El amanecer de los muertos...

Tras un incomprensible retraso respecto a la versi¨®n XBOX, nos llega ahora, a?os despu¨¦s de sorprender a nivel t¨¦cnico en los salones recreativos, la tercera entrega de una saga cl¨¢sica dentro del repertorio de juegos arcade de nuestra 'irreconocible" Sega.

Resulta complicado analizar un t¨ªtulo cuyo enfoque y estilo han sido dise?ados para una plataforma, los juegos de la cual, ofrecen un objetivo de cara al p¨²blico mucho m¨¢s directo y sencillo del que se espera de un lanzamiento actual para compatibles. La l¨®gica evoluci¨®n que se exige en una secuela de un ¨¦xito para nuestra plataforma, dista notablemente de lo que se espera al ver una novedad en los salones recreativos.

Su particular evoluci¨®n, acostumbra a limitarse a un renovado aspecto t¨¦cnico, dejando en un segundo plano cualquier tipo de mejora remarcable a nivel jugable, y eso es justamente lo que ofrece The House of Dead 3, un m¨¢s de lo mismo aunque m¨¢s bonito. Pero vayamos por partes...

Gr¨¢ficos

Como ya hemos dicho anteriormente, si en algo ha cambiado THOD3 respecto a la anterior entrega, es en su apartado gr¨¢fico, pues la mejora resulta m¨¢s que notable. Es cierto que a estas alturas no es comparable con los despliegues que ofrecen juegos de la talla de Half Life 2 o Doom 3, pero tanto la calidad de las texturas como el dise?o de todos y cada uno de los enemigos  hacen que estemos ante un juego cuya apariencia gr¨¢fica es realmente sorprendente.

Todo apoyado por un impecable motor gr¨¢fico que permite mostrar a gran cantidad de enemigos en pantalla mientras todo el entorno se mueve a un ritmo endiablado. Adem¨¢s, a medida que vayamos fulminando a los zombis con nuestra escopeta, el escenario quedar¨¢ repleto de sangre y v¨ªsceras, sin que la tasa de im¨¢genes por segundo se resienta lo m¨¢s m¨ªnimo.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, y por lo tanto, tambi¨¦n cabe aclarar el hecho de que, pese a que todo luzca de forma considerable, el juego no hace uso de efectos de luz y sombras en tiempo real, ni de ning¨²n efecto gr¨¢fico habitual en los juegos m¨¢s punteros t¨¦cnicamente hablando. De todos modos, el apartado gr¨¢fico iguala, si no supera, a lo visto en la recreativa.

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Cabe destacar por otra parte que esta versi¨®n para PC, y a diferencia de las dos anteriores entregas, permite modificar considerablemente las opciones gr¨¢ficas, tales como la resoluci¨®n (superando por fin el il¨®gico l¨ªmite de 800x600), el frame rate, el anti-aliasing o la calidad de las texturas, con el fin de adaptar la calidad gr¨¢fica en funci¨®n de las caracter¨ªsticas de nuestro ordenador para obtener as¨ª un rendimiento ¨®ptimo.

Sonido

El apartado sonoro no destaca del mismo modo que lo hace el apartado gr¨¢fico. La banda sonora se limita a una serie de melod¨ªas de limitado trabajo musical, y en su mayor¨ªa acaban por resultar bastante repetitivas. El hecho de encontrarnos ante un port directo de la recreativa, hace que las melod¨ªas y los efectos sonoros sean los mismos que los de la primera versi¨®n del juego, que por otra parte ya eran algo escasos en cuanto a variedad.

Y claro, pese a que en una noche de fiesta con los colegas no nos fijemos en el sonido al estar en pleno sal¨®n recreativo, las cosas cambian al jugar solos en casa, y debido a ese cambio de contexto a la hora de jugar a THOD3 hace que nos encontremos ante un apartado bastante discreto. Los mismos gemidos una y otra vez por parte de los zombis, y s¨®lo un efecto para los disparos de nuestra arma se nos antojan insuficientes a estas alturas.

Por otra parte, las voces se mantienen dobladas al ingl¨¦s, como en el original, y los personajes no se caracterizan por transmitir sensaciones o estados de ¨¢nimo gracias a sus interpretaciones, as¨ª que ni tan siquiera el doblaje resulta especialmente remarcable en este apartado.

Jugabilidad

La propuesta que ofrece THOD3 no ha sido concebida para ser jugada desde la pantalla de un PC, sino en una pantalla de mayor tama?o y con el uso de una escopeta de rayos infrarrojos. De ese modo, se logra que el jugador se introduzca en el papel de los protagonistas, y realmente crea que est¨¢ protagonizando un film de Romero.

Pero al convertir el juego a PC, se sustituye la escopeta por el rat¨®n, y eso significa pr¨¢cticamente "capar" la gracia del juego. Al jugar desde un rat¨®n, el atractivo queda reducido a avanzar por unos escenarios en modo "shooter on the rails" disparando a todo lo que se mueve, pero perdiendo esa parte de realismo que proporcionaba el uso del arma en la recreativa. Y eso es justamente lo que ya ofrec¨ªan las otras dos entregas de la saga, as¨ª que quien no disfrutara con ellas, no encontrar¨¢ mayores alicientes para decidirse a probar el presente t¨ªtulo.

Existen numerosas v¨ªas por las que decidir ir a medida que avancemos por la aventura, pero el desarrollo ser¨¢ el mismo elijamos el camino que elijamos: mover el rat¨®n como locos mientras quede alg¨²n no-muerto en pie. Los jefazos vuelven a hacer acto de presencia en los ¨²ltimos tramos de cada nivel, pero de nuevo, la ¨²nica variante que ofrece dentro del apartado jugable con respecto al resto de los enemigos es el hecho de que el jefe s¨®lo es vulnerable en determinadas zonas, los "Weak Points".

De todas formas, en ning¨²n momento hemos esperado de un The House of Dead un desarrollo complejo y pausado, pues est¨¢ claro que su enfoque es el de un arcade puro y duro, con el que divertirse gracias a partidas breves y desenfrenadas. Y como tal debe jugarse. El modo principal puede completarse en menos de 1 hora, as¨ª que la principal funci¨®n del juego en nuestro disco duro tras completarlo la primera vez es la de entretenernos en esos ratos libres en los que no nos apetece tragarnos complejos argumentos y dif¨ªciles puzzles, t¨ªpicos en aventuras y juegos de acci¨®n. Pese a todo, resulta decepcionante el ver como, de forma inexplicable, se ha suprimido el modo Online que s¨ª inclu¨ªa la segunda entrega, y que al menos para un servidor, hab¨ªa ofrecido momentos realmente divertidos junto a sus colegas.

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