Fuerza y honor

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Rome: Total War es un juego que llevamos esperando desde hace ya mucho tiempo, desde el momento que vimos las primeras im¨¢genes de lo que promet¨ªa ser una verdadera revoluci¨®n dentro de la saga Total War. El juego no decepciona en absoluto y puede que estemos ante uno de los mejores, sino el mejor, juego de estrategia en tiempo real del a?o.

Hay varios modos de juego, pero sin duda en el que m¨¢s tiempo vas a pasar es en el de campa?a imperial, en el que deberemos escoger una de las tres facciones que nos dan a elegir, para intentar hacernos con el control de Roma. Empezaremos en alianza con las otras dos y con la SPQR ('Senatus Populusque Romanus') que representa al Senado y Pueblo de Roma.

Si sois habituales de la saga Total War comprobar¨¦is que una de las principales novedades es la del mapa de campa?a. Ahora est¨¢ en relieve y en ¨¦l, no s¨®lo se incluyen cada una de las regiones, sino que tambi¨¦n est¨¢n implementadas ciudades o elementos geogr¨¢ficos, que adem¨¢s de incrementar el realismo tienen importancia a la hora de entablar combates, permiti¨¦ndote hacer emboscadas por un paso estrecho o esconderte en un bosque si fuera necesario, por ejemplo.

Esto implica que ahora se de la posibilidad de que en una misma provincia haya dos ej¨¦rcitos diferentes y que no entablen combate, ya que cada uno puede estar ocupando un lugar diferente. Como ya hemos dicho, por tanto, esto hace que la estrategia no s¨®lo se quede en los combates sino tambi¨¦n en el despliegue de tus unidades por el mapa de campa?a, lo cual es un avance bastante interesante con respecto a los dos juegos anteriores de la saga.

Como en todo juego de estrategia que se precie, el objetivo por nuestra parte ser¨¢ la de ir creando un ej¨¦rcito cada vez m¨¢s numeroso y por ende m¨¢s poderoso. Para ello, la conquista de cada una de las ciudades o emplazamientos que hay en las regiones se hace fundamental, ya que una vez las tengamos controladas podremos instruir nuevas unidades y crear maquinaria de guerra.

Pero para hacer esto, deberemos conquistar estos enclaves y en ello se centran gran parte de las batallas que vamos a librar en Rome. Aunque en este caso no lucharemos ¨²nicamente desde fuera, sino que se nos permitir¨¢ romper los muros o las puertas de la ciudad o asaltarla con torres y as¨ª poder luchar dentro de ella, por las calles y todo en un ambiente perfectamente bien recreado.

Tambi¨¦n podremos sitiar la ciudad, cortando sus recursos y provocando que la moral de las tropas que est¨¦n en el interior de la misma, vaya decreciendo provocando su rendici¨®n. Cuando estemos en plena batalla deberemos ser cuidadosos, ya que cualquier destrozo que provoquemos, tendremos luego que repararlo de nuestro bolsillo. Con los civiles que queden en la ciudad, podremos optar por dejarlos mezclarse con sus nuevos due?os, expulsarlos de la ciudad o matarlos a todos. Como s¨¦ que la ¨²ltima opci¨®n es la que m¨¢s ha llamado vuestra atenci¨®n, debo deciros que durante el resto de turnos la ventaja que vais a obtener ser¨¢ la de que no habr¨¢ ning¨²n tipo de resistencia a vuestra presencia, pero al haber tan poca gente, os ser¨¢ complicado crear m¨¢s unidades.

El tema de la descendencia se ha continuado y mejorado con respecto a lo que pudimos ver en Medieval: Total War. Para poder gobernar una ciudad, debe estar dirigida por alguien de nuestra familia, que se ver¨¢ representada en forma de ¨¢rbol geneal¨®gico y con cada uno de sus miembros masculinos puntuados con respecto a su capacidad para liderar tropas y dirigir emplazamientos.

Este sistema no funciona demasiado bien, ya que todo sucede sin que nosotros intervengamos pr¨¢cticamente para nada, y si estamos hablando de nuestros nietos pues es normal pero al menos en el Medieval pod¨ªamos 'forzar' el matrimonio de nuestras hijas. Adem¨¢s, transportar familiares de un lugar a otro se hace terriblemente tedioso, sobre todo teniendo en cuenta que cada nuevo miembro nace en la capital de la facci¨®n, lo cual suena bastante curioso, ya que el padre de la criatura est¨¢ a bastante distancia de su mujer, adem¨¢s de estar lejos de casa varios a?os?

