Dance Dance Revolution with Mario
?Harto de escuchar siempre las mismas canciones en las discotecas? ?No sabes bailar y acabas haciendo el rid赤culo? ?Se acab車! Nintendo y Konami te invitan a la Escuela de Baile Dance Dance Revolution. Torpes admitidos.
?Harto de escuchar siempre las mismas canciones en las discotecas? ?No sabes bailar y acabas haciendo el rid赤culo? ?Se acab車! Nintendo y Konami te invitan a la Escuela de Baile Dance Dance Revolution. Torpes admitidos.
Cada nueva generaci車n de consolas ha ido dando un paso adelante gr芍ficamente hablando, pero tambi谷n han demostrado que se puede disfrutar de un juego m芍s all芍 de sus gr芍ficos. Desde las primeras pistolas hasta Nintendo DS como concepto de interacci車n, muchas han sido las f車rmulas para ofrecer al usuario otra forma de disfrutar con su consola.
Pero sin duda una de las que m芍s impacto tuvo en su momento fueron los juegos de baile y una saga que lo explot車 al m芍ximo: Dance Dance Revolution. Una alfombrilla de un par de cent赤metros que se operaba igual que el armatoste que encontr芍bamos en los salones de recreativas y una buena forma f赤sica eran lo suficiente para pasar horas y horas sin parar. Si alg迆n extra?o te observara por la ventana dir赤a '?Qu谷 est芍 haciendo ese dando saltos delante de la consola?'
'Baila morena'
No es la primera vez que Dance Dance Revolution (DDR) visita una consola de Nintendo a迆n siendo la gran parte de sus entregas para ambas PlayStation, e incluso GameBoy recibi車 la correspondiente conversi車n. La f車rmula y el dispositivo de baile es pr芍cticamente id谷ntico a cualquier entrega de la saga, pero esta vez cuenta con una peculiaridad realmente llamativa: Mario.
Nintendo ha cedido a sus personajes m芍s carism芍ticos para sustituir cualquier bailar赤n an車nimo, particularizando este DDR con Mario, Luigi, Koopas, Boo... Jam芍s pensar赤amos que el rechoncho fontanero pudiera moverse de esa forma y resulta realmente gracioso ver c車mo mueve el esqueleto.
Esp赤ritu Nintendo
La aportaci車n de Nintendo no se limita a ceder la licencia y listo, sino que veremos c車mo crean un 'universo' particular para este Dance Dance Revolution. En la versi車n mostrada en el World Hobby Fair s車lo pod赤amos controlar a Mario y Luigi y las canciones estaban limitadas a siete, pero tanto el n迆mero de personajes como el de cortes musicales crecer芍 muy notablemente hasta la versi車n final.
Para los que desconozcan la mec芍nica de este tipo de juegos, la alfombrilla dispone de cuatro direcciones (arriba, abajo, izquierda y derecha) adem芍s de botones A y B para movernos por los men迆s. Distintas flechas con distintas direcciones ir芍n apareciendo en la pantalla y tendremos que pulsarlas en el momento exacto. Si vamos acertando iremos uniendo combos que aumentar芍n los puntos y la espectacularidad de los movimientos.
'Cachete con cachete, pechito con pechito...'
Muchas curiosidades han sido a?adidas al juego. Resulta muy llamativa una de las fases en las que un peque?o Boo aparecer芍 en la parte inferior de la pantalla. Cada fallo aumentar芍 el tama?o del fantasma, y si los fallos se acumulan en exceso llegar芍 a cubrir pr芍cticamente toda la pantalla, permitiendo s車lo ver las flechas instantes antes de alcanzar la zona en la que tenemos que pulsar.
Ni Konami ni Nintendo han determinado el n迆mero definitivo de canciones, pero las primeras melod赤as que acompa?aban la presentaci車n del juego iban desde el remix de la cl芍sica melod赤a del Super Mario Bros hasta un tema de un desconocido (al menos para nosotros) grupo de pop japon谷s, por lo que el abanico de g谷neros musicales parece garantizado, aunque no esper谷is escuchar el 迆ltimo 谷xito del reggateon 'Dale don dale'.
?Abajo el gimnasio, arriba DDR!
'Si algo funciona, para qu谷 cambiarlo' habr芍 pensado Konami, que con Mario y compa?赤a, nuevas caracter赤sticas, minijuegos y el tir車n de ver a todo el clan de Nintendo bailoteando sus propias melod赤as, espera entretener a m芍s de uno perdiendo frente a la consola alguna calor赤a que nos sobra.
Dance Dance Revolution with Mario tiene previsto su lanzamiento en Jap車n para principios de Verano, por lo que es muy probable que a迆n tengamos que esperar algunos meses hasta verlo por tierras occidentales.
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