!Vamos al Zoo!

g? r? ¨¢? f? i? c? o? s
La simpleza visual de Zoo Keeper, m¨¢s que una limitaci¨®n, es un acierto. Es verdad que tanto en la pantalla superior, en el dise?o de los personajes, o en los iconos de los mismos animales, los grafistas hubieran podido echarle una mayor imaginaci¨®n al asunto potenciando el uso de las tres dimensiones, incluso creando vistosos efectos mediante los cuales alegrar el sobrio acabado con el que al final se ha dotado al t¨ªtulo. En cualquier caso, el look cartooniano le sienta a las mil maravillas a Zoo Keeper, pues con ¨¦l consigue un aspecto desenfadado que le alejan de cualquier convencionalismo. As¨ª pues, un apartado en el que el virtuosismo t¨¦cnico se ha guardado para mejor ocasi¨®n.

s? o? n? i? d? o
Durante la acci¨®n ir¨¢ sonando una melod¨ªa bastante obviable que acompa?ar¨¢ al jugador. Cada vez que ¨¦ste consiga hacer una combinaci¨®n de fichas que provoque que algunas desaparezcan, sonar¨¢ un fx caracter¨ªstico. A excepci¨®n de estas dos vertientes, el apartado sonoro pasar¨¢ totalmente desapercibido. El juego perfecto para hacer ahorrar algo de bater¨ªa a la DS baj¨¢ndole al m¨ªnimo el volumen y utilizando la m¨²sica de nuestros walkman para conseguir nuestra propia ambientaci¨®n.

j? u? g? a? b? i? l? i? d? a? d
F¨¢cil de jugar a m¨¢s no poder, en Zoo Keeper de lo que se trata es de intercambiar posiciones de fichas, de dos en dos, consiguiendo que con ese movimiento 3 o m¨¢s fichas del mismo tipo o, lo que es lo mismo, que representen al mismo animal, se alineen horizontal o verticalmente, !las diagonales no valen!. De esa forma conseguir¨¦is hacer desaparecer esas piezas y el contador de fichas eliminadas para un animal en concreto aumentar¨¢. Dependiendo del modo de juego en el que os encontr¨¦is, el requisito para avanzar de nivel ser¨¢ uno u otro, pero en todos ellos el tiempo ser¨¢ parte primordial.

Con la mirada en el cron¨®metro...
Y es que, en la izquierda de la pantalla aparecer¨¢ una barra que ir¨¢ decreciendo paulatinamente, y de forma ocasional se ir¨¢ rellenando gracias a que vay¨¢is eliminando fichas. El ritmo de bajada de la barra depender¨¢ tanto del nivel de dificultad, la fase en la que os encontr¨¦is y el modo de juego. Hay que tener en cuenta que cuando la barra se agote la partida finalizar¨¢ - a menos de que se disponga de la opci¨®n de continuar - por lo que m¨¢s os vale agudizar la vista para localizar las piezas mejor situadas y usar bien los "prism¨¢ticos", unos power ups que os permitir¨¢n acceder a un pr¨¢ctico chivato de movimientos para elimianar piezas y ganar as¨ª unos siempre indispensables segundos.

Enganchados...
Eso s¨ª, la adicci¨®n presente en el juego que nos ocupa es endiablada, capaz de hacer desearos que el trayecto en tren o bus de turno se prolongue por lo menos hasta que consig¨¢is superar vuestro propio r¨¦cord en el Time Attack, o cumplir a rajatabla todas las demandas del director del Zoo en el modo Quest.

c? o? n? c? l? u? s? i? ¨®? n
Gamers needed
Criticar a Zoo Keeper por ser simple es como meterse con un turismo por no poder plantar cara a un Ferrari en una carrera de velocidad. El t¨ªtulo distribuido en nuestro pa¨ªs por Virgin apela a la simplicidad presente en las f¨®rmulas que consagraron a Tetris, Columns y a otros tantos juegos y le catapulta al para¨ªso de la diversi¨®n m¨¢s directa y absoluta. Adictos a los apartados gr¨¢ficos barrocos abstenerse.

l? o???? m? e? j? o? r