Un enigma descubierto

Siempre he sido fan de los simuladores 'light', aquellos que no requieren que te aprendas 282 teclas y combinaciones; aquellos que no necesitan que te leas un manual de 800 p¨¢ginas, tengas dos licenciaturas o necesites conocer m¨¢s a fondo las leyes de la f¨ªsica que el propio Newton. Y tambi¨¦n me gusta disparar, esquivar, hacer saltar cosas por los aires. Nada de conducir un tren de un lado a otro o que tu m¨¢ximo reto sea hacer despegar y aterrizar un avi¨®n comercial.

Hoy en d¨ªa es muy raro ver simuladores como el F117A Stealth de Microprose o incluso mi venerad¨ªsimo 'Gato', que es m¨¢s del estilo que nos ocupa. Un simulador de submarinos es para m¨ª una aut¨¦ntica bendici¨®n ya que combina el misticismo del mar junto con el ataque por sorpresa. Si eres fan de La Caza del Octubre Rojo o de U-581 estoy casi seguro de que en este juego se encontrar¨¢n unas buenas horas de diversi¨®n. De hecho, 'Enigma' es el nombre de la m¨¢quina descifradora de claves que los integrantes del U-581 deben encontrar.

La situaci¨®n de Enigma: Rising Tide es tener la posibilidad de jugar durante la ¨¦poca de la Segunda Guerra Mundial en un escenario imaginario en el que los alemanes ganaron la primera gran guerra y con tres facciones en lucha: los americanos, que se est¨¢n expandiendo r¨¢pidamente; los ingleses en coalici¨®n con las antiguas colonias en Asia y Jap¨®n, etc. y obviamente los propios alemanes. Todo ello en tres campa?as lineales pero bien diferenciadas entre s¨ª.

A lo largo de numerosas misiones pondremos a prueba nuestra pericia tanto al mando de un solo barco (un submarino, un destructor, etc) como al frente de una mini-flota completa. No solamente necesitaremos buenas dosis de pericia micro-manejando un ataque determinado sino que adem¨¢s deberemos saber dar r¨¢pidas ¨®rdenes de evasi¨®n o de maniobra para salir victoriosos. Y en muchas ocasiones esto no va a ser nada sencillo.

Si conseguimos superar las 15 misiones de entrenamiento se nos conceder¨¢ la confianza suficiente para poseer nuestra propia embarcaci¨®n y ya estaremos listos para zarpar a la mar, ya sea por encima o por debajo de ella. Y dependiendo de nuestras habilidades, os aseguro que podremos pasarnos mucho mucho tiempo luchando tanto contra enemigos como contra los elementos, ya que el factor meteorol¨®gico tambi¨¦n tendr¨¢ mucho que ver.

Para empezar hay cosas que est¨¢n bastante bien hechas: la iluminaci¨®n en los exteriores, durante los combates contra aviones, los reflejos del sol en el agua, el comportamiento de las armas o incluso el tono de los interiores es bastante realista y convence. Las explosiones de las cargas de profundidad tambi¨¦n hacen mella en la superficie marina y son dignos de contemplar (y muy pl¨¢stico) los boquetes que van emergiendo mientras intentamos hundir un submarino.

El dise?o de las armas de superficie, distintas seg¨²n su localizaci¨®n en el barco, me gust¨® bastante aunque no como para destacarlo. Todas con nivel de zoom aceptable, al igual que los prism¨¢ticos. Buenos efectos de part¨ªculas en general (a mi siempre me encanta ver la estela de los torpedos en el agua) y las explosiones, cuando se producen, tambi¨¦n gozan de una buena calidad. El vuelo y ataque de los aviones, no obstante, ya es otra cosa.

Sin embargo lo cierto es que incluso jugando al m¨¢ximo de la calidad que soporta el t¨ªtulo, uno tiene la extra?a sensaci¨®n de estar jugando a un juego de hace un par de a?os. El agua se mueve de forma realista, hay muy pocos saltos de imagen, el impacto de los torpedos es realista? pero sin duda se queda corto. El interior de un submarino es minimalista, me lo creo, pero no tanto como para que solo haya una habitaci¨®n y la ¨²nica animaci¨®n que veamos sea la de la subida del periscopio.

A estos niveles, el juego peca de poco inmersivo. Hubiese sido mucho m¨¢s sencillo si nos hubi¨¦semos encontrado en un mismo submarino pero habitado con m¨¢s gente, que corriera a las v¨¢lvulas para cerrar eventuales escapes de agua, que vi¨¦ramos a los marines reponiendo las cargas de profundidad o incluso nuestras propias manos asiendo una ametralladora antia¨¦rea. Cuando hace mal tiempo lo notamos, sobretodo al mirar por el periscopio, y la explosi¨®n de las cargas ayuda, pero poco m¨¢s.

Y aunque podemos dar las ¨®rdenes a la tropa si disponemos de un micr¨®fono, lo cierto es que la tropa no nos dice nada. Nos lo escribe. Hubiese ayudado mucho a meterse en la piel de un capit¨¢n el o¨ªr a tu primer oficial repetir tus ¨®rdenes o dar el parte de da?os. Adem¨¢s, aunque gozamos de la versi¨®n internacional de Enigma, lo cierto es que tuve que verme obligado a desinstalarlo del castellano y reinstalarlo en ingl¨¦s para poder disfrutar medianamente del juego.

