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Shadow of Rome
SQPR seg¨²n Capcom
Estamos en el a?o 44 antes de Cristo y Julio Cesar acaba de ser brutalmente asesinado. Un hombre de avanzada edad llamado Vespasiano ha sido encontrado en el lugar de los hechos con sangre en las manos y es acusado de ese asesinato. Su hijo, Agrippa tendr¨¢ que desvelar la verdad con la ayuda de su amigo Octavianus. Juntos pero por separado buscar¨¢n la verdad a la sombra de Roma.
La nueva apuesta de Capcom y Keiji Inafune nos traslada sin ning¨²n reparo a la Roma Imperial, a las campa?as de su ej¨¦rcito y a los espect¨¢culos circenses del coliseo. Nada m¨¢s comenzar el juego nos encontramos con un v¨ªdeo presentaci¨®n que nos recuerda, y de qu¨¦ manera, la pel¨ªcula Ridley Scot, Gladiator: campa?a del Imperio Romano en tierras Germanas, vistas a¨¦reas del Coliseum, asesinato del Emperador y un culpable que es inocente, con planos que parecen sacados de la misma pel¨ªcula. No es de extra?ar que uno mire de reojo la caja del juego, no vaya a ser que nos hayamos equivocado...
Shadow of Rome (PlayStation 2) |
Pero no, al poco tiempo estaremos jugando y nos encontramos con un trabajo al uso de Capcom. Una de las mejores formas de definir este juego es decir que se trata de un mata-mata con pinceladas de investigaci¨®n. M¨¢s que nada porque tenemos que recorrer ciertos mapas, que al final resultan ser muy lineales, con zonas de los mismos en los que hasta que no acabemos con todos los enemigos no podremos seguir avanzando. T¨ªpico de estos juegos y m¨¢s t¨ªpico a¨²n de la tradici¨®n desarrolladora de Capcom.
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Se nos avisa antes de nada que el juego est¨¢ lleno de violencia y gore, como habr¨¦is podido comprobar en estos meses por los screenshots mostrados, pero todo este festival de sangre se puede eliminar desde las opciones. De mano est¨¢ activado, as¨ª que si no quieres verlo tendr¨¢s que pasarte por dicha secci¨®n. Y es que salvo las fases m¨¢s sigilosas de Shadow of Rome, todo son combates y violencia extrema, aparte de gratuita en algunos casos..
Shadow of Rome (PlayStation 2) |
Las intrigas palaciegas y las luchas sin cuartel se van alternando en un proceso de narraci¨®n con cambios espacio temporales que puede llegar a confundir a m¨¢s de un jug¨®n. Al menos mientras vamos avanzando por las primeras pantallas, un tutorial va asomando para darnos nuevos consejos, movimientos y combinaciones de botones. Imprescindible para no acabar desquiciado con el juego es aprenderse la mayor¨ªa de ellos cuanto antes, ya que el control del juego resulta bastante estresante, aunque de eso ya hablaremos m¨¢s adelante.
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g? r? ¨¢? f? i? c? o? s
La calidad gr¨¢fica de Shadow of Rome est¨¢ a un nivel elevado dentro de PS2?pero con algunos matices. Mientras tenemos unos personajes considerablemente grandes, con un gran trabajo en su modelado, con unas caras muy reales y con unas texturas muy elaboradas, que se mueven en un entorno completamente en 3D generado por el motor del juego, ¨¦ste falla en diversas situaciones, como fluidez en las batallas masivas, definici¨®n de las texturas de los escenarios y un antialiasing no demasiado bueno.
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Tambi¨¦n existe una ligera desproporci¨®n en la altura de muchos de los elementos de los escenarios y al acercarnos a ellos se nota el cambio entre la vista normal y una m¨¢s cercana. Uno de los mejores efectos del juego est¨¢ en la recreaci¨®n del fuego. Tanto antorchas, como hogueras, como simples fuegos en pedestales para alumbrar las calles tienen una calidad excepcional, sobre todo la de las antorchas que pueden portar nuestros personajes, las cuales se mueven en funci¨®n de los movimientos del personaje que las porta. Toda una delicia para la vista.
