Mercenarios: El Arte de la Destrucci¨®n

A veces es duro ser un soldado de ¨¦lite. Luchar, d¨ªa s¨ª, d¨ªa tambi¨¦n; levantarse con el primer rayo de sol y acostarse Dios sabe cu¨¢ndo. Pero tiene sus recompensas. Cuando miras la cuenta corriente y ves que alcanza los seis ceros sabes que realmente vale la pena. Y es que un mercenario lo hace todo por la pasta...

Corea del Norte se est¨¢ convirtiendo en un caballo de Troya que todos los estudios incluyen en sus juegos de guerra. No basta con que la haya visitado Sam Fisher o los soldados de Ghost Recon 2. Ahora Activision, en colaboraci¨®n con Pandemic Studios (creadores de grandes t¨ªtulos de esta generaci¨®n como Full Spectrum Warrior y Star Wars Battlefront) vuelve a poner al r¨¦gimen comunista del cin¨¦filo Kim Jong II en el punto de mira.

Chris Jacob es un antiguo militar estadounidense, lento de movimientos pero con una potencia de fuego devastadora; Jennifer Mui es la representante del Reino Unido y se caracteriza por su capacidad de infiltrarse en las l¨ªneas enemigas sin ser descubierta. Por ¨²ltimo, contamos con Mattias Nilsson, un veloc¨ªsimo sueco cuya socarroner¨ªa nos har¨¢ recordar al John Rambo de toda la vida.

Concluido el tr¨¢mite de elegir personaje comenzaremos a trabajar para la PMC (Private Militar Company), un comit¨¦ independiente del gobierno estadounidense que nos contratar¨¢ para trabajar por nuestra cuenta y riesgo en Corea del Norte. La misi¨®n encomendada ser¨¢ acabar con la vida del General Song, l¨ªder norcoreano. Con la ayuda de una PDA que nos mantendr¨¢ informados sobre el desarrollo de las misiones y del conflicto b¨¦lico, de una pistola y de un jeep de combate, comenzaremos la aventura por el dinero. Y eso es solo el comienzo de lo bueno...

Mercenaries (Xbox)

Otra curiosa aproximaci¨®n a los juegos de guerra reside en que Mercenaries ofrecer¨¢ un concepto de juego bastante abierto en cuanto a planteamiento, y no nos referimos ¨²nicamente a la capacidad de trabajar para los diversos bandos. Esta libertad reside en que adem¨¢s de las misiones, tendremos tiempo libre para explorar el extenso mapeado. Una buena base documental ha servido a los programadores para recrear una Corea del Norte repleta de peque?os poblados y ciudades de tama?o medio donde buscarnos la vida realizando misiones secundarias.

Claro que el extenso mapeado ser¨¢ m¨¢s sencillo de reconocer montados en un veh¨ªculo que a pie. Por ello podremos robar cualquier veh¨ªculo que encontremos en nuestro camino, bien sean jeeps, tanques, camiones o incluso helic¨®pteros. El tama?o del mapa promete tener unas proporciones gigantescas y estar¨¢ repleto de zonas ocultas y secretos; vagabundear un poco por cierta zona nos puede traer alegr¨ªas en forma de dinero, salud o potente armamento que usar a favor de nuestro jefe de turno.

Los contactos que hagamos a lo largo de las misiones jugar¨¢n un papel esencial en el desarrollo argumental. Cada uno de los grupos enfrentados tendr¨¢n sus intereses en la guerra y no dudar¨¢n en contar con nuestros servicios si la situaci¨®n lo requiere. De esta manera contactaremos con el Coronel Zhou Peng en el bando chino o con el Coronel Garret en el lado de los aliados; la mafia rusa tendr¨¢ como m¨¢ximo representante a Sergei Voronoff, que a su vez mantendr¨¢ contactos con agentes dobles que trabajan tanto para los sovi¨¦ticos como para los aliados. El grado de interacci¨®n que tendremos con cada uno de estos NPC promete ser bastante fluido, ya que cada una de las misiones que cumplamos para uno de los bandos variar¨¢ las acciones y el punto de vista que las otras facciones tienen sobre nosotros, lo que promete un argumento muy din¨¢mico y que variar¨¢ en cada partida.

Si por ejemplo, nuestras acciones con uno de los pa¨ªses hacen que perdamos reputaci¨®n en otro bando de los enfrentados en combate, har¨¢ que temporalmente no podamos trabajar para ellos. Sin embargo podemos dar la vuelta a la tortilla cumpliendo ciertas misiones no obligatorias que har¨¢n que nuestra reputaci¨®n vuelva a los cauces normales. Trabajar s¨ª, pero dejando constancia al resto de pa¨ªses de que lo que nos mueve es el dinero. Nunca hay que cerrar las puertas a nuevas fuentes de ingresos. Aunque si quieres trabajar ¨²nicamente para uno de los bandos, que sepas que nadie te lo va a impedir... ?o s¨ª?

Cada misi¨®n cumplida nos reportara pingues beneficios en forma no solo de dinero contante y sonante, sino tambi¨¦n de veh¨ªculos o armamento. Y aunque nuestro objetivo principal sea acabar con el Coronel Norcoreano, cumplir un buen n¨²mero de misiones secundarias con las que mejorar nuestro inventario ser¨¢ un paso primordial para el buen t¨¦rmino de nuestra aventura.

Mercenaries es esto a grandes rasgos: un buen motor gr¨¢fico endulzado con todos los efectos de los que son capaces las m¨¢quinas de ¨²ltima generaci¨®n, libertad de acci¨®n, argumento abierto y montones de misiones secundarias con las que pasar el rato mientras decidimos a que bando queremos apoyar. Cuando su lanzamiento al mercado espa?ol est¨¢ a un mes visto recomendamos no perder de vista al t¨ªtulo de Activision porque puede ser una de las sorpresas del nuevo a?o.