Mario Party Advance, Impresiones
Mario vuelve a la carga con el juego multiplayer por excelencia, esta vez convertido a Game Boy Advance. Sin embargo, tiene suficientes cambios como para diferenciarlo de las versiones para consolas superiores.
No es desconocida para casi nadie lo polifac¨¦tico que es Mario, el fontanero m¨¢s famoso de Nintendo. Aparte de su trabajo oficial y de las innumerables plataformas que ha sorteado a lo largo de su historial en las consolas Nintendo, tambi¨¦n ha jugado al tenis, al golf, pr¨®ximamente al b¨¦isbol, se ha vuelto de papel, se ha enfrentado a otros personajes de la gran N en Smash Bros...
Pero una de sus incursiones m¨¢s divertida ha sido reunirse con sus amigos (y enemigos) para disfrutar de una entretenida partida a un juego de tablero, lo que supondr¨ªa el inicio de un nuevo g¨¦nero, los party-game. El primer Mario Party ver¨ªa la luz en Nintendo 64, dando lugar a toda una saga que llega hasta la sexta entrega en GameCube.
Tal fue el ¨¦xito del juego, gracias a sus elevadas cotas de diversi¨®n, que fue imitado por muchos, como Sonic o Crash, con dispares resultados, pero nunca superiores al original. Ahora, por primera vez, esta famosa saga se ve convertida a Game Boy Advance.
Ajustando a la port¨¢til
Mario Party se caracteriza por ser, eminentemente, un juego multiplayer, lo cual supon¨ªa importantes problemas a la hora de convertir la esencia del t¨ªtulo a la peque?a port¨¢til, con sus limitaciones t¨¦cnicas y f¨ªsicas. Por eso mismo, se ha optado por reconvertir el sistema de juego a un estilo m¨¢s apropiado para la plataforma.
De este modo, el primer cambio factible es el cambio de los gr¨¢ficos 3D por animaciones y sprites 2D. De hecho, el mapa del mundo resulta, tal vez, demasiado plano, ya que no hay nada que destaque sobre los colores simples y algunos dibujos est¨¢ticos. Tambi¨¦n cabe destacar que el mapeado es bastante grande y presenta diversas zonas, que se podr¨¢n recorrer con libertad.
El tablero est¨¢ distribuido de una forma curiosa, ya que hay 'casas' cada ciertas casillas, y m¨¢s bien parece que el personaje est¨¦ viajando a trav¨¦s de un pueblo o ciudad, gracias tambi¨¦n al coche en el que se desplaza. En esas casas, se encontrar¨¢n m¨¢s personajes que contar¨¢n su historia y pedir¨¢n ayuda, ofreciendo la posibilidad de participar en curiosos y divertidos minijuegos. Al superarlos, se reciben items especiales de ese personaje.
Del mismo modo, al caer en terreno neutro en el mapeado (es decir, lejos de casas u otros lugares especiales), se activar¨¢ una ruleta que decidir¨¢ un minijuego en el que habr¨¢ que participar, en los que se conseguir¨¢n monedas o champi?ones que supondr¨¢n m¨¢s tiradas.
Primeras Impresiones
Se trata de un juego realmente extra?o. Dejando constancia de las dificultades idiom¨¢ticas presentes al realizar este art¨ªculo con la versi¨®n japonesa (ya que son interminables parrafadas las que se encuentran en este juego), en una primera toma de contacto el juego deja un tanto fr¨ªo. El aspecto general del juego est¨¢ bien logrado para lo que da de s¨ª Game Boy Advance.
Sin embargo, la falta de competici¨®n y lo extra?o que resulta el pasear al personaje por el tablero para todos lados entrando en casas para cumplir peque?as misiones, suponen peque?as lacras de relativa importancia que hacen que este t¨ªtulo, pese a parecer gozar de una buena calidad, se quede un poco a medias.
Los minijuegos s¨ª que son la estrella del t¨ªtulo, siendo lo verdaderamente divertido e interesante que se encuentra dentro del cartucho. Sin embargo, son bastante irregulares, y junto a algunos tremendamente divertidos, se encuentras otros m¨¢s bien cortos, absurdos y vac¨ªos, que no sacian a ning¨²n jugador que se ponga frente a ellos.
A la espera de una versi¨®n occidental del t¨ªtulo, la primera toma de contacto con la versi¨®n japonesa deja un tanto fr¨ªo, sobre todo por la impresi¨®n de 'lo que pudo ser y se qued¨® a medias'. El enfoque tan distinto que se le ha dado al t¨ªtulo no termina de convencer, aunque tal vez cuando est¨¦ traducido y se entiendan la mayor¨ªa de las historias que encierra, gane bastantes enteros. Pero, a pesar de todo, se trata, sin duda, de un t¨ªtulo de un marcado gusto japon¨¦s.