Motoko Kusanagi, Secci¨®n 9

Stand Alone Complex es el segundo videojuego basado en Ghost in the Shell que llega al mercado. Tras un primer t¨ªtulo para PlayStation en el a?o 97 donde control¨¢bamos exclusivamente a un Fuchikoma, la segunda juventud que la obra de Masamune Shirow est¨¢ viviendo gracias a la serie de animaci¨®n no pod¨ªa pasar desapercibida para la industria del ocio electr¨®nico.

Ghost in the Shell consta de un manga de dos grandes tomos editados en Espa?a -el original y su secuela Manmachine Interface-, de la adaptaci¨®n a OVA del primero de ellos dirigida por Mamoru Oshii y de una serie de anime dividida en 26 cap¨ªtulos denominada Stand Alone Complex. Esta serie, dirigida por Kenji Kamiyama y producida por Production I.G. -responsables de la parte animada de Kill Bill- se estren¨® en Jap¨®n en octubre de 2002 y a pesar de esquivar los temas trascendentales propios del OVA y centrarse en el d¨ªa a d¨ªa de la Secci¨®n 9, logr¨® un ¨¦xito tal que ha provocado que la obra original de Masamune Shirow haya experimentado un renacimiento casi diez a?os despu¨¦s. Prueba de ello es el lanzamiento de la segunda pel¨ªcula de GITS, Innocence, protagonizada por Batou y estrenada el pasado a?o en Jap¨®n, adem¨¢s del t¨ªtulo que hoy nos ocupa.

Y todo este ¨¦xito teniendo en cuenta que Masamune Shirow no es precisamente un mangaka cuya obra se caracterice por tener tintes comerciales. Todo lo contrario. Todas las obras de Shirow -que por cierto es un pseud¨®nimo utilizado para proteger su vida privada- desde Black Magic a Appleseed o GITS se han caracterizado por tener densos y enredados guiones donde se tratan temas trascendentales como la globalizaci¨®n, el determinismo, las implicaciones ¨¦ticas de la biotecnolog¨ªa o la individualidad filos¨®fica del ser, apoyados en decenas de explicaciones y tecnicismos tecnol¨®gicos. A¨²n as¨ª la devoci¨®n que el autor siente por el cuerpo femenino y que tanto se aprecia en sus ilustraciones -especialmente en los 3 Intron Depot- junto al retrato de las sociedades futuristas y sus cont¨ªnuos conflictos, han propiciado su triunfo en occidente.

GITS Stand Alone Complex, el videojuego, apareci¨® a la venta en Jap¨®n en marzo de 2004 aunque hasta este 6 de mayo no habr¨¢ llegado a Espa?a, m¨¢s de un a?o despu¨¦s de su salida original. La raz¨®n parece que se encuentra en la intenci¨®n que han tenido tanto Atari y Bandai como Selecta Visi¨®n en realizar un lanzamiento simult¨¢neo en Europa del videojuego y de la serie en DVD. Esta ¨²ltima se encuentra disponible en todas las tiendas desde finales de marzo y actualmente sigue su curso, a raz¨®n de cinco cap¨ªtulos por disco.

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Para perseguir a estos nuevos criminales cibern¨¦ticos se ha creado la secci¨®n 9, una fuerza de choque antiterrorista aut¨®noma e independiente con soldados mejorados capaces de seguir a los criminales tanto en el mundo f¨ªsico como en el virtual. La unidad est¨¢ encabezada por la teniente Motoko Kusanagi, una cyborg de ¨²ltima generaci¨®n, y aunque cuenta con m¨¢s miembros en sus filas como Togusa, Ishikawa, Borma o Saito, en el videojuego s¨®lo controlaremos a la mayor, a su mano derecha Batou y al landmate de asalto Tachikoma, evoluci¨®n de los veh¨ªculos aparecidos en la precuela.

