Guerra fr¨ªa

Aunque la guerra fr¨ªa no sea precisamente el tema central del juego que hoy nos ocupa, la verdad es que nos hemos quedado helados al jugar a War Times, bautismo de fuego de los chicos de Legend Studios. Estrategia en tiempo real programada en Espa?a de la que todos esper¨¢bamos mucho m¨¢s.

El desarrollo de War Times ha llevado alrededor de un par de a?os a los malague?os de Legend Studios. En ¨¦l han puesto todo su esfuerzo y usado todos los medios de que dispon¨ªan para entrar con fuerza en el duro mercado del videojuego.

La tem¨¢tica escogida se encuentra harto saturada de juegos -la Segunda Guerra Mundial- que corrieron mejor o peor suerte, mientras que el g¨¦nero objetivo ha sido la estrategia en tiempo real; g¨¦nero por cierto que pide a gritos una revoluci¨®n y que este pasado a?o ha visto pasar pocos, muy pocos juegos que tuvieran un m¨ªnimo de calidad. Estas dos premisas sit¨²an a priori a War Times en un marco bastante inc¨®modo para destacar.

As¨ª pues, parece que la tarea de Legend Studios no era nada f¨¢cil. Su idea b¨¢sica era partir de los cimientos que han sentado a lo largo de los ¨²ltimos a?os los cl¨¢sicos juegos B&B(Build and Battle) y conseguir un programa que satisficiera a los amantes de la estrategia. Un esfuerzo loable, como ya he dicho, pero que se ha quedado en el mero empe?o de hacer las cosas bien. War Times ha resultado ser un juego bastante mediocre, en el que no sobresale ninguno de sus aspectos, donde no veremos nada nuevo, y lo que es peor, hace gala de una serie de errores absolutamente imperdonables a estas alturas de la pel¨ªcula.

Los entresijos de la guerra

En War Times se dar¨¢n cita un total de cuatro facciones bien distintas.  En primer lugar est¨¢n los alemanes, cuyas unidades de tierra son capaces de hacer estragos entre los enemigos, destacando su potente artiller¨ªa pesada. En segundo lugar citaremos a los brit¨¢nicos, los cuales cuentan con h¨¢biles esp¨ªas que pueden sabotear al enemigo, as¨ª como radares capaces de obtener la situaci¨®n exacta del contrincante.

Las otras dos facciones son Estados Unidos y la extinta Uni¨®n Sovi¨¦tica. Los americanos cuentan con un cuerpo especial de soldados de ¨¦lite perfectamente entrenados, as¨ª como de la fuerza a¨¦rea m¨¢s potente del juego. Por ¨²ltimo, los sovi¨¦ticos destacan a la hora de reclutar r¨¢pidamente sus poderosos tanques.

Este breve an¨¢lisis de los distintos bandos del juego deja entrever de forma obvia el aspecto m¨¢s logrado del juego. Y es que cada facci¨®n se diferencia de las dem¨¢s en cada una de sus unidades y edificios, tanto en sus habilidades especiales como en el propio aspecto f¨ªsico de cada uno.

Respecto a los modos de juego que War Times nos ofrece, tendremos a nuestra disposici¨®n un par de campa?as, una para los aliados y otra para el eje, las cuales recorrer¨¢n distintos episodios acaecidos en la Segunda Guerra Mundial a base de misiones. Cada misi¨®n requiere realizar varias tareas, las cuales nos ser¨¢n explicadas previamente con un v¨ªdeo introductorio bastante pobre, a base de im¨¢genes y texto, y en el que se echa en falta una buena voz en off que narre el contexto de la historia y marque nuestros objetivos.

Por otro lado tenemos el t¨ªpico modo escaramuza para batirnos en duelo contra la CPU, o si lo preferimos, contra jugadores humanos v¨ªa Internet o LAN. Los mapas disponibles en este modo presentan estructuras sim¨¦tricas, para igualar la cantidad de recursos y terreno disponible para cada jugador. En este sentido, recuerda mucho al tipo de mapa de Warcraft. No ser¨¢ la ¨²ltima vez que mencionemos al juego de Blizzard, me temo.

Gr¨¢ficos y sonido

El motor gr¨¢fico que han desarrollado los chicos de Legend Studios es capaz de mover un buen n¨²mero de unidades a la vez, pero su rendimiento no est¨¢ todo lo optimizado que deber¨ªa. De hecho, en mi Pentium 2,5 Ghz y disponiendo de 768 Mb de RAM y toda una RADEON 9800 PRO, el desarrollo del juego no va fluido, y los tiempos de carga son excesivamente largos.

Respecto al apartado sonoro, la banda sonora compuesta para la ocasi¨®n por C.J. Guerrero acompa?a a la perfecci¨®n nuestras escaramuzas, con el toque militar que requiere la acci¨®n. Los efectos de sonido no son nada del otro mundo, inclin¨¢ndose de nuevo m¨¢s hacia la variedad que hacia la calidad. No puedo hablar de doblaje al castellano porque simplemente no hay apenas di¨¢logos hablados, restando bastante intensidad a la acci¨®n.