Animales cornudos aparte, tambi¨¦n decir que si nos expandimos m¨¢s deprisa de lo que se reproduce nuestra progenie, no podremos hacer m¨¢s que mover a todos nuestras familiares de una ciudad a otra seg¨²n nos interese producir o no nuevas unidades. Y es que s¨®lo podremos elegir qu¨¦ unidades reclutar o qu¨¦ estructuras construir si poseemos un familiar como gobernador en la ciudad. De otra manera, la m¨¢quina har¨¢ ese trabajo por ti, aunque no de una manera muy eficiente.

Hay unidades especiales que puedes utilizar tambi¨¦n en el mapa de campa?a como, por ejemplo, los esp¨ªas que podr¨¢n ir descubriendo partes del mapa que tengan la niebla de guerra e incluso infiltrarse entre las ciudades enemigas, consiguiendo informaci¨®n e incluso facilit¨¢ndote el asedio abriendo las puertas de la ciudad en el momento en el que tus ej¨¦rcitos intenten entrar. Por supuesto, el esp¨ªa puede ser descubierto.

Los diplom¨¢ticos se utilizan para comenzar las negociaciones con otros ej¨¦rcitos o enclaves rivales. Se pueden negociar tratados y acuerdos con ellos e incluso sobornarles. No aporta nada nuevo a este tipo de juegos y la verdad es que es una opci¨®n que pasa bastante desapercibida. Los asesinos son la tercera unidad especial que podemos controlar, envi¨¢ndola contra nuestros enemigos para que intenten acabar con alg¨²n personaje o sabotear edificios.

Hay tambi¨¦n unidades navales que, obviamente, se instalar¨¢n en territorios con puertos. Se mueven igual que nuestros ej¨¦rcitos de tierra y los puertos constituyen un foco de comercio realmente importante para nuestro ej¨¦rcito. Adem¨¢s, podremos construir nuevas embarcaciones para mover nuestros ej¨¦rcitos por mar y limpiar las rutas comerciales de piratas. Quiz¨¢s, estar¨¦is frot¨¢ndoos las manos al pensar en poder jugar combates entre nav¨ªos de aquella ¨¦poca, pero sentimos deciros que son completamente autom¨¢ticos; una pena.

Adem¨¢s de este incre¨ªble modo de juego, podremos jugar batallas personalizadas, en las que podremos combatir con cualquier ej¨¦rcito y con unas condiciones de victoria previamente seleccionadas por nosotros. Es un modo de juego muy com¨²n en este g¨¦nero pero que aqu¨ª se agradece much¨ªsimo, ya que el modo campa?a es incre¨ªblemente largo y complejo, por lo que encender el ordenador y jugarnos unas cuantas batallas r¨¢pidas lejos de la estrategia y la diplomacia es un buen aliciente para cualquiera.

Las batallas ¨¦picas es otro modo de juego, en el que se recrean batallas hist¨®ricas entre los diferentes ej¨¦rcitos que nos dan a elegir. Las partidas multijugador es el ¨²ltimo modo de juego que podremos encontrar y por lo que he podido comprobar van bastante bien. Puedes jugar online o en LAN con una tremenda diversidad de facciones a elegir, as¨ª como de escenarios.

Gr¨¢ficos y Sonido

El engine gr¨¢fico del juego es bastante potente, y a tope es una aut¨¦ntica experiencia visual. Los combates son de proporciones ¨¦picas, batallas gigantescas en las que tendremos la oportunidad de acercar la c¨¢mara much¨ªsimo, para disfrutar de una coreograf¨ªa de combate realmente sobrecogedora.

Hay que recordar, adem¨¢s, que sus predecesores utilizaban sprites para representar a los soldados mientras que aqu¨ª, las unidades est¨¢n modeladas en 3D, y con unos detalles y un cuidado impresionante. Las ropas, armaduras y armas son diferentes seg¨²n el ej¨¦rcito contra el que combatamos y las animaciones de cada uno de ellos es impresionante.

Las unidades de ambos ej¨¦rcitos, al chocar en combate se mueven de una manera muy realista y a pesar de que encontramos ciertos problemillas, el efecto global que podemos contemplar al ver combatir miles de soldados a la vez es indescriptible. Adem¨¢s, resulta que la banda sonora que acompa?a al juego es de una calidad de las que en pocas ocasiones se oyen en los juegos, muy al estilo Gladiador, convierte los combates en algo todav¨ªa m¨¢s ¨¦pico; todo un acierto, sin duda.

