Champions of Norrath: Return to Arms

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La industria del videojuego no deja de sorprenderme casi a diario. Unas veces muy positivamente y otras muy negativamente, como es natural. Sin embargo, hay ocasiones en que nada tiene que ver la calidad del producto que llega al usuario final lo que me hace abrir la boca en forma de exclamaciones e interrogantes. En el caso de Champions of Norrath y Return to Arms es su campa?a de marketing lo que acapara mi atenci¨®n.

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Puede que muchos se pregunten c¨®mo es posible que, habiendo publicado hace escas¨ªsimas semanas el an¨¢lisis de Champions of Norrath, tengamos ahora delante el texto concerniente a su segunda parte: todo en menos de tres meses. La raz¨®n es simple: el "original" Norrath se fue retrasando continuamente hasta hacer aparici¨®n casi un a?o despu¨¦s de lo anunciado, y mucho m¨¢s tras su lanzamiento en Estados Unidos. Para compensarnos esta demora, acertadamente se nos ofreci¨® un producto de buena calidad a precio "Platinum".

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Return to Arms puede resumirse de forma muy sencilla: es todo lo que Champions of Norrath (versi¨®n PAL) deber¨ªa haber sido y no pudo ser. Tiene m¨¢s misiones, m¨¢s personajes jugables, m¨¢s efectos, m¨¢s enemigos, m¨¢s ambientes... y finalmente se ha resuelto el tema del online, en el que ya se pueden grabar las partidas en un servidor dedicado (eliminando as¨ª a los malditos cheaters que hac¨ªan del juego por internet un suplicio). En resumen, Return to Arms es mejor que Champions of Norrath a casi todos los niveles, quede claro.

Pero a pesar de todo, no olvidemos que tenemos su anterior versi¨®n muy reciente y los que quedaran con hambre de ir matando a diestro y siniestro (que tiene m¨¦rito ya que CoN es un juego largo de terminar en todos sus niveles) no encontrar¨¢n nada substancialmente novedoso que justifique a priori el corto lapso de tiempo entre las dos ediciones. El motor gr¨¢fico es el mismo, la mayor¨ªa de armas y efectos de sonido tambi¨¦n y, en general, se tiene la impresi¨®n de estar frente a una expansi¨®n del juego que no ante un t¨ªtulo completamente nuevo.

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El argumento recoge el testigo precisamente del final del primer mata-mata; si bien generalmente es una mera excusa para empezar a romper cabezas, en ocasiones se nos plantea un gui¨®n bien trabajado y medianamente pulido. Con reservas, era el caso de Champions of Norrath. Si bien es cierto que a menudo se ten¨ªa la impresi¨®n de que las localizaciones eran un poco forzosas, en RtA es mucho m¨¢s exagerado.

La elfa Firiona Vie vuelve a solicitar nuestra ayuda para, de nuevo, volver a acabar con la amenaza que se cierne sobre Norrath. Pero la sombra de la duda cae sobre nuestro h¨¦roe desde el primer momento: hay muchas razones para seguir las indicaciones de nuestra preciosa elfa, pero pronto descubriremos que hay m¨¢s caminos aparte del recto y m¨¢s de una facci¨®n puede estar interesada en los servicios de los campeones de Norrath...

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Con dos posibilidades de zoom muy vistosas pero poco pr¨¢cticas, ya que limitan mucho el campo de visi¨®n y eso es sin¨®nimo de muerte en demasiadas ocasiones, el escenario puede rotar alrededor de nuestro personaje (perspectiva isom¨¦trica 3D) y centrar la vista justo detr¨¢s nuestro con la pulsaci¨®n de una de las setas, algo extremadamente ¨²til que hemos echado de menos muchas veces.

Aunque la representaci¨®n visual de muchos de los elementos y hechizos del juego est¨¢ reciclada del t¨ªtulo original, lo cierto es que todo lo nuevo que se ha incorporado mantiene el nivel de calidad de su predecesor. A pesar de que el tama?o de algunos enemigos es considerable, el motor casi nunca sufre bajones de framerate y el nivel de detalle cuando nos acercamos con el zoom es bastante m¨¢s que aceptable.

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Existe una variedad importante de localizaciones distribuidas por todo Norrath, algunas bastante coherentes con el hilo del juego y otras que parecen puestas para el lucimiento de los grafistas; los mapeados son bastante extensos en general y a los efectos que nos vienen gustando desde siempre tales como el movimiento del agua o el chisporrotear del fuego se les han a?adido unos cuantos para aumentar la variedad de lo visible en escena.

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Los efectos de sonido y la m¨²sica ya son otro cantar. Al margen de un muy escaso n¨²mero de bucles de sonido que se repiten incomprensiblemente, lo que encuentro muy mejorable es la ambientaci¨®n de la banda sonora. No hablo de la calidad de la misma, sino que parece pegada al juego sin tener en cuenta lo que ocurre en pantalla. A menudo hay subidones repentinos que parecen vaticinar la aparici¨®n de un grandioso lagarto enemigo de 6 cabezas... y no ocurre nada. Y en las grandes ocasiones especiales, la m¨²sica no est¨¢ a la altura.

