Catan, Impresiones

Basado en un conocido juego de mesa llamado Los colonos de Cat¨¢n, Capcom debuta en N-Gage con una fiel versi¨®n del juego de estrategia. Fidelidad al original, gr¨¢ficos desenfadados y un multijugador potentes descubiertos en nuestras primeras impresiones...?

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Catan nos muestra una interfaz sencilla y agradable en todo momento. Al arrancar el juego nos hallaremos ante un sencillo men¨² que nos dar¨¢ acceso r¨¢pido a todas las opciones siendo la primera de ellas ser¨¢ "Iniciar Partida". Nada m¨¢s entrar descubrimos la importancia que posee el modo multijugador por la forma que se han distribuido los modos, ya que en lugar de ser una opci¨®n m¨¢s ¨²nicamente veremos resaltados Individual y Multijugador a la hora de comenzar el juego.

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No hemos tenido ocasi¨®n de probar el modo multijugador, pero ya podemos afirmar que habr¨¢ posibilidad de enfrentarnos tanto por Bluetooth como por N-Gage Arena con hasta cuatro amigos. En realidad la cantidad ideal para este juego es de al menos tres jugadores, puesto que en caso contrario, con tan s¨®lo dos, se dificulta mucho el comercio y la partida resulta demasiado tediosa.

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En el modo individual se vislumbran tres elecciones distintas, encontr¨¢ndose en primer lugar partida libre. En ella podremos disputar, como su propio nombre indica, una ¨²nica parte siguiendo las reglas oficiales en la que ganar¨¢ el que consiga primero 10 puntos. ?ste resulta el modo ideal para cuando vamos a realizar un viaje relativamente corto o no queremos enfrascarnos en campa?as m¨¢s complejas. Tendremos la posibilidad de escoger a nuestros contrincantes de entre una parrilla que al principio no estar¨¢ completa y que debemos desbloquear.

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El segundo modo que podemos seleccionar es Torneo. Se trata de cuatro rondas consecutivas que funcionar¨¢n como partidas normales donde los contrincantes son elegidos de forma aleatoria. Para avanzar a la siguiente ronda debemos ser los primeros globalmente en las anteriores. Es decir, no es imprescindible ganar todas las partidas sino que tras cada partida seamos el que m¨¢s puntos acumulados lleva. Dichos puntos se consiguen por una serie de caracter¨ªsticas como pueden ser lograr el tramo m¨¢s largo o conseguir el Gran Ej¨¦rcito de Caballer¨ªa. Si terminamos con ¨¦xito el torneo, desbloquearemos a todos los adversarios para la partida libre.

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Por ¨²ltimo, se encuentran las misiones, donde se nos plantear¨¢n una serie de diecis¨¦is retos de creciente dificultad. Al principio s¨®lo habr¨¢ disponibles tres desaf¨ªos que conforme vayamos superando nos ir¨¢n permitiendo acceder a nuevos. Se trata de conseguir objetivos comunes como los ya comentados, el tramo m¨¢s largo o el gran ej¨¦rcito de caballer¨ªa, y algunos m¨¢s originales como lograr ganar la partida en menos de 40 turnos. Por desgracia, esta versi¨®n beta no ten¨ªa implementada a¨²n la posibilidad de almacenar los datos de las partidas por lo que al cerrar el juego desaparec¨ªan todos nuestros avances, y por tanto no hemos podido profundizar todo lo que hubi¨¦ramos deseado en este modo. No obstante, promediando lo que dura cada partida, podemos estimar que nos proporcionar¨¢ al menos unas veinte horas de juego si somos capaces de finalizar los retos sin fallar en muchas ocasiones.

Una conversi¨®n de altura

Catan se ha trasladado de forma impecable desde su versi¨®n de mesa. Conserva las normas principales del juego, que sin embargo no tiene unas estrictas reglas oficiales por lo que puede haber algunas variaciones m¨ªnimas a las que r¨¢pidamente nos adaptaremos los que ya disfrutamos del original.

