Entre ceja y ceja

?ltimos d¨ªas de la II Guerra Mundial. El desarrollo nuclear alem¨¢n puede inclinar la balanza del lado de los nazis. Esta informaci¨®n tampoco puede caer en manos de los sovi¨¦ticos. Soldado norteamericano: inf¨ªltrate en las filas alemanas sin levantar sospechas y haz buen uso de tu rifle de francotirador si es necesario. Consigue esa informaci¨®n cueste lo que cueste. Y recuerda, un disparo en la cabeza a trescientos metros o acertarle a un objetivo en movimiento a seiscientos se considera un 'buen tiro'...

Observa Sniper Elite en movimiento en este v¨ªdeo.

Tumbado sobre el suelo de Berl¨ªn, tratando de buscar cobijo entre las ruinas de una ciudad asediada. As¨ª comenzamos nuestra aventura. Enfundado en un uniforme del ej¨¦rcito alem¨¢n, y arrastrando nuestro cuerpo entre los cr¨¢teres causados por las bombas. Es dif¨ªcil distinguir entre amigos y enemigos cuando comienza a atisbarse el germen de la Guerra Fr¨ªa; es necesario que los sovi¨¦ticos aniquilen al ej¨¦rcito nazi, pero su bot¨ªn no debe estar completo. Una parte debe ser nuestra.

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Tal y como os relat¨¢bamos en nuestras impresiones de hace unas semanas, los chicos del estudio brit¨¢nico Rebellion -responsables de Alien vs Predator, Delta Force: Urban Warfare, Rainbow Six Lone Wolf, entre otros- nos introducen con este DVD en la mente de un francotirador enviado a una zona en conflicto total. Nuestra misi¨®n es infiltrarnos en la retaguardia alemana, conseguir el material de investigaci¨®n nuclear que han conseguido desarrollar y escapar con vida sin que el ej¨¦rcito sovi¨¦tico acceda tampoco a esta valiosa informaci¨®n.

Debemos pensar y actuar teniendo muy en cuenta nuestra situaci¨®n de soledad en el campo de batalla, de ah¨ª que no debamos lanzarnos a lo loco sin sopesar las consecuencias de nuestra acci¨®n. Factores como el campo de visi¨®n, nuestra cobertura o las posibles v¨ªas de retirada ser¨¢n decisivas en los escasos segundos que separan un tiro certero de nuestra ca¨ªda segura. Nuestro rifle de francotirador nos proporcionar¨¢ ventaja siempre y cuando sepamos aprovechar su potencial acechador. Es una manera diferente de ver un juego b¨¦lico, sin que por ello se pierda un ¨¢pice de tensi¨®n, y es que muy al contrario, la sensaci¨®n de responsabilidad aumenta.

Expertos en el arte de las armas de fuego y en el mundo de los francotiradores como Mart¨ªn Pegler han puesto su granito de arena para que el realismo de Sniper Elite sea muy notable. Es un verdadero desaf¨ªo calibrar todas las variables que mediar¨¢n en el resultado final de un disparo. La fuerza del viento, el influjo de la gravedad, o nuestra capacidad pulmonar influir¨¢n decisivamente en los disparos que realicemos vali¨¦ndonos de la mira de nuestro rifle. Pero si nos sentimos verdaderamente apurados, no ser¨¢ extra?o echar mano de una ametralladora MP -40 u otras armas de asalto  para salir de un punto cr¨ªtico. Variedad en el arsenal no faltar¨¢, desde luego: pistolas P -38, rifles G -43, MG -42, cables -trampa, granadas, TNT, etc.

Y todo ello desde una perspectiva a caballo entre la tercera y la primera persona. La gran importancia de saber en todo momento si estamos bien cubiertos tras los parapetos ha hecho que la vista en tercera persona sea id¨®nea para la acci¨®n general. Para ayudarnos, tambi¨¦n tendremos disponible un indicador de camuflaje que variar¨¢ a medida que nos ocultemos. En cualquier momento podremos pasar a la cl¨¢sica visi¨®n subjetiva, bien utilizando los prism¨¢ticos o bien mirando a trav¨¦s de la mira del rifle. Todo un acierto esta f¨®rmula mixta, que satisfar¨¢ a los expertos y ser¨¢ un punto a favor para los no iniciados en este g¨¦nero.

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Podremos reconocer a simple vista edificios emblem¨¢ticos como La puerta de Brandemburgo o el Reichstag, y en algunas ocasiones la acci¨®n se desarrollar¨¢ dentro de ellos. Las destrucciones de los edificios en tiempo real a causa de los misiles ser¨¢ una constante, y a?adir¨¢ mucha espectacularidad al t¨ªtulo. Como tambi¨¦n ser¨¢ espectacular el v¨ªdeo que se nos mostrar¨¢ en caso de que consigamos un disparo especialmente certero: un primer plano de nuestro proyectil, al cual seguiremos a lo largo de su recorrido hasta el objetivo.

Todos los soldados lucir¨¢n indumentarias acordes a la ¨¦poca, incluyendo aspectos caracter¨ªsticos de su rango dentro del ej¨¦rcito o de las condiciones climatol¨®gicas. Si nos fijamos bien con los prism¨¢ticos y aumentamos el zoom-un gustazo visual-, podremos observar hasta las granadas colgando de sus cinturones, ?y a que os imagin¨¢is lo que sucede si las disparamos? Pues eso.

