Hablar de 'The Settlers' es hacerlo de una saga de estrategia de los 90 que sacara todo el rendimiento a los potent¨ªsimos 386. Poco queda de aquella primera entrega, tan s¨®lo la misma desarrolladora. BlueByte vuelve casi cuatro a?os despu¨¦s con una nueva entrega del juego que promete (o intenta) limar las asperezas de la anterior entrega, con un lavado de cara importante y bebiendo a partes iguales de conceptos 'settlerianos' y caracter¨ªsticas que ha tomado prestadas de otros juegos del mismo g¨¦nero.
'The Settlers V: El Linaje de los Reyes', t¨ªtulo definitivo en castellano, impresiona en el momento que introducimos el juego en nuestro ordenador. BlueByte tiene sus oficinas en Dusseldorf, por lo que la versi¨®n preview del juego que nos ha facilitado UbiSoft viene en perfecto alem¨¢n, d¨¢ndole un toque rudo y poderoso que personalmente me gusta. Aunque, por suerte, la versi¨®n definitiva vendr¨¢ traducida y doblada al castellano. 'Die Siedler: Das Erbe Der K?nige'. Sin comentarios.
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Esta quinta entrega de The Settlers, al igual que las anteriores, pone un gran empe?o en la creaci¨®n y mantenimiento de la ciudad al mismo nivel de importancia que las batallas. Las unidades b¨¢sicas (peones) est¨¢n siempre a nuestro servicio y son expertos en construir, pero no as¨ª en conseguir recursos. Podremos usarlos para explotar minas o cortar ¨¢rboles, pero si queremos avanzar en el juego tendremos que dejar esta parte en manos de profesionales.
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Habr¨¢ especialistas en excavaciones, le?adores, investigadores que har¨¢n lo propio en las escuelas, alquimistas, herreros... Todos estos trabajadores no se les podr¨¢n asignar otra tarea y empezar¨¢n a trabajar autom¨¢ticamente en el momento en el que terminemos el edificio concreto. Necesitar¨¢n comer y dormir, por lo que habr¨¢ que construir granjas y casas, a las que ir¨¢n con frecuencia a cumplir sus necesidades. Si no tienen d¨®nde comer y d¨®nde dormir, empezar¨¢ a bajar su motivaci¨®n, y si se ponen tristes se ir¨¢n de la ciudad.
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Un magn¨ªfico v¨ªdeo prerenderizado nos introduce a Dar¨ªo, el verdadero protagonista del juego. Por limitaciones del idioma nos vemos limitados a deducir que la madre de Dar¨ªo ha sido asesinada y en su lecho de muerte nos entreg¨® un misterioso colgante que alberga m¨¢s poder que el propio valor sentimental. A modo de mapa, tendremos que avanzar desde nuestra aldea, poco a poco, encontrando ayuda de otros h¨¦roes, inventores, sacerdotes y dem¨¢s ciudadanos que conocen el misterio del colgante de nuestra madre que por ahora desconocemos.
Gr¨¢ficamente The Settlers V est¨¢ cuidado hasta el m¨ªnimo detalles. Las unidades b¨¢sicas est¨¢n bien modeladas y diferenciadas, con un nivel mayor dedicado a los protagonistas del juego. Pero donde se lleva la palma es en las construcciones, mimadas hasta el extremo. Con un buen sistema de zoom (y sin poder girar la c¨¢mara), veremos como la cuidad est¨¢ realmente viva.
Los le?adores saldr¨¢n del edificio, tirar¨¢n de un carro que trae la madera para transportarla a la serradora, se mover¨¢ hasta el mecanismo que activa la cuchilla y el tronco saldr¨¢ cortado en varias partes. Igual sucede por ejemplo con el herrero que funde el acero, lo vierte en el molde y sale el ca?¨®n. Realmente impresionante.
El sistema de recursos tambi¨¦n es bastante peculiar, m¨¢s all¨¢ de los t¨ªpicos oro, madera y mineral. Tendremos que conseguir roca, acero, arcilla, madera y sulfuro, adem¨¢s de Thalers, moneda settler. Conseguiremos Thalers de los impuestos de nuestros habitantes. Cuantas m¨¢s villas conquistemos, m¨¢s impuestos recibiremos. Tambi¨¦n tendremos la opci¨®n de aumentar o disminuir los impuestos, y nuestros habitantes se pondr¨¢n m¨¢s o menos contentos y ser¨¢n m¨¢s o menos eficientes, pero si nos pasamos con la mano dura, preferir¨¢n abandonar la aldea.
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n cuanto al modo online, no hemos podido probarlo por la imposibilidad de encontrar un rival, pero ser¨¢n partidas largas y elaboradas en las que podremos establecer 'tiempos de paz', varios minutos al principio de la partida que no se podr¨¢ atacar. Si preferimos partidas r¨¢pidas, podremos aumentar los recursos iniciales u optar por el modo 'Technology Race', limitado a una hora en el que gana el que m¨¢s puntos de media consiga, puntos que conseguiremos por muchos aspectos.
Esta nueva entrega se perfila como un gran paso adelante de la saga y un t¨ªtulo muy importante en estos primeros meses del a?o, pero habr¨¢ que ver c¨®mo responden las batallas online, con unidades algo b¨¢sicas y ausencia total de t¨¢cticas de ataque, aunque equilibrado con la implantaci¨®n de h¨¦roes y diversos y divertidos modos de juego.