[TGS] Tokyo Game Show 05, Editorial y cierre

El tren me lleva de regreso a casa, a Yokohama. Las luces de la noche de Chiba acompa?an a mis pensamientos en su peregrinar por los recuerdos del Tokyo Game Show 2005, que ya se consolidan en mi mente. Recuerdos que ahora son im¨¢genes pero que con el tiempo se van convirtiendo en sensaciones. Sensaciones que dan lugar a raciocinios y dan a luz la opini¨®n. Todo ese c¨²mulo de im¨¢genes y sonidos est¨¢n demasiado frescos en mi mente. Ahora se impone un primer repaso de lo que ha sucedido en la feria. De lo visto y lo o¨ªdo. De lo divino y de lo humano. En fin, de hacer un resumen de lo que ha significado para el mundo del videojuego.

Hemos estado cubriendo el evento para todos vosotros Nacho Ortiz, redactor jefe de consolas,?Miguel Arroyo, nueva incorporaci¨®n a la corresponsal¨ªa japonesa de la revista, Esther Molina, fot¨®grafa del equipo, Tom¨¢s Rovina, colaborador ocasional, y un servidor. Tambi¨¦n hemos contado con la inestimable ayuda de nuestro compa?ero y amigo de GameAxis en Singapur, Aaron Yip, un fijo de estos eventos, y que siempre nos echa un cable cuando es de menester.

La Revoluci¨®n ya tiene control
La feria empez¨® fuerte. Y lo hizo con un anuncio no previsto en el gui¨®n, pero no por ello menos esperado. Y es que Revolution, la nueva criatura de Nintendo, ya tiene mando de control. Y la verdad es que, como se hab¨ªa prometido, ha sorprendido a propios y extra?os. Nadie ha quedado indiferente ante su visi¨®n. Un mando que m¨¢s se parece al remoto de una televisi¨®n que a un pad tradicional. Y la verdad es que por lo que hemos podido comentar los profesionales de la informaci¨®n acreditados para el Show, las sensaciones en general son buenas. Pasada la primera impresi¨®n de incredulidad y sorpresa, los comentarios iban desde que ser¨¢ un pleno ¨¦xito hasta los que consideran que habr¨¢ que dar tiempo al tiempo, pasando por los que creen que es una buena idea, sobre todo para captar nuevo p¨²blico para el negocio del ocio digital. Pero a nadie se le pasa por la cabeza que no pueda significar un antes y un despu¨¦s para Nintendo.

Mi opini¨®n personal est¨¢ m¨¢s en la l¨ªnea de los que piensan que hay que dejar pasar el tiempo para ver si los usuarios se acostumbran a ver ese tipo de control como algo normal o no. Pero la idea es buena, original y muy, muy curiosa. Seguramente va a captar la atenci¨®n del jugador ocasional o de aquel que a¨²n no se ha dejado atrapar por el mundo del videojuego, pero que considera que el mando a distancia es un gran invento. Lo que s¨ª est¨¢ claro es que la industria es un negocio que se mueve por las cifras, y son los juegones los que van a tener, como siempre, la ¨²ltima palabra en este asunto. Nintendo ya ha expuesto su baza. Y nos gusta.

Xbox 360, 'Start your engines'
A?dos meses de su lanzamiento casi simult¨¢neo en los principales mercados, Xbox 360 ha sido la gran ganadora en este TGS.. La consola ha llegado, ha visto y ha vencido. Evidentemente, lo ten¨ªa todo a su favor para ser la estrella, debido a la falta de material jugable de sus competidoras de nueva generaci¨®n. Pero vayamos por partes.