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Lo cierto es que el sistema de juego no parece haber variado mucho en los ¨²ltimos a?os y nada desde CoN. Y al carecer de un argumento s¨®lido que te empuje a ir a trav¨¦s de infinitas mazmorras, la experiencia para un solo jugador sufre bastante. Es obvio que los hack & slash se disfrutan mucho m¨¢s en compa?¨ªa de amigos (hasta 4 simult¨¢neamente en una misma consola o a trav¨¦s de internet) pero en RtA esto se acusa mucho m¨¢s, sobretodo si adquiriste la versi¨®n PAL de Norrath y lo has terminado recientemente (como no puede ser de otra forma).

Lo cierto es que a pesar de que yo escrib¨ª mi anterior texto en mayo de 2004, a¨²n hoy he sentido una sensaci¨®n de d¨¦j¨¤-v¨² que no me dej¨® indiferente. Incluso es posible importar el personaje original, tenga el nivel que tenga, para jugar esta segunda parte. Por eso existen hasta 4 niveles de dificultad, basados en la experiencia acumulada que haya acaparado nuestro guerrero en la anterior campa?a.

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A los 5 personajes jugables ya existentes (b¨¢rbaro, hechicero, cl¨¦rigo, ranger y caballero de las sombras) se le han a?adido dos: el tigre y el lagarto. O lo que es lo mismo, un guerrero berserker "capaz de hacer tanto da?o como de recibirlo" y un cham¨¢n semi-equivalente a una mezcla de nigromante de Diablo 2 y los malos de la serie "V". Curioso que ninguno de los dos tenga equivalencia femenina como s¨ª tienen las otras clases. En cualquier caso, tanto el color como la forma de varias partes de su cuerpo y sus estad¨ªsticas pueden modificarse.

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La creaci¨®n de un personaje puede esta vez hacerse tanto en el lado del cliente (en nuestra memory card) como en el lado del servidor jugando online, sin que haya posibilidad de que podamos exportar de un lado a otro, igual que el sistema de battle.net de Blizzard. La comunicaci¨®n entre los integrantes de los grupos tambi¨¦n se ha mejorado, incluyendo soporte por voz y mediante teclado USB, aunque debo admitir no haber probado todav¨ªa estas funcionalidades.

El desarrollo a lo largo de nuestra aventura nos resultar¨¢ familiar; partimos de una isla que ¨²nicamente contiene una maravillosa elfa que a su vez hace de tienda ambulante, un portal del que viajar y al que regresar en mitad de una mazmorra sin usar pergaminos y una especie de anillos conc¨¦ntricos para ir viajando de plano en plano. Un panorama austero pero que hace superfluo todo lo dem¨¢s.

A partir de ah¨ª, lo t¨ªpico. No os extra?e acabar el juego con literalmente miles de enemigos muertos atr¨¢s, innumerables flechas disparadas y mamporrazos recibidos, montones de magia fluida por nuestros dedos y decenas de armas vendidas a los mercaderes. En ese sentido, la AI no ayuda mucho: con honrosas excepciones, el enemigo se dirigir¨¢ a nosotros a por todas y el juego se limitar¨¢ en un 20% a la habilidad que tengamos y un 80% al n¨²mero de pociones que llevemos.

Se han a?adido dos modos de juego que consideramos un a?adido importante al juego principal: el primero de ellos se llama "Arena", que b¨¢sicamente consiste en un modo "survival" que tan acostumbrados estamos a ver en los juegos de lucha. En este modo estamos situados en un mapeado peque?o y cerrado dentro del cual vamos recibiendo oleadas crecientes de enemigos; cada tres rounds cambia el mapa y tenemos que abastecernos OSP (On-site procurement), como dir¨ªa Snake; es decir, con lo que encontremos.

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El otro consiste en una especie de mini-quests una vez acabada una mazmorra con suculentas recompensas. En el selector de planos podremos re-jugar un nivel bajo determinadas condiciones (matar a un determinado n¨²mero de enemigos, conseguir tal objeto) y ganar experiencia, objetos y otras habilidades. Algunos retos son complicados y otros son m¨¢s sencillos, pero el a?adido notable que supone este modo es de agradecer.

Pero aparte de la Arena (que tambi¨¦n es PVP) y de los mini-quest, como dije antes todo se reduce a ir matando y avanzando. Hay muchos items en el juego, muchos muchos, de todo tipo y de todos los niveles y ahora es posible llegar a nivel 80 incluso, pero es dif¨ªcil acumular tanta paciencia jugando solo. Honestamente, no puedo calcular el n¨²mero de horas que son necesarias para terminarlo en su totalidad con un personaje desde cero.

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La f¨®rmula del ¨¦xito de RtA no enga?a a nadie: sigue intacta desde Gauntlet o Diablo. Y desde luego el hecho de poder jugar via internet alarga enormemente la durabilidad y la flexibilidad del producto; pero creo que va llegando la hora de introducir algunas novedades, por mucho que siga siendo muy divertido aplastar cabezas con los colegas en casa. Y concretamente en ese sentido, Return to Arms convence.

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Un vistazo al art¨ªculo "Actual¨ªceme" que publicamos esta misma semana resume muy acertadamente mi sensaci¨®n al respecto. Y eso que hace casi un a?o que visit¨¦ Norrath por primera vez. Pero siendo verdaderamente honestos, no puedo dejar de recomendar el juego a todos aquellos que se quedaron sin comprar el anterior, a aquellos que quedaron con hambre de maporros y a todos aquellos que necesiten un buen juego de acci¨®n para uno o m¨¢s jugadores, duradero y excitante.

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