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En el aspecto t¨¦cnico se puede hablar de una cuidada est¨¦tica y un cierto barroquismo. La pantalla estar¨¢ a rebosar de colores en todo momento haciendo gala de una gran paleta en un escenario que ser¨¢ por completo en 2D. El tablero ser¨¢ id¨¦ntico al de mesa aunque con menor nivel de detalle en las fichas debido a lo reducidas que se han tenido que hacer para adaptarse a N-Gage. Quiz¨¢ hay demasiados elementos al mismo tiempo y eso puede llevar a confusi¨®n.

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La interfaz ser¨¢ sencilla de manejar y nos bastaremos de dos botones, el 5 y el 7, y de un men¨² en el que se ver¨¢n de forma evidente todas las opciones (construir, comerciar, comprar y usar cartas...). Podremos emplear tambi¨¦n tres botones accesorios m¨¢s. El primero de ellos permitir¨¢ cambiar entre las dos vistas que tendremos del tablero, una completa y otra de cerca. En principio es preferible la vista alejada ya que es la que realmente da dominio de lo que est¨¢ ocurriendo durante la partida y en la otra ser¨¢ m¨¢s complicado que nos ubiquemos. Los otros dos, los ¨²nicos configurables, nos permitir¨¢n ver distintas estad¨ªsticas del juego como el n¨²mero de puertos que lleva cada jugador, las cartas que ha comprado o el n¨²mero de casas que ha construido.

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Los tiempos de carga son elevados, pero est¨¢n pensados de manera que s¨®lo tengan que producirse una vez en cada ocasi¨®n que iniciemos el juego. Es decir, al arrancarlo tendremos un par de barras de carga durante los t¨ªtulos de presentaci¨®n y cuando comencemos nuestra primera partida, de nuevo veremos otra barra sobre un fondo decorado (el cual nos acompa?ar¨¢ durante el resto de la misma). Pero a la segunda y sucesivas, apareceremos directamente en el escenario, por lo que en promedio los tiempos en realidad no son tan largos.

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Durante cada juego, los distintos personajes ir¨¢n comentando sus jugadas o hablar¨¢n de forma divertida sobre los diferentes sucesos que ocurran. Cada uno tendr¨¢ su personalidad y un nivel de dificultad que marcar¨¢ como se desenvolver¨¢n por el tablero. Es una buena idea pero a la larga omitiremos sus apariciones pulsando r¨¢pidamente los botones para pasar a la acci¨®n.

La IA est¨¢ muy trabajada. Los adversarios controlados por la CPU sabr¨¢n en todo momento qui¨¦n es el jugador que va ganando y tratar¨¢n de perjudicarle lo m¨¢s posible comi¨¦ndole terreno o poni¨¦ndole el ladr¨®n para que sus campos no produzcan. Conocer¨¢n qu¨¦ es lo que m¨¢s les favorece y actuar¨¢n en consecuencia para conseguir vencer lo m¨¢s r¨¢pidamente posible. Sin embargo, esta versi¨®n beta a¨²n tiene algunas peque?as lagunas ya que en ciertas ocasiones se quedar¨¢n bloqueados sin explicaci¨®n alguna, pero ocurre en casos contados y es de esperar que sea corregido antes de la salida a la venta.

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El juego puede ser confuso para los no iniciados en la versi¨®n de mesa. Pese a que se han incorporado varios tutoriales estos no nos servir¨¢n de ayuda ya que no son m¨¢s que v¨ªdeos a toda velocidad que no nos permitir¨¢n interactuar. Y las partidas se desarrollan de forma demasiado r¨¢pida para que podamos darnos cuenta de lo que est¨¢ ocurriendo a la primera. Es por ello que esperamos que Capcom edite un completo manual junto a la MMC que explique de forma detallada las distintas reglas puesto que ¨¦stas son muy sencillas una vez se leen y se unen.

