C¨¢ntame, me dijiste c¨¢ntame...

Lo estabas deseando... tus canciones favoritas, la m¨²sica a toda pastilla y la posibilidad de un evaluador neutral para comprobar que eres el que mejor berrea en la ducha. Te atreves a poner tus voz a prueba antes de hacer el rid¨ªculo en una sala de karaoke de verdad?

Como a lo largo de la ¨²ltima generaci¨®n de consolas mi personalidad se ha desarrollado como la un aut¨¦ntico friki, tanto por el tipo como por la cantidad de perif¨¦ricos que acumulo en distintos rincones de mi casa, no era de extra?ar que el an¨¢lisis del segundo volumen de Karaoke Revolution se le encargase a un servidor que, una vez m¨¢s, lo hizo con una gran satisfacci¨®n.

Para el que no lo sepa todav¨ªa, Karaoke Revolution Volumen 2 de Konami es lo ¨²ltimo en simuladores de canto. La historia no podr¨ªa ser m¨¢s sencilla: conectamos la consola, enchufamos el headset del SOCOM, por ejemplo, y nos ponemos a emular a los ¨ªdolos de la MTV. En realidad, casi nada ha cambiado desde nuestro an¨¢lisis del primer Karaoke Revolution y muy pocas (aunque importantes) son las diferencias que lo separan de Singstar de Sony, en especial en lo que ata?e a su presentaci¨®n.

El c¨®mo funciona el juego es bastante sencillo: un software de reconocimiento trata de identificar el tono, el pitch y el tempo de nuestra interpretaci¨®n y lo compara con los establecidos en su propio programa, cuyo margen de error var¨ªa dependiendo del nivel de dificultad que hayamos seleccionado. Obviamente no puede controlar el contenido de nuestra voz, claro est¨¢.

Eso significa que principalmente podremos conseguir un buen nivel de acabado simplemente tarareando la melod¨ªa en el tono correcto o incluso en nuestro ingl¨¦s m¨¢s cutre-aznare?o y el juego no nos dir¨¢ nada. Eso s¨ª, las risas m¨¢s escandalosas de los colegas que nos est¨¦n viendo y escuchando desde el sof¨¢ os puedo asegurar que se oir¨¢n en todas las porter¨ªas de la manzana.

No me gustar¨ªa entrar inmediatamente en comparaciones frente a la primera parte o con Singstar, pero baste decir que el producto de Konami se presenta con algunas deficiencias importantes (sin entrar a valorar el cat¨¢logo de canciones que se incluyen) con respecto a sus competidores, que decididamente pueden inclinar la balanza a favor del resto cuando se acerca la mayor campa?a del sector del videojuego: la Navidad.

Los gr¨¢ficos que puedan salir durante las canciones son casi siempre anecd¨®ticos o s¨®lo pueden resultar entretenidos para todos aquellos que est¨¢n mirando el televisor en ese momento y no cantan. En ese aspecto, el colorido es el detalle m¨¢s sobresaliente del juego. No hay videos musicales, simplemente la imagen de nuestro personaje cantando y la del p¨²blico disfrutando? o abucheando, est¨¢ claro.

La lista de canciones es la siguiente:

Como pod¨¦is comprobar, hay t¨ªtulos para todos los gustos. Desde los mism¨ªsimos Britney Spears, Christina Aguilera, Garth Brooks, Gloria Gaynour, Police o Frank Sinatra. Probablemente todo el mundo tiene un t¨ªtulo de esa lista, exclusivamente inglesa, que le gustar¨ªa cantar? sin el engorro de realizar el rid¨ªculo m¨¢s absoluto en un club de karaoke repleto de gente, obviamente.

Hay tres detalles importantes que me gustar¨ªa remarcar. El primero est¨¢ en relaci¨®n a la lista de canciones, completamente en ingl¨¦s. Aunque yo personalmente es un listado que aprecio m¨¢s que uno que fuera de ¨¦xitos exclusivamente en castellano, entiendo que para un producto que puede pretender lanzarse en el mercado espa?ol encajar¨ªa mejor una lista mixta.

El segundo radica en la utilizaci¨®n de los perif¨¦ricos para el juego. De hecho, no se puede utilizar un micr¨®fono USB normal y corriente, sino que debe utilizarse el headset oficial usado por ejemplo en el SOCOM. La raz¨®n de esto es que mientras cantamos o¨ªmos nuestra propia voz en un canal aislado a trav¨¦s del auricular apropiado, al estilo de lo que hacen los cantantes profesionales y que tiene su utilidad, est¨¢ claro.

Sin embargo, me choca el hecho de que no sea posible utilizar el micro USB de la propia Konami, como yo poseo, y obviar el reconocimiento de voz, tal y como es posible en las ediciones japonesas de Karaoke Revolution. Adem¨¢s, el juego presupone que disponemos de este perif¨¦rico ya que, al contrario que con Singstar: Party, no se incluye ning¨²n dispositivo de tipo micr¨®fono / auricular.

El tercero es ya m¨¢s particular y tiene que ver con las licencias del juego, muy en el estilo Konami. En el t¨ªtulo de Sony, por ejemplo, es posible observar el v¨ªdeo original de la canci¨®n con la voz asimismo del cantante, as¨ª como solaparla a la de uno mismo para evitar todav¨ªa destrozar un cl¨¢sico de todos los tiempos y disimular nuestra falta de habilidades ante nuestros amigos.

Sin embargo, para el jugador ocasional, Karaoke Revolution 2 representa un buen est¨ªmulo para pasar un buen rato. El hecho de tener que estar relativamente cerca de la consola y llevar un dispositivo poco ortodoxo para pegar cuatro gorgoritos puede acentuar el detalle de fiesta que est¨¢ impl¨ªcito en la compra del juego, excepto en el pa¨ªs nip¨®n en el que el karaoke se vive casi casi como una religi¨®n.

Se han a?adido los modos de partida r¨¢pida, que consiste en seleccionar una canci¨®n y lanzarse a cantarla inmediatamente y lo m¨¢s interesante, el modo de Mezcla. En el modo 'medley' podremos realizar una uni¨®n de entre 3 hasta 5 canciones juntas para cantarlas todo seguido. El buen gusto a la hora de unir no est¨¢ lamentablemente incorporado en el juego.

Y b¨¢sicamente el desarrollo es exactamente igual que en su primera parte. Echadle un ojo al an¨¢lisis que se efectu¨® en su momento si quer¨¦is saber m¨¢s, pero la historia est¨¢ clara: tratad de entonar lo mejor posible, sin importar en la octava en la que lo hag¨¢is, e ir¨¦is sumando puntos conforme las s¨ªlabas vayan apareciendo en pantalla. Enlazadlas y formar¨¦is combos con los que multiplicar los puntos y conseguir discos de oro o de platino.

Existe un medidor de p¨²blico que es el que va juzgando las evoluciones de nuestro personaje y, seg¨²n vaya nuestra actuaci¨®n, nos animar¨¢ dando palmas o incluso podr¨¢ hacer que la canci¨®n la terminemos antes de lo previsto. Canciones que, por cierto, existen tanto en versi¨®n normal como abreviada, para si jugamos con amigos no tenerlos eternamente esperando. Todo un detalle.