Pasaporte Jap車n: Lanzamiento PSP
Por fin lleg車 el d赤a ansiado por tantos aficionados al videojuego. Entre colas, ventas masivas y personajes ilustres PSP ya es una realidad en Jap車n. Nuestro corresponsal en Tokyo estuvo all赤 y nos cuenta c車mo fue el lanzamiento.
Hac赤a un d赤a nublado en Tokio y su 芍rea metropolitana. No parec赤a el mejor d赤a para lanzar una consola al mercado. Pero ya se sabe? Cuando peor se ponen las cosas, m芍s m谷rito tiene el asunto. Cuando llegu谷 a Akihabara, el tiempo amenazaba lluvia. Pero el d赤a promet赤a estar lleno de emociones. Era el d赤a del lanzamiento mundial de la nueva criatura de Sony, la anhelada PSP; la Playstation Port芍til.
/es/node/ArrayMe hab赤a acercado a la meca de la electr車nica en Jap車n una hora antes de que abrieran las tiendas para poder palpar 'in-situ' el ambiente que estaba generando el lanzamiento. Para mi sorpresa pude ver que, la verdad, es que no hab赤a demasiada expectaci車n. Quiz芍s hab赤a m芍s gente de la acostumbrada a estas horas y por esta zona, pero nada fuera de lo normal. Otro gallo canta, sin duda alguna, en otras zonas de Tokio como Ikebukuro o Shinjuku, donde las grandes cadenas de electrodom谷sticos, Bic Camera y Yodobashi Camera, tienen sus centrales. En otro art赤culo, con tema central 'Akihabara' explicar谷 con m芍s detenimiento este cambio de tendencia en cuanto al 'shopping' tecnol車gico de los habitantes de la gran metr車poli.
Volviendo al tema, la verdad es que este lanzamiento es muy especial para los jugadores japoneses. Llevan largo tiempo (casi desde el lanzamiento de la Playstation original) esperando ver en las estanter赤as de las tiendas una Playstation port芍til. O al menos, una m芍quina de Sony de estas caracter赤sticas, aunque no ofreciera compatibilidad con su hermana de sobremesa. Pero la alegr赤a que llevaban encima por el lanzamiento de su sue?o, se ha visto enturbiada 迆ltimamente por la decisi車n de Sony de no poner a la venta m芍s que una peque?a cantidad de unidades, para ver c車mo responde el p迆blico.
?La raz車n aparente? Un peque?o (o grande, seg迆n se mire) fracaso llamado PSX. No se han vendido como se esperaba, y esto ha causado un tropiezo econ車mico bastante importante para la compa?赤a. Pero como a los japoneses no les gusta la tristeza, dejemos este aspecto a un lado.
El resultado: podr赤as entrar en tiendas donde hab赤an 5 consolas para vender, otras en las que hab赤a 100, u otras, sobre todo peque?as, en las que no hab赤a ni una sola. Algunas, viendo la situaci車n, decidieron que ni siquiera iban a hacer promoci車n 'gratuita' del producto, aunque s赤 que vendieran algunos de los juegos de lanzamiento. El ver c車mo para algunos de estos establecimientos PSP ni siquiera exist赤a en forma de anuncio, era un poco triste, la verdad sea dicha. Las comparaciones son odiosas, pero en este aspecto Nintendo DS tuvo una mayor repercusi車n y promoci車n por parte de las tiendas.
En las tiendas en las que s赤 se pod赤an encontrar PSPs, la promoci車n era la habitual en estos casos; es decir, tenderete con consolas de demostraci車n, algunos p車steres promocionales, cajas vac赤as de consolas apiladas a la vista del consumidor, y una serie de empleados demostrando el producto, hablando con los clientes de las ventajas que proporciona la consola, o gritando a trav谷s de un micro o un meg芍fono frases de anuncio. T赤pico ambiente de Akihabara.
Aprovechando las colas, y que en ellas hab赤a una variedad bastante importante de personas (japoneses y extranjeros, por supuesto), habl谷 un poco con ellos para pulsar cu芍l era la opini車n de la calle en cuanto a este evento. Las respuestas, variopintas, como era de esperar. Desde el t赤pico 'friki' que colecciona consolas y que no sigue a una marca en particular, pero que no se pierde ni un solo lanzamiento, hasta el turista fugaz que, aprovechando que est芍 en el pa赤s del sol naciente, compra la consola antes que nadie en su pa赤s de origen.
