Tras la estela de Snake...

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Pilot Down es una nueva e interesante propuesta que llega a las consolas. Partiendo de premisas bastante habituales a d¨ªa de hoy, como son la infiltraci¨®n (ya vista en numerosos t¨ªtulos tales como Metal Gear Solid, Splinter Cell o HeadHunter) y la supervivencia en un terreno hostil rodeado de enemigos que est¨¢n atentos a nuestro paso para acabar con nuestra existencia.

Visualiza Pilot Down: Under the Enemys Lines en el siguiente v¨ªdeo.

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A grandes rasgos, Pilot Down viene a intentar emular, m¨¢s precisamente, las aventuras de Snake en Metal Gear Solid 3, pero poni¨¦ndonos en la piel de un soldado americano perdido en territorio enemigo en tiempos de guerra. Pese a que ofrece bastante calidad en ciertos aspectos, lo cierto es que este juego dista mucho de la perfecci¨®n que supone la obra de Konami. Veamos qu¨¦ es lo que ofrece.

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A pesar del a priori sencillo planteamiento, lo cierto es que a lo largo del juego el argumento va a ir evolucionando, ofreciendo giros argumentales de lo m¨¢s inesperados e interesantes. A pesar de todo, deja bastante que desear en l¨ªneas generales y no llega a enganchar en ning¨²n momento. Adem¨¢s, la presentaci¨®n de las escenas que van desarrollando la historia no ayuda.

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Y es que unas escenas tan importantes no pueden mostrarse tan fr¨ªamente y de un modo tan poco trabajado a trav¨¦s de unas im¨¢genes est¨¢ticas en forma de dibujo. La idea es que se desarrolle cual comic, ya que los di¨¢logos se presentan de esta forma, pero el resultado no es para nada el esperado, y se hacen algo sosas y repetitivas. Una pena, ya que un mejor trabajo en este aspecto le hubiese hecho al juego ganar algunos enteros.

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Sin olvidar la siempre interesante alternativa de golpear la pared contra la que estamos apoyados para llamar la atenci¨®n de los enemigos y distraerles, pudiendo aprovechar esos momentos de confusi¨®n. Tambi¨¦n existe la posibilidad de atacar a los enemigos por la espalda, de modo que se nos plantean otras dos nuevas posibilidades, o bien acabar con su vida o acabar optando por dejarle libre.

En caso de acabar con su vida, podremos arrastrar el cuerpo y ponerlo a salvo, bien oculto y lejos de la visi¨®n de los otros enemigos. Los enemigos, sobre su cabeza, tienen una barra roja que indica como cu¨¢nto de sospechosos se muestran hacia los ruidos, sombras y el entorno a su alrededor. Cuando esa barra se llena, comienzan el ataque hacia donde creen que podemos estar, y suelen tener bastante buen olfato para esas situaciones.

Los seres humanos que pueblan los escenarios no son tan s¨®lo enemigos, sino que tambi¨¦n hay aldeanos de los alrededores, que pueden asustarse y correr a esconderse, o bien ir a alertar a los soldados de nuestra presencia. Los m¨¦todos de nuestra infiltraci¨®n se acaban resumiendo, pues, en intentar pasar desapercibidos, atacar por la espalda o atacar con las diversas armas y munici¨®n que nos iremos encontrando seg¨²n avancemos por los escenarios.

La barra azul del aguante se ver¨¢ menguada con el fr¨ªo y circunstancias ambientales varias, y se podr¨¢ recuperar al lado de un buen fuego, ya sea dentro de una casa, utilizando montones de ramas secas del camino o incluso aprovech¨¢ndonos de alg¨²n buen fuego ya hecho por alg¨²n enemigo. La recuperaci¨®n es bastante r¨¢pida, por lo que no afecta especialmente al desarrollo de la aventura.

Para la barra de vida, aparte de los paquetes m¨¦dicos tradicionales, podr¨¢n utilizarse animales tales como conejos y frutas como manzanas que se van encontrando a lo largo del escenario. Adem¨¢s, si los animales, se aprovecha una hoguera para calentarlos y cocinarlos, su efecto ser¨¢ mayor y aumentar¨¢ su efectividad al utilizarlos como reconstituyentes.

El apartado sonoro es inexistente pr¨¢cticamente. Quitando alguna que otra melod¨ªa militar en momentos puntuales, el resto brilla por su ausencia, aunque los efectos sonoros y las voces digitalizadas est¨¢n bastante bien trabajadas y dejan un buen sabor de boca ayudando a la inmersi¨®n en el t¨ªtulo. Una de las pocas cosas que lo consigue.

En el aspecto jugable, poco que reprocharle, ya que las opciones son variadas y el personaje responde con bastante calidad a las instrucciones del jugador en el mando de control. El juego no se hace aburrido, y es bastante entretenido, aunque por momentos puede resultar algo repetitivo y carente de verdadero inter¨¦s, ya que la inmersi¨®n en la historia no se consigue f¨¢cilmente, salvo por aquellos que sean verdaderos forofos de la guerra y del mundo militar americano.