Worms 4: Mayhem

Y arreglando la aventura del paso a las 3D, por no llamarla desaguisado, lleva Team 17 desde 'Worms 3D'. El resultado es este 'Mayhem', que nos ha llegado en versi¨®n de early review al 95% para las tres plataformas, que supone la apuesta anual de la representada de Codemasters para el g¨¦nero de la estrategia y acci¨®n por turnos. Y visto lo visto, han quedado claras un par de cosas bastante importantes.

En primer lugar se deja, de nuevo, meridianamente claro que el juego est¨¢ pensado para PC y adaptado para las consolas. Mi compa?ero Antonio Carrasco escrib¨ªa en su art¨ªculo de opini¨®n acerca de la vitalidad del PC como plataforma de entretenimiento: no hay que preocuparse, Anto?o, pues mientras sigan haci¨¦ndose juegos como este (y muchos otros de tipolog¨ªa distinta) el ordenador personal tendr¨¢ vida larga asegurada.

Y es que Worms, un juego donde la estrategia se mezcla a baja porci¨®n junto con dosis mucho m¨¢s altas de habilidad a los controles y, por qu¨¦ no decirlo, con un poco de suerte, depende en muy buena medida de la capacidad de control que tengamos sobre nuestro gusano. Y eso, por suerte o por desgracia, solo se consigue de forma medianamente decente (y r¨¢pida) con teclado y rat¨®n. Y existe realmente una experiencia de juego completamente distinta entre una versi¨®n y otra del mismo juego.

Pero en esencia sigue siendo lo mismo; controlaremos un equipo formado por hasta 6 gusanos distintos, que pueden ir personalizados de muchas formas, y lucharemos por conseguir nuestro objetivo. La mayor¨ªa de las veces significar¨¢ acabar con uno o varios equipos rivales de gusanos, pero hay tambi¨¦n misiones de recogida de objetos, ataques 't¨¢cticos', velocidad? y por supuesto una serie de desaf¨ªos que pondr¨¢n a prueba nuestras capacidades de manejo de todas las armas.

Como comentar¨¦ m¨¢s adelante, se han a?adido cantidad de armas nuevas, posibilidad de crear las nuestras propias o incluso personalizar un estilo de juego, una tienda donde gastar las monedas que vayamos adquiriendo para desbloquear nuevos bancos de sonidos y dem¨¢s cosas? pero el enfoque multijugador sigue estando ah¨ª, y de nuevo nos topamos con un t¨ªtulo que pide a gritos ser jugado con amigos en el sof¨¢ o, por lo menos, a trav¨¦s de Internet.

Obvia decir que aunque todos los gusanos son exactamente iguales 'a pelo', se han a?adido m¨²ltiples posibilidades de personalizarlos: sombreros y estilos de pelo, bigotes y barbas, parches y gafas de todo tipo, guantes y garfios? muchos de ellos disponibles desde el inicio para poder crear nuestro propio equipo, siendo el resto desbloqueables a bajo precio a trav¨¦s de la 'tienda virtual' del juego (en la que no hay que pagar nada de dinero real, obviamente).

La deformaci¨®n de los escenarios es algo que ha mejorado mucho desde 'Forts Under Siege', siendo ahora mucho m¨¢s natural (aunque aquella pixelada de las 2D est¨¢ todav¨ªa fresca en mi memoria) al recibir el impacto de todas las armas del juego. Armas que por cierto comparten un buen dise?o y bastante buen gusto con las localizaciones, bastante numerosas y casi infinitas, que vienen incluidas con Worms 4: Mayhem.

Lo que s¨ª es insufrible son los tiempos de carga antes de las fases, llegan a ser horribles en Xbox y desesperantes en Ps2 pero sin diferencias realmente notables. En PC la cosa cambia bastante, y tanto en mi Pentium M760 como en mi 3,2 la espera descend¨ªa a pocos segundos. Adem¨¢s el juego soporta las pantallas de PC en formato panor¨¢mico, as¨ª que es posible jugarlo a 1280 x 800, por ejemplo. La resoluci¨®n, pero sobretodo el tema del control, es lo que me hacen inclinarme por esta versi¨®n como la m¨¢s recomendable de todas.

Aunque no existen di¨¢logos hablados como tales en el juego, existen escenas de corte que vale la pena observar. No es un juego de grandes alardes ni visuales ni auditivos pero, a nivel general, hay que admitir la gran mejora respecto a Worms 3D que merece nuestro reconocimiento, si bien no deja de ser cierto que para los aut¨¦nticos y m¨¢s veteranos fans de la saga el nuevo aspecto se nos antoja todav¨ªa extra?o.

