El tenis m¨¢s bestia

Me gusta la serie Outlaw. He disfrutado con esta particular versi¨®n de los deportes con Outlaw Golf, Outlaw Volleyball y ahora con Outlaw Tennis. Hasta el punto de completarlo al 100%, sin dejarme nada por descubrir o por hacer, aparte de poder jugar algunas partidillas con los colegas. He destripado el ¨²ltimo t¨ªtulo de Hypnotix cuando, tal vez de un modo objetivo, igual no merec¨ªa esas 30 ¨® 35 horas de juego. Ahora bien, si eres fan de los simuladores te has equivocado de an¨¢lisis.

Outlaw Tennis es probablemente uno de los acercamientos a este deporte m¨¢s desenfadados y, a la vez, m¨¢s accesibles para el gran p¨²blico. Como bien implica su nombre de pila, Outlaw significa eliminar cualquier resquicio de simulaci¨®n para convertirlo en algo 100% arcade directo; los jugadores reales se han convertido en un elenco de presidiarios, raperos, strippers, moteras, cantantes de rock, suecos locos y, por supuesto, El Suave.

El juego de Hypnotix es de aquellos dise?ados para ser disfrutados con los amigos cuando vienen a casa o, en menor medida, a trav¨¦s de internet. No es necesario tener un dominio exhaustivo para poder disfrutarlo en su mayor medida ya que la cantidad de variables que pueden influir en el desarrollo de un partido puede ser tan grande que en ocasiones se da el caso que para hacerlo bien sea imprescindible 'hacerlo mal'.

No es solo de tenis de lo que estamos hablando: tenis-pinball, tenis-f¨²tbol americano, tenis-b¨¦isbol, tenis-ping pong, individuales, dobles, dobles canadienses, con bombas, patata caliente, bloqueadores, sobre pistas de hielo o de tierra, en el propio Infierno o sobre el m¨¢s g¨¦lido hielo, con cron¨®metro parcial en tu propio contador o en el global, estilo convencional o casino. Y cualquier combinaci¨®n entre ambas.

Y por supuesto todo adornado con unos gr¨¢ficos bastante decentes, unas chicas de esc¨¢ndalo y unas reacciones por parte de los participantes que algunas no tienen desperdicio. Esto es lo que ofrece Outlaw Tennis y est¨¢ en vuestras manos decidir si encaja en vuestro estilo: si pegarse en mitad de un juego con el adversario para conseguir 30 segundos de hipermodo lo encontr¨¢is demasiado escandaloso para vuestros mandos es que no merec¨¦is estar en la Arena de Outlaw.

Tal vez destacar¨ªamos las animaciones de los personajes, realizadas a trav¨¦s de captura de movimientos como se puede apreciar en el cuarto video desbloqueable como extra (sobre el 90% del juego completado). Son de lo m¨¢s variopinto ya que la mayor¨ªa tienen poco que ver con el mundo del tenis: saltos, pu?etazos, bailes diversos, raquetazos diversos? y por supuesto alguna que otra derecha y rev¨¦s. Aunque al cabo del tiempo uno acaba por desactivar las 'reacciones emotivas' tras los puntos, contemplarlas algunas veces resulta muy divertido.

El modelado de los personajes no est¨¢ nada mal, sobretodo si nos paramos a contemplar la anatom¨ªa de algunos de los participantes de los torneos. Las pistas son tambi¨¦n de lo m¨¢s variado y tanto su comportamiento como su concepci¨®n est¨¢n repletos de imaginaci¨®n, al igual que los minijuegos para subir de nivel a los jugadores. No hay ning¨²n tipo de interacci¨®n con el entorno pero tampoco se echa de menos.

Hay diversas posibilidades para situar la c¨¢mara, como era de imaginar. Probablemente el 80% de la gente escoge la lejana trasera ya que es la que nos permite jugar con nuestro jugador siempre desde la parte de debajo de la pantalla, aunque es la que menos detalle particular ofrece. No hay ralentizaciones sea cual sea la opci¨®n y la mayor¨ªa de efectos que aparecen en pantalla son bastante correctos. Lamentablemente el juego no explota las capacidades de alta definici¨®n, as¨ª que nos tendremos que conformar con los 525 puntos a los que estamos acostumbrados.

La selecci¨®n de pistas de sonido, interpretadas algunas por el pseudo-rapero y participante Ice Trey, son bastante variadas y tras unos pocos ratos nos encontraremos tarareando alguna de ellas, aunque tras muchas horas de juego en cuanto a n¨²mero se me antojaron un poco escasas. De todos modos, sumado a los efectos de sonido, el resultado es igualmente bastante correcto sin demasiados alardes.

Hay que reprocharle a Outlaw Tennis que pierde algo de encanto al no haber doblado al comentarista Steve Colbert, el encargado de a?adir las puntillas tras haber ganado o perdido un punto. Es imprescindible un buen conocimiento del idioma ingl¨¦s para poder comprender algunos de los chistes o los comentarios de los jugadores, que ni tan siquiera se han traducido al castellano. A excepci¨®n de las presentaciones (y traducidas tambi¨¦n un poco sui generis) y los men¨²s, el juego viene completamente en ingl¨¦s.