Los efectos de sonido tambi¨¦n est¨¢n a un nivel alt¨ªsimo, choques de espada, pisadas sobre diferentes terrenos, caballos, maquinaria de guerra, gritos, todos est¨¢n recreados a la perfecci¨®n, otorgando una menci¨®n especial al silbido que provocan las flechas al rasgar el aire en busca de las unidades enemigas. Seg¨²n se vaya desarrollando la batalla, tambi¨¦n iremos escuchando lo que gritan nuestras unidades, al morir su l¨ªder o ganar una batalla. Tambi¨¦n podremos escuchar las arengas tipo Braveheart que los generales dan a nuestras tropas antes de la batalla, por ejemplo. Como veis, cuidado hasta el ¨²ltimo detalle.

Jugabilidad

El juego se presenta mucho m¨¢s complicado que la mayor¨ªa de juegos de este g¨¦nero, y sin duda mucho m¨¢s que el resto de juegos de la saga Total War. Para ayudarnos un poco, el tutorial que nos han preparado los chicos de Creative Assembly resulta perfecto para hacernos con el juego tanto para los que hab¨ªamos disfrutado de las anteriores entregas, como para los noveles.

A la hora de combatir es excepcionalmente importante el poder mover nuestras unidades correctamente, ya que de la forma en la que est¨¢n distribuidas es necesario que determinados tipos de tropas, como los arqueros por ejemplo, se coloquen tras nuestras primeras l¨ªneas de combate y as¨ª otorgarles cobertura. Durante el juego, iras descubriendo que hay unidades que son m¨¢s apropiadas para acabar con seg¨²n que otras unidades, por lo que la colocaci¨®n resulta importante.

El juego responde bastante bien a todo esto, aunque el sistema de c¨¢maras no nos parece el m¨¢s correcto, ya que s¨®lo podemos avanzar y retroceder con el rat¨®n, para ir hacia la derecha o la izquierda tenemos que girar la c¨¢mara primero. S¨®lo podemos movernos libremente con las teclas de movimiento y al estar acostumbrados a hacerlo con el rat¨®n despista un poco, al principio.

La IA para seleccionar a las unidades que nos interesan, est¨¢ mucho mejor que en anteriores entregas y aunque a veces las unidades se te escapan se ha hecho un buen trabajo de cara al usuario, que como siempre tendr¨¢ que invertir un poco de tiempo en adaptarse al sistema de juego.

Por ¨²ltimo, decir que el bot¨®n derecho por fin se ha utilizado para seleccionar donde queremos que vayan nuestras unidades, evitando as¨ª el problema que hab¨ªa en los juegos anteriores, donde esto se hac¨ªa con el bot¨®n izquierdo, provocando as¨ª que en ocasiones seleccion¨¢semos otra unidad en vez de mover la que ya ten¨ªamos seleccionada.

Compar¨¢ndolo con?

Sin duda hay muy pocos juegos que hayan estado ¨²ltimamente a la altura de Rome: Total War, sigui¨¦ndole de cerca quiz¨¢s el Perimeter o el Warhammer un poco m¨¢s lejos. De entre los juegos pertenecientes a la saga Total War, es el m¨¢s complejo y completo de los tres (sin contar las expansiones), con unas mejoras gr¨¢ficas y jugables que catapultan a este Rome a un lugar realmente privilegiado comparado con el resto.

Lo que est¨¢ bien

Lo que no est¨¢ tan bien

Manual

Es muy completo y verdaderamente extenso. Se nos explica cada uno de los aspectos del juego y adem¨¢s, junto con ¨¦l, viene un mapa a todo color de los pa¨ªses y las provincias en las que estaba dividido el imperio romano en aquella ¨¦poca.

Si adem¨¢s, el manual hubiera tra¨ªdo alguna lectura que nos narrase algo m¨¢s profundamente toda aquella ¨¦poca habr¨ªa sido perfecto, pero no se puede tener todo. En general muy bien.

Requisitos del sistema

Windows 98SE/ME/2000/XP, Pentium III a 1,0 Ghz o superior, 256 MB RAM, 2,9 Gb libre en el HD, Tarjeta de sonido de 16 bits, Tarjeta gr¨¢fica aceleradora 3D por hardware que sea 100% compatible con DirectX 9.0b, tenga 64 Mb para la aceleraci¨®n por hardware y tenga los controladores m¨¢s recientes.

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