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El ¨²ltimo aspecto t¨¦cnico a comentar es el sonido, quiz¨¢ el m¨¢s flojo de todos. Las melod¨ªas son agradables pero su n¨²mero se antoja muy escaso, no alcanzando m¨¢s de cinco o seis incluyendo las de los men¨²s. Durante la partida en realidad s¨®lo habr¨¢ una que afortunadamente no se nos har¨¢ repetitiva, pero que deber¨ªa estar acompa?ada de otras que reflejaran los distintos momentos de juego. Por ejemplo, una calmada para los inicios, otra intensa en los momentos finales cuando alg¨²n jugador se acerque a los 10 puntos, etc. Los efectos por otra parte no ser¨¢n malos, sino bastante adecuados, pero de nuevo ser¨¢n poco variados y apenas habr¨¢ uno por cada suceso del juego.

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La hora de jugar

En Catan nos ser¨¢ muy sencillo jugar ya que todo est¨¢ dispuesto para que no tengamos problemas en realizar ninguna acci¨®n. Comenzaremos en una ronda de tirar los dados para ver qui¨¦n empieza, y en caso de empate repetir¨¢n los que lo hayan tenido. Una vez determinados los turnos, cada jugador construir¨¢ una casa y un tramo junto a ella seg¨²n el orden que se haya determinado. A continuaci¨®n se realizar¨¢ la misma acci¨®n pero en orden inverso y recolectaremos una carta de cada campo anexo a nuestra segunda casa. Todo esto lo veremos de forma clara ya que en todo momento nos dir¨¢ qui¨¦n est¨¢ construyendo y el recoger las cartas se har¨¢ de forma autom¨¢tica.

Tras esta situaci¨®n, se iniciar¨¢ la partida en s¨ª. El que qued¨® primero ser¨¢ tambi¨¦n el que primero lance los dados. Como anteriormente, la recolecci¨®n de los recursos que nos hayan tocado se har¨¢ de forma autom¨¢tica. En su turno podr¨¢ decidir si construir, comerciar, comprar una carta o gastar alguna que ya tenga.

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Si se trata de un NPC, nos podr¨¢ ofrecer un trueque que siempre ser¨¢ de una unidad de un material por otra unidad. Nosotros en ese caso podremos aceptar su propuesta, rechazarla o renegociarla escogiendo nosotros los materiales que creamos convenientes entre los cinco posibles. Quiz¨¢ por tratarse de una versi¨®n no finalizada, en demasiadas ocasiones pese a que aceptemos la oferta nos saldr¨¢ un mensaje dici¨¦ndonos que el contrario ha decidido no comerciar. Suponemos que ser¨¢ arreglado para la versi¨®n comercial.

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Por otra parte, si es nuestro turno, nos aparecer¨¢ un peque?o men¨² en pantalla con las distintas acciones a realizar. En la primera opci¨®n tendremos construir, donde podremos elegir entre un tramo, una casa o una catedral. Dependiendo de los distintos puertos que tengamos, el juego de forma autom¨¢tica nos mostrar¨¢ todas las posibilidades de gastar los distintos materiales que poseamos. Digamos que por ejemplo queremos construir un tramo cuyo coste es de una carta de arcilla y otra de madera. Y digamos tambi¨¦n que tenemos el puerto de piedra (que permite cambiar dos piedras por la carta que deseemos), dos piedras, una arcilla, una madera y cuatro ovejas (recordemos que en todo momento podemos cambiarle a la banca cuatro cartas iguales por una de lo que deseemos). Pues nos saldr¨¢ una lista con las distintas opciones que ser¨ªa como la siguiente:

