FX.-

La banda sonora se ajusta bastante bien al desarrollo del juego. Es de tendencias rockeras y de ambientaci¨®n en la l¨ªnea de otros Mortal Kombat. Los sonidos son muy caracter¨ªsticos, con las mismas voces pregrabadas y los alaridos de toda la saga, insertados en medio de los combates. El punto negativo es saber que este juego no llega doblado al espa?ol. Bien, es un juego de golpes, no hay mucha historia, pero si no sabes ingl¨¦s no te enterar¨¢s de la mitad de las cosas, y siempre es divertido saber por qu¨¦ hay que "salvar al mundo".

Jugabilidad.-

En la ¨¦poca en que apareci¨® Mortal Kombat 2 el ¨¦xito que hab¨ªa tenido la primera entrega hab¨ªa sido monumental. En aquel tiempo dominaban el mercado las consolas de 16 bits de Sega y Nintendo, a partes iguales, y el cartucho incorporaba los novedosos gr¨¢ficos digitalizados de personajes humanos reales, previamente utilizado en el "Pit Fighter". Una de las razones de semejante ¨¦xito fue la fiebre Street Fighter, gracias al cual los juegos de lucha uno contra uno se hab¨ªan dado a conocer; pero la otra era la posibilidad de ejecutar "fatalities", o en otras palabras, la humillaci¨®n sangrienta de un contrario una vez reducida a cero su energ¨ªa remat¨¢ndolo con un golpe sanguinario.

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Con Mortal Kombat 2 apareci¨® la idea de los "Pit fatalities", los cuales (s¨®lo en determinados escenarios) permit¨ªan rematar al enemigo utilizando elementos del decorado tales como pinchos en el suelo, agua o agujeros profundos. Esta es la base en la que tambi¨¦n se desarrolla Shaolin Monks, la interacci¨®n con el entorno, y es lo que le diferencia de otros contempor¨¢neos como los Devil May Cry u Onimusha.

A pesar de que este nuevo MK pertenece a un g¨¦nero diferente a sus predecesores, el hecho de que est¨¦ basado en el universo Mortal Kombat le permite disponer no s¨®lo de todos sus personajes sino tambi¨¦n de sus movimientos. Gracias a un uso intensivo de todos los botones del pad tanto Kung Lao como Liu Kang (inicialmente los dos ¨²nicos disponibles) pueden ejecutar todos los movimientos especiales que se les conocen. Es algo novedoso, pues en los juegos de "no me toques que me provocas" lo habitual era contar con dos o tres cadenas de pu?etazos, otras tantas patadas y alg¨²n supergolpe en forma de item.

Bien, pasemos a la acci¨®n: nos encontraremos un escenario no muy grande. Libertad total de movimientos, una barra de energ¨ªa vital y otra de energ¨ªa para efectuar golpes especiales. Todos los botones del pad tienen una funci¨®n: pu?etazo, patada, golpe fuerte, bloquear golpe, saltar, cargar golpe, cargar movimiento especial (bolas de fuego para Liu Kang o sombreros arrojadizos en Kung Lao), voltear al enemigo, agarrar y arrojar. Como se puede apreciar, una buena ristra de movimientos que sin embargo se emplean casi instintivamente, apenas una hora para desenvolverse perfectamente.

Todo ello ser¨ªa in¨²til sin una buena ejecuci¨®n. El movimiento y la respuesta a nuestras ¨®rdenes es simplemente perfecto. Los enemigos al principio son algo "tontos", se dejan agarrar e incluso hacer combos de m¨¢s de veinte golpes (la m¨¢quina lleva la cuenta). Con ellos podremos practicar una y otra vez el doble volteo, salto y golpe final que empuja contra el suelo o la pared desde el aire; o los primeros fatalities, que se ejecutan haciendo una combinaci¨®n en el pad digital (muy al estilo de los movimientos de Auron en Final Fantasy X). Despu¨¦s la dificultad se va complicando, los items que restablecen la energ¨ªa se van haciendo escasos y el n¨²mero de enemigos en pantalla aumenta, pudiendo incluso lanzar cosas desde lejos o utilizar armas blancas.

El objetivo del juego es claro: eliminar todo enemigo de la pantalla y avanzar hasta el final (donde nos aguarda una sorpresa). Podemos hacerlo solos o en compa?¨ªa, ya sea compartiendo mesa o a trav¨¦s de internet en un modo llamado "Ko-op" (y que exige que ambos jugadores esten presentes desde el principio, nada de los famosos "PRESS START" o "INSERT COIN" de anta?o. Peque?os toques de progreso en el personaje le hacen cada vez m¨¢s poderoso, con nuevos poderes y mejoras en los fatalities. Estos movimientos especiales son algo m¨¢s complicados de realizar, exigen cierta destreza con el pad y su abuso conlleva generalmente recibir una buena paliza, pues es raro poder utilizarlos por la masiva afluencia de peligros.

Como todo buen "beat'em up" que se precie, hay armas esparcidas por el suelo, o si no disponemos de ellas ?qu¨¦ mejor que utilizar la pierna de alguien como piedra!. Las m¨¢s poderosas son dif¨ªciles de encontrar, en cada escenario existe un secreto que suele ser una pared medio derruida. La ¨²nica manera de abrir esta habitaci¨®n es haciendo que el cuerpo de alguien interact¨²e con la pared, es decir, lanz¨¢ndole contra ella. A menudo puede suceder que obcecarse en encontrar un secreto de al traste con una vida, pero es la ¨²nica manera de desbloquear diapositivas y "artworks" visibles desde el men¨² de inicio.

Hay ciertos momentos en que el escenario se ve empeque?ecido por elementos da?inos o por su propia estructura (puentes, desniveles, plataformas...), a los que habr¨¢ que prestar antenci¨®n adem¨¢s de a la "gente del barrio". La gracia de esos momentos estriba cuando adem¨¢s aparece un enemigo final, la concentraci¨®n ha de ser m¨¢xima, y cada enemigo tiene un patr¨®n diferente de ataque y un modo de ser derrotado. Hay que recordar que disponemos de ataques a distancia, y que siempre est¨¢ de menos retroceder y volver a empezar.

Una de las cosas que nunca me han terminado de convencer de los "beat'em up" y que en MK Shaolin Monks est¨¢ presente en algunas ocasiones, es la capacidad de un personaje para golpear a varios a la vez, aunque sea con un simple pu?etazo. Evidentemente facilita las cosas, pero resta credibilidad. En SM desvirt¨²a un poco el realismo conseguido con las animaciones, se entiende que con una espada de metro y medio seas el amo del mundo, que una patada al aire inicie un combo a¨¦reo con un solo enemigo (es lo normal), pero no que un pu?o rompa la cara de tres. Estamos en la era digital, a punto de ver el lanzamiento de nuevas consolas, si Liu Kang est¨¢ rodeado ?por qu¨¦ no mover el brazo en c¨ªrculos?

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