Tambi谷n ten赤amos al jugador medio japon谷s que esperaba como agua de mayo este d赤a y que estaba muy contento porque por fin hab赤a llegado el momento de jugar con su flamante PSP. Casi todos expresaban sus dudas acerca de la situaci車n a corto y medio plazo del mercado de consolas port芍tiles. La opini車n era un芍nime a la hora de dictaminar una dura pugna con Nintendo a la hora de coronarse como rey de este segmento del ocio digital. Tambi谷n eran un芍nimes a la hora de decir que Sony parte con desventaja en esta lucha, dada su inexperiencia en estas lides y las tablas de Nintendo. Sea como fuere, la incertidumbre est芍 servida.
Pero igualmente la gente estaba impaciente por probar la PSP con sus propias manos y tener la experiencia en primera persona. Eso estaba claro y se reflejaba en sus caras de impaciencia. Las colas iban acrecentando su tama?o por momentos. Tambi谷n se intuye que pronto va a llegar el momento en que las primeras tiendas van a colgar el cartel de 'producto agotado, vuelva usted no se sabe cu芍ndo'. La gente se comenzaba a impacientar, e incluso comenzaban a abandonar las colas.
La verdad es que sorprende su poco peso, dada su potencia gr芍fica y de sonido, as赤 como su flexibilidad y versatilidad. Lo m芍s atractivo es, evidentemente, la pantalla. Salta a la vista que es el elemento diferenciador y en el que Sony ha puesto todo el mimo del mundo. Es perfecta. Grande, luminosa, y con un 芍ngulo de visi車n bastante aceptable. Si le ponemos un pero, ser赤a que es demasiado reflectante y, a veces, en seg迆n qu谷 condiciones de iluminaci車n directa, se producen una serie de brillos y reflejos algo molestos.
Pero nada que un cambio de ubicaci車n u orientaci車n no pueda solucionar. Otro detalle importante es el tacto de los botones, incluyendo el curioso mando anal車gico, en la parte inferior izquierda. Tambi谷n est芍 muy conseguido. Jugar a la PSP tiene todo el 'feeling' de estar jugando con un mando de Playstation. De hecho, la disposici車n de los mismos es muy parecida en ambos casos. Otro aspecto diferenciador es la elegancia del conjunto. La consola tiene un aspecto muy elegante. Se nota que se ha estudiado hasta el 迆ltimo detalle.
Desde los colores elegidos (negro y tonos met芍licos) hasta la forma y disposici車n de los elementos interactivos, todo desprende elegancia. No es un art赤culo de lujo, pero podr赤a pasar perfectamente por uno. ?Y qu谷 tal es jugar con PSP? La respuesta es f芍cil: es toda una experiencia. La verdad es que el que suscribe pocas veces ha disfrutado la sensaci車n que tiene al jugar con esta consola. La vista tarda en acostumbrarse a que lo que est芍 mirando es una pantalla port芍til, y no una televisi車n, ya que la calidad de los gr芍ficos en algunos juegos es m芍s que sobresaliente.
Uno tiene la sensaci車n, en las primeras partidas, de que 'esto no puede ser'. Ha de tener truco. Tiene demasiada calidad. Pero al final, uno se acaba acostumbrando a lo bueno, como siempre. Otra sensaci車n que uno tiene al jugar es que quiz芍s la consola es un poco aparatosa. Pero otra vez, te acabas acostumbrando, y le das las gracias a Sony por idear una pantalla tan grande y hacerla caber en tal portento de dise?o.
No te conformas con menos. Y es que con esa pantalla vives los juegos como nunca antes se hab赤an vivido. Te imbuyes realmente en ellos. Casi podr赤amos decir que te absorbe. No es que abarque todo tu campo visual, ni mucho menos, pero al ser tan grande hace que la vista no se vea molestada por elementos de segundo plano. De todas maneras, m芍s que explicarlo, esto hay que probarlo uno mismo.
La verdad es que siempre hab赤a visto la PSP corriendo juegos, pero los otros aspectos de la m芍quina, como su capacidad de reproducir pel赤culas en el formato propietario UMD casi no los hab赤a catado. Pero he aqu赤 que un amable tendero me demostr車 en persona c車mo se comporta la consola en estos aspectos. As赤 que me demostr車 la pasmosa facilidad con que reproduce los archivos de v赤deo. Casi sin despeinarse.
Y la calidad de los mismos es la anunciada. La suavidad con que las im芍genes pasan delante de tus ojos hace que ya te imagines con tu flamante PSP en el metro, viendo los 迆ltimos lanzamientos de cine en este formato. Toda una gozada. Tambi谷n prob谷, o mejor dicho, escuch谷, el delicioso sonido que emite esta criaturita a trav谷s de los cascos. Pude escuchar fragmentos de varias canciones, as赤 como demostraciones de sonido espacial que, la verdad, despejaron todas mis dudas acerca de sus capacidades sonoras. En este aspecto s赤 que no hay peros. Un 10 para Sony.