Aunque el juego nos plantea diversas posibilidades de afrontarlo, el control de nuestro personaje va a ser el mismo; el manejo se realiza con el stick anal¨®gico derecho mientras que los botones efect¨²an golpes planos, cortados o liftados, incluyendo golpes especiales como el globo o la dejada. El gatillo derecho a?ade un punto de velocidad y realiza un golpe turbo cuando est¨¢ disponible y con la mano izquierda activamos el plus de efecto, el cual no se necesita para nada para acabarse la campa?a principal.

A medida que avancemos en el juego se van desbloqueando hasta 5 minijuegos con 4 niveles de dificultad distintos, que son los que deberemos completar para aumentar las estad¨ªsticas de nuestros personajes. Los primeros juegos son bastante sencillitos y crecen de dificultad progresivamente. Tened en cuenta que hay 16 personajes y subirlos por completo es una tarea de duraci¨®n no inferior a media hora, haci¨¦ndolo todo perfecto. El c¨¢lculo es sencillo: 16 multiplicado por media hora equivale a 8 horas solamente 'subiendo niveles'.

Tras destruir robots demostrando nuestra potencia, sacando con fuerza y precisi¨®n para volar minas, eliminando a los carniceros que bailan la conga en el matadero haciendo gala de nuestra rapidez, erradicando los lanzamisiles que amenazan nuestras ciudades y ejercitando nuestra punter¨ªa para deshacer un puzzle (cuyo resultado vale la pena, eso s¨ª) podremos estar en mejores condiciones para afrontar las misiones del juego principal.

El juego principal consiste en ir realizando las 5 pruebas de cada personaje para ir desbloqueando vestimentas de cada uno, nuevos personajes (al principio hay muy pocos, al final hay 16) y nuevas pistas. Cada grupo de 5 est¨¢ formado por 4 pruebas distintas y un torneo en el que hay que ganar 3 partidos para poder llegar al final. En esta ocasi¨®n SI es posible abandonar un partido y retomarlo m¨¢s tarde tras cada uno de los sets, con lo que se facilita el poder dejar la partida sin tener que rejugar algo que ya hab¨ªamos ganado.

Los modos de juegos principales son: cl¨¢sico, casino, f¨²tbol americano, pinball, b¨¦isbol y ping pong; todo ello a excepci¨®n del modo cl¨¢sico son mezclas de tenis con cada uno de los otros 'deportes', ya sea en el tipo de puntuaci¨®n o en la estructura. A todo esto le sumamos el poder jugar solo, a dobles o a dobles canadienses (2 contra 1) y, por si fuera poco, con cron¨®metro parcial o global, bombas de relojer¨ªa, patata caliente y bloqueadores. Todo puede combinarse entre s¨ª: partido de b¨¦isbol con 6 entradas a dobles canadienses con bombas de relojer¨ªa, patata caliente y bloqueadores.

Algunos modos (como el patata caliente o el de cron¨®metro) son importados de otros Outlaw. Sin embargo el sistema de juego casi siempre es el mismo y, lamentablemente, no cuesta demasiado encontrar un patr¨®n que sirva para derrotar a casi todo el mundo en la mayor¨ªa de superficies. Es por eso que me encontr¨¦ perdiendo muy pocos partidos y, por poner un ejemplo, el ¨²ltimo partido de f¨²tbol americano lo gan¨¦ por 52 a 0. Y era la pen¨²ltima fase.

Porque aunque el juego intenta ser variado al tener tantas posibilidades, cuando juegas solo al final todo se reduce a lo mismo. Y te encuentras pasando y pasando partidos sin que realmente Outlaw Tennis te ofrezca nada m¨¢s que nuevos partidos en los que los adversarios sacan m¨¢s fuerte y corren un poco m¨¢s. Probablemente eso no importe mucho las primeras 10 horas de 'campa?a', pero cuando lo juegas hasta el final el t¨ªtulo llega a aburrir.

He terminado el juego buscando d¨®nde m¨¢s pod¨ªa sorprenderme la creaci¨®n de Hypnotix hasta que me di cuenta de que no hab¨ªa ning¨²n lugar para profundizar. La primera impresi¨®n que te causa es grata, pero no progresa de ese punto. Solamente si tenemos la opci¨®n de jugarlo en multijugador encontraremos la verdadera salsa del Outlaw, con el que las risas durante un buen rato est¨¢n aseguradas, a pesar de que no existan torneos online propiamente dichos.

Realidades como que gan¨¦ m¨¢s juegos restando que sirviendo, que no llegu¨¦ a utilizar nunca jam¨¢s un globo o un golpe plano, que nunca perd¨ª una pelea para ganar los 30 segundos de hipermodo (que te permiten turbo infinito), que pas¨¦ la mayor¨ªa de partidos sin perder ni un solo juego? todo ello da una idea de que este producto agradecer¨ªa un poco m¨¢s de ¨¦nfasis en el aspecto de profundidad de juego, m¨¢s que nuevas opciones o nuevos despliegues de biquinis imposibles.