Un Imperio m¨¢s grande

All¨¢ por el a?o 2001, un grupo de reciente formaci¨®n liderado por Rick Goodman lanz¨® al mercado un juego de estrategia en tiempo real -RTS-, concretamente un Build & Battle; Empire Earth llevaba impregnado el estilo y aroma de Age of Empires -no en vano, Goodman fue uno de los responsables del m¨ªtico juego de Ensemble Studios- pero no pretend¨ªa quedarse en una mera continuaci¨®n. Al contrario, en Stainless Steel Studios -SSS a partir de ahora- se esforzaron para reunir todas las ¨¦pocas posibles en su juego, desde la arcaica prehistoria hasta el futuro tecnol¨®gico m¨¢s avanzado.

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Empire Earth tuvo, en l¨ªneas generales, una buena acogida por parte de la cr¨ªtica, siendo aclamado como juego del a?o. Bien es cierto que la esencia jugable que heredaba de sus 'predecesores' era toda una garant¨ªa de ¨¦xito, pero lo cierto es que el juego pecaba de una gran carencia de personalidad, con civilizaciones demasiado parecidas y sin se?as de identidad que proporcionaran una sensaci¨®n jugable m¨¢s profunda; a pesar de ello, su multijugador goz¨® de una ¨¦poca dorada que se prolong¨® con su expansi¨®n 'Art of Conquest'.

Dicha expansi¨®n fue desarrollada por MadDoc Software, hecho que nos permite enlazar con el juego de hoy. Casi sin hacer ruido, y de forma paralela e independiente al fant¨¢stico 'Empires: Albores de la Era Moderna' de SSS, la compa?¨ªa del doctor loco ha construido uno de los RTS m¨¢s completos de la historia. Ahora bien? ?te lo recomiendo? Depende. Como todo en esta vida.

Gr¨¢ficos y sonido

Si tuviera que quedarme con un aspecto negativo del juego, me decantar¨ªa por el nivel gr¨¢fico del mismo. Quiz¨¢ os sorprenda un poco mi afirmaci¨®n, sobre todo tras ver las capturas que acompa?an mi texto, las cuales no est¨¢n ni mucho menos exentas de detalles y calidad. Sin embargo, me he quedado con ganas de m¨¢s, porque a mi juicio no se aprovecha al m¨¢ximo la capacidad gr¨¢fica de las tarjetas actuales.

Es cierto que las unidades lucen bien, est¨¢n perfectamente animadas y ofrecen una gran variedad a lo largo de las 15 ¨¦pocas que incluye el juego. Por su parte, las estructuras que componen las ciudades ofrecen un nivel menor de detalle, aunque cumplen perfectamente su cometido. Incluso me ha sorprendido la cantidad y calidad de efectos gr¨¢ficos, incluyendo explosiones, detalles clim¨¢ticos, reflejos en el agua?

Lo cierto es que, tras ver algunas pantallas de cierto juego de estrategia que est¨¢ al caer, servidor esperaba un poco m¨¢s en este apartado. Como es l¨®gico, le resto importancia por la gran cantidad de unidades mostradas simult¨¢neamente sobre tales extensiones de terreno. Y el rendimiento es bastante bueno.

Por su parte, el sonido cumple con acompa?ar al desarrollo de la acci¨®n. La banda sonora no es ninguna maravilla pero no desentona, de forma similar a los efectos de sonido. Y que no se me olvide: traducido y doblado al espa?ol.

Jugabilidad: vamos por turnos

Empire Earth 2 no constituye una simple actualizaci¨®n de los pilares jugables que presentaba su precuela. Hay m¨¢s, mucho m¨¢s. Partiendo de la premisa de construir el centro de ciudad y recolectar recursos para crecer, en Empire Earth 2 entra en juego el factor de los territorios. Un territorio es una porci¨®n de mapa que una facci¨®n posee cuando construye un centro de ciudad en dicha zona. La facci¨®n obtiene ventajas y se hace fuerte en un territorio, pero teniendo presente un l¨ªmite de unidades y edificios a construir en la zona, vi¨¦ndose obligada a expandirse buscando otros territorios.

Este detalle no es nuevo -por diez euros, juegos que lo incluyan, como por ejemplo: Rise of Nations-, pero no por ello deja de ser una gran fuente de estrategias, a menudo desaprovechadas en este tipo de juegos. Empire Earth 2 logra sacar partido, haciendo que los mapas sean realmente extensos y el jugador est¨¦ obligado a vigilar m¨¢s terreno del acostumbrado. En este sentido se hace esencial la diplomacia y los tratados de paz -plagados de detalles configurables- para lograr avanzar en la partida.

A todo esto se le suma el control del avance tecnol¨®gico de la facci¨®n mediante un ¨¢rbol de tecnolog¨ªas que habr¨¢ que ir desarrollando poco a poco, siendo necesarias para avanzar de ¨¦poca. En general, muchas de las caracter¨ªsticas que incorpora el juego est¨¢n inspiradas en la estrategia por turnos -a Sid Meier le gustar¨¢ Empire Earth 2-, algo que denota la ambici¨®n de los programadores con este t¨ªtulo.

MadDoc no ha reparado en incluir alicientes para los jugadores, como el sistema de coronas: cada cierto tiempo se proclamar¨¢ al jugador que m¨¢s puntos tenga en el campo econ¨®mico, militar e imperialista. La corona otorgar¨¢ una habilidad especial a dicha facci¨®n, que mantendr¨¢ hasta que se vuelvan a recalcular dichas coronas.