Otro punto de inter谷s es la bater赤a. Seg迆n hemos podido comprobar con una de las 4 consolas que hemos adquirido para la redacci車n, el periodo de carga de la bater赤a de PSP es de 2 horas, tras lo cual podremos visualizar unos estimadores que nos indicar芍n los niveles de la misma, en porcentaje y horas dependiendo del tipo de iluminaci車n se utilice. Con la bater赤a al 100% la informaci車n que se muestra es 5 horas 50 minutos con la iluminaci車n al m芍ximo y 7 horas 30 minutos con la iluminaci車n reducida.
Seg迆n este amable tendero hemos podido saber que dependiendo del tipo de formato que reproduzcamos en PSP, la bater赤a tendr芍 un gasto u otro. La reproducci車n de v赤deos es el m谷todo que m芍s bater赤a gasta, que consigue descargarla aproximadamente en 4 horas. Si utilizamos la consola para escuchar m迆sica podemos irnos al otro extremo, ya que aguanta unas 9-10 horas. Por 迆ltimo, para los juegos, dependende del t赤tulo que estemos utilizando, debido al dise?o electromec芍nico del UMD, muy similar con el Minidisc. Los t赤tulos que hagan un menor uso del UMD a nivel de lectura, podr芍n ser jugados un mayor tiempo, en cambio, los a los que m芍s informaci車n deban acceder, durar芍n menos. El tiempo medio parece situarse en 6 horas, aunque esta tarde llegaban a nuestros o赤dos que juegos como Ridge Racer terminaban con la bater赤a en poco m芍s de 4 horas.
Mientras estaba escuchando los gorgoritos que emit赤a la PSP de demostraci車n, me puse a reflexionar en cuanto a si la consola no pasar赤a, en sus primeros meses de vida, por un per赤odo de b迆squeda de identidad, ya que cabe preguntarse: ?una consola con tantas capacidades multimedia no desvirt迆a u ensombrece su objetivo principal que es el de jugar con ella? ?Es una consola, un 'gadget' multimedia, o el primer representante de una nueva categor赤a de producto? Supongo que el tiempo dir芍, pero creo que mejor le ir芍 a esta consola si se centra en uno de los aspectos y deja los otros como supletorios o de valor a?adido. Aunque esto s車lo es una opini車n personal.
Retomando el tema de los juegos, hay que comentar bastante poco. M芍s que nada por la parquedad en el n迆mero de ellos (6), y por el hecho de que tan s車lo uno de ellos, 'Ridge Racers', sea un peso pesado. Y es que Namco nunca quiere faltar al lanzamiento de una nueva consola de Sony. Siempre est芍 ah赤 con un juego de la saga 'Ridge Racer' para celebrar el acontecimiento. Por lo dem芍s, ten赤amos el t赤pico juego de golf que tanta aceptaci車n tiene entre los jugadores japoneses o el de 'mechas', o robots gigantes, que har芍 la delicia de los amantes del g谷nero.
No pod赤a faltar entre estos juegos, uno totalmente adaptado a los gustos japoneses; en este caso, un puzzle bastante extra?o, que bebe de influencias como 'Tetris' o 'Columns' y que simplemente entretiene, con un nombre nada habitual: 'Lumines'. Nada del otro mundo. Muy japon谷s, eso s赤. En este aspecto, el de los juegos, no por menos sabido de antemano, podemos decir que Sony ha suspendido.
Es cierto que para cada lanzamiento de una nueva consola s車lo ha habido uno o dos juegos importantes el d赤a del lanzamiento. Pero no es menos cierto que PSP supone la inauguraci車n de una nueva plataforma y un giro en la pol赤tica comercial de Sony. Tales circunstancias merec赤an una l赤nea de juegos m芍s equilibrada y numerosa, y, sobretodo, m芍s 'potente'. De todas formas, no hay que desanimarse. Hay prometidos buenos juegos para Navidades y meses posteriores. Tambi谷n es una manera de dar tiempo a los desarrolladores a contribuir a un lanzamiento m芍s interesante en Am谷rica y en Europa, con una consola m芍s madura en el tiempo y un cat芍logo m芍s amplio. Veremos.
Y digo que me sorprendi車 m芍s que nada por el hecho de que es algo que se puede probar tranquilamente fuera de casa. De hecho est芍 pensado para eso. Pero parece que era un d赤a de sorpresas. De hecho, comenz車 a llover. Lo que faltaba. Preguntados por las sensaciones que les provocaba ser ya poseedores de una PSP, algunos me comentaban que ya ten赤an un nuevo miembro en sus colecciones, otros que hoy desconectar赤an cualquier contacto con el mundo exterior para jugar con ella en casa durante horas y horas. Si hac赤a falta, no dormir赤an. Hubo un comentario que me hizo mucha gracia por lo extravagante. Y es que un nip車n me dijo que no pensaba probarla hasta que empezara a ir en metro a su nuevo trabajo, en enero. Muy, como lo dir赤amos, muy? ?japon谷s? Creo que no hay otro calificativo que le haga m芍s justicia.