Gran sorpresa con?N3 Ninety-Nine?Nights, un t¨ªtulo insignia para la nueva consola de Microsoft, en el que hay puestas muchas esperanzas, y que demuestra que el mercado coreano est¨¢ madurando a grandes pasos. Luego tenemos Ridge Race 6, al que jugamos casi compulsivamente durante toda la feria dado lo adictivo y directo de su naturaleza. Gran despliegue gr¨¢fico y sonoro para un juego de conducci¨®n arcade en el que se aprecia claramente el salto a la nueva generaci¨®n. Aunque como nada es perfecto, comentar¨¦ que a¨²n le quedan algunos detalles por pulir (pocos, eso s¨ª) como unos ¨¢rboles con un extra?a pinta semi-3D. Por lo dem¨¢s, un serio aspirante al t¨ªtulo. Otro de los aspirantes es Dead Rising. Gran sorpresa este juego ambientado en el ya conocido mundo de los medios vivos, medio muertos. Si bien no aporta originalidad en cuanto a planteamiento, s¨ª lo hace en la jugabilidad. Control directo y aplastantemente sencillo. Casi se puede decir que con un pad de dos botones y cruceta habr¨ªa m¨¢s que suficiente. Adictivo y satisfaciente. As¨ª es Dead Rising. Nada de controles imposibles, todo diversi¨®n. T¨¦cnicamente impecable. Nos comentan los desarrolladores que la idea del juego vino despu¨¦s de pensar en los l¨ªmites de la consola. ?Podr¨ªamos mostrar m¨¢s de 1.000 personajes en pantalla? ?Nada mejor que un juego de zombis para demostrarlo!

Otro de los triunfadores fue Kameo. Un juego extra?o, pero sorprendente. Como sorprendente fue su puesta en escena en el stand de 360. Se recre¨® el ambiente de una sala de estar futurista con un sill¨®n de relajaci¨®n de dise?o, una pantalla de plasma y una Xbox 360 con el juego. Unas amables azafatas nos ayudaban con el juego y nos daban consejos sobre c¨®mo progresar. Muy conseguido. El juego promete satisfacer a aquellos que buscan un soplo de aire fresco. Veremos en qu¨¦ queda la cosa.

Square Enix tambi¨¦n se quiso apuntar a la fiesta y nos regal¨® los sentidos con un gran espacio para Final Fantasy XI donde pudimos ver una versi¨®n m¨¢s pulida que la que observamos en la Square Enix Party 2005, celebrada recientemente. Enormes cantidades de profesionales y curiosos se acercaban para poder probar el juego y ver las demostraciones t¨¦cnicas y explicaciones de los animadores del espacio. Pero estas son las estrellas del cat¨¢logo. Tambi¨¦n pudimos ver Resident Evil 5, Dead or Alive 4, Project Gotham Racing 3, Rumble Roses XX o NBA Live 06, y tantos otros, aunque algunos de ellos fueran en la forma de trailer. A¨²n as¨ª nos quedamos con las ganas de jugar a Frame City Killer.

Xbox 360 est¨¢ lista para su gran estreno mundial. En este Tokyo Game Show ha mostrado sus capacidades y la verdad es que nos ha dejado impresionados. Especialmente por ver la cantidad de compa?¨ªas que est¨¢n apostando fuerte por ella. Microsoft tambi¨¦n est¨¢ jugando fuerte en Jap¨®n. Campa?a publicitaria abrumadora, precio agresivo y unos juegos de salida realmente atractivos. Bill Gates juega duro en el pa¨ªs del sol naciente. No le queda otra. Bienvenida, 360.

Playstation 3. ?Quiero jugar!
Una de las decepciones ha sido, sin lugar a dudas, el hecho de no poder jugar a la nueva consola de sobremesa de Sony. Este hecho ha sido paliado, auque no del todo, por los v¨ªdeos que han sido mostrados en el 'Cine de PS3', una gran sala de proyecciones donde hemos podido ver aut¨¦nticas maravillas visuales y sonoras.

Empezamos por la estrella de Playstation 3 (con el permiso de otros aspirantes) Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots. El Kojima Team nos deleit¨®, aparte de con unas divertidas entrevistas p¨²blicas (con m¨¢s de promoci¨®n que de opini¨®n), con un trailer que ha dejado impresionado a todo aquel que lo ha visto. La alta definici¨®n dota a cualquier juego de un halo especial, pero en el caso de MGS4, hace que sea absolutamente delicioso el disfrutar de sus gr¨¢ficos. Un Snake envejecido conversa con un Otacon que aparenta no m¨¢s de 40. ?Qu¨¦ ha pasado aqu¨ª? No hay nada claro, pero ma?ana queremos salir de dudas, ya que?Hideo Kojima nos ha invitado a visitarle?en sus oficinas de Roppongi Hills, uno de los lugares m¨¢s 'chic' de Tokio. Y os lo contaremos todo. Permaneced a la escucha.