Gui¨®n

Pues poco hay que contar aqu¨ª. Una vez m¨¢s, nos encontramos en medio del conflicto b¨¦lico m¨¢s importante del siglo XX. Se trata de tomar el mando en las batallas m¨¢s decisivas de la guerra desde el punto de vista estrat¨¦gico, siendo posible cambiar el curso de la historia. Un gui¨®n visto una y mil veces, pero que a buen seguro seguir¨¢ sirviendo de fuente de inspiraci¨®n para futuros juegos.

Jugabilidad

A la hora de meterse en faena y explorar el campo de batalla, el desarrollo de la partida en War Times nos invita a asentarnos en nuestra base y recolectar dos tipos de recursos: mineral y combustible. Nuestros progresos se har¨¢n bastante lentos debido a que se necesita mucho tiempo para crear el centro de comando y recolectar el suficiente mineral para ir construyendo los edificios principales, los cuales desbloquear¨¢n las restantes edificaciones al ser construidos.

A medida que vayamos avanzando a lo largo de las misiones que componen las dos campa?as, descubriremos con pesar que los patrones van repiti¨¦ndose una y otra vez. Y es que la misi¨®n se reduce siempre a engrosar un ej¨¦rcito lo suficientemente grande como para acabar con los centros de mando enemigos. Para que una campa?a en solitario pueda enganchar al jugador, hacen falta misiones mucho m¨¢s din¨¢micas y variadas, algo que brilla por su ausencia en War Times.

Lo peor es que, una vez que tenemos asumido nuestro ¨²nico cometido, descubrimos que la CPU carece de la misma imaginaci¨®n que falt¨® a la hora de dise?ar las campa?as. Se nota demasiado el comportamiento ?scriptado' en cada misi¨®n y la falta de reacci¨®n por parte de la m¨¢quina a nuestros ataques.

Para colmo, la cosa falla en puntos esenciales de cualquier ETR que se precie. Por ejemplo, la interfaz. Haciendo ejercicio de memoria, podemos comprobar que resulta ser pr¨¢cticamente calcado al que vimos en Warcraft II. En su d¨ªa estaba bien, pero a d¨ªa de hoy queda bastante obsoleta. La interfaz ralentiza nuestro progreso al existir varios paneles separados de construcci¨®n y movimiento, y su disposici¨®n no es desde luego nada ¨®ptima, desaprovechando bastante espacio en la pantalla.

El tema de la IA de las tropas resulta ser poco agraciado. Son demasiadas las ocasiones en que veremos a nuestras unidades dudar y tropezar a la hora de realizar el c¨¢lculo de la b¨²squeda de caminos. Un error como ¨¦ste puede ser problem¨¢tico porque los trabajadores pierden tiempo a la hora de recolectar recursos, y resulta muy grave si nuestro ej¨¦rcito se encuentra con una emboscada enemiga en pleno desajuste de formaci¨®n debido al atasco producido. Por cierto, que el uso de formaciones es desacertado, porque ni las unidades circulan a un ritmo uniforme, ni se agrupan de forma l¨®gica -por ejemplo, que las unidades potentes estuvieran en primera l¨ªnea, protegiendo a las unidades de largo alcance y armadura d¨¦bil-, creando un caos que desesperar¨ªa al comandante m¨¢s paciente.

En resumen, poco que destacar en este sentido; si acaso, el h¨¢ndicap que introduce el tipo de terreno por el que camina el ej¨¦rcito y el ciclo d¨ªa-noche; y como os mencion¨¦ antes, la posibilidad de disponer de cuatro facciones diferenciadas con sus puntos d¨¦biles y fuertes, pudiendo aprovechar aire, tierra o mar para preparar nuestra estrategia.

Estrategia y trucos

La t¨¢ctica m¨¢s l¨®gica a seguir es aprovechar los puntos fuertes de que disponemos en las unidades de nuestro bando. Nuestra estrategia ofensiva deber¨¢ ir orientada a potenciar nuestra mejor arma, mientras que intentamos expandir nuestro terreno lo antes posible, copando el mayor n¨²mero de fuentes de recursos que podamos.

Ayudar¨¢ bastante el conocer la mejor baza del enemigo, ya que con dicha informaci¨®n podremos reforzar nuestra defensa haciendo hincapi¨¦ en el medio que m¨¢s vaya a aprovechar nuestro contrincante. Si dispones de habilidades para espiar al enemigo, expr¨ªmelas al m¨¢ximo.

La estrategia m¨¢s segura en War Times radica en la formaci¨®n de un numeroso ej¨¦rcito, as¨ª que c¨¦ntrate m¨¢s en la cantidad que en la calidad. Ganar¨¢s tiempo.

Compar¨¢ndolo con?

Una hipot¨¦tica balanza comparativa en la que tuvi¨¦ramos a War Times y cualquiera de los cl¨¢sicos en los que el propio juego se basa, se inclinar¨ªa de forma brusca y pesada a favor de dichos cl¨¢sicos, dejando en mal lugar al juego que hoy nos ocupa.

Para igualar un poco la contienda, se me ocurre compararlo directamente, por tem¨¢tica y desarrollo de juego, a Frontline Attack, el cual adolece de fallos parecidos al programa espa?ol, pero que, a pesar de tener ya m¨¢s de dos a?os, no envejece nada mal. Tambi¨¦n podr¨ªamos recordar al nefasto Real War que distribuy¨® FX, un programa bastante peor que el War Times que hemos comentado hoy.