En general las caras de felicidad con la que sal赤an los compradores (los occidentales m芍s, ?por qu谷 ser芍?), y la cantidad de colas que se formaban, muy superiores a las del lanzamiento de Nintendo DS, daba a entender que realmente Jap車n estaba esperando con muchas ansias este producto.
Pero Sony ha enviado a las tiendas una cantidad peque?a de consolas en muestra de prudencia por los 迆ltimos resultados econ車micos. Ten赤a miedo a otro fracaso. Pero, despu谷s de ver lo visto, creo que los miedos son infundados. Los japoneses se han lanzado en tromba a buscar su PSP y, seguramente, se habr芍n acabado en poco tiempo. Ahora le tocar芍 el turno a Sony. ?Distribuir芍 las unidades que se merece un producto como 谷ste? El tiempo lo dir芍. Evidentemente, si dependiera de mi, ni me lo pensaba. Se nota el hambre de PSP. Y ese hambre ha de ser saciada.
Y en otros, aunque dejaban entrar a comprar juegos (los pocos que se pon赤an a la venta en el d赤a del lanzamiento), ya avisaban que no quedaban consolas. Cuando me interesaba por el tema, me contestaban que no sab赤an cu芍ndo iban a reponer unidades. Todo depend赤a de Sony, y la compa?赤a no les hab赤a comunicado nada oficialmente. La verdad es que, por una parte, uno se alegra del 谷xito, pero por otra, parec赤a como algo cantado el que se acabasen tan pronto. No es dif赤cil acabar con tan pocas consolas en poco tiempo en un pa赤s como Jap車n, la cuna del consumismo salvaje.
Pasaba el tiempo, y en los grandes establecimientos ya empezaban a cortar las colas, debido que quedaban pocas unidades. Era curioso ver c車mo los empleados se comunicaban el n迆mero de consolas que quedaban a la venta y contaban a los integrantes de las colas para cortarlas en el punto exacto. La cara que se le quedaba al pobre o a la pobre que quedaba fuera por una unidad era para enmarcarla. La verdad es que la frustraci車n era may迆scula. Hab赤an hecho cola por un par o tres de horas, quiz芍s m芍s, y ahora quedaban fuera de juego. Una l芍stima (alguno dir赤a 'una verg邦enza', y no andar赤a falto de raz車n).
Este hecho y el que en algunas tiendas ni siquiera se hubiera puesto a la venta, hac赤an del lanzamiento de PSP, al menos en Akihabara, algo 'desangelado'. S車lo hubiera hecho falta poner a la venta m芍s unidades (muchas m芍s, a?adir赤a). La verdad es que me esperaba algo m芍s espectacular. Pero parece que no corren buenos tiempos para la compa?赤a. Esperemos que esta nueva consola les de nuevos 芍nimos y vuelva a la cresta de la ola.
Ya con varios carteles avisando de la situaci車n en varias tiendas, y con los 迆ltimos clientes entrando en otras, era hora de ir haciendo balance de este primer d赤a de vida de PSP.
Otro tema a comentar es la propia consola. Si fuera por m谷ritos propios, PSP tiene mucho camino trillado para convertirse en un n迆mero uno. El s車lo hecho de jugar con ella es toda una experiencia. Hay que probarlo para creerlo. Y sus capacidades multimedia est芍n a a?os luz de cualquier artilugio de su especie. Pero, evidentemente, tiene competencia. Y la competencia no es ni m芍s ni menos que Nintendo. Ah赤 es nada. Lo va a tener muy dif赤cil. Pero no imposible. Quiz芍s las dos tengan que acostumbrarse a correinar. Como siempre, lo que tenga que ser, ser芍.
S車lo queda desear que, al menos, los lanzamientos en Am谷rica y Europa tengan mejor calidad y cantidad, por el bien de la consola y, sobretodo, de sus sufridos usuarios. A fin de cuentas, son los que mandan y los que dictan gran parte de las estrategias de las compa?赤as con sus compras o 'no compras'.Y eso fue todo. Como siempre s車lo me queda decir que yo estuve all赤 para cont芍roslo. Vine, vi, y os lo he transmitido. Bienvenida, PSP.
Como siempre, un caluroso saludo desde Jap車n de 谷ste, vuestro corresponsal.