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La trama del juego nos sit¨²a tras la captura de una organizaci¨®n terrorista internacional que utiliza el arroz como tapadera para traficar con armamento punta. La Secci¨®n 9 se pone tras su pista, pero como era de prever, la situaci¨®n se complica con situaciones inesperadas, como un secuestro o la aparici¨®n de un clon de Kusanagi.

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La consistencia gr¨¢fica se deja ver desde el primer nivel. Sorprende la cantidad de campo de visi¨®n que se ofrece en el horizonte y el n¨²mero de estructuras presentes, y sin popping alguno. Muy trabajado para una consola como PS2. En la primera incursi¨®n en los muelles del puerto podemos apreciar edificios en la lejan¨ªa, focos gigantescos alumbrando, incluso divisar el mar y ver como aleatoriamente pasan aviones sobrevolando el nivel. Con tanta carga es normal que alguna ralentizaci¨®n aparezca, y asi es, ya que en algunos momentos apreciaremos como la tasa de frames por segundo -habitualmente en 30- cae bruscamente.

Si bien la ambientaci¨®n es correcta, se abusa mucho de la infiltraci¨®n y no se aprovecha nada, a diferencia de la serie de animaci¨®n, las persecuciones urbanas o las incursiones en ¨¢reas de la ciudad con m¨¢s trasiego, ya que por lo general la acci¨®n suele discurrir en localizaciones apartadas. En niveles m¨¢s avanzados se muestran otro tipo de ambientaciones. Niveles subterr¨¢neos, gr¨¢ficamente muy simples y repetitivos, algunos exteriores ambientados en grandes complejos de oficinas o en sus azoteas, una aut¨¦ntica delicia, o la recta final, especialmente el campo de trigo en movimiento por el aire donde tiene lugar el ¨²ltimo enfrentamiento.

Por otro lado tenemos que criticar la calidad de las texturas, insuficiente por lo general y rozando lo rid¨ªculo en algunas situaciones como en el suelo utilizado para simular campo abierto, al igual que la escasa variedad de enemigos otro de los puntos negros y los errores de detecci¨®n del sistema de part¨ªculas -sobre todo apreciables en el bullet time-. Las secuencias generadas por ordenador no llegan al nivel tan alto de otras productoras japonesas, especialmente cuando hablamos de expresividad de los personajes -dando la sensaci¨®n de ser casi af¨¢sicos-.

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Para la m¨²sica no pod¨ªa faltar un techno, bastante ex¨®tico aunque de calidad bastante discreta y poco inspirado, que casa con la est¨¦tica cyberpunk. Los efectos de sonido al igual que la banda sonora, quitando algunas explosiones y el sonido de algunas armas como las ametralladoras con munici¨®n de alta velocidad, en general son bastante discretos y se limitan ¨²nicamente a crear atm¨®sfera sin pena ni gloria.

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El control no presenta muchas dificultades de manejo, con el esquema habitual de los shooters de gatillos para fuego primario y secundario y anal¨®gico para desplazamiento y c¨¢mara m¨¢s dos acciones espec¨ªficas como salto -o doble salto- y agarrarse donde sea posible. A nivel de manejo los problemas est¨¢n en las dosis de plataformas del juego, debido a los saltos de precisi¨®n milim¨¦trico y con un timing muy exigente para ejecutar los rebotes. 

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Esta parte de plataformas tiene reminiscencias con Prince of Persia y presenta situaciones similares. Por ejemplo, para salir adelante de m¨¢s de un nivel donde habr¨¢ que estudiar la orograf¨ªa de la zona -por ejemplo la azotea de un edificio de 200 plantas o una estaci¨®n de tren subterr¨¢nea- y a base de saltar, agarrarse a bordes, deslizarse, rebotar en las paredes, hacer alguna pirueta cayendo al vac¨ªo y ayudarse de la resistencia del cuerpo bi¨®nico de Motoko, llegar al punto que nos marca el radar.