La interfaz: s¨®lo para adultos

Y no me refiero a que en el juego salgan enfermeras ligeras de ropa curando a nuestras unidades. No precisamente. Y es que en MadDoc no han parado de pensar a la hora de incluir posibilidades en su juego; no puedo dejar de hablaros del gestor econ¨®mico, donde podremos organizar las tareas de nuestros trabajadores de forma r¨¢pida y visual, gracias a una representaci¨®n del mapa y los recursos m¨¢s cercanos. La microgesti¨®n ser¨¢ m¨¢s efectiva que nunca si dominamos este aspecto.

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Tampoco se me olvida el sistema PiP (Picture-In-Picture), el cual consiste en situar una serie de c¨¢maras por el mapa, a las cuales tendremos acceso directo y visual a trav¨¦s de una peque?a ventana situada en la esquina inferior derecha de la pantalla. Realmente ¨²til para no perder ni un segundo a la hora de controlar los 'puntos calientes' de la contienda.

?Y qu¨¦ decir de la opci¨®n de trazar nuestros planes de guerra? Tendremos a nuestra disposici¨®n un plano del mapa, en el cual podremos dibujar y trazar trayectorias, objetivos, lugares de concentraci¨®n de tropas? el plan de ataque perfecto para poder comunicarlo a nuestros aliados y llevar a cabo una operaci¨®n conjunta que dejar¨ªa en pa?os menores al desembarco de Normand¨ªa. Para llevarlos a cabo con efectividad, nada mejor que usar la opci¨®n de ataque sincronizado, que nos permitir¨¢ ordenar movimientos y acometidas para luego efectuarlos todos a la vez.

De hecho, la opci¨®n de crear planes sobre esta especie de 'Paint' estrat¨¦gico, unida a la inmensa cantidad de tratados diplom¨¢ticos que podemos firmar -y romper cuando nos convenga- convierten a las partidas multijugador en una experiencia totalmente ¨²nica.

Todo esto tiene un precio, y es realmente caro. Pero como todo lo caro, vale la pena. Y es que manejar una interfaz que permita tantas cosas en tiempo real requiere horas, d¨ªas, semanas? Mucha pr¨¢ctica, mucho entrenamiento que se antoja indispensable para conocer a fondo todo lo que podemos hacer con nuestra civilizaci¨®n, y c¨®mo hacerlo de manera lo suficientemente ¨¢gil como para que nuestro rival no nos arrase a las primeras de cambio.

Cuidado, esto no quiere decir que los chicos de MadDoc no sepan lo que es una 'interfaz amigable para el usuario'. Todo lo contrario; de hecho, no se me ocurre mejor manera de hacerlo que la implementada en Empire Earth 2. Pero quiero advertir que este juego s¨®lo es apto para jugadores con cierta experiencia en el tema, jugadores con paciencia, con imaginaci¨®n para sacar todo el jugo al programa. Esto no es Warcraft 3, amigos. Y no lo digo solamente por la ausencia de orcos.

Aprende solo para triunfar acompa?ado

Si hab¨¦is llegado hasta aqu¨ª, es hora de animaros. El juego ofrece una completa enciclopedia con los conceptos b¨¢sicos y avanzados, y una serie de tutoriales que se me antojan indispensables para todo tipo de jugador. Veo que respir¨¢is un poco mejor. Bien.

El siguiente paso ser¨¢ completar las tres campa?as incluidas en el juego. Como es acostumbrado, viviremos hechos hist¨®ricos en los que guiaremos a Corea en los albores de su creaci¨®n, a Prusia en sus vicisitudes para llegar a crear el imperio alem¨¢n -cuidado con Napole¨®n- y a los Estados Unidos en su lucha por asentarse como la primera potencia mundial. Las misiones que nos proponen suelen ser variadas y van m¨¢s all¨¢ de 'acaba con todo bicho viviente', tomando como base la captura de territorios. Como siempre, aprenderemos un poco de historia, aunque nos moleste un poco tener que echar a los espa?olitos de la isla de Cuba.

Aparte de dichas campa?as, tendremos la posibilidad de realizar un par de escenarios, situados en Normand¨ªa y los Tres Reinos orientales; la novedad es que se podr¨¢n completar desde uno u otro bando.

Lo cierto es que las campa?as no est¨¢n nada mal dise?adas, pero b¨¢sicamente nos servir¨¢n para perfeccionar nuestras t¨¦cnicas y poder aplicarlas luego en el verdadero campo de batalla: el multijugador. Ya os he comentado que el multi ser¨¢ donde Empire Earth 2 nos brinde mayores satisfacciones. Y eso que no sab¨¦is a¨²n ni la cuarta parte de opciones que se pueden configurar en la partida: podemos nivelar r¨¢pidamente a jugadores con menos experiencia dot¨¢ndoles de un h¨¢ndicap -ventajas en su partida-, jugar a controlar el mayor n¨²mero de territorios, a ganar acumulando coronas o construyendo fortalezas?

Qu¨¦ le falta para ser perfecto

Como ¨²ltimo apunte antes de la conclusi¨®n, quiero dejar constancia de un par de cosas que podr¨ªan haberse hecho mejor; por ejemplo, el sistema de batalla sigue siendo muy simple, basado en el cl¨¢sico piedra-papel-tijeras. No hubiera sido un mal momento para innovar en este sentido, sobre todo con el soberbio planteamiento de los planes de batalla.

Por otro lado, la IA de la m¨¢quina, a¨²n siendo buena, sigue sin estar todo lo depurada que uno quisiera. Menci¨®n especial para los 'atascos' que de vez en cuando sufren nuestras unidades a la hora de buscar caminos.

Y sobre las 14 civilizaciones del juego, que aunque presentan diferencias entre ellas -unidades heroicas, tecnolog¨ªas propias- no llegan al nivel de personalizaci¨®n que vimos en 'Empires: Albores de la Era Moderna'.

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