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- Arcilla + ¨¢rbol

- 2 piedras + ¨¢rbol

- 2 piedras + arcilla

- 4 ovejas + 2 piedras

- 4 ovejas + arcilla

- 4 ovejas + ¨¢rbol

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La segunda opci¨®n del men¨² es la de cartas. Desde ella podemos elegir si deseamos gastar una carta o comprar nuevas, usando esto ¨²ltimo el mismo m¨¦todo que para las construcciones a la hora de pagar ofreci¨¦ndonos todas las combinaciones posibles. No podemos emplear m¨¢s de una carta por turno y de forma autom¨¢tica nos lo impedir¨¢ si tratamos de hacerlo. Seg¨²n la que queramos usar, nos facilitar¨¢ tambi¨¦n la tarea a la hora de utilizarla. Si se trata de un punto, lo sumar¨¢ por s¨ª solo a nuestro contador, si es un monopolio, robar¨¢ las cartas a los contrarios con que ¨²nicamente elijamos cual, si es de desarrollo, nos dejar¨¢ elegir las dos cartas que gustemos, si es de construcci¨®n de caminos, nos situar¨¢ sobre el mapa para ubicarlos donde queramos y si se trata de un caballero, directamente nos saldr¨¢ el puntero para mover el ladr¨®n donde deseemos. Todo el trabajo nos vendr¨¢ hecho.

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Acerca del ladr¨®n, como ya comentamos en el avance anterior al salir un 7 el que tenga m¨¢s de 7 cartas ha de deshacerse de la mitad y el que ha tirado los dados ha de situarlo en una nueva casilla. Todo esto de nuevo lo har¨¢ el juego por nosotros y ¨²nicamente deberemos elegir de qu¨¦ materiales descartarnos o d¨®nde colocar al ladr¨®n en caso de que fuera nuestro turno. Dicho hex¨¢gono no producir¨¢ materiales mientras el ladr¨®n no sea retirado de all¨ª.

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Por ¨²ltimo podremos elegir comerciar. Esto a su vez nos permitir¨¢ seleccionar si deseamos hacerlo con otros jugadores, mediante puertos o con el intercambio 4:1 ya comentado anteriormente. En la primera opci¨®n de nuevo tendremos tres posibilidades, ofrecer nosotros un material, decir cu¨¢l nos gustar¨ªa adquirir o elegir tanto qu¨¦ damos como qu¨¦ queremos recibir a cambio. En las dos primeras opciones los contrarios nos mostrar¨¢n si desean comerciar, y de hacerlo, con qu¨¦ material, mientras que en la ¨²ltima s¨®lo nos dar¨¢n su conformidad o no. Nosotros podremos elegir con qui¨¦n deseamos hacer el trueque.

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Los NPC's no podr¨¢n hacer propuestas complejas que comprendan m¨¢s de una carta, es decir, no nos ofrecer¨¢n cambios 3:2, 2:4, etc., sino ¨²nicamente 1:1. En cambio, s¨ª ser¨¢n capaces de contemplar nuestras ofertas de m¨¢s de una carta, por lo que si no aceptan un cambio 1:1, si lo hacemos 2:1 ¨® 3:1 pueden llegar a aceptarlo.

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En los puertos nos saldr¨¢n marcadas las distintas opciones de las que podamos disponer. Por ejemplo, si tenemos el puerto de piedra y dos piedras, dicho material saldr¨¢ resaltado, o si tenemos un puerto 3:1 y tanto tres trigos como tres ¨¢rboles, ambos materiales saldr¨¢n tambi¨¦n indicados.

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Tal vez la ¨²nica laguna en todo este entramado es que las transiciones entre nuestros turnos ser¨¢n algo confusas y no en todo momento sabremos qui¨¦n acaba de tirar los dados y qu¨¦ est¨¢ haciendo exceptuando porque previamente ha lanzado un mensaje, pero que al mezclarse con los dem¨¢s no sabremos distinguir muy bien cu¨¢l era el que anunciaba el inicio del siguiente turno. De todas maneras, para los jugadores m¨¢s avanzados a la larga esto no resultar¨¢ un problema ya que cuando nos toque tirar podremos apreciar qu¨¦ ha ocurrido en el intermedio.

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Peque?a conclusi¨®n