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La c¨¢mara que sigue las peripecias de los personajes est¨¢ en una vista de tercera persona pero sin estar fija, por lo que muchas veces (bastantes) tendremos que recolocarla, pues nos quedaremos mirando el paisaje mientras nuestros enemigos est¨¢n a nuestras espaldas y nosotros no los vemos. Es algo que conviene dominar desde el principio para no encontrarnos con ninguna sorpresa desagradable a mitad de fase. El sistema de colisi¨®n de objetos del juego es bastante singular, pues no permite que los enemigos se hagan da?o unos a otros. De esta manera ver¨¢s como si existe esa posibilidad en el combate el que est¨¢ m¨¢s atr¨¢s se quedar¨¢ esperando a que el otro te ataque y le deje sitio para hacer lo propio. Incluso hemos detectado fallos del sistema a la hora de impactar a los enemigos resguardados tras una pared y atraves¨¢ndola.
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s? o? n? i? d? o
La m¨²sica del juego es bastante repetitiva y a pesar de tener rasgos de canciones orquestadas para pel¨ªculas del g¨¦nero, despu¨¦s de estar escuch¨¢ndolas varias horas llegan a cansar, por no tener el gancho suficiente para superar el objetivo de hacerse? pegadiza. En cuanto a las voces, durante el juego casi?no existen, aunque si durante las cinem¨¢ticas, pero no tienen una calidad como la de otras producciones de Capcom. En el resto, los di¨¢logos se resuelven con una suerte de textos a modo de aventura conversacional, que ralentiza un poco la aventura. Por lo dem¨¢s, los ruidos de las armas y de las muertes, son bastante realistas.
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j? u? g? a? b? i? l? i? d? a? d
La historia del t¨ªtulo cuenta como?a la vuelta de su campa?a por tierras germanas Agrippa se entera por Octavianus de los ¨²ltimos acontecimientos sucedidos en Roma, y del fatal destino al que est¨¢ abocado su padre, condenado injustamente por el asesinato del C¨¦sar. Y aqu¨ª se empieza a dividir la aventura en 2 dimensiones distintas, cada una para un personaje, combates ultra-gore para el centuri¨®n y misiones de infiltraci¨®n para el jovenzuelo, eso si, tan quisquillosas que ya las quisieran los juegos de los grandes agentes secretos para si. La f¨®rmula no falla en su planteamiento, ya que no todo iba a ser repartir mandobles de principio a fin (cosa que otros t¨ªtulos ya hicieron en el mismo escenario) pero falla en cada una de sus partes, por separado, por diferentes motivos.
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Octavianus, infiltraci¨®n y sigilo
Empecemos por las fases de Octavianus, el cual se encuentra con unos?niveles muy muy f¨¢ciles de resolver, en los que claramente est¨¢ marcado el objetivo y las cosas que tiene que hacer para completarlo. La mayor¨ªa de las veces supone hablar con todo el romano que se cruce en su camino para ver si suelta alguna pista, pero por lo general se trata de ir de un lado a otro del mapa sin levantar sospechas.
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Los soldados con los que se cruza el chico, adiestrado desde su retiro por uno de los mejores esp¨ªas del Imperio, parecen m¨¢s bien robots que siguen un patr¨®n de movimiento predeterminado, predecible y falto de toda espontaneidad, que hace que con un poco de calma y control de nuestros movimientos no nos descubran nunca jam¨¢s. Salvo cuando nos movemos de manera torpe y somos descubiertos, entonces nos perseguir¨¢n hasta el fin del mundo si hace falta, para pararse en seco y retomar sus posiciones si somos capaces de despistarlos y que pase la alarma.
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El hecho de que la alarma suene supone que tenemos que salir corriendo. De nada vale quedarse a pelear, porque nuestros rivales se ir¨¢n multiplicando al o¨ªr el sonido, y si al principio s¨®lo ten¨ªamos que deshacernos o burlar a alg¨²n soldado, una vez que suena dicho aviso salen de cualquier sitio y no suelen fallar en su cometido de acabar con nosotros. Adem¨¢s hay que tener en cuenta que manejamos a un muchacho d¨¦bil. As¨ª que muchas veces el juego en este tipo de fases se suele completar a base de grabar y gracias al t¨ªpico sistema de ensayo/error se acaba dando con el toque preciso en el mando para pasar de pantalla sin problemas.
