Carreras diminutas...

?Record¨¢is cuando de peque?os os pod¨ªais pasar tardes y tardes enteras haciendo carreras con vuestros hotwheels, micromachines y similares? Qu¨¦ tiempos aquellos, ?eh? Pues ahora ten¨¦is la oportunidad de revivir esos momentos gracias a (?o  'por culpa de'?) el nuevo juego de Jaleco, Room Zoom.

No es la primera vez que el g¨¦nero de las carreras de microcoches es protagonista de un videojuego. Sin ir m¨¢s lejos, los mism¨ªsimos MicroMachines contaron con versiones digitales para varias plataformas (entre ellas esta misma, la PlayStation 2) que, probablemente, se convirtieron en los representantes m¨¢s destacados de este tipo de t¨ªtulos.

Ahora nos llega Room Zoom, juego que nos invita a recorrer circuitos ambientados en su mayor parte en el interior de una casa, y en los que nos las tendremos que arreglar no s¨®lo para llegar los primeros a la meta, sino tambi¨¦n para hacerlo enteros, ya que tendremos que esquivar los obst¨¢culos de los que est¨¢n plagadas las pistas.

Pero no s¨®lo los objetos desperdigados por los circuitos nos dificultar¨¢n la tarea, ya que para ponernos las cosas a¨²n peor (o para beneficiarnos, seg¨²n se mire, aunque generalmente lo primero) cada uno de los seis veh¨ªculos que participan en cada carrera estar¨¢ equipado con armas y turbos, que le dan algo m¨¢s de variedad al juego.

Ya desde el primer momento nos daremos cuenta de que estamos ante un juego muy limitado. Tan s¨®lo ofrece tres modos de juego, los cl¨¢sicos: carrera simple, modo de dos jugadores (hasta cuatro en las versiones para las consolas de Nintendo y Microsoft) y campeonato.

El nombre de los otros dos modos habla por s¨ª solo, por ello me centrar¨¦ en este ¨²ltimo, el modo campeonato, en el que disputaremos series de carreras puntuadas que determinar¨¢n nuestra posici¨®n global. Seg¨²n vayamos avanzando, podremos desbloquear nuevos coches y circuitos (y a medida que abramos circuitos, se abrir¨¢n tambi¨¦n otros campeonatos). Sin complicaciones, vaya.

La gracia del juego radica principalmente en esquivar obst¨¢culos y abatir a nuestros contrincantes, cosa que no ser¨¢ f¨¢cil. Y es que aunque el manejo de nuestro veh¨ªculo es bastante asequible, las armas van bastante 'a su aire' y desde luego no parecen la mejor opci¨®n a seguir para alzarnos con la primera plaza.

Un ejemplo de ello es un arma que lanza una especie de proyectil incendiario que supuestamente deber¨ªa atacar a uno de nuestros rivales. Y digo supuestamente porque por alguna raz¨®n al usarlo da la impresi¨®n de que nos estemos atacando a nosotros mismos, ya que nuestro veh¨ªculo sale despedido por los aires y no para darnos ventaja, precisamente.

Aunque la idea del juego es buena, no ha sido muy bien llevada a la pr¨¢ctica, y el juego no tardar¨¢ demasiado en aburrirnos. De todas formas el modo multijugador, en especial en las versiones que soportan 4 jugadores simult¨¢neos, pueden ayudar a salvar este juego de la quema. En Xbox tiene un aliciente a?adido, ya que soporta juego online a trav¨¦s de Xbox Live! para hasta seis jugadores. Aunque uno se pregunta si de los ya pocos compradores que se probablemente se har¨¢n con el juego alguien va a jugar a ¨¦l a trav¨¦s de internet?

Gr¨¢ficamente el juego es pobre: las texturas son planas y simples, los escenarios totalmente carentes de gracia e imaginaci¨®n (ojal¨¢ hubieran copiado a los geniales MicroMachines en este sentido), y los obst¨¢culos que nos encontramos en ellos se limitan a objetos en medio de la carretera, manchas de jab¨®n o similares que entorpecen nuestro paso y poco m¨¢s.

Pero dejando eso a un lado, tambi¨¦n es justo mencionar que el juego es bastante n¨ªtido y colorista, que el framerate es constante y que su apartado t¨¦cnico llama la atenci¨®n por alg¨²n que otro efectillo de luz (m¨¢s bien pocos, pero teniendo en cuenta la impresi¨®n est¨¦tica general que trasmite el juego, destacan).

Por otro lado tenemos el apartado musical. Los efectos sonoros son simplones, pero cumplen y tampoco desentonan exageradamente. La m¨²sica es otra cuesti¨®n; las composiciones 'makineras' con la que el juego 'deleita' nuestros o¨ªdos har¨¢n que deseemos estar sordos en menos de cinco minutos. Aunque al menos hay varias canciones (o eso parece, porque lo cierto es que toda la m¨²sica del juego suena m¨¢s o menos igual? har¨ªa falta un audi¨®filo para distinguirlas).