Manchando el nombre de Todd McFarlane

La excusa para la cruzada anti-sat¨¢nica
El mundo est¨¢ fatal. Durante el siglo 19, a los malos les ha dado por volver a hacer de las suyas, y l¨®gicamente, toda la civilizaci¨®n humana est¨¢ sufriendo los ataques de decenas de monstruos de ultratumba, que van desde vampiros a hombres lobo, pasando por espec¨ªmenes incatalalogables dise?ados por McFarlane (m¨¢s de un centenar de tipos diferentes). A todo esto, el Dr.Hans entiende que algo no va bien, y llama a 4 justicieros para que acaben con la maldad que est¨¢ llevando al mundo al borde del caos. ?Sorprendidos?

Gr¨¢ficamente, propio de una 32 bits.
Bueno, nos hemos excedido con el t¨ªtulo. Lo correcto ser¨ªa decir que se trata de un juego de una consola de 32 bits con mucho antialiasing. Vamos, nada que no se viera ya en N64. Algo muy triste si tenemos en cuenta que estamos disfrutando de los ¨²ltimos coletazos que est¨¢ dando esta generaci¨®n de consolas. Gr¨¢ficamente, no hay ning¨²n aspecto que destaque por encima de otro, as¨ª que nos limitaremos a aclarar el porqu¨¦ de tanta cr¨ªtica a este apartado. El detalle y calidad de las texturas es rid¨ªculo.

Ya sabemos todos de los problemas de PS2 a la hora de tratar con texturas, pero tambi¨¦n hemos comprobado como un buen trabajo por parte de los programadores puede disimular, e incluso solucionar, este defecto de la consola, pues a lo largo de estos a?os hemos podido contemplar aut¨¦nticos logros gr¨¢ficos en juegos como Silent Hill (los tres aparecidos para PS2), Project Zero 2 o Final Fantasy X, por no hablar de los futuros MGS3 y Devil May Cry 3. No, no estamos exigiendo de Evil Prophecy un juego que marque ¨¦poca en cuanto a apartado t¨¦cnico, pero s¨ª un producto que justifique el desembolso que supone adquirir un juego actual. As¨ª pues, no nos conformamos a estas alturas con ver superficies tan lisas y mon¨®tonas que parecen una pista de futbol sala acabada de limpiar.

El apartado sonoro, inexistente
Es un gran problema tener que analizar un apartado el cual apenas hace acto de presencia durante el juego. Ni melod¨ªas a lo largo de las diferentes pantallas, ni voces, y una pobre variedad de efectos sonoros. Poco m¨¢s que unos cuantos chirridos y sonidos varios para simular? golpes y ataques, pero que para nada logran alcanzar la media m¨ªnima exigida para un juego de hoy en d¨ªa, m¨¢s a¨²n recordando que la importancia que poco a poco va adquiriendo este apartado en los juegos de hoy en d¨ªa (El Retorno Del Rey es un buen ejemplo dentro del g¨¦nero de los juegos de acci¨®n). Nos gusta analizar y profundizar ampliamente cada uno de los aspectos y apartados de los juegos que analizamos, pero realmente, apenas hay nada de lo que poder profundizar sobre el apartado sonoro en Evil Prophecy.

Y para rematar...
...un juego cuya jugabilidad es pobre. Quiz¨¢s es que nos hemos vuelto muy exigentes tras ver referentes en el g¨¦nero, pero varios beat'em-up's de PSone ofrec¨ªan muchas m¨¢s posibilidades jugables que Evil Prophecy. Nos limitaremos a seguir un camino prefijado por el mapa que se nos muestra en pantalla, pulsando repetidamente un ¨²nico bot¨®n para encadenar una serie de golpes y ataques contra las ingentes cantidades de enemigos que saldr¨¢n a nuestro paso. No hay m¨¢s.

Nos acompa?ar¨¢n nuestros 3 matones a lo largo del juego, pero la IA est¨¢ tan desajustada, que incluso podremos obtar por apenas hacer nada durante las misines, y esperar a que nuestros compa?eros acaben el trabajo. Existen diferentes modos de juego, desde el t¨ªpico "time trial" hasta modo que imita el estilo de mazmorras de Gauntlet, pasando por un modo multijugador de 1 a 4 jugadores, pero que, vista la base de la cual toma? el estilo de juego (el modo para un jugador), se confirma nuevamente que "de tal palo, tal astilla". Realmente, nada divertido.

c? o? n? c? l? u? s? i? ¨®? n
As¨ª pues, poco m¨¢s podemos sacar de provecho en Evil Prophecy. La verdad es que la broma tendr¨ªa su gracia si el juego hubiera salido al mercado a un precio razonable, que se justificara en base a la calidad del producto. Underworld lo hizo, y pese a ser un juego de nota insuficiente, muchos decidimos darle una oportunidad para aquellas tardes muertas de domingo en las que da pereza calentarnos la cabeza con retorcidos argumentos propios de los grandes juegos.