Incluso el manual en castellano tiene un p¨¢rrafo que excusa la p¨¦sima traducci¨®n del mismo (y despu¨¦s nos quejamos del espa?ol neutro) y determinados indicadores descuadran debido a la longitud de los nombres. Fallos de acabado menores que sin embargo quitan valor al producto. Por otro lado, tanto las portadas de los peri¨®dicos simuladas como la banda sonora (en especial los muy buenos efectos de sonido) s¨ª realizan un trabajo excelente en la ambientaci¨®n. Una de cal y otra de arena.

Pero no os asust¨¦is: en Rising Tide hay m¨¢s acci¨®n de la que generalmente estamos acostumbrados. Incluso desde las mismas misiones de entrenamiento ya se nos deja claro el concepto de que qui¨¦n golpea primero golpea dos veces. Lo cierto es que no es sencillo empezar a jugarlo, os lo digo con sinceridad. Puede que yo sea muy torpe pero entre que el manual es ilegible en castellano y el hecho de que no existe un 'tutorial' propiamente dicho, cuesta un poco pillarle el tranquillo.

B¨¢sicamente tenemos dos posibilidades: una es estando en superficie y la otra bajo ella. La acci¨®n y la t¨¢ctica cambian en los dos casos. En el caso de un submarino, no es aconsejable estar arriba del todo y menos cuando hay barcos enemigos en las proximidades. En ocasiones no tendremos m¨¢s remedio que emerger (hay que renovar el aire y cargar las bater¨ªas) pero siempre intentaremos mantenernos bajo la te¨®rica seguridad que supone estar sumergidos, aunque el estruendo de las cargas de profundidad a veces nos har¨¢ parecer una diana en un concurso de tiro al blanco.

Como los torpedos aqu¨ª no est¨¢n dirigidos por radar ni por l¨¢ser tendremos que calcular la velocidad del barco y su direcci¨®n para, m¨¢s o menos, dirigir un par de ellos en abanico? y esperar. La tensa espera que se produce mientras esperamos el impacto de uno de nuestros misiles es tremenda: uno cuenta los segundos hasta el impacto y el placer de destruir un destructor enemigo es comparable con pocas cosas. Pero el placer del destructor cuando nos aniquila se le acerca bastante, claro.

Desde arriba no podemos lanzar torpedos pero tenemos una generosa dosis de cargas programables para convertir un buque en queso suizo de Gruyere. Generalmente los aviones tambi¨¦n gustan de atacarnos con lo que disponemos de un completo arsenal de armas colocadas por todo el buque con distintos usos y munici¨®n (limitada) para abatirlos, cosa que podremos hacer manualmente coloc¨¢ndonos a los mandos o bien ordenar que se haga autom¨¢ticamente, muy recomendado para torpes como yo.

Navegar resulta extremadamente sencillo: un radar y una br¨²jula bastan para indicar los puntos en los que se encuentran los enemigos y nos podemos dirigir a ellos de forma bastante sencilla. Las distancias son largas y no existe la compresi¨®n temporal (como hab¨ªa en Gato o en F117A Stealth) con lo que a menudo estaremos frente al monitor sin hacer nada. Y m¨¢s frustrante es que no podamos grabar la partida en mitad de una misi¨®n, claro.

Todas las incidencias del buque se nos comentan por escrito; ataques, incendios, impactos, objetivos alcanzados, buques hundidos o aviones derribados. Cuando comandamos una flota deberemos prestar especial atenci¨®n a este punto, ya que aunque las opciones no sean muchas s¨ª es muy importante la velocidad de reacci¨®n. Ayudar a un barco en apuros o esquivar un torpedo que se aproxima pueden depender de unos segundos de m¨¢s en los que no podemos reparar.

No hay excesivos controles que aprenderse en Enigma; no ya solo desde el punto de vista de navegaci¨®n, sino tambi¨¦n desde el informe de evaluaci¨®n de da?os. Aunque los incendios son visibles y var¨ªan de un lugar a otro, tenemos una especie de barra de 'energ¨ªa' que nos indica el estado general del buque. De llegar a 0, claro est¨¢, nos vamos a pique. Pero seguimos pudiendo sumergir un submarino a 150 metros aunque estemos bastante tocados.

Enigma no es un juego sencillo. Debo admitir que no he logrado terminarlo a pesar de que llevo con ¨¦l un par de semanas y ya me he atascado dos veces, con pu?etazo en la mesa incluido. Generalmente las misiones son bastante directas pero en ocasiones uno no sabe lo que tiene que hacer para evitar un suceso o, simplemente, la dificultad es mucho mayor de lo esperado. Segunda misi¨®n de la segunda campa?a, creo recordar, fue terminada sin saber c¨®mo lo hice.

A trav¨¦s de los parches de la edici¨®n Gold podremos realizar algo fundamental para conseguir una comunidad estable de jugadores: la posibilidad de jugar en misiones y campa?as realizadas por uno mismo, algo largamente solicitado por los poseedores de la versi¨®n original. Si esto es as¨ª, esperamos encontrar p¨¢ginas de internet con mapas de ese tipo en los pr¨®ximos meses, ya que la versi¨®n estadounidense del juego no sale hasta finales de este mes.