Vision Gran Turismo. Una nueva visi¨®n del laureado simulador de conducci¨®n. Amado por unos y odiado por otros, la saga nunca ha dejado indiferente a nadie. Y el v¨ªdeo que hemos visto confirma lo obvio. El salto cualitativo es evidente. Modelados con una obsesi¨®n casi enfermiza por el detalle, efectos visuales hiper-realistas, y un sonido a la altura hac¨ªan que la gente permaneciera atenta y callada, como aguantando la respiraci¨®n, hasta el final del trailer. Promete, y mucho, pero habr¨¢ que esperar bastante tiempo hasta verlo en todo su esplendor. Yo no puedo esperar.

Devil May Cry 4 fue expuesto en forma de trailer en el stand de Capcom. Previa cola quilom¨¦trica, entramos a verlo y, aunque no nos decepcion¨® (se ve fant¨¢stico), nos quedamos con un sabor agridulce por los cambios que se han hecho sobre la cara de Dante como se puede ver en Famitsu.?Esperemos que Kobayashi-san, trabajando en el t¨ªtulo tras finalizar Killer 7, no nos decepcione. Otro v¨ªdeo que caus¨® sensaci¨®n, aunque esta vez por su detalle, fue el de The Getaway. Incre¨ªble el modelado de las calles de Londres. Aquello parec¨ªa m¨¢s bien un recorrido tur¨ªstico por la ciudad del T¨¢mesis patrocinado por el departamento de turismo de la ciudad. Muy buena pinta. Pero nos quedamos con la miel en la boca. Es una demo t¨¦cnica m¨¢s que un trailer. Eso s¨ª, impresionante.

Los samur¨¢is tienen su espacio particular en Genji 2, la continuaci¨®n del juego de PS2. La acci¨®n contin¨²a donde lo dej¨® el primer juego de esta saga reci¨¦n iniciada. As¨ª que seguiremos de cerca las aventuras de los primeros clanes samurai de la historia de Jap¨®n. Gr¨¢ficamente es impresionante, preciosista y lleno de colorido. Y es precisamente este uso del color el que le da car¨¢cter. Impagables las secuencias de lucha rodeadas de p¨¦talos flores de cerezo japon¨¦s, el sakura.

Mucho v¨ªdeo y del bueno. Pero la decepci¨®n de ver jugar s¨®lo a Kojima o a Yuji Naka con un kit de desarrollo y no poder probar nosotros mismos estas maravillas no nos la quita nadie. Habr¨¢ que esperar a alg¨²n evento posterior. Una l¨¢stima. Pero en general podemos decir que PS3 ha apuntado maneras y de una manera demoledora. Sus capacidades t¨¦cnicas saltan a la vista. Xbox 360 va a tener una gran competidora. O viceversa.

Nuestra generaci¨®n
Por supuesto, hubo representaci¨®n de la presente generaci¨®n en forma de juegos para Playstation 2, Xbox y Gamecube. Especialmente lamentable era la casi ausencia de t¨ªtulos para estas dos ¨²ltimas plataformas. Pero las razones son evidentes. Nintendo no participa en el TGS de manera oficial, aunque deja libertad de acci¨®n a los terceros; y en cu¨¢nto a Xbox, qu¨¦ decir, todos sabemos el fracaso que ha sido en Jap¨®n. Una l¨¢stima que no haya calado entre los jugadores de este pa¨ªs.

Pero dejemos la penas a un lado. En PS2 hemos visto y jugado a Metal Gear Solid 3: Subsistence con modo online incluido, Budokai tenkaichi, Soul Calibur 3, Shadow of the colossus, Resident Evil 4, con una conversi¨®n del t¨ªtulo de Gamecube aceptable pero notoriamente inferior gr¨¢ficamente a ¨¦sta, Kingdom Hearts 2, una de las estrellas para los jugones, Siren 2 con su impresionente y terror¨ªfico v¨ªdeo de presentaci¨®n, Xenosaga 3, Suikoden Tactics (Rhapsodia en Jap¨®n), y Phantasy Star Universe, entre otros.