Uno de los mayores 'pero' es el control, especialmente en las versiones de consola. En cualquier juego del mercado el cotrol es el mecanismo mediante el cual nos comunicamos hacia el programa y si ese control no es ¨®ptimo da igual lo bonitos que sean los gr¨¢ficos o lo envolvente del sonido. En Worms 4 la imperfecci¨®n del interfaz provoca un problema doble ya que, adem¨¢s de lo engorroso que resulta de por s¨ª, los turnos tienen un tiempo l¨ªmite y es muy frustrante no poder hacer algo debido a un problema digamos ajeno a nosotros.

Con los anal¨®gicos se puede rotar gusano y c¨¢mara, pero nada es m¨¢s sencillo que hacerlo con el mouse mediante el cual, adem¨¢s, resulta un momento seleccionar un arma que est¨¢ en la cuarta fila y puesto quinto, mientras que con el pad tendremos que manualmente irnos moviendo por todas las casillas, ya est¨¦n ocupadas o no. Eso sinhablar de la precisi¨®n y velocidad que da el ir avanzando mientras se rota la c¨¢mara, cosa que en versiones de PC no es posible y se avanza a 'impulsos'.

La c¨¢mara, ya que ha salido en el p¨¢rrafo anterior, tampoco es ninguna maravilla. Con la rueda del mouse se acerca y aleja, meintras que hay dos posiciones fijas en Ps2 y Xbox. Adem¨¢s, en cualquiera de las versiones, cuando se entra en un edificio es cuando verdaderamente empiezan los problemas ya que saber lo que estamos haciendo puede ser un problema. En ocasiones me descubr¨ª destruyendo paredes con el bazooka para poder observar bien como escalar a determinada zona.

Pero si consigues superar estas vicisitudes (que no son moco de pavo y que m¨¢s de un mando han hecho tirar al suelo) puedes encontrar el verdadero Worms que hay dentro. La f¨ªsica de las armas est¨¢ muy bien conseguida, con viento que sopla en tres dimensiones y en algunos momentos de lucha uno contra a uno se revive el esp¨ªritu del worms original, con movimientos que obligan al preciso lanzamiento de bazooka o granada para lograr la victoria.

El redise?o del jetpack y de la cuerda ninja, sobre todo, ha contribuido bastante a aumentar la sensaci¨®n de dominio sobre el gusano que, a pesar de todo, es la mayor de las ¨²ltimas 3 entregas. Ahora la cuerda ninja, factor clave en toda victoria que se precie, puede incluso mover cajas o arrastrar minas y se ha simplificado su uso de modo que ahora puede volver a usarse con mayor porcentaje de acierto. Y as¨ª ha sucedido con las vigas, paraca¨ªdas, etc.

Existen 3 modos de juego principales: el modo historia, de donde salen buena parte de las fotos que adjunto, el modo desaf¨ªo y el modo multiplayer. El modo historia consta de una serie de objetivos de dificultad creciente y modalidad distinta en los que enfocaremos nuestra experiencia single-player. El modo desaf¨ªo sirve para conseguir dominar buena parte de las armas y accesorios nuevos en esta versi¨®n, algunos de ellos (como la 'poci¨®n ?caro') realmente hilarantes.

Del modo multiplayer, de donde provienen las pantallas de batalla entre los equipos de MeriCracks y MeriStaff, puede decirse que es posible jugar en modo local o en red (y online, aunque en el momento de hacer la review esto no era posible). Existen bastantes modos de juego posible pero, por si fuera poco, podemos crear el nuestro propio en la pantalla correspondiente, donde tambi¨¦n podremos crear nuestra propia arma o un equipo de gusanos humano o controlado por la CPU.

El genocidio en masa, el bate de b¨¦isbol, la burbuja de proteccion, la divin¨ªsima Holy Grenade, la poci¨®n de ?caro, el ataque salvaje del gordo, ovejas y superovejas, abuelitas explosivas, flechas venenosas, Sho-ryu-kens y empujones, ataques a¨¦reos de todo tipo, granadas de pi?a (aka cluster bombs) y de banana, misiles teledirigidos, hachazos, jetpacks, vigas y paraca¨ªdas, torretas ametralladoras de vigilancia? son algunas de las armas que junto con nuestro incombustible bazooka forman el arsenal para acabar con nuestros enemigos.

Pienso que la f¨®rmula no est¨¢ quemada del todo pero opino que para volver a encontrar un producto que funcione como un superventas habr¨¢ que esperar y dejar pasar un poco de tiempo. Esto no es como un PES o un Flight Simulator, cuya nueva versi¨®n siempre parte de un producto de gran calidad anterior. Aqu¨ª hay mucho trabajo por hacer, todav¨ªa m¨¢s, y si tengo que ser sincero no le veo cercana la luz al final del tunel. Como mucho aspirar¨¢ a ser un juego como lo que es, entretenido muchas veces y frustrante en otras tantas, pero sin m¨¢s pretensiones.