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Agrippa, violencia sin cuartel
Cambiando el tercio radicalmente, las fases de acci¨®n y lucha de Agrippa se basan en el combate cuerpo a cuerpo.?El control en esta ocasi¨®n tiene unos movimientos que se aprenden con suma rapidez. En realidad, con un par de botones se controla casi todo el repertorio, pero resulta fundamental manejar el bot¨®n R1 para "fijar" nuestros objetivos rivales. Es absolutamente imprescindible apretar ese bot¨®n al encarar a un rival ya que de esta manera todos nuestros golpes ir¨¢n a parar a su cuerpo si estamos a una distancia adecuada. De lo contrario podemos pasar a su vera sin hacerle ni un rasgu?o mientras ¨¦l o ellos nos miran alucinados como diciendo ?d¨®nde va este?
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Es verdaderamente frustrante ver como nuestro protagonista recibe golpes y cuchilladas por estos fallos de control, que si bien son evitables (con R1) pod¨ªan serlo m¨¢s si al atacar sin fijar el objetivo no pudiese lanzar esos combos al aire. Pero sobre todo, hay que tener en cuenta que el juego no es un simple machaca-botones, sino que muchas veces se consigue m¨¢s observando al rival y esperando el momento oportuno para atacar que abalanz¨¢ndonos frente a ¨¦l y aporreando los botones.
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Pulgar abajo... remata sin piedad
La violencia del juego se demuestra no s¨®lo en la sangre que ba?a cada uno de los combates de las fases de acci¨®n sino tambi¨¦n en las m¨¢s de 200 maneras de acabar con el rival moribundo que se arrastra a nuestros pies. Desde un espectacular empalamiento a una brutal decapitaci¨®n, pasando por todo tipo de remates en el suelo, tenemos cientos de acciones para darles "algo que recordar" a todos los espectadores que en ese momento contemplan nuestra lucha.
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Todas las armas, incluidos los escudos, tienen una duraci¨®n limitada, por lo que tenemos que controlar los golpes que damos con ellas para vernos desarmados en mitad de una gran batalla. Tendremos armas de una mano o de dos, as¨ª como la posibilidad de utilizar escudos, antorchas y otros enseres en la mano que nos quede libre. Adem¨¢s podemos arrojarlas, siempre con mayor o menor ¨¦xito, dependiendo de la distancia a la que la vayamos a lanzar. Para recuperar algo de vida encontraremos raciones de comida en ciertos puntos del mapa.
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En los combates celebrados en el Coliseo, si pedimos el aplauso del p¨²blico en los momentos adecuados, estos lanzar¨¢n a la arena nuevas y m¨¢s poderosas armas para que las recojamos y las cambiemos por las que llevamos en esos momentos, ya que toda su arma tiene su ciclo. Es una opci¨®n a tener en cuenta justo despu¨¦s de "finalizar" a un enemigo. El principal problema con los enemigos es que todos los combates son iguales. Todos los enemigos de un mismo tipo se comportan de la misma manera, da igual en la fase en la que te los encuentres, y claro, tras varias horas de juego el efecto sorpresa brilla por su ausencia, y se pierde intenci¨®n de volver a jugar el juego una vez que lo hemos acabado.
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No hay por qu¨¦ dar ejemplos pero en juegos de infiltraci¨®n todos estamos acostumbrados a otro tipo de comportamientos de los enemigos. Y en temas de lucha sin cuartel, tambi¨¦n. No obstante el juego se deja jugar (pero no re-jugar, cosa a la que contribuyen los inocuos extras) con la intachable facilidad que siempre han demostrado todos los productos de Capcom. Aunque sea m¨¢s lo que se ha quedado en el tintero que lo que nos ofrece. Un bello canto a lo que pudo haber sido y no fue.
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l o m e j o r
- La recreaci¨®n de los personajes.
- Los combates en el Coliseo.
- El argumento de la aventura en si.
l o p e o r
- Un sistema de control con bastantes fallos para este tipo de juegos.
- Las fases de infiltraci¨®n.
- La inteligencia artificial de los enemigos es muy repetitiva.
- Demasiado lineal cuando no lo tiene que ser.
Correcto
No es lo ¨²ltimo ni lo m¨¢s original, tampoco cuenta con la mejor ejecuci¨®n, pero puede divertir si te gusta el g¨¦nero. Bien, pero mejorable. C¨®mpralo si te gusta el g¨¦nero y te gusta tenerlos todos.