En el lado m¨¢s negativo nos encontramos con las caras de los soldados, que se muestran a un nivel bastante m¨¢s bajo que el resto de elementos, dando sensaci¨®n de poca tridimensionalidad. Algo similar sucede con las escenas cinem¨¢ticas realizadas con el motor del juego, que sirven como introducci¨®n a las misiones o nos confirman la consecuci¨®n de ciertos objetivos. Dan la sensaci¨®n de ser poco naturales, ya que los movimientos de los personajes carecen de la suavidad con la que se desplazan en la acci¨®n normal. Gr¨¢ficamente las versiones que se llevan la palma son las de Xbox y PC, mientras que Ps2, aunque sin mostrar fallos, no puede llegar a la nitidez de sus competidores. Pero se defiende dignamente, eso s¨ª.

Los efectos de sonido est¨¢n bastante conseguidos, siendo los disparos los protagonistas. La potencia de las diferentes armas estar¨¢ claramente diferenciada por el sonido de sus proyectiles al ser disparados, de tal modo que podremos detectar armas pesadas a la vuelta de la esquina con solo estar atentos; pero estos efectos no s¨®lo nos servir¨¢n a nosotros, ya que tendremos que ser h¨¢biles para camuflar los estruendos de nuestro rifle con el ruido ambiental si no queremos ser descubiertos por el enemigo, por ejemplo.

Las voces de los soldados corresponden a su nacionalidad, por lo que podremos escuchar alem¨¢n, ruso e ingl¨¦s. Ser¨¢ fundamental estar atento a las voces de los soldados enemigos, ya que saber reaccionar r¨¢pido ante una voz de alarma puede salvarnos la vida. La versi¨®n para Ps2 es la ¨²nica traducida que ha ca¨ªdo en nuestra manos, pero tampoco est¨¢ doblada -no es la versi¨®n definitiva, as¨ª que rezad-.

La variedad de las misiones es bastante alta, de modo que en unas tendremos que rescatar a aliados, asesinar a cierto pez gordo enemigo o en otras poner a salvo un arsenal de armas, por ejemplo. Todo ello con la premisa del sigilo y la precauci¨®n que requiere estar pr¨¢cticamente solo en el campo de batalla. En total son 28 misiones con objetivos prioritarios y secundarios optativos, lo cual garantiza unas cuantas horas de juego, sobre todo porque no son f¨¢ciles...

La dificultad del juego es totalmente configurable, existiendo varios modos predeterminados para elegir como novato, cadete o francotirador y otro completamente a nuestro gusto. En funci¨®n del modelo predeterminado que elijamos, podremos decidir si queremos que la gravedad o el viento afecten a nuestros disparos, nuestra capacidad pulmonar o el nivel de IA de los adversarios. Como es natural, el nivel francotirador tendr¨¢ todas las variables activadas y al m¨¢ximo, mientras los anteriores ser¨¢n m¨¢s asequibles.

Una menci¨®n especial merece la inteligencia artificial de los enemigos. Si la hemos determinado en niveles medio -altos sus reacciones pueden dejarnos con la boca abierta. Sus posturas y coberturas ser¨¢n casi perfectas, por lo que tendremos que trabajarnos una buena posici¨®n de disparo; nos acechar¨¢n cambiando rutinas de actuaci¨®n; acudir¨¢n a auxiliar a sus compa?eros heridos dando la alarma; y no dudar¨¢n un momento en acribillarnos a balazos si hemos cometido un m¨ªnimo error de previsi¨®n.

Precisamente este punto es uno de los conflictivos en la aventura, ya que con niveles de IA de medios hacia adelante la dificultad del juego ser¨¢ bastante elevada. No ser¨¢ nada extra?o -ni irreal, por otra parte- perder casi todo nuestro nivel de vida en una sola acometida enemiga. Esto unido a una cierta escasez de objetos curativos en las primeras misiones, cuando somos m¨¢s vulnerables, hace que el reto sea considerable incluso con par¨¢metros medios.

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En contrapartida, el juego nos permite guardar nuestros progresos en cualquier momento, por larga y dura que sea la misi¨®n, as¨ª como cargar la misma desde el principio o desde el ¨²ltimo punto salvado. Un gran detalle que evitar¨¢ que miles de pads acaben destrozados contra el suelo a causa de la rabia -?alguien se acuerda de la misi¨®n final del primer Driver o de alguna en Call of Duty?-. El propio juego se encargar¨¢ de vez en cuando de recordarnos que es un buen momento para salvar la partida, vaticinando alg¨²n desaf¨ªo interesante o tras conseguir un objetivo especialmente duro.

Adem¨¢s del juego individual cl¨¢sico, disponemos de modo cooperativo para dos jugadores y juego online con hasta siete compa?eros m¨¢s, pudiendoi elegir entre combates a muerte individuales, en equipo o el modo denominado 'asesinato'. Todas las versiones soportan estas opciones, pero la m¨¢s justita es la Ps2, como es l¨®gico por su escaso desarrollo en el campo online.

En cuanto al control, la gran asignatura de este tipo de t¨ªtulos es adaptarse de una manera c¨®moda a los mandos de las consolas de sobremesa. Tras bastantes horas de juego, el mando de control no se hace nada extra?o, ya que la configuraci¨®n de botones seleccionada por defecto -que puede cambiarse, claro- asigna el bot¨®n R3 a la funci¨®n de entrar en el modo 'mira' del rifle y R1 al disparo, mecanismo que acaba siendo muy intuitivo.

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