El repertorio de armas es muy interesante. Tendremos disponibles desde los t¨ªpicos rifles de asalto del ej¨¦rcito a ametralladoras cargados con balas de alta velocidad, recortadas, minigranadas, misiles termodirigidos o rifles de francotirador supers¨®nicos con miras telesc¨®picas l¨¢ser. Adem¨¢s tenemos la opci¨®n de llevar 2 armas a la vez, que podremos ir intercambiando -sin poder dispararlas simult¨¢neamente- y de utilizar armas secundarias, como minas, granadas, cuchillos y el carism¨¢tico camuflaje termo ¨®ptico por un periodo de tiempo limitado.

Los Tachikoma son los veh¨ªculo de asalto dotados con una avanzada inteligencia artificial que utiliza la Secci¨®n 9 en Stand Alone Complex y que funcionalmente tienen forma de ara?a. Esta evoluci¨®n de los Landmate tan caracter¨ªsticos de Shirow -y que tanto hemos podido ver en Appleseed o conceptualmente en los Intron Depot- est¨¢n presentes tambi¨¦n en el juego, pero ¨²nicamente en unos pocos niveles donde Motoko y Batou necesitan apoyo pesado. El desarrollo de esta parte del juego abandona el enfoque a pie y presenta un desarrollo pr¨¢cticamente id¨¦ntico al primer GITS de PSX. A bordo del Tachikoma podremos deslizarnos r¨¢pidamente, disparar ametralladoras de alta velocidad y lanzar misiles termodirigidos.

Existe la posibilidad de introducirnos en su Ghost, hacke¨¢ndolo, y ganar control sobre ellos. Esto es muy necesario en varios niveles en los que tendremos que hackear al enemigo para abrirnos paso a nosotros mismos o para limpiar una zona de francotiradores. Para hackear a los enemigos ¨²nicamente tendremos que pulsar el c¨ªrculo, tras lo cual nuestro personaje realizar¨¢ una conexi¨®n inal¨¢mbrica con el Ghost del enemigo.

Una vez conectados, para lograr desproteger su Ghost y tener acceso pleno a ¨¦l, hay que superar varios niveles de protecci¨®n, que vienen a ser como puzzles rotatorios que hay que encajar en el momento justo. Si lo hacemos correctamente, pasamos al siguiente nivel, si se nos acaba el tiempo, la conexi¨®n es rechazada.

Stand Alone Complex tiene 4 niveles de dificultad -uno m¨¢s que en el original japon¨¦s-, pero s¨®lo conseguiremos tener acceso a determinadas misiones si lo completamos en el nivel m¨¢s dif¨ªcil. Como recompensa tendremos acceso a todas las secuencias cinem¨¢ticas, un modo multijugador que soporta hasta 4 jugadores, trajes extra para los personajes, munici¨®n ilimitada o control del Fuchikoma en este modo. Lo m¨¢s agradecido es el multiplayer, que tiene Versus por equipo y Battle Royal, porque los trajes no dejan de ser un detalle de agradecer, pero insuficiente.

A nivel jugable se hace mon¨®tono porque repite mucho los mismos objetivos nivel tras nivel y abusa de la infiltraci¨®n, aunque las situaciones que plantea son 100% GITS. Con todo lo anterior, la inteligencia artificial rudimentaria de los enemigos termina por confirmar una sensaci¨®n de aburrimiento que se acent¨²a a medida que profundizamos y a pesar de tener 2 personajes distintos. Adem¨¢s, los niveles del Fuchikoma est¨¢n infravalorados y muy poco explotados. Resumiendo, cualquier seguidor de La Patrulla Especial Ghost deber¨ªa tenerlo en su colecci¨®n al igual que el primer GITS para PSX, pero el resto deber¨ªa andarse con cuidado porque tiene sus lagunas importantes para los tiempos que corren.

l  o    m  e  j  o  r

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l  o    p  e  o  r

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