Las sensaciones son buenas. Playstation 2, a pesar de tener a su hermana rondando, sigue gozando de una muy buena salud. Aqu¨ª en Jap¨®n siguen lanz¨¢ndose t¨ªtulos a un ritmo fren¨¦tico y la cosa parece no tener fin. Veremos lo que pasa cuando Playstation 3 llegue al mercado. Pero de momento, sigamos jugando.

El juego ubicuo. PSP.
Impresionante, enorme y ruidoso (no os imagin¨¢is cu¨¢nto) stand para la port¨¢til de Sony. Muchos y buenos juegos esperando ser probados y destripados a fondo para delicia de los degustadores del juego ubicuo, del juego en cualquier lugar. Juegazos a la antigua usanza, mezclados con propuestas innovadoras y claramente rompedoras. Nintendo DS lleva clara ventaja y Sony intenta luchar con todo su arsenal. Evidentemente los beneficiados seremos los usuarios. La competencia es buena.

Para empezar, algo retro. Impagable retorno de Sir Arthur en Extreme Ghouls 'n Ghosts. Totalmente remozado en 3D y con una suavidad de movimientos incre¨ªble. L¨¢stima que no hayan aprovechado la oportunidad para a?adir efectos visuales acordes a nuestra ¨¦poca. A¨²n as¨ª, un grande.

Continuamos con Metal Gear Acid 2. La segunda parte hace m¨¢s honor a la saga que la primera. De eso estamos seguros. Aunque se sigue utilizando el mismo m¨¦todo de juego, hay suficientes novedades para que m¨¢s jugones se apunten a jugar con ¨¦l. Y tenemos el a?adido de las gafas que nos permiten ver en relieve nuestro avance por el juego, e incluso im¨¢genes provenientes de capturas de Metal Gear Solid 3: Subsistence.

Tambi¨¦n pudimos jugar, previa quilom¨¦trica cola (eso s¨ª ordenada, que esto es Jap¨®n) a la versi¨®n port¨¢til de la saga futbol¨ªstica Winning Eleven. Los gr¨¢ficos est¨¢n casi a la par de los de PS2 y en general, es un magn¨ªfico juego. Si a eso le a?adimos las posibilidad de jugar junto a otra persona en modo online, y la de enlazar con la versi¨®n para PS2 para intercambiar datos, parece que tenemos el juego de f¨²tbol perfecto en nuestras manos. Y nunca mejor dicho.

Vimos y jugamos tambi¨¦n a muchos otros t¨ªtulos. Algunos tan extra?os como el juego de traducci¨®n interactivo -como le gusta llamarlo a su productor- 'talkman' (que debido a su naturaleza y el impresionante ruido exterior, era demostrado en una 'pecera' al m¨¢s puro estilo radiof¨®nico), o el simulador de conducci¨®n de trenes urbanos 'Densha de GO!', en una edici¨®n especial que recorre la l¨ªnea circular de Tokio, la Yamanote.

Decepciones.
Ha sido una feria de decepciones. Unas m¨¢s que otras, pero decepciones a fin de cuentas. La mayor, evidentemente la de no poder jugar a Playstation 3. Otras han sido el no poder ver, aunque sea en formato v¨ªdeo, juegos de Revolution, la pr¨¢cticamente nula presencia de Gamecube y Xbox, o la escas¨ªsima de Nintendo DS, salvada in extremis por alg¨²n juego de terceros como el Dragon Ball Z: Supersonic Warriors 2, Viewtiful Joe o Sonic Rush.

Comentario
Un a?o m¨¢s, un Tokyo Game Show m¨¢s. Si el E3 de este a?o se calific¨® aqu¨ª en MeriStation como una feria de transici¨®n hacia la nueva generaci¨®n de consolas de sobremesa, puedo decir que el TGS ha consolidado dicha generaci¨®n en el mercado, pero no de una manera aplastante o definitiva. Se ha quedado demasiado en el tintero. Queremos jugar con todas las consolas de nueva generaci¨®n. Pero me temo que eso s¨®lo ser¨¢ posible en el E3 2006. Hasta entonces, os mantendremos informados aqu¨ª, en vuestra revista.

Ya casi estoy en Yokohama. Ya casi estoy en casa. Despu¨¦s de un d¨ªa agotador, me ha gustado el poder compartir con vosotros mis pensamientos. Adi¨®s TGS 2005. Ha sido emocionante. Pero queremos m¨¢s. Siempre queremos m¨¢s.